SAN JUAN: El defensor de militares que tuvo abuelos presos en los ‘70.

La dictadura en San Juan
El defensor de militares que tuvo abuelos presos en los ‘70
Es el sanjuanino Marcelo Fernández Valdés, que defiende a cuatro de los imputados en el megajuicio por delitos de lesa humanidad en San Juan. Dice que pese a su historia familiar, su labor consiste en “defender los derechos de cualquier persona”. 
Por Miriam Walter.
viernes, 26 de abril de 2013

Fernández defiende a Del Torchio, Lazo, Gómez y Nieto en el megajuicio por los crímenes de la dictadura en San Juan

Aparenta ser el más joven en la mesa de los defensores de militares que desde noviembre de 2011 intentan deslindar de toda responsabilidad en los crímenes de la dictadura a 7 veteranos de las fuerzas de seguridad, a quienes se les imputan torturas, violaciones y hasta asesinatos. Sin embargo, para el sanjuanino Marcelo Fernández Valdés, la historia que revive en cada audiencia a través de duros y conmovedores relatos de los testigos no le es ajena a nivel personal. Según contó a Tiempo de San Juan, sus dos abuelos fueron presos políticos en los ’70, y tuvieron la suerte de ser liberados y seguir con sus vidas después del encierro.

Fernández defiende a Francisco Del Torchio, Daniel Gómez, Alejandro Lazo y Horacio Nieto, todos sentados en el banquillo y con pedidos de las penas más duras por parte de la querella en el proceso histórico, que ya va por la instancia de los alegatos y se espera sentencia en mayo.
“Es la primera vez que yo represento a un militar en un juicio de lesa humanidad, pero en el primer juicio estuvo otro colega con el que tuve alguna vinculación”, explicó el abogado, haciendo referencia al proceso anterior terminado en octubre de 2011, por la apropiación y ocultamiento de identidad de Jorge Guillermo Martínez Aranda.

“Tengo dos abuelos que estuvieron detenidos, presos políticos, que fueron liberados. Uno, el materno de apellido Valdés, era amigo del secretario general del Partido Comunista de la época y entiendo que habrá compartido algunas ideas y estuvo detenido un tiempo. Y mi otro abuelo, por parte de mi papá, Fernández, estaba vinculado al sindicalismo, creo que en el gremio de los Viales”, contó el joven letrado.

“Ahora los dos están fallecidos. No eran gente conocida, lo que sé de ellos es que en algún momento estuvieron detenidos, entiendo que a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, y que a uno de ellos lo liberaron antes e incluso siguió yendo al Penal de Chimbas a visitar al otro. Lo único que pude hablar con ellos de todo este tema lo hice en los ’90, cuando yo me empezaba a interesar por estas cuestiones. Yo tengo 38 años, cuando nací, a los dos años vino el golpe de Estado, viví toda la dictadura siendo un niño y recién de grande me interesé por estos temas. Y el consejo que ellos me dejaron fue ‘estudiá, leé y que nadie te meta ideas en la cabeza’. Por respeto a eso tengo mi propia decisión formada”, profundizó.

Fernández analizó que “el que entiende bien cuál es la tarea nuestra bien puede entender que la labor nuestra es defender los derechos constitucionales de cualquier persona. Debo reconocer que en algún momento puedo haber llegado a cuestionarme por el hecho de ser sanjuanino y de ser una sociedad quizá un poco ‘pacata’ en estos temas, pero al final de todo esto creo que se va a traer luz con esto que pasó. Y con el tema de la defensa, hoy me toca estar de este lado pero si mañana viera que hay injusticias o que no se están respetando los derechos bien podría estar del otro lado”.

El abogado prefirió no explayarse sobre su pensamiento personal respecto a la lucha antisubversiva: “Mucha gente me pregunta si yo comulgo con las ideas de algún sector, yo respondo que mi trabajo requiere una defensa técnica y para eso debo ser objetivo, por lo cual vincularme ideológicamente con cualquiera de los dos llamémosle bandos, fuerzas de seguridad o militantes de aquel entonces, no me permitiría trabajar de la manera como lo vengo haciendo, porque creo que hasta el momento he sido objetivo, defendiendo los derechos de cualquier persona por igual”.

Se mostró cuidadoso con “el otro lado”: “Nosotros somos totalmente respetuosos con las víctimas, no estamos discutiendo lo que puedan haber padecido, sino la participación que se le atribuye a nuestros defendidos. En ningún momento por parte mía he interrogado a un testigo descreyendo de sus dichos como víctima, jamás ha sido nuestra intención poner en duda los tormentos que hayan sufrido o no”, aseguró.

Y evaluó, a nivel íntimo, que “mi familia entiende mi trabajo como profesional y familiares y amigos conocen la clase de persona que soy y que trato con mi trabajo de ser lo más profesional que se pueda. Lo saben porque muchas veces en mi trabajo no estoy como defensor sino como denunciante o como querellante en casos de delitos comunes”.

El abogado contó que ya no vive ninguno de sus 4 abuelos y que, incluso, su abuela materna que era la última que le quedaba viva, falleció en febrero del año pasado durante un día de audiencia del megajuicio, por lo que se tuvo que retirar y fue la única audiencia de la que se ausentó.
Fernández aspira a seguir defendiendo militares en los nuevos juicios (que se prevén para no antes que el año próximo): dice que quedará a criterio de sus clientes si conservan sus servicios en la etapa del juicio oral pero que en la fase de instrucción ya defiende a Eduardo Cardozo y Horacio Nieto.

Pedidos de penas máximasEn el megajuicio por la dictadura ya se escucharon los alegatos de la querella, representada por Margarita Camus –también víctima-, su abogado Fernando Castro y Roberto Scherbosky, quienes pidieron penas máximas para los imputados Gustavo De Marchi, Francisco Del Torchio, Alejandro Lazo, Daniel Gómez, Jorge Olivera, Osvaldo Martel y Horacio Nieto. También pidieron que se recalifiquen los delitos sexuales denunciados durante el juicio, para los uniformados se solicitó cárcel común y hasta la exoneración de la fuerza, y que se investigue a civiles por su rol en los ’70. Resta escuchar al fiscal Mateo Bermejo y a los abogados defensores, lo que llevaría al menos tres audiencias más.

Fernández se mostró cauto con hablar de prejuzgamiento de los militares, una hipótesis que se escucha como queja por parte de los sectores cercanos a los uniformados en otras partes del país. “Nosotros decidimos ser cautos con las entrevistas respetando el dolor de las víctimas, sin llevar la controversia afuera, queremos que la Justicia sea a que defina la situación procesal de cada uno. Nosotros también estamos en la búsqueda de la verdad y también podríamos haber apelado como hizo la querella en algunos casos, a atraer la atención de la prensa hacia nuestro lado con pruebas, pero hemos dejado que sean los jueces los que determinen si es condena o absolución, si la sociedad se interesa, en buena hora”, analizó.
Fuente:TiempoSanJuan