11 de abril de 2013

CÓRDOBA: JUICIO LA PERLA: Sobreviviente de La Perla pidió al Papa que abra los archivos del Vaticano - Los reos de la Justicia tienen policías amigos, no viajan esposados y hasta amenazan - Terminó con aplausos la declaración de Sara Waitman.

Miércoles 10 de Abril de 2013
Sobreviviente de La Perla pidió al Papa que abra los archivos del Vaticano 
Salguero dijo que era común ver juntos a Menéndez y Primatesta. 
Un testigo sobreviviente de la última dictadura cívico-militar le pidió al Papa Francisco que “abra los archivos secretos del Vaticano” para conocer el destino de los cuerpos que aún se encuentran desaparecidos, al declarar en el marco de la 26ª audiencia del juicio por la megacausa
La Perla en los Tribunales Federales de la ciudad de Córdoba. Cecilio Salguero, integrante de la agrupación Montoneros, relató ayer ante el Tribunal Oral Federal 1 (TOF1) que fue secuestrado el 9 de marzo de 1977 en las cercanías de la fábrica Perkins, en la ciudad de Córdoba, e identificó como responsable del operativo de su privación ilegal de la libertad al imputado Jorge Acosta y como sus torturadores en La Perla a los acusados Luis Manzanelli, Ricardo Lardone, además de Acosta. También responsabilizó de sus torturas en el ex Centro Clandestino de Detención (CCD) de La Ribera a Carlos Díaz y Miguel Ángel Gómez, entre otros, y precisó que fue sometido a tormentos con “picana eléctrica, ‘submarino’, ‘mojarrita’, ‘golpes y trompadas’, y que igual situación vivió en dependencias del Departamento de Informaciones Policiales (D2), teniendo como victimario al ex policía Carlos Yanicelli. “Nos tenían atados, vendados, no podíamos movernos ni hablar. Nos daban comida con agua sucia y pan. Una vez por semana nos dejaban bañar y una vez por día nos dejaban ir al baño”, recordó Salguero. Previo a iniciar el relato de los detalles de su paso por los distintos campos de concentración de la dictadura, el testigo agradeció las políticas en materia de Derechos Humanos que lleva adelante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y por su política exterior que promueve la paz y el reclamo por la vía pacífica para la recuperación de las Islas Malvinas. En otro tramo de su testimonio, Salguero manifestó que era habitual ver juntos en actos oficiales al ex titular del Tercer Cuerpo del Ejército y principal imputado en este proceso, Luciano Benjamín Menéndez y el fallecido cardenal Francisco Primatesta. Recordó también que ya en tiempos de recuperación de la democracia compartían palco con Menéndez el entonces gobernador de Córdoba, el radical Eduardo Angeloz, el fallecido Ramón Mestre y el actual diputado nacional (UCR), Oscar Aguad, entre otros “funcionarios radicales”. El juicio comenzó el 4 de diciembre del año pasado, acumula 16 causas e involucra a 42 imputados y 417 víctimas, de las cuales 162 lograron sobrevivir. Los 42 imputados que tiene la causa afrontan cargos por privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguidos de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.
Fuente:LaMañanaCdba.

