17 de abril de 2013

VENEZUELA.

MARTES, 16 DE ABRIL DE 2013
Venezuela-14 de abril: una reflexión necesaria 
Por Narciso Isa Conde 
Cómo reflexionar, qué pensar y qué decir en lo inmediato de los reñidos resultados electorales en Venezuela, a título de avance.

Aun limitada a una ventaja de pocos votos, con toda los problemas que encierran esos resultados y esa tendencia, esta victoria de Nicolás Maduro, del PSUV y el Polo Patriótico debe ser defendida con firmeza y determinación; sobre todo después que Capriles y las fuerzas contra-revolucionaria que él representa hayan desconocido los resultados oficiales, enseñando las garras del denunciado plan de desestabilización a ser desplegado de ahora en lo adelante.

A pesar de mis conocidas consideraciones sobre el desgaste que genera el estancamiento del proceso bolivariano, sus deformaciones burocráticas, la expansión de la corrupción estatal, la preeminencia de la lógica capitalista y la consiguiente lentitud de la dinámica hacia la socialización… pensé que los sentimientos expresados a raíz del doloroso fallecimiento de Chávez, el inmenso reconocimiento a su legado y el estado de ánimo presente en gran parte de la sociedad venezolana, daban para alcanzar una victoria electoral holgada de Nicolás Maduro, candidato pre-seleccionado por el propio líder del proceso bolivariano.

Y me equivoqué de medio a medio junto a mis mejores amigos/as venezolanos/as, que apreciaban las perspectivas electorales de igual manera.

• Causas de fondo del bajón.

Esta es una evidencia de que no era posible en las condiciones de ese país hermano, en medio de los problemas acumulados, de los cuestionamientos a una parte de la dirección del proceso y de una fuerte inflación, contener el desgaste de popularidad y traducir en grandes volúmenes de votos esos sentimientos desatados en los memoriales del líder fallecido; más aun sin contar con la presencia directa del liderazgo carismático, el talento, la historia, la capacidad de trabajo y el impacto discursivo del Comandante Chávez, y sin asumir con fuerza su recomendaciones a favor de las rectificaciones de los errores cometidos y la radicalización del proceso transformador.

Es, además, a mi modo de ver, una confirmación de que la erosión del respaldo popular tiene causas que determinen, aun con altas y bajas, su carácter progresivo; y que esa dinámica erosiva, sin el escudo de contención de Chávez, le ha permitido esta vez a las nefastas fuerzas opositoras alcanzar un 49 por ciento de la votación.

El voto emocional, la carga espiritual, no dio para alcanzar los niveles y ventajas logrados Chávez, menos para sobrepasarlos.

Por el contrario, la reducción fue drástica, próxima un millón de votos, con el agravante de que en gran medida se traspasó a Capriles, que ya venía creciendo. Ni siquiera se quedó en abstención.

Esto podría caracterizarse como un fuerte, aunque no definitivo, castigo electoral soterrado a la candidatura y a la continuidad del proceso bolivariano post- Chávez. Un castigo político que su liderazgo en vida lograba amortiguar, contener y lentificar.

Y, sobre todo, significa una clara advertencia y una fuerte señal de la imperiosa necesidad de potenciar la dirección colectiva y poner en marcha el viraje, el “golpe de timón”, hacia la socialización que en grande, que el propio Chávez anunció para este periodo; lo que implica reducir sensiblemente las bases económicas y las súper-estructuras capitalistas de las derechas venezolanas y las fuentes de las diversas distorsiones económicas y culturales: especulación, inflación, desabastecimiento, dispendio, consumismo dependencia alimentaria, alienación y freno al desarrollo.

No se trata de un castigo personal, ni tampoco de una responsabilidad individual.

El problema es más grave, más de fondo, más estructural, y se relaciona con un prolongado y relativo estancamiento y muchas deformaciones y reproducciones de lo viejo, de lo burocrático y clientelista de ambos signos (“IV República” y "socialismo real").

La auto-censura en el campo revolucionario y popular facilitó la acumulación de factores desgastante y le quitó presión a Chávez para rectificar, algo que anunció varias veces y nunca cumplió. Que volvió a retomar un su última campaña victoriosa, en términos más crítico y auto-crítico que antes, y que lamentablemente no fue debidamente destacado, relanzado y enriquecido en esta ocasión.

• Continuidad y profundización.
La continuidad tiene mucho más sentido, y generaría mucho más apoyo, si se radicaliza el proceso y se le libera de trabas externas, bloqueos internos deformaciones. Porque proceso hacia la revolución que no se profundiza y renueva constantemente, mata parcialmente el entusiasmo masivo en pro y poco a poco languidece.

Además, si dejan intactas las fuertes bases económicas, el poder mediático y las súper-estructuras capitalistas que todavía perduran en Venezuela, ellas seguirán sirviendo a la reproducción de las derechas políticas y de la Contra imperialista.

Si no se opta con fuerza por la socialización de la economía y el poder (lo que no equivale ni a un capitalismo de estado, ni un híbrido socialdemócrata entre él y el capitalismo, ni un Estado burocrático), se le seguirá facilitando su rehabilitación y crecimiento electoral, que es lo que ha estado pasando en el contexto de las amplias libertades existentes en tierra venezolana.

En la campaña roja-rojita hubo mucha exaltación del pasado, de las lealtades a líder del proceso y a sus factores emblemáticos, y poco del proyecto inmediato y futuro, y los grandes capos de las derechas, con los gringos detrás, se colaron oportunistamente en el pasado vía simbologías patrióticas, léxico centro-progresista, crítica simuladoras de algunos de los males acumulados y ciertas expresiones peliagudas de la crisis económica.

• Alerta y respuestas necesarias.
Ahora vienen “con duro” con su plan desestabilizador oculto, no simplemente con la espera del próximo chance electoral.

Han comenzado con la impugnación...a ver hasta donde llegan en este primer round de ese pérfido plan. Y a ver como se le responde a su contra-ofensiva post-electoral y desde cuales instancias se le contrarresta con energía y pueblo Ojala sea recurriendo al pueblo chavista y a sus anhelos de radicalización del proceso; y no a los acuerdos entre las “dos partes polarizadas y enfrentadas de la sociedad”, ni tampoco a las concesiones en aras de una supuesta reconciliación con las derechas, lo que además de mortal para el proceso bolivariano, sería contrario a seguir hablando revolución y de tránsito al socialismo y Patria Grande. 

La clave está en quitarle los sectores populares y parte de las capas medias que la derecha ha vuelto a enrolar a su favor, atrayéndolas hacíale socialismo.

La clave, más allá de sus propias fronteras, es darle más fuerza al internacionalismo revolucionario, ampliar los vínculos con los movimientos políticos y sociales transformadores de nuestra América y el mundo. Por todo aquello de que la revolución necesita ser continentalizada para ser fuerte.

En ese plano procede también no limitar el latino-americanismo a las relaciones de Estado, diferenciar por la naturaleza y posicionamientos cada Estado o grupo de Estados los niveles y calidades de la cooperación y solidaridad, favorecer sobre todo a los que ejercen soberanía y alternativas al neo-liberalismo, aislar a los que practican el entreguismo y responden a las derechas pro-neoliberales, y dejar atrás, por ejemplo, situaciones tan cuestionadas como la relaciones solidarias con Leonel Fernández y su gobierno, símbolo de corruptela y recolonización, recientemente distinguido como acompañante especial de gobierno del presidente Maduro y el PSUV, junto a otros malandrines del PLD y sus aliados.

A los/as dominicanos/as sensibles, revolucionarios/as, duartianos/as, caamañistas, honestos/as, patriotas, nos parte el alma que después de todo lo denunciado y de lo que ha pasado con el manejo doloso de PETROCARIBE en nuestro país, se le sigue dando ese tratamiento a esa mafia política.

MARTES, 16 DE ABRIL DE 2013 
El desafío 
Por Guillermo Almeyra 
El peligro inmediato reside en la derecha chavista que interpretará el escaso margen de votos que permite seguir gobernando, como una señal de que hay que parar el ritmo del proceso y negociar con la oposición haciéndole concesiones.

Nicolás Maduro se daba como objetivo recoger los votos de Hugo Chávez e incluso superarlos llegando a 10 millones pero obtuvo solamente 7.505.338, perdiendo 600 mil sufragios con respecto a la votación última por Chávez y ganó por apenas 300 mil votos con un 50.6 por ciento contra 49.07 de Henrique Capriles. La abstención creció muy poco pues pasó del 20 al 22 lo cual demuestra que la mayoría de los 600 mil votos que Maduro perdió fueron directamente a la oposición que, imitando a Chávez y disputando su legado, logró arrastrar un sector de clase media antes chavista e incluso a sectores obreros.

