3 de abril de 2013

La ONU aprueba el primer tratado para regular el comercio de armas.

03.04.2013 
Con fuertes críticas y abstenciones de varios países latinoamericanos, se votó en la Asamblea porque no se lograba consenso 
La ONU aprueba el primer tratado para regular el comercio de armas 
El documento prohíbe la venta de armamento –desde pistolas hasta tanques– cuando haya riesgo de que sea utilizado para cometer delitos de lesa humanidad. Se trata de un negocio que mueve unos 100 mil millones de dólares al año. 
Después de siete años de arduas negociaciones, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el primer tratado de la historia para la regulación internacional del comercio de armas. El documento prohíbe que los países firmantes transfieran armamento convencional –desde pistolas hasta tanques– hacia otras naciones cuando exista riesgo de utilización para cometer o facilitar genocidio, crímenes de lesa humanidad o de guerra. 

Sobre un total de 193 países que formaron parte de la Asamblea, 154 se manifestaron a favor, 23 se abstuvieron y tres votaron en contra del documento, que intentará regular el flujo internacional de 100 mil millones de dólares del mercado de armas. 

Ahora, cada nación deberá ratificar el tratado. "Este documento envía un mensaje claro a los traficantes de armas que suministran a los señores de la guerra y dictadores, pues su hora ya ha llegado. No podrán operar y armarse con impunidad. 

El mundo estará vigilando y los llevará ante la justicia", se alegró Anna MacDonald desde la organización humanitaria Oxfam Internacional. Además de prohibir la transferencia de armas y municiones hacia países donde puedan violarse los Derechos Humanos, el Tratado sobre Comercio de Armas (TCA) establece obligaciones vinculantes para que los gobiernos eviten el desvío hacia grupos terroristas y el crimen organizado. 

El documento afecta a los grandes armamentos y también a las armas pequeñas. Para la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belski, el tratado "es un excelente primer paso porque ofrece una sólida base sobre la cual construir un sistema internacional dirigido a controlar el flujo de armas, tanto en tiempo de guerra como de paz". 

Entre los países que se opusieron a la firma del documento estuvieron Irán, Siria y Corea del Norte. Este último sostuvo que el tratado "no es equilibrado", ya que no recoge los puntos de vista de todas las naciones y otorga demasiado poder a los exportadores de armas. Las tres naciones sostuvieron, además, que el TCA no se esfuerza en detener el comercio ilegal hacia agentes no estatales. 

Con argumentos parecidos, los representantes de Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela optaron por la abstención. Este grupo de países también consideró que el tratado "privilegia" a los exportadores y criticó que no se incluya una mención expresa a la prohibición de transferir armas a grupos terroristas. Cuba, por su parte, criticó que la discusión terminara de manera forzada en la Asamblea General para lograr la aprobación de un instrumento que no cuenta con el consenso requerido. 

México, por último, reconoció que el texto final "no cumple las expectativas de todos", pero dijo que es "sólido" y puede ser "adaptado" en el futuro. El país presidido por Enrique Peña Nieto vaticinó que "esto es solo el comienzo", y que "el verdadero trabajo comienza ahora" para que el documento sea ratificado "cuanto antes".
Fuente:TiempoArgentino