Jueves 11 de Abril de 2013

Tiene 90 años, estuvo en La Perla, y no le pagan el subsidio porque no sabe leer ni escribir 
Vergez, el represor que Ramona y su hijo Hugo recuerdan de La Perla. La foto es de ayer, cuando insultó a una fotógrafa cordobesa. 
Bancor no acepta que Ramona Luna, ex detenida-desaparecida, utilice su huella digital para cobrar los $ 3.000 de la Ley 10.048. Ramona Evangelista Luna tiene 90 años, no sabe leer ni escribir, y durante la dictadura militar fue una detenida-desaparecida. El año pasado gestionó el subsidio provincial de tres mil pesos mensuales que la Ley 10.048 otorga a los ex presos políticos cordobeses. Se lo adjudicaron este año, pero no lo puede cobrar porque el Banco de Córdoba no acepta que no sepa firmar, ni escribir su nombre, y rechaza que se identifique con la impresión de su pulgar. La señora cobra sin problemas una pensión graciable en el Banco Nación, pero las muchas gestiones que hizo junto a su hijo Hugo Flores, que también fue víctima del terrorismo de Estado, no convencieron al gerente de la sucursal 928 de Bancor, ubicada en la avenida Juan B. Justo de barrio General Bustos. No hay caso, no le entregan la tarjeta para que cobre por cajero automático el subsidio ya depositado Ante la situación, intervino la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia. Juan Villa, director de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo, le escribió una carta al gerente bancario, explicando que Ramona es iletrada, y solicitándole que le entregue la tarjeta, aunque no sepa firmar. Hasta ahora no hubo respuesta. Hugo no quiere que se publiquen fotos de su madre. «Si llega a pasar algo a mi mamá no sé lo que haría. Ya le pasaron bastante cosas en la vida”, dijo ayer a LA MAÑANA. Le pasó mucho a Ramona Evangelista (“Evangelina -corrige el hijo- está mal escrito en el documento”). El 11 de noviembre de 1976, a las 3.30 de la madrugada, entró a su casa de barrio Remedios de Escalada, entre gritos y amenazas, la patota de La Perla. Se la llevaron junto a Hugo, que entonces tenía 16 años. “Estuvimos en La Perla, luego nos llevaron al Campo de la Ribera, y de allí, a la cárcel de San Martín, la UP1”, relata el hombre. “Mi mamá era empleada doméstica y siempre fue peronista, desde siempre, desde el principio”, explica. Él estudiaba en la escuela secundaria, pero no tenía militancia política. “Caímos y nos llevaron como a tantos otros”, comeNta sencillamente Flores. “¿Sufrieron torturas?”, preguntó este diario. “¿Y a usted quÉ le parece?”, responde seco el hombre, y hace silencio. De su paso por los centros de detención ilegal reconoce a Héctor Pedro Vergez, el mismo que ayer insultó a la fotógrafa Irma Montiel al ingresar, como imputado, a Tribunales Federales (ver página 4) “Al cabo de tres años, los militares me dijeron que se habían equivocado conmigo. Yo estaba por cumplir los veinte. A mi mamá la tuvieron un año adentro”, señaló. Ni él ni su madre figuran como testigos en ninguno de los juicios por violaciones a los derechos humanos que se sustanciaron en Córdoba, ni en la actual causa La Perla. “Yo quiero que ella cobre ese subsidio, y no me voy a quedar quieto hasta que lo consiga, porque mi mamá lo necesita ”, advirtió. El reconocimiento de tres mil pesos mensuales para quienes acrediten haber sido víctimas del terrorismo de Estado en Córdoba fue aprobado el 24 de marzo de 2012 por la Legislatura provincial, pero recién en febrero de este año la Provincia comenzó a pagar lo comprometido.
Fuente:LaMañanaCdba.

10.04.2013

La cronista gráfica de Télam Irma Oviedo fue insultada y amenazada
Córdoba: Los reos de la Justicia tienen policías amigos, no viajan esposados y hasta amenazan 

Al llegar al juzgado fueron advertidos de la presencia de fotógrafos y ocultaron sus manos sin esposas.
Represores posando para la foto. Cuando no hay cámaras a la vista, se permiten insultar y amenazar a periodistas.
Vergez y sus amigos reciben trato privilegiado, por parte del personal policial.
Vergez y sus amigos reciben trato privilegiado, por parte del personal policial.
Córdoba.- El Círculo Sindical de Prensa (Cispren), la filial local de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra)y diversos periodistas cordobeses repudiaron hoy las expresiones "intimidatorias" contra dos reporteros gráficos realizadas a la mañana por los imputados en la megacausa La Perla, cuyo juicio oral se desarrolla en los Tribunales Federales de esta ciudad. Los represores imputados y procesados, al ingresar a la sede judicial federal provenientes del penal, fueron sorprendidos por los fotógrafos Irma Montiel (Télam) y Manuel Bomheker (Radio Nacional), a quienes insultaron y amenazaron, en particular a Irma Montiel, a quien dedicaron expresiones misóginas y soeces, de connotación sexual.
Se dirigieron a Irma por nombre y apellido, dejando en claro que aún cuentan con la inteligencia y cierta capacidad operativa para marcar "blancos", aún estando privados de la libertad.