La campaña oficialista fue muy pobre: gran despliegue de retórica nacionalista que Capriles contrarrestaba cubriéndose con la figura de Bolívar y con la bandera, ninguna ideas sobre la profundización del proceso social y, menos aún, sobre el socialismo, llamados repetidos a la lealtad (dirigido en parte a la lucha interna en el aparato estatal) y no a la iniciativa y autoorganización populares, silencio sobre los organismos de poder popular y una mezcla de religiosidad con misticismo (el famoso pajarito). La de Capriles, mentirosa e insidiosa, fue más hábil porque insistió en diferenciar a Chávez de sus sucesores y en atacar a éstos mencionando continuamente los privilegios, la corrupción y los negocios de la boliburguesía y callando sobre sus planes y sus contactos con el imperialismo. Los votos chavistas que ganó y los que fueron a la abstención no fueron sin embargo votos de esperanza sino una expresión de protesta ante la inflación del 20 por ciento, que devora los salarios y los efectos negativos de la devaluación sobre los sectores populares, la delincuencia, la violencia, la corrupción y, tal como se vio en el entierro de Chávez cuando quienes iban a la capilla ardiente obligaron a ministros a bajarse de sus lujosos autos y a caminar con ellos, también los privilegios de muchos funcionarios.

Capriles insiste ahora en un recuento de los votos, a pesar de que el robo de boletas es imposible en Venezuela. El gobierno de Estados Unidos, que calló ante el cochinero electoral en 1988 y en el 2006, secunda a Capriles y prepara el golpe de Estado disfrazado de campaña democratizadora y moralizante. Washington y la derecha antichavista construyen ahora sus lazos con la derecha del chavismo y con el sector más conservador de las fuerzas armadas y después van a impulsar una campaña que combinará sabotajes, fugas de capitales, campaña de prensa destituyente, lock outs patronales, manifestaciones estudiantiles buscando víctimas y soborno a personalidades civiles y militares en los medios oficiales.

El peligro inmediato reside por consiguiente en la derecha chavista que interpretará el escaso margen de votos que permitió que el chavismo siga gobernando como una señal de que hay que parar el ritmo del proceso y negociar con la oposición haciéndole concesiones.

Pero si las 1.600 empresas expropiadas funcionan mal, no hay que privatizarlas nuevamente sino, por el contrario, administrarlas bien y bajo control de sus trabajadores. Si los organismos de poder popular funcionan a media máquina, no hay que eliminarlos: por el contrario, hay que dejar de controlarlos desde el aparato estatal y de asfixiarlos y darles más responsabilidad. Si hay una gran delincuencia, que el control y la organización en los barrios la combata con todos los medios necesarios y no una policía corrupta y corrompible. Los derechos democráticos están asegurados por el referendum revocatorio pero para dar una salida política positiva al descontento y quitarle base al golpìsmo con careta “democrática” la revocación de los mandatos debe extenderse a todos los cargos públicos. En vez de prohibir las huelgas y reprimir a los sindicatos y a los trabajadores, hay que discutir con ellos en plena igualdad. En vez de transformar el socialismo en una palabra propagandística vacía hay que discutir públicamente, sin ninguna cortapisa y con todos, cuáles deben ser las medidas que ayuden a prepararlo, cómo evitar la burocracia y la corrupción con la participación consciente y organizada de obreros, estudiantes, intelectuales. En vez de embellecer la realidad, hay que mostrar a tiempo las dificultades para corregirlas. En vez del paternalismo y de la lealtad al mando hay que desarrollar la iniciativa, la creatividad, la innovación, la crítica, la construcción de ciudadanía.

Maduro prometió aumentos de salarios masivos e inmediatos que no podrá dejar de cumplir sin pagar un costo político. Pero con una inflación muy fuerte, carencias de alimentos e insumos, mercado negro, reducción de los ingresos reales, esos aumentos cuando mucho compensarán en parte la pérdida del poder adquisitivo. Venezuela no puede depender sólo del precio del petróleo: debe producir y elevar su productividad. Hay que aplicar las medidas que permitan terminar con la ineptitud o la corrupción en los aparatos administrativos y que favorecen a los grandes importadores y hay que formar a toda prisa jóvenes administradores y técnicos eficientes e innovadores. Es necesario igualmente aprender del pasado y, en vez de guiarse por una imagen deformada y mítica de la experiencia peronista, aprender en serio de por qué Perón llevó en los cincuenta a la economía argentina a un callejón sin salida y fue derrocado y por qué, en los setenta, volvió a repetir esa política nefasta y abrió el camino a una dictadura derechista feroz. Que la historia latinoamericana y la del socialismo se discuta sin trabas ni límites es fundamental porque, sin aprender del pasado, no se puede preparar el futuro. Frente a la prensa golpista hay que estimular la creación de una prensa de izquierda, de sindicatos, grupos, organizaciones: si ella critica algunas medidas del gobierno, eso permitirá corregirlas si es necesario o, por el contrario, convencer a los críticos de que están equivocados. En una palabra, para reducir el alcance del golpismo en marcha y derrotarlo, no hay otra vía que apelar a los trabajadores y profundizar el proceso.

MARTES, 16 DE ABRIL DE 2013
Nicolás Maduro ganó con lo justo, pero ganó y eso es lo importante 
Por Emilio Marín (LA ARENA)
Los medios de la derecha argentina pusieron en tapa que Maduro había ganado por "sólo" 1,6 puntos. Eso es contrabando ideológico. Lo más importante es que el chavista ganó y el candidato de derecha perdió. Obvio: en los ganadores habrá autocrítica por la exigua diferencia.

El enfoque de Clarín y La Nación fue que el vaso de la izquierda chavista estuvo el domingo "casi vacío" y que el de la derecha "casi lleno". Si no fuera por el "casi", esa presentación de los resultados de las elecciones venezolanas habría sido exacta. Pero como hubo 263.000 votos a favor de Nicolás Maduro, sucesor del fallecido Hugo Chávez, por sobre Henrique Capriles, quien expresaba a la derechista Mesa de Unidad Democrática, aquella manera de informar de los medios monopólicos resultó falsa.

La titular del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, informó de los resultados una vez que el organismo los consideró irreversible. El ganador fue Maduro, con el 50,66 por ciento de los votos, sobre Capriles, quien hizo una excelente elección y llegó segundo con el 49,07. El lunes hubo una pequeña ampliación de los resultados a favor del chavista, pues llegó al 50,75 por ciento (7.559.000 votos), contra el 48,98 de su rival (7.296.000).

Esos números corresponden al 98,15 por ciento de los votos. Cuando se complete el 100 por ciento podría haber alguna leve modificación en un sentido u otro, sin alterar el resultado final. El CNE siempre ha actuado con mucha limpieza y responsabilidad y, como recordó Lucena, sólo da información oficial cuando el resultado no tiene vuelta atrás.

Ese sistema electoral ha sido elogiado por diversas instituciones y personalidades del mundo, pues impide cualquier intento de adulteración. Se vota con máquinas que comienzan por identificar al elector por su huella dactilar y éste recibe una constancia en papel de su sufragio, que luego introduce en una urna. Hay doble constancia del sufragio.

Por eso en colonias norteamericanas, como Afganistán, las elecciones contienen tantas irregularidades que se demora meses la formación del gobierno. En Venezuela, libre de analfabetismo y del control estadounidense, en pocas horas se tiene un resultado técnicamente incuestionable. En política los perdedores suelen hacer reproches, pero esa es harina de otro costal.

Derecha descontrolada

Maduro recibió la victoria con una alegría medida y la valoró como "triunfo justo y legítimo". Ayer se concentraron miles de sus partidarios a las puertas del CNE para proclamarlo presidente electo, pues reviste como presidente encargado.

El problema es que Capriles y los más recalcitrantes de la MUD, caso del secretario general Ramón Aveledo, no han digerido la derrota. El presidenciable dijo que no reconocería el resultado informado por el CNE hasta que no hubiera una recuento del cien por ciento de las mesas.

Según las denuncias asentadas por los fiscales de la oposición, habría habido 3.200 supuestas incidencias a lo largo de la jornada. Si los perdedores mantienen dudas sobre el resultado final, deberían haber pedido puntualmente la revisión de esas denuncias de sus fiscales y no una auditoría sobre la totalidad del escrutinio. Aquello habría sido relativamente más simple y rápido, con mejores posibilidades de demostrar algún error de las autoridades electorales. Lo otro, denunciar la globalidad, parece ser "embarrar la cancha" y demorar el dictamen de las urnas, con la consiguiente inestabilidad institucional. Es obvio quien sería el perjudicado por ello: en primer lugar el gobierno pero en última instancia el propio pueblo porque podría degradarse la situación económica y política, con mayor polarización entre gobierno y oposición.

Capriles está buscando pudrir la política venezolana. Quizás crea que en ese marco de inestabilidad y cierta violencia, mediando la ausencia física de Chávez, se acortaría el camino para llegar al Palacio de Miraflores. Su reacción del domingo a la noche, no reconociendo su derrota, demuestra que no está dispuesto a aguardar otros seis años, hasta 2019, cuando vence el mandato de Maduro, para asaltar la sede presidencial.

Recuento

De los cinco rectores del máximo órgano electoral, sólo el representante de la oposición, Vicente Díaz, pidió el recuento de la totalidad de los sufragios. De todos modos aclaró que hacía esa solicitud "sin poner en duda en este momento los resultados que estamos ofreciendo como CNE". O sea que no impugnaba el resultado oficializado por el prestigioso organismo que integra.

El desconocimiento de la victoria chavista tomó una forma más concreta ayer, cuando el derrotado convocó a un cacerolazo masivo en Caracas, para repudiar a la proclamación que el lunes hizo el CNE del jefe de Estado. El lo juzga "ilegítimo".

