14 de abril de 2013

CÓRDOBA-CAUSA LA PERLA: Gavier advirtió a imputados que no tolerará "ningún tipo de agresión o manifestación".

12.04.2013
Lo hizo por los agravios e intimidación a una cronista de Télam
Córdoba: Gavier advirtió a imputados que no tolerará "ningún tipo de agresión o manifestación"
Díaz Gavier, Presidente del TOF cordobés. No es la primera vez que tiene que hacer una advertencia a la "patota" de los imputados. 
Córdoba.- El presidente del Tribunal Oral Federal 1 (TOF1), Jaime Díaz Gavier, advirtió hoy a los imputados que no va a tolerar "ningún tipo de agresión o manifestación" en contra de los trabajadores de prensa, al referirse al accionar intimidatorio que tuvieron ayer con dos reporteros gráficos que cumplían con su labor en el juicio de la megacausa La Perla, que se desarrolla en la ciudad de Córdoba. "Les advierto a los imputados que este Tribunal no va a tolerar ningún tipo de agresión o manifestación, en voz alta o en voz baja, contra los trabajadores de prensa que están autorizados para cubrir este juicio, y que están amparados por la Constitución", les advirtió Díaz Gavier al abrir la 28 audiencia. Asimismo el magistrado aclaró que "no es un señalamiento particular", sino que "es una advertencia general para todos", dijo con tono enérgico.

Luego, en declaraciones a los medios, Gavier anticipó que a partir del incidente con los dos reporteros gráficos Irma Montiel (Télam) y Manuel Bomheker (Radio Nacional) van a cambiar las condiciones de traslados y de seguridad de los imputados, quienes deben ser trasladados "esposados y en vehículos adecuados" desde el penal de provincial hasta la sede de Tribunales Federales donde se desarrolla el juicio.


Luego de la advertencia del magistrados los imputados Ernesto Guillermo Ernesto Barreiro y Miguel Angel Gómez, sindicados como dos de los que manifestaron expresiones intimidatorias contra los reporteros gráficos, negaron las expresiones.


En la jornada de ayer los represores, al ingresar a la sede judicial federal, atacaron con expresiones verbales intimidatorias y amedrentadoras a los dos reporteros gráficos cuando les tomaban fotografías. Montiel fue agraviada con expresiones ultrajantes de connotaciones sexuales y de misoginia, a la par de identificarla con nombre y apellido, en clara actitud de persecución y de advertencia que la conocían.

Fuente:Telam

Cadena de complicidades 
Con las manos sucias con sangre joven, los represores todavía buscan amedrentar y desafían a los ciudadanos. Tienen quién los proteja. 
Por Eduardo Bocco. 
14/04/2013 
A menudo existe la confusión de tratar a un imputado como a un condenado por un delito. Obviamente, y por una razón de lógica que fue plasmada en la ley, una persona no es culpable hasta que exista una sentencia firme que así lo disponga. 

El lector podría decir que se acaba de escribir una obviedad. Y es cierto, pero a veces conviene repetir las obviedades porque, de tan obvias, se las saltea y se cometen injusticias inconcebibles. 

Pero los imputados son todos iguales. No hay nada que los distinga. Se trata de individuos bajo sospecha y, si están detenidos por alguna razón, con ellos hay que cumplir también todas las formalidades que exige la ley. 

Las mismas normas jurídicas indican que cuando el acusado debe declarar en el juicio oral que se le sigue y está detenido, tiene que asistir a la sala de audiencia con esposas, las que le serán quitadas cuando ingrese al recinto. 

En la Justicia Federal de Córdoba se lleva adelante un nuevo proceso contra Luciano Benjamín Menéndez y otros represores, acusados de cometer delitos de lesa humanidad, en este caso en la megacausa La Perla, por el tristemente celebre centro de detención clandestina que funcionó en esos predios durante los años de plomo, en la última dictadura militar. 

Los imputados bajaron del móvil que los trasladó hacia los Tribunales sin esposas. Eso ya es en sí una provocación, una falta de respeto a la sociedad que vivió atormentada, durante el período 1976-1983, por el accionar delictivo de los terroristas de Estado. 

Dos fotógrafos los sorprendieron e hicieron su trabajo, que no era otra cosa que retratar la irregularidad y poner en evidencia a los policías y a las autoridades judiciales responsables de esa situación. 

Los imputados en falta fueron alertados por los custodios (sí, eso pasó, según se ve en las fotos) para que ocultaran sus manos. Estos así lo hicieron, pero lejos de guardar recato provocaron e intimidaron a la fotógrafa de la agencia Télam Irma Montiel y a Manuel Bomheker, de Radio Nacional. 

Más allá de los probables castigos posteriores, da la sensación de que estos personajes oscuros se mueven con total impunidad y cuentan con la complicidad de sus vigilantes. 

Según fuentes más que calificadas de la Justicia Federal, esta no sería la primera vez que se da esta situación, aunque ahora cobró notoriedad porque la descubrió la prensa. En este punto, el problema no son los represores que, felizmente, ya no tienen fuerza para amedrentar a nadie ni posibilidad de desestabilizar a ningún gobierno.

En el primer juicio realizado en Córdoba por delitos de lesa humanidad cometidos en esta provincia en ese período, recuerdan, ya había ocurrido algo similar. 

Ahora de nuevo, con el aditamento de que los involucrados provocan y amedrentan. 

Es una burla. Y los que lo permiten no saben nada. O dicen que no saben nada.
Fuente:laVoz

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