Asimismo quedó demostrada la connivencia de algunos efectivos policiales con los reos, ya que antes de bajar del vehículo de traslado fueron advertidos de la presencia de los reporteros gráficos y seguidamente simularon estar esposados, evidenciado que no están cumpliendo con la obligación de ser trasladados esposados desde el penal local hacia los Tribunales Federales.




También se escuchó la declaración de la docente María Lidia Piotti
"La condición de judío significaba ser doblemente torturado", dijo en su testimonio Sara Waitman

La sobreviviente Sara Waitman dio un testimonio marcadamente político ante el TOF.
Córdoba.- Sara Waitman, una sobrevivente de la represión de la última dictadura cívico militar, manifestó hoy que "la condición de judío significaba ser doblemente torturado", al declarar como testigo en la audiencia del juicio por la megacausa La Perla que se realiza en los Tribunales Federales de Córdoba. "No se puede dimensionar las secuelas que nos dejó el terrorismo de Estado. No se puede dimensionar cómo nos han cambiado el proyecto de vida", manifestó Waitman ante los jueces del Tribunal Oral Federal 1. Secuestrada el 20 de noviembre de 1976 en la Terminal de Omnibus de la ciudad de Córdoba junto a su novio Carlos Alberto "el Nonna" D`ambra, hoy desaparecido, pidió a los represores acusados "que digan qué hicieron con tanta gente, con tantos desaparecidos. Es una forma de sentirse mejor ellos también", resaltó.

"La mejor forma de sanar la sociedad es que nos digan la verdad. No puede haber dolor más grande que el de Abuelas que no puedan encontrar a sus nietos", añadió, y consideró que ?todo aquel que cometió delitos tiene que pagar por lo que hicieron. Luchamos para eso, para construir una memoria colectiva, para que nunca más vuelva a pasar y para construir un país solidario", destacó Waitman en su testimonio.


Asimismo, la sobreviviente de los campos de concentración consideró como un "hecho histórico" poder estar hoy declarando sobre el "avasallamiento a los derechos humanos" que cometieron los represores, quienes "eran dueños de la vida y de la muerte de todo nuestro pueblo. Ellos decidían quién moría y quien vivía".


En otro tramo de su exposición, Waitman manifestó su discrepancias con expresiones vertidas el año pasado por el gobernador José Manuel de la Sota, quien dijo que las Abuelas y las Madres "tendrían que haber cuidado mejor a sus hijos"."De la Sota no sabe lo que hicieron nuestros viejos por nosotros. Muchos padres lucharon y lo


siguen haciendo para saber dónde están nuestros desaparecidos, dónde están nuestros 400 nietos que faltan. Ésa es nuestra lucha y la de ellos. No sólo nosotros vivíamos el dolor, sino también nuestra familia", remarcó.


Al igual que los 29 testigos que hasta el momento declararon, Waitman relató detalles de las características y modalidades de torturas y tormentos que los represores aplicaban a los detenidos ilegales en los distintos centros de detención.


Previo a este testimonio, declaró María Lidia Piotti, para referirse a su secuestro, al de su hermano asesinado por los grupos de tareas en Santa Fe, al de su esposo Cecilio Salguero, quien declaró ayer, y al de su cuñada desaparecida, María del Carmen Sosa de Piotti. María Lidia Piotti se desempeñaba como docente de educación popular en zonas marginales de la capital cordobesa, al momento de ser detenida en setiembre de 1978.


Luego de estos testimonios el tribunal pasó a cuarto intermedio hasta mañana a las 9.30 para continuar con las testimoniales.


El juicio oral por la megacausa "La Perla" comenzó el 4 de diciembre del año pasado, acumula 16 causas e involucra a 42 imputados y 417 víctimas, de las cuales 162 lograron sobrevivir. Los 42 imputados que tiene la causa afrontan cargos por privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguidos de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.