La mesa de la violencia podría estar servida. Es que los seguidores del gobierno bolivariano podrían repudiar ese caceroleo de la Caracas del Este, la más ricachona y acomodada. Y de allí a los golpes y graves incidentes podría mediar una corta distancia.Washington atiza esa mayor polarización. El vocero de la Casa Blanca dijo en conferencia de prensa que coincide con el candidato opositor para que haya "una auditoría del 100 por ciento del resultado". "Esto sería un paso importante, prudente y necesario para asegurar que todos los venezolanos tengan confianza en estos resultados", puntualizó Jay Carney.

Estados Unidos también se mueve

No hay que ser hipócrita. En las 18 elecciones habidas desde 1998, cuando ganó Chávez y comenzó la Quinta República, el imperio ha apostado por quienes lo enfrentaban, desde Henrique Salas Romer hasta este último Henrique, que es Capriles.

Todos los embajadores de Estados Unidos en Caracas se involucraron en querer derrotar del chavismo a como diera lugar, incluso con el golpe de Estado de abril de 2002 y luego con el lock out petrolero en PDVSA, en diciembre de ese año. Esos diplomáticos fueron Donna Hrinak, Charles Shapiro, William R. Brownfield y Patrick Duddy. Ellos, desde 1998 hasta 2010, apostaron al fracaso bolivariano y perdieron. Hace más de 3 años y medio que no hay embajador, porque en agosto de 2010 Chávez vetó al designado Larry Palmer, quien había declarado al Senado que las Fuerzas Armadas bolivarianas tenían baja moral y era grande la "infiltración" cubana.

"Lo mejor que puede hacer Obama es buscar otro candidato" dijo el mandatario en su programa 'Aló Presidente'. No le hicieron caso...".

Bastante votos menos

El 11 de marzo pasado, cuando Maduro inscribió su candidatura ante el CNE, hubo un acto público y allí pidió reunir 10 millones de votos, en homenaje al fallecido comandante.

Esa meta quedó demasiado alto y lejos. La votación de este domingo resultó menor a la de Chávez el 7 de octubre pasado: hubo 600.000 votos menos. Para complicar aún más el balance oficialista, el derrotado opositor obtuvo ahora 700.000 votos más.

Es pronto para hilar fino y dar con la respuesta completa al interrogante de por qué hubo menos votos de Maduro. Aún con la aclaración de que es un debate que recién comienza y donde la palabra más autorizada es la del presidente y su comando de campaña "Hugo Chávez" presidido por Jorge Rodríguez, el cronista se siente en la obligación dar una primera impresión.

Hay cosas que no funcionan bien en el proceso bolivariano, que tiene una buena nota en general y los aspectos troncales (de allí el sufragio mayoritario). Por ejemplo, en su comparecencia ante el XII Congreso del Partido Comunista de Venezuela, el 10 de marzo, Maduro dio cuenta del grave problema de inseguridad y exclamó: "qué felicidad es que la gente pueda vivir tranquila en sus barrios y urbanizaciones, eso lo vamos a lograr, pero necesitamos de todos". Hoy muchas personas no viven tranquilas. Hay 16.000 muertes violentas al año, de los peores registros de Latinoamérica.

Al día siguiente, en el mitín ante la sede del CNE, prometió combatir "la irresponsabilidad, la indolencia y el burocratismo". Su rotunda expresión fue: "Corrupto traidor, ¡vamos por ti!".

Avances

Lo reiteró el 8 de abril en la concentración de la ciudad de Maturín: "Voy a perseguir la corrupción esté donde esté, voy a combatir la corrupción con mi vida misma si es necesario. Aquí no hay intocables". Y abundó: "Tenemos grandes retos contra el burocratismo, la corrupción y la indolencia de algunos funcionarios que se hacen de la vista gorda con los problemas del pueblo".

De esas declaraciones surge que la dirigencia era consciente que en medio de los avances indudables en soberanía, salud, educación, empleo y vivienda, había problemas graves no resueltos. No puede aducir desconocimiento ni falta de tiempo, pues hace 14 años que llegó a Miraflores.

Fue bueno que ganara el chavismo, ahora con Maduro ya proclamado presidente. Y ha sido malo que la derecha se le arrimara tanto en los guarismos. Pero lo negativo siempre tiene algo de positivo: la estrechez del resultado demanda una profunda autocrítica del gobierno, tal como prometió el domingo Diosdado Cabello. El titular de la Asamblea Nacional dijo en Twitter que se buscarían los errores hasta abajo de las piedras. No habría que irse tan abajo. Habría que empezar por arriba, por los flagelos de corrupción y burocratismo que afectan a la cadena de funcionarios, civiles y militares, y en la llamada "boli-burguesía", que dice ser amiga pero afecta el avance bolivariano.

MARTES, 16 DE ABRIL DE 2013 

Denuncian violencia de grupos derechistas en estado venezolano 
PL
Grupos derechistas atacaron centros de salud, mercados Bicentenario, comedores populares y medios del sistema público en el nororiental estado venezolano de Anzoátegui, denunció hoy el gobernador de esa demarcación, Aristóbulo Istúriz.

En entrevista con Venezolana de Televisión, Istúriz opinó que estas acciones -ocurridas entre anoche y la madrugada- replican el panorama de abril de 2002, cuando la derecha fraguó un golpe de Estado contra el fallecido presidente Hugo Chávez.

Desde la ciudad de Barcelona, el gobernador informó además que esos grupos extremistas quemaron una sede del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Según Istúriz, estas acciones -y otras similares en el resto de país- son parte de un plan de desconocimiento de los resultados electorales que estaba ideado desde hace tiempo.

Indicó que el reclamo del opositor Henrique Capriles para la revisión del total de los votos emitidos en los recientes comicios presidenciales constituye un argumento para mantener la desestabilización y probablemente para justificar una intervención extranjera.

En tal contexto, el gobernador hizo un llamado al pueblo para concentrarse en las plazas Bolívar de cada localidad, con el objetivo de garantizar la paz y preservar el legado de Chávez.

Sin caer en provocaciones, pero sin permitir atropellos, señaló Istúriz.

La víspera, las autoridades venezolanas conformaron un Comando Antigolpe, integrado por el presidente Maduro, jefes militares, policiales y políticos del país.

El ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, advirtió que esta es una situación verdaderamente lamentable que nada tiene que ver con el talante democrático del pueblo venezolano.
Fuente:Argenpress


