Según un organismo dependiente de las Naciones Unidas
Consideran a América Latina como un ejemplo contra la desnutrición
El Programa Mundial de Alimentos celebró "la priorización que los líderes de esta región han hecho para acabar con el hambre". El número de personas que sufren este flagelo bajó de 65 a 49 millones en los últimos 20 años.
Según explicó la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin, Latinoamérica y el Caribe lograron reducir en 16 millones el número de personas con hambre en 20 años, lo que "demuestra que se puede reducir, incluso se puede eliminar". En 1990 había 65 millones de desnutridos, cifra que bajó a 49 millones en el período 2010-2012. "La priorización que los líderes de esta región han hecho para acabar con el hambre puede ser el camino a seguir, y si estos países continúan haciendo una inversión sostenible para erradicar el hambre estoy segura de que se puede hacer”, afirmó Cousin, quien explicó que iniciativas como "Hambre cero" en Brasil y la "Cruzada Nacional contra el Hambre", lanzada hace poco en México, permiten pensar que la región tiene la oportunidad de convertirse en una zona libre de desnutrición. Para la directora del PMA, la batalla contra la desnutrición en Latinoamérica no pasa ahora por "llenar los estómagos", sino por crear resistencia y aglutinar a las comunidades vulnerables para que "también ellos puedan luchar contra el hambre". A pesar de los avances, Cousin sostuvo que aún entre un 20% y un 25% de la población latinoamericana y caribeña es vulnerable.
Las cifras de la ONU indican que hay más de 7 millones de niños en edad preescolar "crónicamente desnutridos" en la región, un problema que se concentra sobre todo en las comunidades originarias y afrodescendientes. Cousin explicó que la dificultad principal en Latinoamérica no es que "la producción de alimentos sea insuficiente", sino los problemas que existen en algunos casos para que gran parte de la población pueda acceder a ellos. "Las poblaciones más vulnerables no tienen todo el dinero para comprar los alimentos en el mercado. Sería más un problema económico que de desastres naturales", subrayó Cousin. Los casos más preocupantes en relación a la desnutrición en la región son los de Guatemala y Nicaragua.
La directora del organismo consideró que para el PMA lo "fundamental" es seguir ayudando a los gobiernos en el desarrollo y mejoramiento de planes y programas sostenibles para acabar con el hambre. El problema que viene enfrentando la agencia, según Cousin, es que se financia exclusivamente con contribuciones voluntarias. Además, durante los últimos 15 años una gran parte de sus recursos financieros llegaron de países que hoy están pasando dificultades por la crisis económica en Europa.
Para la jefa del PMA, esto plantea un "desafío" para el organismo debido a que hay un "número aumentado" de personas que necesitan ser alimentadas. "Las buenas noticias son que a pesar de que no estamos recibiendo tanto como esperábamos de los donantes tradicionales, estamos empezando a recibir contribuciones de países que antes no eran donantes, como Brasil, Arabia Saudita y Kuwait", concluyó Cousin.
nicaragua y guatemala, en deuda
El PMA informó que los casos más preocupantes en relación con la desnutrición en la región son los de Guatemala y Nicaragua. En ambos países, los gobiernos trabajan con el PMA en el impulso de iniciativas para combatir el hambre y la pobreza, como las de "alimento por trabajo" o "alimentos en las escuelas". Según datos de la ONU, en Guatemala, el 48% de los niños menores de 5 años sufre de desnutrición crónica, mientras que en Nicaragua la padece el 19% de la población. El PMA tiene entre sus planes asistir directamente a más de 8 millones de personas en la región que están afectadas por el subdesarrollo, las desigualdades y los desastres naturales. En Centroamérica, el organismo impulsa el programa Compras para el Progreso, que beneficia a más de 33 mil pequeños productores, vinculándolos a los mercados locales.
De acuerdo con el PMA, en el mundo hay unos 875 millones de personas que padecen desnutrición crónica, una cifra que para la directora del organismo, Ertharin Cousin, indica que en muchas regiones "puede que no se esté ganando la guerra contra el hambre".
Fuente:TiempoArgentino
El crecimiento de América latina y el Caribe llegará a 3,5% en 2013
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio a conocer el martes pasado el informe sobre balance económico actualizado concerniente a la región durante el año 2012, basado en la actualización de las cifras e informaciones entregadas en diciembre del año pasado para la confección del reporte preliminar de las economías latinoamericanas.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dio a conocer el martes pasado el informe sobre balance económico actualizado concerniente a la región durante el año 2012, basado en la actualización de las cifras e informaciones entregadas en diciembre del año pasado para la confección del reporte preliminar de las economías latinoamericanas.
En dicho informe, se llegó a la conclusión de que los países de la región crecerán, en promedio, 3,5% durante 2013. A este porcentaje se llegará mediante la proyección del dinamismo que se prevé mantendrá la demanda interna y el mejor desempeño de la Argentina y Brasil en comparación con el que tuvieron ambos países durante el año pasado.