Fuente:Telam


Día 27: 10-04

16:52 Cuarto intermedio hasta mañana a las 10

"Por mas que la quemen, por más que la rompan, por más que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca". Terminó con aplausos el testimonio de la compañera Sara Waitman.
El testimonio de Carlos Argañaráz pasó para la semana que viene.

16;50 Las secuelas

Como referente de la Asociación Ex Presos Políticos de Córdoba, la testigo Sara Waitman presentó al tribunal una lista de personas que atravesaron la experiencia concentracionaria durante la dictadura y fallecieron antes de poder brindar su testimonio:
"Se nos mueren compañeros con un promedio de vida muy bajo, todos tenemos secuelas físicas y psíquicas. Pido que se considere esta situación, muchas veces no se dimensiona sobre los efecto de la tortura, no quieren hacerse cargo de lo que nos pasó. ¡¿Cómo pueden negar lo que nos hicieron?! Nosotros somos los que debimos padecerlo y lo sabemos muy bien. Nosotros nos morimos jóvenes y los que nos torturaron llegana viejos".
Dijo que ella tiene secuelas neuronales por la aplicación de la picana en su rostro, y que sólo recordar todo aquello que vivieron es muy doloroso. Además agradeció a la Universidad Nacional de Córdoba por su inciativa de brindar cobertura médica a estas personas que muchas veces no pudieron reinsertarse en el ámbito laboral.

16:45 Homenaje a las madres

Cuando Sara recuerda lo que debió atravesar su familia, el dolor de no saber nada de ella hasta que la encontraron, el dolor de los padres de "La Nona", que nunca volvieron a ver a sus dos hijos desaparecidos, cuando piensa en las amenazas que recibió su padre mientras ella permanecía detenida; reflexiona: "Recuerdo cuando el actual gobernador dijo que las madres deberían haber cuidado mas de sus hijos. Creo que no sabe lo que hicieron nuestros padres y madres por nosotros. Mi madre que falleció en diciembre, Emi D'ambra (la madre del Nona) quien está siempre, Santiago (el padre) quien daba la ronda de los jueves y me dijo una vez que iba a seguir yendo hasta el ultimo aliento".
También hace una mención al resto de las organizaciones con quienes comparte el movimiento por los Derechos Humanos en Córdoba desde su lugar como referente de la Asociación Ex Presos Políticos de Córdoba.

16:40 El terror en UP1

Durante su estadía en UP1 junto a su compañera vio pasar a uno de los torturadores de La Ribera, al que conocían como "El Gordo".
Otra vez la llamaron junto a dos compañeras para declarar frente a Cruz Roja Internacional, durante su visita al paísen 1978. El jefe de seguridad de la cárcel, a quien le decían "El Angel" Carranza, entró en la sala donde iba a ser la entrevista: "Claramente era una presencia intimidatoria, y corporalmente demostré mi rechazo por lo cual fue finalmente desalojado de la sala. No fue casual que nos hubieran elegido a nosotras tres, una habia sido muy torturada, otra tuvo a su hijo amordazada, yo que tenía a mi novio desaparecido"
En esa cárcel hubo tralsados de compañeros para asesinarlos en enfrentamientos fraguados, lo cual fue juzgado en córdoba en el año 2010 durante el Juicio Videla

16:39 La solidaridad en la Cárcel

"Yo recibía paquetes todas las semana, pero otras compañeras no recibían, sin embargo dividíamos todo: el papel higienico, el algodón, la ropa. A nadie le faltó nada, nos ayudábamos. Habíamos luchado por un mundo afuera, y dentro de la cárcel viviamos como queríamos que fuera el mundo"
A Sara le tocó ayudar a Marta Sandrino a salir adelante, una detenida a quien después de dispararle por la espalda y dejarla sin atención médica, los genocidas la mantuvieron secuestrada y bajo torturas en la Perla.
Una tarde otras detenidas le pidieron a Sara que asistiera con rehabilitación a Marta. "Me llevaron porq le habían pedido a los guardias que me abrieran una hora por día la puerta. Marta estaba pálida, flaca, tirada en un cama, yo le ayude a hacer la gimnasia que necesitaba.
Le hizo rehabilitacion a partir de los conocimientos que había adquirido en una materia del Profesorado de Educación Física "Era una materia que a mí me costaba y al Nona le encantaba, vinculado a la medicina". A partir de esa ayuda, Sara pudo sentarse y aunque hasta el día de hoy no puede mover sus piernas ya no debió permanecer postrada.