MADURO ACUSO A LA OPOSICION POR LA VIOLENCIA DESATADA EN VENEZUELA Y CAPRILES SUSPENDIO LA MARCHA DE HOY
Siete muertos chavistas tras la elección
El gobierno venezolano informó que la mayoría de los fallecidos en ataques a sedes y locales oficialistas eran militantes y simpatizantes del chavismo. Capriles contestó que el gobierno busca la confrontación para no hablar de la elección.
Por Mercedes López San Miguel
Desde Caracas
Maduro participó ayer del acto de inauguración de un centro médico en Caucaguita.Imagen: EFE
Ocurrió lo peor: hubo siete muertos y al menos 61 heridos en Venezuela a causa de los disturbios, y el gobierno encabezado por Nicolás Maduro acusó a la oposición por la violencia desatada entre la noche y la madrugada de ayer en los estados Barinas, Miranda, Táchira, Anzoátegui y Zulia, principalmente. A su vez, el líder de la oposición, Henrique Capriles Radonski, dijo que el gobierno busca la confrontación en el país para no tener que hablar de los resultados reñidos del domingo, de los que pidió un recuento total, y canceló la movilización prevista para hoy rumbo al Consejo Nacional Electoral (CNE), que Maduro había prohibido horas antes. La oposición llamó a un cacerolazo para la noche –que se escuchó en esta ciudad a las ocho– y durante la toma de posesión de Maduro del viernes.
El gobierno venezolano informó que la mayoría de los fallecidos eran militantes y simpatizantes del chavismo y que fueron atacados en las sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en distintos estados del país y en la periferia de Caracas. Además, la fiscalía general informó que hubo agresiones a personas en los centros de salud y mercados subsidiados –Mercal y Pdval–, creados por el proceso bolivariano. El proclamado presidente Maduro acusó a la oposición por los hechos de violencia y denunció a la embajada de Estados Unidos por “financiar” a los grupos que los promovieron. El heredero político de Chávez mencionó los nombres de los agregados militares David del Mónaca y Deblin Costal, quienes fueron expulsados en marzo, acusados de atentar contra la estabilidad militar y política del país. Maduro dijo que a esa conspiración se unía el sabotaje eléctrico y recordó que una funcionaria norteamericana visitó el estado Bolívar con un dirigente del partido conservador Primero Justicia –el de Capriles–, que caracterizó como de la burguesía amarilla, para planificar “dejar sin luz a Venezuela”.
Tras lamentar las muertes, Maduro endureció su postura y dijo que no iba a permitir la movilización opositora hacia el CNE, prevista para hoy. “Ahora están planteándose para mañana una marcha al centro de Caracas. No se va a permitir, ustedes no van a ir para allá a llenarlo de muerte y sangre. Mano dura voy poner contra el fascismo y la intolerancia.”
Asimismo, Maduro denunció el rol del canal opositor Globovisión, por “negar los hechos de violencia, incluidos la muerte de siete personas y el incendio de casas del PSUV”. Dijo el proclamado presidente “Globovisión está diciendo que es mentira que hay muertos, lo está diciendo ahorita en Aló Ciudadano”. Mientras tanto, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, ordenaba el inicio de una investigación sobre los hechos de violencia y, en particular, sobre la actuación de la dirigencia opositora. “Cuatro niñitos ricos no van a desordenar el país”, aseguró Cabello.
Con respecto a la votación del domingo y su negativa a auditar el ciento por ciento de las cajas, Maduro recordó que el rector Vicente Díez, con tendencia política derechista, aseguró que no era cuestionable el resultado anunciado por el Consejo Nacional Electoral. El delfín de Chávez obtuvo 50,75 por ciento de los votos frente a su rival, que consiguió 48,98 por ciento de los sufragios. Y anteayer fue proclamado nuevo presidente por un mandato de seis años, respaldado por bloques regionales como Mercosur, Unasur y Alba. Poco tiempo después, Capriles convocó a una rueda de prensa en la que acusó al gobierno de instigar la violencia para no tener que responder a su demanda de auditar todos los sufragios. “El gobierno está detrás de todos los episodios de violencia. Conozco su libreto. Le pregunto a Maduro si va a radicalizar los apagones y la crisis económica.” Consciente de que les había pedido a sus seguidores que llevaran el reclamo a las calles, y que ese objetivo podría haberse salido de control, también dijo el líder opositor: “Si alguna persona ha hecho eso, queda al margen de este proyecto. Yo soy un pacifista”.
Capriles intentó bajar los niveles de confrontación y dijo que cancelaba la manifestación al Consejo Nacional Electoral, y en su lugar, llamó a usar las cacerolas, pero desde las casas. “El gobierno quiere infiltrar gente en la marcha de mañana (por hoy) para que haya conflictos en la calle. Mañana no vamos a movilizarnos. El que salga está del lado de la violencia.” El líder opositor, que el viernes pasado, en una entrevista del canal Globovisión, señalaba que el sistema electoral era confiable, ayer presentó las supuestas pruebas de que hubo fraude y afirmó que en realidad él ganó los comicios del domingo. Mostrando una pila de papeles, Capriles enumeró algunas de las irregularidades que ellos constataron: daño a unas 535 máquinas, testigos de la Mesa de la Unidad retirados de varios centros de votación y voto asistido.
Capriles afirmó que si el gobierno continuaba con su negativa a revisar la votación, su alianza enviará misiones a organismos internacionales como la ONU y la OEA. “Les pedí a los jefes de Estado con los que conversé que aboguen para que se haga el conteo voto a voto. Esa fue la posición del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.”
A propósito del pedido que hizo Cabello para que se investigara a los instigadores de la violencia, el rival de Maduro optó por la ironía. “Sería por primera vez en la historia que se le abre una investigación penal a un líder por llamar al cacerolazo.” Para luego minimizar los llamados que hizo a manifestarse. “Los casos de muertes de los que habla el gobierno no son por las protestas. No voy a pisar el peine del gobierno para distraerme de lo que pedimos.”
Capriles recordó que él ya estuvo preso durante cuatro meses acusado de haber participado en el acoso a la embajada de Cuba durante el efímero golpe de Estado de 2002 contra Chávez. En ese momento Capriles era alcalde del municipio de Baruta, y muchos lo recuerdan como el hombre que trepó una escalera para entrar en la sede diplomática e inspeccionar las instalaciones buscando chavistas refugiados.
A once años de los sucesos de abril de 2002, tanto oficialismo como oposición se acusaron de querer romper las reglas democráticas. Maduro dijo que lo que estaba en marcha era “un golpismo”, mientras que Capriles aseveró que “el gobierno quiere otro 11 de abril”.
El analista político Germán Campos señaló a esta enviada el peligro que representa poner en duda el sistema electoral venezolano. “La oposición cruzó la raya y obligó a que el otro lado se radicalice. Existen elementos en común con el golpe de 2002, como ser que Capriles llamó a sus seguidores a que se movilicen, colocando la crisis política por delante, y dijo que el gobierno es ilegítimo, un argumento que se usó hace once años. También hay que contemplar la polarización del país, que viene de años.”
¿Y lo novedoso de esta coyuntura? Campos, director de la consultora 30/11, dijo que es la ausencia del líder bolivariano. “El liderazgo de Chávez partió al país en dos pedazos, diría que a la región en dos, hay un antes y un después de él.”
Elsa Cardozo, politóloga de la Universidad Central de Venezuela, no cree que pueda haber un golpe de Estado en ciernes. “La situación de violencia que vivió el país por estas horas le impone a Capriles cuidarse mucho para que sus seguidores no lo pongan en peligro con ningún desborde. La jugada del golpe perjudicó muchísimo a la oposición, que tuvo que recuperarse de aquella fecha. Capriles tiene que mantener el capital político que ganó respetando las instituciones, y además, su candidatura avanzó porque creció la conciencia de que se puede producir una transformación por la vía democrática.”
De acuerdo con la experta, el desafío de la oposición es mantener su fuerza dentro de las instituciones, y el del oficialismo, apaciguar en la medida de lo posible. “El gobierno tiene más recursos para jugar en positivo y tener una actitud de reconocimiento del derrotado. De lo contrario, jugar a la polarización es peligroso”, afirmó a este diario.
Campos, cuya encuestadora proyectó un triunfo de Maduro entre seis y diez puntos, explicó que la oposición abrió una caja de Pandora al no reconocer el resultado. “Cuando Capriles dijo que el resultado era ilegítimo, activó en la conciencia de un sector el hecho de que el resultado podía ser fraudulento. Y se colocó él en un lugar muy peligroso. El sistema electoral es incuestionable, se ha usado para la elección de gobernadores, diputados, alcaldes, que han ganado por poquísima diferencia. Chávez perdió el referéndum de 2007 por menos de treinta mil votos y no pidió pruebas o revisión del cómputo.”
En medio de las acusaciones cruzadas, las advertencias ante experiencias pasadas y dolorosas y el cacerolazo, siete familias no encontraban consuelo.
Cohetazo nacional
El presidente Maduro anunció que el Estado venezolano ordenó acciones para controlar los focos desestabilizadores que se puedan producir en el país en las próximas horas, y exigió respeto al pueblo venezolano. “He ordenado que se filmen los destrozos, tienen que ir presos los que ataquen al país”, expresó en cadena nacional de radio y televisión durante la inauguración del hospital Cipriano Castro, ubicado en el sector Los Tacariguas del estado Aragua. El mandatario convocó al pueblo venezolano a un gran cohetazo nacional a las 8 de la noche, en coincidencia con el cacerolazo de Capriles, en rechazo a las acciones violentas.
La Compañía Anónima del Metro de Caracas informó sobre las suspensión de varias rutas de subte debido a acciones violentas contra las unidades. Explicaron que estas medidas se tomaron para garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios, ante la violencia de un grupo de manifestantes que arremetió contra los vehículos, sin importarles las personas que iban a bordo.
Asimismo, Maduro destacó que el supuesto llamado de la oposición a una huelga general en el país fracasó porque los trabajadores y estudiantes venezolanos salieron a cumplir con sus labores con total normalidad. “Hemos llamado al trabajo y han salido al trabajo (...) Han fracasado en su plan de llevar a cabo una huelga general”, afirmó.