LA ONU APROBO REGULAR LA VENTA DE ARMAMENTO CONVENCIONAL: CADA PAIS DEBE RATIFICARLO EN SU PARLAMENTO
Luces y sombras de un tratado sobre armas
El tratado fue impulsado, entre otros, por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. Unas 23 naciones se abstuvieron, como las que integran el bloque ALBA, y se opusieron Norcorea, Siria e Irán. Amnistía Internacional lo calificó de positivo.
Para que el nuevo tratado entre en vigencia debe primero ser ratificado por al menos cincuenta Estados miembro de la ONU.Imagen: AFP
La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó ayer por una amplia mayoría el Tratado sobre el Comercio de Armas. Es un acuerdo mundial que reglamenta la venta de armas convencionales, un mercado de unos 70.000 millones de dólares al año, y el primer mayor texto sobre desarme desde el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos nucleares de 1996. El principio del acuerdo consiste en que cada país deberá evaluar, antes de toda transacción, si las armas vendidas pueden ser utilizadas para eludir un embargo internacional, cometer un genocidio y otras violaciones graves a los derechos humanos, o caer en manos de terroristas o criminales. En todos estos casos, el país exportador estará obligado a rechazar la transacción. El tratado fue impulsado por un centenar de países, entre ellos Estados Unidos –mayor exportador de armas del mundo–, Francia y Gran Bretaña, tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Y unas 23 naciones se abstuvieron de votarlo, entre ellas, Rusia, China y los países de la ALBA.
Las armas incluidas van desde las pistolas hasta aviones y barcos de guerra, pasando por los misiles. La lista no comprende a los drones (aviones no tripulados), los transportes blindados de tropas y los equipos destinados a las fuerzas del orden. Incluye todas las transferencias internacionales (importación, exportación, tránsito) y la intermediación. “Este tratado es un excelente primer paso porque ofrece una sólida base sobre la cual construir un sistema internacional dirigido a controlar el flujo de armas, tanto en tiempo de guerra como en tiempo de paz”, declaró Mariela Belski, la directora ejecutiva de la ONG Amnistía Internacional Argentina.

No se logró alcanzar un consenso entre todos los países miembros sobre este documento de 15 páginas discutido en Nueva York durante diez días a pesar de siete años de negociaciones. De hecho, fue bloqueado el jueves pasado por Corea del Norte, Siria e Irán, que ayer votaron en contra. La resolución presentada por Costa Rica fue aprobada por 154 votos a favor, los tres en contra y 23 abstenciones.
No bien se anunció el recuento final de votos y se dio por aprobado el histórico tratado que regulará un negocio mundial de 70.000 millones de dólares anuales, el recinto de la Asamblea General estalló en aplausos. “Se lo debemos a esos millones –generalmente los más vulnerables de la sociedad– cuyas vidas fueron ensombrecidas por el comercio irresponsable e ilícito de armas”, aseguró el embajador australiano, Peter Woolcott, el hombre encargado de dirigir las negociaciones durante los últimos siete años. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó el tratado de un “logro diplomático histórico”.

Estados Unidos, el principal abastecedor de armas del planeta con 30 por ciento del mercado y que había hecho fracasar una negociación en julio pasado, indicó estar listo para firmar el convenio. El texto ayuda a “reducir el riesgo de que la transferencia internacional de armas convencionales sea utilizada para perpetrar los peores crímenes mundiales”, declaró el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. Por otro lado la Asociación Nacional del Rifle en EE.UU., el principal lobby proarmas de ese país, ya adelantó que lanzará una ofensiva política y mediática para evitar que el Congreso estadounidense ratifique el tratado, lo que todavía no es seguro.

Entre los que seguro no lo ratificarán, se encuentran Siria, Corea del Norte e Irán. “No estamos en contra del tratado, pero no podemos apoyarlo tal como está porque no incluye los puntos que habíamos planteado para que fuera equilibrado”, explicó el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jsafari. El representante sirio recordó que el texto aprobado ayer no prohíbe la transferencia de armas a grupos armados no estatales, lo que significa que los movimientos sociales o milicias que buscan derrocar un gobierno, por ejemplo la insurgencia en Siria, podrían recibir armas legalmente.

Otros 23 Estados miembro expresaron el mismo escepticismo y las mismas dudas, y por eso se abstuvieron. Entre ellos figuraron Rusia y China –de los principales exportadores de armas–, India, Egipto, y los países de la ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) como Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. “Se ha decidido forzar ante la Asamblea General de la ONU una decisión que no ha logrado el consenso esperado”, afirmó el embajador cubano Rodolfo Reyes, denunciando que el texto otorga privilegios a los principales países exportadores a la hora de evaluar si se debe hacer una venta o no.
Pero todo no está listo porque para que el nuevo tratado entre en vigencia debe primero ser ratificado por los gobiernos y parlamentos de al menos 50 Estados miembro de la ONU, lo que podría llevar al menos un par de años, estimaron ayer fuentes diplomáticas.
Fuente:Pagina12                       

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