16:33 De La Ribera a la Cárcel UP1

Después de ser secuestrada en la terminal, la llevaron amordazada hasta un lugar que supo que era la cárcel de Campo de la Ribera, donde fue torturada e interrogada. Unos días después del mismo mes de noviembre la llevaron junto a otras compañeras a la Penitenciaría n1 de Barrio San Martín. En esa cárcel permaneció todavía en calidad desaparecida durante un mes entero ya que su familia se enteró de que estaba allí recién a mediados de diciembre. A partir de ese reencuentro con su familia -a quienes le costó reconocerla por las condiciones en que se encontraba- supo que no había noticias de su novio, y les pidió que si aparecía le enviaran en el paquete una bombacha amarilla.
"Uno recibía el paquete con alegría, porque sabía q estaba la familia afuera, pero era la tristeza más grande nunca recibir esa bombacha amarilla"
En diciembre de 1978 la llevaron a Devoto y finalmente obtuvo la libertad en 1979.


15:31 La Desaparición

La última vez que pudo estar con su novio fue al día siguiente de su detención, cuando él pidió fuego porque había conseguido un cigarrillo, y un gendarme le ordenó a Sara que le diera fuego para prenderlo. Entonces Carlos le acarició la mano. Al día siguiente supo que se lo llevaban porque lo escuchó toser mientras pasaba caminando frente al calabozo de ella.
"Cuando nos secuestraron él me preguntó: ¿me vas a esperar? y yo le dije 'siempre', y se lo dije porque ninguno pensó que pudiera ser posible que lo desaparecieran del modo que lo hicieron. La figura del desaparecido es de una dimension muy dolorosa. Uno anda por la calle y ve a alguien con la cara muy parecida, a su mamá le pasaba lo mismo, en el banco, en la calle. Es un dolor muy grande"
Sara no volvió a saber más nada pero "uno siempre está averiguando. Yo le pregunte a cada uno de los que lo pudo ver y lo seguiré haciendo. Pero se que no aparece más, porque los desaparecidos fueron secuestrados, torturados, fusilados y después, desaparecidos".

15:25 Testigo 30: Declara Sara Waitman

Ella es sobreviviente de Campo de la Ribera, e integrante de la asociación ex presos. Declara como testigo y querellante por su propio caso y
también como testigo del secuestro de su novio, Carlos Alberto D'ambra, que está desaparecido. Antes de su declaración hacde el pedido al Presidente del Tribunal para que le permita sostener la foto de Carlos, "Nona" como le decían, durante su testimonio. "Pido hacerlo porque nos secuestraron juntos y dijimos que el que saliera con vida debía contar todo esto. Para mí poder tenerlo conmigo en este momento es importantísimo".
Escuchar historia
Fueron secuestrados juntos en la terminal de Córdoba en noviembre de 1976. Los llevaron juntos a Campo de La Ribera, y Carlos D'Ambra desapareció de La Perla. El expediente es el número , por este caso ya declaró Emilia D'ambra, la madre de Carlos.

14:15 Terminó el testimonio de María Lidia Piotti

Cuarto intermedio hasta las 15.00.