LOS REFERENTES DE SUDAMERICA EXIGEN QUE EE.UU. RECONOZCA EL TRIUNFO DEL CHAVISMO
Apoyo regional para Maduro
Además de las declaraciones de la presidenta argentina, ayer se sumaron las voces del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, así como los mandatarios sudamericanos Rafael Correa, José Mujica, Dilma Rousseff y Evo Morales.
“No entendemos por qué hay que dudar de la victoria de Maduro”, dijo Correa.
Los principales referentes de la región expresaron su apoyo al presidente electo Nicolás Maduro tras su triunfo electoral del domingo y le pidieron a la oposición venezolana y al gobierno de Estados Unidos que reconozcan el resultado de los comicios. Además de las declaraciones de la presidenta argentina Cristina Kirchner (ver nota pág.7), ayer se sumaron las voces del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, así como los mandatarios sudamericanos Rafael Correa, José Mujica, Evo Morales y Dilma Rousseff.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró fuera de lugar el pedido de recuento integral de los votos en las elecciones de Venezuela, que dieron vencedor al chavista Nicolás Maduro y que la oposición no reconoce. “No entendemos por qué hay que dudar de la victoria de Nicolás Maduro”, aseguró el mandatario ecuatoriano al ser consultado en una conferencia ante universitarios en Berlín, donde arrancó ayer su gira europea. “No vemos dónde está el problema”, insistió, en relación con las objeciones planteadas entre otros por la Organización de Estados Americanos (OEA) y Estados Unidos, que habían exigido un recuento de todos los votos de las elecciones en Venezuela ante las denuncias de la oposición.
Asimismo, Correa señaló que Maduro disfrutaba, en las últimas encuestas de intención de voto previas a los comicios, de un margen bastante más amplio que el ajustado resultado oficial. El gobierno de Ecuador había pedido anteriormente a todos los presidentes, vicepresidentes y cancilleres de Unasur que asistan este viernes a la ceremonia de investidura de Maduro.
Por su parte, Lula saludó la elección presidencial de Nicolás Maduro y fustigó a Estados Unidos por apoyar el pedido de una auditoría electoral tras los reclamos de la oposición venezolana. “Los estadounidenses frecuentemente se empeñan en discutir una elección. ¿Por qué ellos no se preocupan de sí mismos y dejan que nosotros decidamos nuestro destino?”, afirmó Lula durante un acto político en Belo Horizonte, en el que pidió a los asistentes un aplauso por el triunfo de Maduro.
Mientras tanto, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, felicitó por teléfono a Nicolás Maduro por su elección como presidente de Venezuela y destacó el clima de normalidad en las votaciones del domingo, cuestionadas por la oposición venezolana. En un comunicado, la presidencia brasileña informó que Rousseff se comunicó con Maduro para saludarlo por la victoria y aseguró estar lista para trabajar con el nuevo gobierno. Previamente el canciller brasileño, Antonio Patriota, había felicitado a Maduro por su elección.
A su vez, el presidente uruguayo, José Mujica, felicitó al mandatario electo de Venezuela y llamó a los venezolanos a caminar con diferencias. Entrevistado por la cadena Telesur, Mujica dijo que el nuevo gobierno de Venezuela deberá conformar un equipo con la oposición y la sociedad, porque todos están en el mismo barco. “Venezuela tiene enormes posibilidades y recursos y tenemos que hacer votos para que en su conjunto el pueblo venezolano no desperdicie la oportunidad que tiene de afirmar un país desarrollado hacia el futuro”, subrayó el mandatario uruguayo.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a Estados Unidos de preparar un golpe en Venezuela, tras la sugerencia de la Casa Blanca de que se audite el resultado de las elecciones ganadas por Maduro. “Estoy convencido de que detrás de esas declaraciones, Estados Unidos está preparando un golpe de Estado en Venezuela. Repudiamos, condenamos”, dijo el mandatario en rueda de prensa.
El gobernante boliviano agregó que está convencido de que se trata de una forma de convulsionar Venezuela y crear inestabilidad democrática y política para justificar una intervención, lo cual, a su juicio, es una estrategia conocida de los países imperialistas.
El gobierno de Estados Unidos se mostró sorprendido por la rapidez con la que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamó presidente electo a Nicolás Maduro, evitó reconocer aún su victoria y volvió a solicitar un recuento. “Es difícil de entender la decisión del CNE de declarar a Maduro ganador antes de completar el recuento completo que pidió el candidato de la oposición, Henrique Capriles”, señaló el vocero del Departamento de Estado, Patrick Ventrell. El portavoz dijo que Estados Unidos continúa creyendo necesario resolver las irregularidades de voto y pidió de nuevo que se haga un recuento para asegurar que la población venezolana se sienta incluida en el proceso.
El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, manifestó que no tiene intención de pedir disculpas por las declaraciones sobre Venezuela que irritaron a Maduro y a raíz de las cuales se tensó la relación entre ambos países. “Llamar al diálogo no debe ser motivo de represalias”, dijo Margallo, después de que Maduro advirtiera que Venezuela tomará medidas económicas, diplomáticas y políticas si el gobierno español no rectifica las palabras del ministro.
La Unión Europea confió en que las autoridades venezolanas competentes consideren debidamente todos los recursos electorales, y subrayó la importancia de que el resultado de los comicios presidenciales sea aceptado por todas las partes.
La Internacional Socialista se sumó a la OEA y a Estados Unidos en el pedido para que se haga un recuento de todos los votos de las elecciones en Venezuela. “Que en Venezuela se llegue a la certidumbre de lo que ha sucedido. Si la agenda es buscar la verdad, hay que contar voto por voto. Esto es fundamental porque la legitimidad está basada en que las elecciones sean justas y libres”, afirmó Luis Ayala, secretario general de la IS, en una conferencia de prensa en Caracas.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, felicitó a Maduro por su victoria en las elecciones y confirmó que asistirá el viernes a la ceremonia de investidura donde Maduro asumirá como presidente de Venezuela. En la misma línea, el presidente sirio, Bashar Al Asad, le envió un mensaje a Maduro en el que manifestó su confianza en que continúe la fortaleza de los lazos distinguidos entre la República Arabe de Siria y la Bolivariana de Venezuela bajo el nuevo liderazgo venezolano, como fue durante el mandato del comandante Hugo Chávez.
Fuente:Pagina12
17.04.2013
El presidente había prohibido una marcha opositora que luego el gobernador de Miranda levantó 
Maduro acusó a Capriles por las muertes y lo llamó "cobarde asesino" 
Luego de que el candidato antichavista convocara a movilizaciones el lunes por la noche, se produjeron siete muertes, todas de militantes del PSUV. En un clima de creciente tensión, Maduro pidió "radicalizar la revolución" y su rival en los comicios reiteró las denuncias de fraude. 
Por: Felipe Yapur 
Si sólo se tratara de una guerra dialéctica es posible que la tensión hubiese disminuido al menos un poco en Venezuela. Sin embargo, eso no sucedió porque entre la noche del lunes y la madrugada de ayer se produjo la muerte violenta de siete personas.

Todas las víctimas son militantes chavistas que murieron por el ataque de seguidores del derrotado Henrique Capriles durante el asedio a sedes del PSUV, el partido oficialista, y Centros de Diagnósticos Integrales (CDI), donde atienden los médicos cubanos.

En ese sentido, el presidente Nicolás Maduro fue contundente al señalar que el líder opositor "es responsable de los muertos que estamos velando, se lo digo yo, presidente de la república y usted tiene que responder por todo lo que hizo".

Más aun, tildó al gobernador del Estado de Miranda de "cobarde asesino" por haber llamado a manifestarse en forma violenta contra el resultado del comicio sin medir consecuencias.

Más tarde, Capriles intentó desconocer esa acusación ignorando las muertes y concentrándose sólo en el supuesto fraude que lo tuvo como principal perjudicado. De todas formas anunció la suspensión de la marcha convocada para hoy.

Por ahora, prefiere continuar convocando a cacerolazos esperanzado por el respaldo que obtuvo del gobierno de los Estados Unidos y del titular de la OEA. La estrategia de Capriles parece tambalear. Las muertes violentas que provocaron sus seguidores bien podrían haber generado una reacción del mismo estilo por parte del chavismo que, además, cuenta con las herramientas del Estado.

Sin embargo, el presidente Maduro llamó a mantener la calma, la paz y respetar la democracia.

En todo caso, la "venganza" chavista se expresó con la decisión del gobierno de trasladar a la justicia la investigación de los asesinatos. "Puede tener garantía Venezuela y el mundo, de que no vamos a caer en la violencia, yo soy un demócrata, un cristiano", afirmó el presidente Maduro.

¿Qué hubiera pasado si yo me vuelvo loco, como el candidato de la burguesía, y llamo al pueblo a la calle, a la violencia? Usted (por Capriles) es el responsable de todo lo que está ocurriendo", dijo durante la inauguración de un Centro de Diagnóstico Integral similar a los que sufrieron ataques y donde incluso un matrimonio resultó muerto. Maduro evitó caer en la provocación y ya comenzó a gobernar.

Ayer además de la inauguración del centro de salud, condujo una reunión con los más altos funcionarios de la potente y estratégica petrolera estatal PDVSA. En ambos encuentros ratificó que las elecciones presidenciales del pasado domingo fueron transparentes, constitucionales, legítimas y verificadas incluso internacionalmente. "Nadie está por encima de la Constitución.

Yo no traiciono a mi pueblo, poniéndome de acuerdo con un burgués para violar los resultados electorales, para cambiar la voluntad popular. Conmigo no cuentes, burgués", dijo. Luego destacó que si la oposición sigue con los hechos de violencia en el país, está decidido a radicalizar la Revolución Bolivariana.

"Aquí no hay pacto con la burguesía. Aquí lo que hay es una revolución. Si siguen con la violencia estoy dispuesto a radicalizar la revolución", expresó. Fue en este contexto que luego anunció que no autorizará la realización de la marcha prevista para hoy convocada por Capriles.

Para el chavismo esta medida es la mejor forma de evitar el encuentro callejero entre oficialismo y oposición, de imprevisibles consecuencias. Los hechos de violencia afectaron los planes de la oposición. Capriles intentó reducir el daño que le infligió su propia gente.

Durante la tarde de ayer, en una conferencia de prensa, buscó despegarse de esos sucesos y acusó al gobierno de ser el verdadero instigador de las causas que llevó a que se produjeran las muertes. Es más, aseguró que no iba a "pisar el peine" que Maduro le estaba armando porque, entiende, las afirmaciones de Maduro tienen como objetivo el ocultar lo que considera como el verdadero problema: su exigencia de que se auditen todos los votos y no sólo el porcentaje que impone la ley, el 54% de las urnas.

