20 de junio de 2013

BRASIL.

MIÉRCOLES, 19 DE JUNIO DE 2013Sao Paulo amaneció con nuevas protestas, tras una agitada nochePL
La ciudad brasileña de Sao Paulo amaneció hoy con nuevas protestas, tras una agitada noche de marchas pacíficas y actos vandálicos, que dejaron un saldo de 63 detenidos, según la Secretaría Estadual de Seguridad.

Una nueva marcha se registra por la calle Mirim, zona sur de la urbe, en contra del aumento del pasaje del transporte urbano y por más recursos para los sectores de educación y salud.

Más de 300 personas de los Movimientos Sin techo y Por una Vivienda avanzan de manera pacífica por esa vía, lo cual generó la paralización del tránsito vehicular.

En Sao Bernardo do Campo, municipio del área metropolitana de Sao Paulo, varias personas prendieron fuego a neumáticos colocados en la ruta que conduce a la ciudad y interrumpieron la circulación de autos en ambos sentidos de esa arteria.

Al igual que en otras protestas, los manifestantes reclaman una reducción del valor del pasaje de los ómnibus, trenes y metro (ferrocarril subterráneo), así como mejoras en la atención médica, y una educación de calidad.

Estas movilizaciones ocurren pocos después de otra gran manifestación ocurrida anoche en la avenida Paulista, donde 50 mil personas -según medios de prensa locales- demandaron por sexta ocasión la reducción de la tarifa del transporte.

El secretario estadual de Seguridad, Fernando Grella, afirmó que 63 brasileños fueron arrestados durante la noche y esta madrugada debido a los actos de vandalismos, el saqueo de 18 comercios y seis agencias bancarias en la zona central de esta urbe.

Puntualizó que un grupo de ciudadanos aprovechó la protesta pacífica para cometer actos de violencia, que comenzaron con los intentos de ingresar a la Prefectura de Sao Paulo, donde rompieron cristales y ventanas, y siguieron con la quema de dos autos y los saqueos de tiendas en áreas comerciales.

Además de esta urbe se registraron protestas en las ciudades de Dutra, Raposo Tavares, Socorro y M'Boi Mirim, ubicadas todas en la zona metropolitana.

Las movilizaciones, iniciadas el pasado día 3 en Sao Paulo contra el aumento del pasaje del transporte público, adquirieron fuerza hasta extenderse por principales municipios de varios estados, sumando a su paso otros reclamos.

En este contexto, el gobierno federal anunció el envío de efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad a cinco de las seis ciudades que acogen partidos de la Copa Confederaciones de fútbol.

Belo Horizonte, Brasilia, Fortaleza, Río de Janeiro y Salvador contarán a partir de este miércoles con refuerzo militar, con excepción de Recife.

MIÉRCOLES, 19 DE JUNIO DE 2013
"No vamos a permitir que parasiten nuestra agenda"Por Igor Carvalho (FORUM - BRASIL DO FATO - ANRED)
Después de la histórica noche del lunes pasado 17, cuando al menos 235.000 personas salieron a las calles de Brasil, los sectores de los medios de comunicación tradicionales empezaron a dar a conocer e incluso "sugerir" nuevas agendas y reclamaciones a las protestas, que surgió originalmente para detener el aumento de la tarifa de transporte público.

En una entrevista con el Foro, Luiza Mandetta, miembro del Movimiento Passe Livre (MPL) de São Paulo, reafirmó su compromiso con la agenda de la moción original, que es la cantidad que se cobra al transporte en São Paulo. "No queremos y no permitiremos parasiten nuestra agenda".

Foro - Después de las protestas de ayer, se ha hablado mucho en las redes sociales, y difundido por algunos medios de comunicación, que las agendas son más amplias, a través de temas como el aumento de la inflación, el voto en PEC 37 e incluso destitución de la presidenta Dilma Rousseff. ¿Es esto cierto?

Luiza Mandetta - No, no hay nada como eso. Estamos en la calle para detener el aumento, por que el pasaje vuelva a los R $3 (3 reales). Este negocio de tratar de poner múltiples agendas y guiando el movimiento no me gusta. Hay muchas personas que quieren poner su propia agenda en los actos y hay que tratar de luchar contra ella, ya que es un riesgo para nosotros. No queremos y no permitiremos que parasiten nuestra agenda en los medios, la manifestación es gigante.