En esas prevenciones, el informe adjudica un crecimiento del 3,5% para la Argentina y del 3% para Brasil, y se basa en la recuperación de la actividad agrícola y de la inversión para los dos países, que tuvieron caídas en el año 2012.
A nivel regional, el análisis de dicha expansión se respalda en la persistencia del crecimiento del consumo, consecuencia esperable de los mejores indicadores laborales y del aumento del crédito bancario al sector privado. En menor medida, también se apoya en la inversión y en la esperable permanencia de los elevados precios de las materias primas, aunque registrarán una baja en relación a los obtenidos durante 2012.
En el informe, dado a conocer el pasado martes 23 de abril de manera electrónica, el organismo latinoamericano resalta un crecimiento regional levemente menor con respecto a la estimación entregada durante diciembre pasado (entonces era de 3,8%). Las razones de esta diferencia se basan, de modo principal, en el mantenimiento de la incertidumbre sobre el futuro de la economía internacional, el bajo dinamismo de las economías desarrolladas y la recuperación algo menos dinámica de la prevista en la Argentina y Brasil.
El país que liderará la expansión en este año será Paraguay, con un crecimiento proyectado del producto interno bruto (PIB) de 10%. Al país que recientemente votó por el controvertido Horacio Cartes como presidente, lo sigue Panamá (con un 8,0% de crecimiento proyectado), Perú (con 6,0%) y Haití (con 6,0%). El informe indica que Bolivia, Chile y Nicaragua crecerán 5%, mientras que Colombia lo hará en 4,5% y Uruguay en 3,8%.
Para México, los técnicos de la Cepal esperan un crecimiento de 3,5%, mientras que para las economías del Istmo Centroamericano, además de Cuba, Haití y República Dominicana (con 3,8%) proyectan un beneficio debido al mayor dinamismo de los Estados Unidos y las mejorías en el sector agrícola (sobre todo en Cuba, Nicaragua y República Dominicana) y en el de la construcción (Guatemala, Haití y Honduras).
Para los países de América del Sur, por lo general especializados en la producción y exportación de materias primas, el crecimiento promedio se prevé en 3,5%. Porcentaje al que se llega mediante el mantenimiento del crecimiento de las economías asiáticas. El documento de la Cepal señala que “esto traería consecuencias positivas tanto en el nivel de ingreso como en el desempeño de las actividades exportadoras”.
Para el Caribe se proyecta la continuidad de la aceleración en el ritmo de crecimiento, con un alza de 2%, resultante del dinamismo de las economías más especializadas en la producción y exportación de materias primas (de manera principal, Guyana y Suriname) y de la recuperación de los países más enfocados a la exportación de servicios de turismo producto de la mejor situación económica de los Estados Unidos.
El informe de la Cepal señala que el PIB de América latina y el Caribe creció, finalmente, 3% durante 2012.
A esa cifra se llegó por la menor expansión de la economía mundial, afectada por la crisis y recesión en Europa, la desaceleración del crecimiento en China y el lento crecimiento de los Estados Unidos.
América del Sur creció 2,5%; el Istmo Centroamericano (Cuba, Haití y República Dominicana) lo hicieron en 4,3%. Las previsiones iniciales de la Cepal indicaban alzas de 2,7% y 4,2%, respectivamente. Es de desatacar que el aumento del PIB en el Caribe (0,9%) representa una aceleración del crecimiento con relación a 2010 y 2011.
El informe señala que “la demanda interna fue una de las principales impulsoras del crecimiento regional durante el año pasado, basada en el buen desempeño de los indicadores laborales, la expansión del crédito a las familias y, en el caso de Centroamérica y el Caribe, el alza de las remesas de emigrantes”.
Y continúa con un dato clave para entender las cifras proyectadas: “El comercio, la construcción y los servicios financieros y a las empresas fueron los sectores que mostraron mayor crecimiento, mientras que el ingreso nacional bruto disponible aumentó a una tasa cercana a la del PIB y el ahorro externo regional se incrementó”. También se señala que la inflación disminuyó en 2012 y se situó en 5,6% como promedio regional, en comparación con el 6,8% anotado en 2011.
En cuanto a la tasa de desempleo abierto urbano, se registró un nuevo descenso durante 2012: de 6,7% a 6,4%. Con ello, el desempleo alcanzó un nuevo nivel mínimo para las últimas dos décadas, reduciéndose el número absoluto de desempleados en 400.000. Sin embargo, alrededor de 15 millones de personas todavía están buscando empleo en las zonas urbanas de la región.
El menor crecimiento económico de la economía mundial afectó al comercio de América latina y el Caribe, ya que el alza en el valor de las exportaciones de la región fue sólo de 1,6% en 2012, comparado con 23,9% en 2011. El valor de las importaciones, en tanto, también cayó de 22,3% en 2011 a 4,3% en 2012.
Fuente:MiradasalSur
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