En ese sentido, anunció la suspensión de la marcha que había convocado para hoy: "El gobierno es el que quiere la violencia", dijo con exagerada convicción pero ni siquiera se lamentó por las muertes. Es más, advirtió que llegaba a esta decisión fruto de una serie de informes que le habrían acercado miembros de la Fuerza Armada Bolivariana (FAB), agentes de los servicios de inteligencia local e incluso empleados públicos, sobre la posible infiltración que planificaba el gobierno en la marcha que pensaba encabezar.

"La arrechera (enojo) es mejor pagarla con las cacerolas y no con nuestros hermanos", dijo en un elíptico reconocimiento de que las muertes fueron provocadas por sus seguidores.

Es más, pidió a su gente que sólo continúen los cacerolazos, pero advirtió que debían realizarlos dentro de sus casas. Al cierre de esta edición, la noche de Caracas era musicalizada nuevamente por cacerolas y bombas de estruendo. En un día que lo mostró particularmente activo, Maduro habló nuevamente durante la inaiguración de un hospital en el céntrico estado de Aragua.

En esta opcasión, la tercera de la jornada, llamó a salir a la calle y para concretar un "gran cohetazo" para hacerle frente al "cacerolazo" que por segundo día consecutivo convocó Capriles. "Si ellos convocan al cacerolazo del odio, nosotros convocamos al cohetazo bolivariano y popular", dijo Maduro.

"Que vengan por mi si quieren, estoy listo para rendir mi vida pero quiero paz para este pueblo", afirmó, para espetarle al opositor que "los golpistas ya empezaron a recular hoy, a retroceder, pero por mucho que retrocedas tienes que verle la cara a la justicia más temprano que tarde".

Más allá de los cruces dialécticos, lo cierto es que la muerte de siete personas parece haberse convertido en una lamentable y única válvula de escape que permitió, al menos por ahora, disminuir la presión que provocó la decisión del derrotado Capriles de resistir en las calles el resultado electoral de la Venezuela bolivariana.


17.04.2013 

hubo una escalada contra militantes e instituciones del psuv y el estado 
El llamado a "descargar la arrechera" que desató violencia en todo el país
Capriles se permitió ironizar que si lo procesaban sería por convocar a un cacerolazo, pero una fiscal analiza su responsabilidad penal. 
Por: Felipe Yapur 
El lunes, con la derrota sobre sus hombros, Henrique Capriles lanzó a sus seguidores una temeraria convocatoria que la tradujo en salir a la calle para "descargar la arrechera (enojo)" para resistir el supuesto fraude que había sufrido en los comicios del pasado domingo. Ese llamado provocó una escalada de violencia que se dirigió a todo aquel que osara expresar su simpatía con el gobierno chavista, y cuya sangrienta consecuencia se tradujo en siete muertos y 61 heridos.

En el estado de Miranda fueron dos los muertos. En el petrolero estado de Zulia murieron tres personas, una en Táchira y otra en Sucre. Además, los furiosos seguidores de Capriles la emprendieron contra ocho Centros de Diagnóstico Integral (CDI), instituciones creadas para desarrollar la misión Barrio Adentro, esa donde médicos cubanos y venezolanos atienden a las poblaciones más necesitadas y que fueron incendiados. La misma suerte corrieron tres sedes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y tres sucursales de Mercal (Mercado de Alimentos).

Estos últimos forman parte de otra de las misiones o planes sociales que lleva adelante el gobierno chavista y que consiste en la organización de mercados a través de los cuales el Estado vende a precios populares alimentos de primera necesidad.

Todas las muertes fueron a causa de heridas de balas. La que más conmovió fue la del matrimonio José Luis Ponce y Rosilis Reyes, ambos se encontraban en el sector conocido como La Limonera, ubicado en el municipio Baruta del estado Miranda y cuyo gobernador es justamente Capriles.

La pareja estaba junto a otros chavistas festejando el triunfo de Maduro. Según relató el canciller Elías Jaua, oriundo de esa zona, mientras festejaban pasó una caravana opositora desde donde se efectuaron disparos. En el estado de Sucre, ubicado en la región noreste del país, Ender Agreda de 21 años participaba de una caravana que festejaba el triunfo de Maduro. De repente, se escucharon una serie de disparos. Uno de ellos terminó con la vida del joven y dejó heridos a Moisés Idrogo y Álvaro Bastardo.

La seguidilla violenta se reprodujo también en el estado de Zulia. Allí fue muerto Luis García Polanco, de 24 años, quien se encontraba con un grupo de jóvenes frente a la sede local del Consejo Nacional Electoral (CNE), allí fue baleado mientras manifestaba el rechazo al llamado violento realizado por Capriles.

No trascendieron las identidades de los otros dos fallecidos. En tanto, en el estado de Táchira ubicado en el extremo occidental del país y que limita con Colombia, Henry Manuel Rangel había mantenido una discusión con un grupo de antichavistas. Cuando se alejaba de ellos recibió tres disparos en su espalda.

Tenía apenas 32 años. Capriles no se hizo cargo de estas muertes. Incluso ni siquiera hizo referencia cuando mantuvo una reunión con periodistas. Sin embargo, la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, expresó que no descarta la posibilidad de que el llamado y las convocatorias a marchas y concentraciones con acento violento, tengan la intención de atentar contra la vida y, por lo tanto, Capriles podría ser citado a declarar. Enterado de ello, el ex candidato presidencial recurrió a una frase por lo menos controvertida: "Sería la primera vez en el mundo que se abre una causa penal por convocar a un cacerolazo."


17.04.2013

alegó que tenía información de que sería "infriltrada" por el gobierno para generar violencia
Capriles suspendió la marcha de hoy
En una conferencia de prensa en la que se mostró efusivo y desafió al mandatario electo, el líder de la oposición mostró presuntas pruebas de irregularidades cometidas en la elección del domingo.

El líder de la derecha venezolana, Henrique Capriles, suspendió la marcha que había convocado para ir hoy hasta la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), en Caracas, donde presentaría un petitorio para que se haga una auditoría del escrutinio de las elecciones del domingo.

"Me advirtieron que el gobierno pretende infiltrarnos la movilización para desatar la violencia", dijo. En realidad, Capriles se vio forzado a tomar esa decisión luego de que, tras los hechos de violencia desatados el lunes por la oposición, el gobierno prohibiera la marcha para evitar nuevos episodios trágicos.

Capriles insistió con la idea de que "el gobierno necesita que haya violencia para tapar las irregularidades producidas para escamotearnos la victoria" una conferencia de prensa en la que mostró presuntas pruebas de que se había cometido fraude en el conteo de votos.

El candidato opositor, que en todo momento se cuidó de no emplear la palabra fraude, pasó por alto y no respondió a una denuncia lanzada por Maduro, pese a que afecta por igual al gobierno de los Estados Unidos y a la oposición.

El gobierno acusó a Washington de haber organizado y financiado "a los grupos nazis de la oposición que el lunes ensangrentaron las calles de Caracas", razón por la cual fue prohibida la marcha prevista para hoy.

"No vamos a movilizarnos, el que salga está del lado de la violencia, está haciéndole el juego al gobierno, que quiere que haya más muertos en el país", dijo Capriles, y en lugar de la marcha convocó a celebrar "cacerolazos" durante todos los días de la semana.

El candidato derrotado dijo que con sus acusaciones a la oposición sobre "supuestos" hechos de violencia, el gobierno intenta desviar la atención de lo importante, que es quitar cualquier velo de duda a los resultados de las presidenciales, en las que Maduro fue declarado ganador para suceder hasta 2019 al fallecido Hugo Chávez.

"Cuando le dije (a Maduro) que cuenten los votos, me dijo que tenía que consultar, ¿con quién, con Raúl Castro, con alguien que anda por ahí que no sabemos quién es? Ese es el problema de los liderazgos que no son construidos", señaló el líder derechista, que aseguró que en algún momento que no especificó el CNE y el gobierno habían aceptado el proceso de auditoría que reclama: "Las partes estuvieron de acuerdo pero horas después todo cambió", señaló.

"Por donde uno va la gente pide que se cuenten los votos y opinan que ganó Capriles", agregó refiriéndose a sí mismo. "Si el gobierno quiere ser legítimo, debe aceptar el recuento." Cuando se le preguntó cómo explicaba su posición y cómo pensaba remontar la situación cuando la inmensa mayoría de los países ya felicitaron a Maduro y lo reconocen como el presidente legítimo, Capriles dijo que no era así.

"Hable con muchos presidentes y con los organismos internacionales de los que Venezuela es parte y eso no es así", dijo. Entre esos organismos citó a la OEA y a las Naciones Unidas. En una definición de lo que haría de resultar electo, ignoró la pertenencia venezolana a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Mercosur.


17.04.2013
Todos los países de la unasur, menos el suspendido paraguay, lo reconocieron 
Maduro recibió el apoyo regional 
Salvo Paraguay, todos los países de la Unasur reconocieron el triunfo electoral del nuevo presidente venezolano Nicolás Maduro. La presidenta Argentina, Cristina Fernández, junto a su par boliviano, Evo Morales, el uruguayo José Mujica y el nicaragüense Daniel Ortega confirmaron además su asistencia a la juramentación del viernes. La Organización de Estados Americanos (OEA), que actualmente es muy cuestionada por sus integrantes, compartió la política de EE UU y avaló la necesidad de un recuento de votos antes de reconocer al sucesor de Hugo Chávez. 
"Buena parte de los presidentes de América Latina y el Caribe van a estar presentes" en la capital venezolana el viernes, aseguró el canciller Elías Jaua ante la prensa.