14:05 Militantes por la vida

"Quiero decirles por qué estoy aquí más alla de mi deber ciudadano de venir a declarar por haber sido citada por ustedes como testigo. Mi familia y yo hemos sido militantes por la vida y la fraternidad humana, desde ahi ha sido mi desempeño siempre. Creo que nadie puede ser feliz en un lugar donde el resto no lo es, me crié en un pueblo muy explotado, mi hermano seminarista, tambien luchó por eso. Quiero un mundo donde los niños sean formados para amar y no para matar" (en relación a las palabras de Héctor Pedro Vergéz)

13:38 Una familia desarmada

Su hermano fue asesinado en Santa Fe mientras huía de los servicios de inteligencia que, según la testigo, "debieran llamarse servicios de tortura, porque eso es lo que hacían". Su cuñada había sido secuestrada un año antes y estaba desaparecida. Él y su nueva pareja, con quien tuvo dos hijos pequeños, fueron ametrallados en su casa de Santa fe dejando a los niños escondidos en el departamento de una vecina. "Esos niños tuvieron secuelas, como la tuvo toda la sociedad argentina. Pero en el caso de los niños es especial porque la maternidad es un tema central"
La testigo no tenía noticias del paradero de su hermano hasta que vió el hecho en el diario. Por ello decidieron irse de su casa en Barrio Ameghino. En el medio de esas corridas María Lidia tuvo a su primer hijo. Su marido fue secuestrado camino a su trabajo, en la fábrica Perkins e 9 de marzo de 1977, cuando su primer hijo era pequeño y ella esperaba al segundo.
Lidia cuenta los difíciles momentos que debió atravesar junto a sus hijos y ayudada por su familia buscando a su esposo quien estaba secuestrado clandestinamente. Ya en democracia, mientras él permanecía preso en una cárcel de Córdoba, sufrió la pérdida de su tercer hijo que había nacido con problemas cardíacos que ella atribuye a todo lo que les tocó vivir.

13:19 Testigo 29: María Lidia Piotti

Es la esposa de Cecilio Salguero quien declaró ayer. Su testimonio es en relación al secuestro de su esposo y la desaparición de su cuñada María del Carmen Sosa se Piotti.
Reconoce a algunos de los imputados ex policias del D2, por su paso por ese centro durante la década de los 70, aunque según las generales de la ley, afirma que no hay ningún elemento que le reste veracidad a lo que a a narrar.

10:45 Lo que dijeron

Menendez: niega ser afiliado a la UCR
Carlos Alberto Vega: intenta infructuosamente desmentir a algunos de los testigos que lo señalaron durante el debate.
Carlos Alberto Díaz: intenta despegar su identidad del alias ”HB” con el que actuaba en La Perla y La Ribera e intenta desmentir a los testigos que han testimoniado su accionar en coordinación con policías
Héctor Pedro Verges: intenta descalificar a testigos por su militancia política. Pretende embarrar a testigos con el mote de colaboradores y señalándose como un supuesto protector de los mismos.
Ricardo Lardone: intenta victimizarse diciendo que no tienen posibilidad de defenderse de “acusaciones generales”. Pide falso testimonio para varios testigos.
Luis Diedrichs: intenta descalificar a los testigos por su militancia política y social en los 70.
Ernesto Guillermo Barreiro: intenta descalificar a uno de los testigos y a la Presidenta de la Nación por su política nacional e Derechos Humanos. Sostiene que los juicios son una “disputa semántica” Sostiene que los acusados por delitos de Lesa Humanidad están siendo perseguidos por el gobierno que los quiere condenara muerte para destruir al ejército, a la iglesia y al peronismo.
Se produce un pedido de las querellas y el ministerio publico de que se impute por falsa denuncia a Barreiro ya que el imputado bastardea su derecho constitucional a declarar para defenderse hablando innecesariamente de hechos y situaciones que nada tienen que ver con los delitos que se investigan en este juicio
Barreiro continua con su infructuosa tarea de descalificar a las personas por su pertenecía política o ideología.
En su inútil intento de descalificar a testigos Barreiro confunde apellidos y situaciones con el único fin de ensuciar el valiente testimonio de compañeros y compañeras.
Jorge Exequiel Acosta: Niega conocer al testigo Solanille y aduce ausencias por licencia médica para la época que se lo menciona como torturador.
La defensa del imputado Arnoldo "Chubi" López pide al tribunal que le concedan el ingreso a la sala -ya que por su conducta en audiencias anteriores permanecía en la sala contigua por orden del Tribunal- para ampliar su indagatoria.
Chubi López: Sostiene que son imprecisas las acusaciones que recaen sobre él y que los elementos probatorios son difusos. "No por haber desarrollado ese tipo de tareas somos insensibles a ciertas cosas" dice, y afirma que los testimonios de hijos que hablan de sus padres son histriónicos. "Respeto el dolor de los deudos de aquellos muertos como soldados, respeto que hayan entregado su vida como soldados, pero no son víctimas".