Foro - ¿Si pueden detener el aumento, el siguiente paso puede ser la aplicación de la gratuidad en el pasaje?

Luiza Mandetta - Tenemos un proyecto llamado arancel cero, que es en realidad un proyecto de ley de iniciativa popular que necesita la firma del 0,5% del electorado para ser colocado en la agenda de la Cámara. En la forma en que está estructurado el transporte público, el incremento se llevará a cabo el próximo año en la misma forma. Queremos evitar esto, invertir la lógica que trata el transporte como producto.

Foro - Muchos entienden que el alcalde Fernando Haddad ha sido blanco de ataques más que el gobernador Geraldo Alckmin. ¿Que hay con eso? ¿Es intencional?

Luiza Mandetta - No, esto no es cierto. La presión existe para ambos en la misma manera. En el caso del autobús es que necesita ser derogada por Haddad, que fue elegido por la ciudad, para dar un discurso en el diálogo; pero él no está hablando, es inflexible y no se sienta con nosotros. Al pedir el Ayuntamiento era una mierda, no es un espacio para la deliberación, pero estuvimos allí. Queremos hablar bien. Alckmin es peor, ni demuestra interés en el comercio, y la presión es contra él también, queremos que el aumento del precio del metro y el tren se cancele.

Foro - Ley Llama hoy, poco después de un acto histórico, no corra el riesgo de vaciar la protesta y dar una imagen de desgaste del movimiento?

Luiza Mandetta - Mira, yo creo que no fue y no será un problema. Hoy tendremos 20 o 30 mil en la calle, probablemente no va a ser igual que ayer, pero tenemos que ejercer esta presión constante. Vamos a seguir en las calles hasta que el pasaje de vuelta al precio de R $ 3.
Fuente:Argenpress

MIENTRAS CONTINUAN LAS PROTESTAS EN TODO EL PAIS, EL GOBIERNO ACEPTA LA DEMANDA PRINCIPAL
Marcha atrás para los aumentos en Brasil
Los alcaldes de Río de Janeiro, Eduardo Paes, y de San Pablo, Fernando Haddad, y el gobernador paulista, Geraldo Alckmin, anunciaron formalmente que a partir del lunes los pasajes de autobús y metro vuelven a lo que eran.
Por Eric Nepomuceno
Desde Río de Janeiro
Un móvil del noticiero incendiado ayer durante una protesta en San Pablo.Imagen: Télam
Ha sido un día de tensiones y emociones. Al final de la tarde, luego de la victoria de Brasil sobre México por dos goles a cero (ver pag. 26), y de manera casi simultánea, los alcaldes de Río, Eduardo Paes; de San Pablo, Fernando Haddad, y el gobernador paulista, Geraldo Alckmin, anunciaron formalmente que a partir del lunes los pasajes de autobús y metro vuelven a lo que eran. Es decir: el aumento de veinte centavos –menos de diez centavos de dólar– quedó anulado. El gobernador de Río, el gordito parlanchín Sergio Cabral, que jamás huye de la fascinación de las cámaras, esta vez prefirió abstenerse de enfrentar a la prensa.
El día terminó así: una victoria de Brasil y de los manifestantes que empezaron a quejarse del aumento en los pasajes de autobús y luego vieron su reivindicación transformarse en un movimiento que se expandió por todo el país y por todos los temas, sorprendiendo al gobierno y a la oposición.

Ya por la mañana hubo manifestaciones en San Pablo, con cortes de carreteras y avenidas que conforman el cinturón vial de la mayor ciudad sudamericana. Poco antes del mediodía fue el turno de Fortaleza, donde por la tarde se enfrentarían Brasil y México por la Copa Confederaciones. Horas antes del enfrentamiento deportivo manifestantes y la policía militar local se enfrentaron a dos kilómetros del estadio. Hubo balas de goma, hubo gas lacrimógeno, hubo spray de pimienta y, claro, hubo muchos heridos. Entre los heridos, familias que no tenían nada que ver con la manifestación y sólo querían llegar al estadio. Y también varios turistas mexicanos, atrapados en medio de una refriega de la cual apenas tenían noticia. Uno de ellos, Reinaldo –omitió su apellido–, aseguró a la radio Bandeirantes que desistió de volver al país el año que viene para acompañar el Mundial. Los que, como él, vinieron para la Copa Confederaciones seguramente se asustaron no sólo con las manifestaciones y la violencia policial, sino también con el absurdo de aeropuertos que no funcionan, carreteras que son trampas mortales, precios estratosféricos, desorganización generalizada.