Uno de los ausentes con aviso será el presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien se encuentra en una gira por Europa organizada antes de que se conocieran las fechas de las elecciones.

Sin embargo, el mandatario ecuatoriano anunció que siempre se pueden hacer ajustes de último momento en la agenda y abrió la posibilidad de estar presente.

En consonancia con esas declaraciones, el vicecanciller ecuatoriano, Marco Albuja, escribió en su cuenta de Twitter que convocaba a "todos los Presidentes, Vicepresidentes y Cancilleres de la UNASUR a asistir el viernes a la posesión del Presidente Electo".

También fueron significativos los apoyos de los gobiernos de Colombia y Chile cuyos mandatarios, Juan Manuel Santos y Sebastián Piñera, no comparten la misma línea ideológica del gobierno bolivariano. Ambos reconocieron rápidamente los resultados y felicitaron a Maduro.

El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, por su parte, salió al cruce de las críticas de la oposición al presidente Ollanta Humala a raíz de haber saludado la victoria electoral de Maduro.

Roncagliolo explicó que a "la autoridad electoral hay que respetarla. No se puede decir que el presidente se ha adelantado, porque antes nuestros socios de la Alianza del Pacífico, los jefes de Estado de México, Colombia y Chile felicitaron a Maduro". "También lo hicieron nuestros socios de Unasur", detalló el diplomático peruano.


17.04.2013 

Sostuvo que el sistema electoral del país sudamericano fue certificado por varias ong 
Cristina le pidió a Estados Unidos que reconozca la victoria de Maduro
La presidenta advirtió sobre el clima de violencia en Venezuela y pidió que "no se incentiven más muertes". Viajará a la asunción.
Por: Ana Clara Pérez 
Cotten Durante un acto en el que presentó los avances en la gestión de residuos sólidos urbanos en todo el país y entregó fondos para municipios, la presidenta Cristina Fernández le pidió ayer al gobierno de los Estados Unidos que reconozca la victoria de Nicolás Maduro en Venezuela para frenar la escalada de violencia.

"Esto va a contribuir a la paz", aseguró y solicitó que "no se incentiven las peleas porque terminan con muertes". Además, confirmó que el viernes estará presente en la asunción presidencial junto a otros mandatarios latinoamericanos con el objetivo de legitimar el resultado.

La presidenta reservó el último tramo del acto para comentar la situación en Venezuela y para pedirle a los Estados Unidos que convalide la victoria de Maduro. "Me atrevo a pedirle al gobierno de los Estados Unidos que reconozca al gobierno venezolano.

El sistema electoral que tienen fue certificado por muchas ONG americanas, como la Fundación Carter, que lo señaló como uno de los más certeros del mundo", analizó y felicitó a al candidato opositor Enrique Capriles por haber suspendido una marcha de protesta que se estaba organizando en Caracas.

Luego, reconoció que la diferencia de 1,6% fue "escasa", pero recordó que cuando el ex presidente Néstor Kirchner perdió las elecciones legislativas en 2009, aceptó la derrota.

"Cuando uno acusa a otro de fraude, tiene que mostrar las pruebas", advirtió, al referirse a la actitud que tomó Capriles en las últimas horas.

"Por eso es importante que el gobierno de los Estados Unidos lo reconozca –insistió– Yo no recuerdo que ningún país sudamericano haya cuestionado las elecciones en La Florida", sostuvo, en referencia a las acusaciones de fraude electoral en las elecciones de 2000 en las que ganó George Bush por un índice ínfimo. Además, vinculó el poder de los Estados Unidos con una responsabilidad intrínseca: "Cuanto más poder tiene alguien, eso conlleva una responsabilidad mayor."

Después, adelantó que el viernes estará en Caracas "junto a otros colegas latinoamericanos" para la asunción de Maduro "como una militante política de toda la vida y como hermana del pueblo venezolano". La presidenta tomó la decisión de viajar luego de que varios mandatarios de la Unasur coordinaran sus agendas para poder estar en Caracas y legitimar el triunfo de Maduro.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró ayer desde su cuenta de Twitter que toda América Latina "está llamada a defender la soberanía de cada país" y exhortó a "no dejar que la violencia gane la batalla". Además, el gobierno de Ecuador le solicitó al resto de las naciones que integran la Unasur que envíen representantes para la asunción del mandatario venezolano.

El pedido para que los Estados Unidos acepte el resultado de la elección que hizo ayer la mandataria es parte de una estrategia que inició ayer el ex mandatario brasileño Luiz Inàcio "Lula" da Silva.

Durante un acto en Belo Horizonte, pidió un aplauso por el triunfo de Maduro y le pidió a Washington que reconozca el resultado de la elección y que deje de abogar por el recuento de votos que impulsa Capriles: "Los estadounidenses frecuentemente se empeñan en discutir una elección, ¿Por qué ellos no se preocupan de sí mismos y dejan que nosotros decidamos nuestro destino?"

Durante el acto en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, la jefa de Estado presentó el resultado de las inversiones para gestionar los residuos urbanos y se refirió a las últimas inundaciones en La Plata y en la Ciudad de Buenos Aires. Al respecto, Cristina Kirchner aseguró que las inundaciones "no son de ahora, son de siempre", y le pidió a los intendentes y a los gobernadores colaboración para mantener la limpieza que, si bien "no impide que sucedan cosas, las morigera notablemente y no las torna mortales".

"Le pedimos a la Corte que involucre a todas las jurisdicciones, la Nación sola no puede, necesitamos de la provincia, de la Capital, la Capital, la Capital", repitió la mandataria, remarcando de esta manera a la ciudad que gestiona Mauricio Macri.

"Puedo decirlo acá porque se lo dije personalmente al responsable", agregó. También celebró que ayer se cumplió un año desde que el país recobró la soberanía hidrocarburífera con la nacionalización de YPF y anunció que junto a Miguel Galuccio decidieron lanzar un plan con obras muy importantes para localidad de Las Heras, en Santa Cruz.

17.04.2013 
chacho Álvarez, preocupado por los actos de la oposición 
Los enviados de la Unasur no dudan del sistema electrónico 
El ex vicepresidente argentino, el ex presidente guatemalteco Álvaro Colom y el juez de la Corte uruguaya, Wilfredo Penco, confían plenamente en el CNE. 

El escenario es muy complicado y si se plantea resolver las diferencias en la calle puede haber mucha violencia y eso es preocupante." Para Carlos "Chacho" Álvarez, la situación en Venezuela es delicada porque, a diferencia del 7 de octubre, cuando Hugo Chávez derrotó por más del 10% a Henrique Capriles, esta vez el resultado fue tan ajustado que, según el jefe de la misión de acompañamiento de la Unasur, la oposición intenta poner en discusión el resultado.

Mientras, opinó ante Tiempo Argentino que "el chavismo deberá procesar y abrir una discusión sobre cómo se reconstruye una mayoría, ahora sin su líder".

El ex presidente de Guatemala, Álvaro Colom, y el vicepresidente de la Corte Electoral de Uruguay, Wilfredo Penco, coincidieron con Álvarez en cuanto a los límites que tiene cualquier misión de acompañamiento y a las posibilidades que tuvieron los fiscales de la oposición para auditar todo el proceso de votación.

"El sistema de votación venezolano es confiable y está blindado, es el mejor de América Latina, un fraude es imposible", dijo Colom. "El que no lo vea es algo más que un ciego –agregó–, aquí se jugó y se ganó, por uno, por diez, por 100 mil votos, no importa, aquí hubo un pueblo que se expresó democráticamente en una dirección”.

En cuanto a las presuntas irregularidades sobre la quema y desaparición de papeletas electorales, aseguró que le tocó actuar en un "área crítica, donde se hacían las auditorías", y no vio ninguna prueba sobre esas denuncias. El uruguayo Penco coincidió en todo y agregó que "el recuento de votos, como se conoce en nuestros países, no está previsto en la normativa electoral venezolana.

Lo que se hace –explicó– es una auditoría de las máquinas electorales, que son sorteadas en un 52% para que se coteje la cantidad de comprobantes de las máquinas con el acta que surge del voto electrónico, y todo dio perfecto." Álvarez dijo ayer a este diario que el resultado de la elección del domingo no está en discusión ya que "fue tan normal como la del 7 de octubre".

Al igual que Colom y Penco, el ex vicepresidente argentino aseguró que la oposición participó con sus expertos de todas y cada una de las auditorias técnicas realizadas –más de diez– y "por eso no puede dudar del resultado que es producto de la totalización de todas las máquinas auditadas". Para Álvarez, el reclamo de recuento de votos "no es pertinente ni tiene asidero".

Según relató, "la oposición habla mucho de lo que llaman el ventajismo político", que consiste en el uso de los recursos del Estado para la campaña y porque la ventaja por la que ganó Maduro fue tan exigua que se pretende instalar la idea del fraude, aprovechando que no tiene el carisma ni la fuerza de Chávez.
Fuente:TiempoArgentino


16.04.2013 

La Unión Europea retrasa el reconocimiento del triunfo de Maduro 
El organismo confió hoy en que las autoridades venezolanas competentes consideren "debidamente todos los recursos" electorales, y dijo que el resultado de los comicios presidenciales debe ser aceptado por todas las partes. 

