Año 6. Edición número 258. Domingo 28 de abril de 2013
Por H.I.J.O.S. Texto de Carlos Pisoni
sociedad@miradasalsur.com
Del escrache a la justicia. La agrupación cumple 18 años.
Desde hace dieciocho años sostenemos una construcción política que hace que nuestras historias individuales se colectivicen. Nos juntamos para formar H.I.J.O.S. con la necesidad de encontrarnos, con la motivación militante de, entre tantos objetivos, luchar por el Juicio y Castigo a los genocidas, reconstruir los lazos sociales quebrados por el terrorismo de Estado, exigir la restitución de la identidad de nuestros hermanos apropiados.
Con el tiempo, H.I.J.O.S. también pasó a estar integrado por compañeros que no son familiares de desaparecidos, pero que son hijos de la misma historia, porque los delitos de lesa humanidad tuvieron a todo el pueblo como víctima colectiva: el plan económico, político, social y cultural de exclusión fue el proyecto de país de los genocidas y eso nos afectó a todos. Nos dejaron un país masacrado y endeudado.
En 1995 empezamos a juntarnos y al poco tiempo comenzamos a hacer escraches: la impunidad era gobierno y las únicas políticas de Estado eran el olvido y el silencio. El escrache fue nuestra herramienta colectiva y popular para poner el grito en alto y decir que los genocidas estaban sueltos y que si no había justicia, habría condena social. Y así fue.
En 1995 empezamos a juntarnos y al poco tiempo comenzamos a hacer escraches: la impunidad era gobierno y las únicas políticas de Estado eran el olvido y el silencio. El escrache fue nuestra herramienta colectiva y popular para poner el grito en alto y decir que los genocidas estaban sueltos y que si no había justicia, habría condena social. Y así fue.
Militamos por muchas causas. Hay una que siempre nos pareció prioritaria: reivindicar la lucha de los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos por un proyecto de Patria Grande, Libre y Justa para todos. Y esto significó recuperar el relato sobre la identidad política de los compañeros, recordarlos en vida, antes de que el horror los arrancara de sus familias y organizaciones.
Dieciocho años después de habernos formado como H.I.J.O.S. sentimos que logramos victorias inmensas, profundas, reparadoras. Y son parte de lo que nos impulsa a seguir por todo lo que falta.
Ya no somos los mismos que hace 18 años, y la historia tampoco. La última década nos dio la posibilidad de ver que se puede terminar con la impunidad para los genocidas cuando un pueblo lucha y se mantiene perseverante, y hay un Estado dispuesto a reconocer ese reclamo y llevarlo a políticas de Gobierno. Así con el entonces presidente Néstor Kirchner y hoy con la presidenta Cristina Fernández estamos consolidando un proceso histórico e inédito de Memoria, Verdad y Justicia: nulidad de las leyes del perdón y juicio a los genocidas, recuperación de los ex centros clandestinos de detención, tortura y exterminio para que sean sitios de memoria para el pueblo, intensificación de la búsqueda de nuestros hermanos apropiados. Pero también, llevando una política constante durante estos últimos diez años, de inclusión y ampliación de derechos, conquistas que hoy llegaron para quedarse.
Siempre dijimos que lo imposible sólo tarda un poco más y ahora sentimos que llegó el tiempo de lo posible. Entre esas victorias está nuestra felicidad, la felicidad del pueblo. Por eso decimos que nuestra única venganza es ser felices: porque a pesar de lo doloroso que fue la impunidad, siempre seguimos adelante. Las madres, abuelas, padres y familiares nos enseñaron que el camino puede ser largo, pero también aprendimos que si se persevera, si se resiste, si se continúa la lucha, lo imposible no es solo una utopía, sino todo lo contrario.
La mayor parte de nuestra historia como organización la vivimos sin poder llevar a juicio a los asesinos de nuestros papás, mamás y sus compañeros. Pero pudimos cambiar la historia y hoy ya son 408 los genocidas condenados. Eso es mucho más que un número: es la demostración de que un pueblo organizado y un gobierno dispuesto a terminar con la impunidad, pueden construir una Patria para todos.
Fuente:MiradasalSur
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