10:30 Arranca la audiencia con la palabra de los imputados

A primera hora fotoperiodistas registraron el ingreso de los imputados a tribunales federales. Ninguno de ellos estaba esposado como corresponde a cualquier reo a disposición del Servicio Peniteniario, aunque fingieron estarlo ante la presencia de las cámaras a la vez que exclamaban expresiones intimidatorias y misóginas.

Miguel Gómez, Héctor Pedro Vergéz, Juan Eusebio Vega.
Fuente:DiariodelJuicio

"La condición de judía significaba ser doblemente torturada" 
La Perla 
10-04-13 
Sara Waitman, sobreviviente de la represión de la última dictadura cívico militar, brindó un conmovedor testimonio en la audiencia del juicio por la megacausa La Perla que se realiza en los Tribunales Federales de Córdoba.

“No se puede dimensionar las secuelas que nos dejó el terrorismo de Estado. No se puede dimensionar cómo nos han cambiado el proyecto de vida”, manifestó Sara Waitman ante los jueces del Tribunal Oral Federal 1. 

Secuestrada el 20 de noviembre de 1976 en la Terminal de Omnibus de la ciudad de Córdoba junto a su novio Carlos Alberto `el nona` D`ambra, hoy desaparecido, pidió a los represores acusados “que digan qué hicieron con tanta gente, con tantos desaparecidos.

Es una forma de sentirse mejor ellos también”, resaltó. 

"La mejor forma de sanar la sociedad es que nos digan la verdad. No puede haber dolor más grande que las abuelas no puedan encontrar a sus nietos”, añadió, y consideró que “todo aquel que cometió delitos tiene que pagar por lo que hicieron. Luchamos para eso, para construir una memoria colectiva, para que nunca más vuelva a pasar y para construir un país solidario”, destacó Waitman en su testimonio. 

Asimismo, la sobreviviente de los campos de concentración consideró como un “hecho histórico” poder estar hoy declarando sobre el “avasallamiento a los derechos humanos” que cometieron los represores, quienes “eran dueños de la vida y de la muerte de todo nuestro pueblo. Ellos decidían quién moría y quien vivía”.

En otro tramo de su exposición, manifestó su discrepancias con expresiones vertidas el año pasado por el gobernador José Manuel de la Sota, quien, al reeditar la teoría de los dos demonios, había dicho que“las Abuelas y las Madres tendrían que haber cuidado mejor a sus hijos”. 

“De la Sota no sabe lo que hicieron nuestros viejos por nosotros. Muchos padres lucharon y lo siguen haciendo para saber dónde están nuestros desaparecidos. Dónde están nuestros 400 nietos que faltan y esa es nuestra lucha y la de ellos. No sólo nosotros vivíamos el dolor, sino también nuestra familia”, remarcó. 

Al igual que los 29 testigos que hasta el momento declararon, Waitman relató detalles de las características y modalidades de torturas y tormentos que los represores aplicaban durante su condición de privatización ilegítima de la libertad. 

Previo a este testimonio, declaró María Lidia Piotti, para referirse a su secuestro, al de su hermano asesinado por los grupos de tareas en Santa Fe, al de su esposo Cecilio Salguero, quien declaró ayer, y de su cuñada desaparecida, María del Carmen Sosa de Piotti.

Ella se desempeñaba como docente de educación popular, en zonas marginales, al momento de ser detenida en setiembre de 1978.

Luego de estos testimonios el tribunal pasó a cuarto intermedio hasta mañana a las 9.30 para continuar con las testimoniales. 

El juicio comenzó el 4 de diciembre del año pasado, acumula 16 causas e involucra a 42 imputados y 417 víctimas, de las cuales 162 lograron sobrevivir. Los 42 imputados que tiene la causa afrontan cargos por privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguidos de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.
Fuente:Cdba.24n

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