La portavoz comunitaria de Exteriores Maja Kocijancic, preguntada por la situación en el país latinoamericano en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea (CE), señaló: "Hemos tomado nota del anuncio por parte del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) de la elección del señor (Nicolás) Maduro", y agregó que la UE considera "importante que el resultado sea aceptado por todas las partes". 

"Creemos que todos los recursos deben ser considerados debidamente por las autoridades competentes en Venezuela y animamos a todas las partes a trabajar de forma constructiva para promover el bueno gobierno", añadió Kocijancic.

La portavoz no quiso entrar en más detalles sobre la postura europea ante la polémica desatada en Venezuela y explicó que la UE publicará próximamente un comunicado oficial sobre el resultado de las elecciones.

Más en general, la portavoz comunitaria llamó las autoridades venezolanas a involucrar a "todos los segmentos de la sociedad" del país y recordó la disposición de la UE a apoyar esa tarea.

Maduro ha sido proclamado ganador de las elecciones de Venezuela con 7.563.747 votos (50,75 % de los sufragios) frente a los 7.298.491 (48,97 %) que obtuvo su rival, Henrique Capriles, que no reconoce los resultados y exige un recuento manual. Hasta ahora, la presidente del CNE, Tibisay Lucena, ha defendido el sistema de recuento automatizado y señaló que si alguna de las partes ve elementos para impugnar el resultado dispone de vías legales para hacerlo.
Fuente:InfoNews


16.04.2013 
Venezuela: cesan los disturbios y suspenden la marcha opositora, pero no afloja la tensión 
Venezuela continuaba en tensión, luego de que el presidente interino y electo, Nicolás Maduro, y el líder de la oposición, Henrique Capriles Radonski, cruzaran graves acusaciones, pese a que no volvieron a registrarse episodios significativos de violencia como los del lunes, donde hubo 7 muertos, y a que los adversarios del gobierno suspendieron una marcha a la que habían convocado para mañana. 
El país vivió por un lado la vuelta a la actividad plena del comercio y casi plena de las escuelas, tras la “resaca” típica de los lunes que suceden a una jornada electoral, que los venezolanos comienzan a las tres de la mañana y terminan una vez que se conocen los resultados y los principales candidatos dan sus discursos.

Por la mañana hubo manifestaciones opositoras frente a sedes del Consejo Nacional Electoral (CNE) en varias capitales de estados provinciales y hostigamiento de grupos aparentemente identificados con el gobierno a estudiantes de dos facultades de la Universidad Central de Venezuela (UCV), por lo que su rectora, Cecilia García Arocha, suspendió toda actividad hasta el lunes próximo.

Pero tras la aparente normalidad, transcurrió una jornada nerviosa, sobre todo después de que la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, anunciara que en ataques en diversas ciudades del interior, ocurridos anoche, se registraron siete muertos -6 simpatizantes chavistas y un policía-, 61 heridos y 135 detenidos.

La fiscal también reportó destrozos en centros médicos, sedes de la compañía telefónica estatal, otros edificios gubernamentales y negocios privados, y sostuvo que esos hechos fueron “incitados por la derecha venezolana”.

Tras la declaración de Ortega, los principales voceros del oficialismo endurecieron el discurso y Maduro hizo dos serias advertencias: que ordenaría prohibir la movilización a que la oposición había convocado para mañana frente al CNE y que estaba “dispuesto a radicalizar esta revolución”.

Capriles decidió entonces suspender la marcha de mañana, pero insistió en reclamar el conteo manual de la totalidad de los votos de la elección del domingo, en la que fue derrotado por Maduro, según el resultado oficial del CNE.

Pero el jefe de la oposición subió su apuesta al afirmar que tenía “información de inteligencia”, según la cual el gobierno se proponía “infiltrar personas” en la manifestación de mañana.

“El que se pone del lado de la violencia no está del lado de este proyecto, y el gobierno quiere violencia, son ellos quienes están detrás de la violencia; yo ya conozco su libreto”, agregó.

Capriles pidió “que se calme un poquito” a Maduro, porque “el que está en Miraflores (sede del gobierno) es el que debe garantizar la paz del país”, y convocó para esta noche a un nuevo cacerolazo, similar al de anoche, para “drenar toda la arrechera (bronca) con las ollas y no con los hermanos”.

Además, responsabilizó al oficialismo por ataques a la sede de la gobernación de Miranda -de la que aún está en uso de licencia por la reciente campaña electoral- y aseguró que sectores del gobierno estaban “convocando para una movilización mañana frente a la casa del gobernador” en Los Teques, capital del estado.

Maduro replicó un rato después llamando “cobarde asesino” a Capriles, acusándolo directamente de haber instigado los hechos de violencia de ayer, comparándolo con el Pedro Carmona -aquel empresario que asumió la Presidencia durante el fugaz golpe de estado de 2002- y afirmando que no lo reconoce como gobernador del estado Miranda.

En un mensaje transmitido por la cadena nacional de radio y televisión desde Maracay, en el estado Aragua, Maduro aseguró que Capriles “ordenó atacar la casa de Tibisay Lucena”, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, y agregó: “Como jefe del Estado, yo no te reconozco como gobernador”.

“Este nuevo Carmona está listo para irse a Nueva York, es un cobarde asesino”, dijo Maduro, quien convocó a los simpatizantes oficialistas a que salieran a las calles a las 20 -misma hora del cacerolazo convocado por Capriles- a “hacer un gran cohetazo” y tocar instrumentos de percusión.

Capriles “es peor que Carmona; Carmona fue un burgués de carrera, éste ha sido un simulador de la política”, dijo Maduro, quien evitó mencionar al líder opositor por su nombre y afirmó también que el exalcalde Leopoldo López “es el responsable de la violencia, él la coordina con la embajada de Estados Unidos”.

Mientras tanto, varios medios locales reportaron que el diputado opositor William Dávila fue agredido esta tarde durante la sesión de la Asamblea Nacional (parlamento) y mostraron una foto en la que se lo ve con el saco y la camisa ensangrentados, y enjugándose la frente con un pañuelo.

La herida de Dávila, informaron esos medios, fue consecuencia de un enfrentamiento entre parlamentarios oficialistas y opositores.


16.04.2013
TRAS LAS ELECCIONES 
Morales acusó a EEUU de gestar un golpe de Estado contra Maduro
El presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a Estados Unidos de preparar un golpe en Venezuela, tras la sugerencia de la Casa Blanca de que se audite el resultado de las elecciones del domingo pasado ganadas por Nicolás Maduro. 
"Estoy convencido de que detrás de estas declaraciones, Estados Unidos está preparando un golpe de Estado en Venezuela. Repudiamos, condenamos", agregó. 

El gobernante boliviano agregó que está "convencido de que se trata de una forma de convulsionar" Venezuela y crear inestabilidad democrática y política para justificar una intervención, lo cual, a su juicio, es una estrategia conocida de los países imperialistas. 

Los últimos datos oficiales en Venezuela señalan que Maduro obtuvo 7.575.506 votos (50,78%) y Capriles, 7.302.641 (48,95%), una separación de 1,83 puntos porcentuales. 

El Gobierno de Estados Unidos, al igual que la Internacional Socialista, respaldaron la petición de Capriles de que se recuente cada voto emitido en las elecciones del domingo. 

El líder opositor dijo que no reconocerá los resultados electorales hasta que se haga el recuento y pidió a sus seguidores manifestarse pacíficamente para lograrlo.

Morales agregó que los gobiernos antiimperialistas defenderán la democracia en Venezuela porque Estados Unidos "busca acabar con los presidentes, gobiernos, partidos que salen de los pueblos para enfrentar políticas económicas que traen desigualdades". 

Una forma de defender la democracia en Venezuela sería "una cumbre de jefes de Estado", apuntó Morales, quien insistió en su respaldo a Maduro y "la revolución bolivariana de Venezuela". 

"Lamento mucho que el presidente (Barack) Obama al igual que otros expresidentes se dediquen a conspirar y conspirar contra gobiernos y presidentes que no coinciden en programas", insistió.

"Maduro ganó las elecciones limpiamente" y los resultados deben ser respetados porque de esa forma se garantiza la democracia, subrayó, para luego señalar que el viernes asistirá a la ceremonia de investidura del nuevo mandatario en Caracas. 

En su intervención, Morales también comentó que Estados Unidos no tiene ninguna moral, ni autoridad para cuestionar los resultados en las elecciones de cualquier país de Latinoamérica o el Caribe. 

En ese sentido, mencionó el triunfo de George W. Bush en 2004 con un 50,7 % de los votos y el de la elección de Barack Obama a fines del año pasado con un respaldo en las urnas de 51,1 %. 

"¿Qué país del continente, qué organismo internacional ha pedido auditoría o control, o ha desconfiado de esas elecciones? Los resultados se respetan", dijo Morales según consignó la agencia EFE.

"Un país que no respeta los resultados como Estados Unidos es un país intervencionista, un país golpista", remarcó.
Fuente:Telam

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