Ayer, en Belo Horizonte y Brasilia, en Niteroi y San Gonzalo, región metropolitana de Río, más manifestaciones, más depredaciones, más enfrentamientos con la policía militar. Al anochecer, una multitud cruzó, caminando, los trece kilómetros del puente que une Niteroi con Río. Y en San Pablo, los jóvenes del MPL (Movimiento Pase Libre, que empezó toda esa historia) anunciaban una nueva manifestación para mañana, pero esta vez, dijeron, para celebrar su victoria.

Y es exactamente en este punto que nace la pregunta: ¿con la victoria, toda esa movilización terminará? ¿Con la marcha atrás en los veinte centavos de aumento en los pasajes de autobús los manifestantes, que han sacudido al país en las últimas dos semanas, se darán por satisfechos?

El drástico cambio de ruta del alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, del PT, se debe en buena medida –si no totalmente– al encuentro que mantuvo, en el anochecer del pasado martes, con la presidenta Dilma Rousseff y con el ex presidente Lula da Silva. El malestar, tanto de los dos como del mismo PT, era y es evidente. En una reunión ocurrida poco antes del encuentro con el alcalde, Lula y Dilma recriminaron, al unísono, la poca visión y la absoluta inhabilidad de Haddad por no haber negociado de inmediato con los manifestantes. El pasado jueves, cuando la policía militar estadual reprimió con brutal violencia a los manifestantes, Haddad debería de inmediato haber dado marcha atrás con el aumento, creen Lula y Dilma. Y en vez de eso prefirió mantenerse firme a pesar de que a aquellas alturas el movimiento de protestas evidentemente se extendería muy rápidamente por todo el país, amenazando no sólo la popularidad sino también la misma estabilidad del gobierno.

Todo eso ocurre en un momento en que hay poco crecimiento económico y en que la gran prensa hegemónica exagera con la inflación (que, en realidad, se mantiene dentro de los parámetros previstos, a pesar de la presión). Como resultado de ese escenario, la popularidad de la presidenta Dilma Rousseff cayó ocho importantes puntos. Luego de las multitudinarias manifestaciones de esos últimos días, podrá caer aún más. Su reelección en octubre del año que viene, considerada hasta ahora un paseo tranquilo, podrá complicarse. La falta de proyecto y de consistencia de la oposición no significa que no se abra espacio para la insatisfacción de grandes parcelas de la población que hasta ahora permanecían en las sombras. De ahí la irritación tanto de Lula como de Dilma con la tenaz persistencia de Haddad en no conceder lo que pedían los manifestantes. Fue preciso que las movilizaciones creciesen a niveles insólitos para que él se diese cuenta de lo obvio.

Ahora, el problema es otro. La petición inicial, la mecha de todo lo que viene ocurriendo, finalmente fue atendida. Pero, ¿y las otras? ¿Y las exigencias de mejor salud pública, mejor educación pública, mejor transporte público? ¿Y las furibundas reclamaciones sobre la inmovilidad de los partidos políticos, de la corrupción, del descrédito de los parlamentarios? ¿Y las denuncias de la falencia de las instituciones?

Por la primera de sus exigencias ganaron las calles. ¿Y por las otras? Esa es la pregunta que tendrá que ser contestada por las autoridades, y con urgencia. Al mismo tiempo: Neymar fue genial en la cancha. ¿Habrá algún Neymar en el gobierno?


ANTES DE CADA PARTIDO LOS MANIFESTANTES APROVECHAN LA ATENCION MEDIATICA
El fútbol multiplicó el impacto de la protesta
La policía reprimió ayer una manifestación de unas 15 mil personas, pocas horas antes del inicio del partido entre Brasil y México, en la ciudad de Fortaleza por la Copa de las Confederaciones. La policía del estado Ceará, donde se encuentra localizada la ciudad, informó que los agentes dispararon balas de goma, gas lacrimógeno y gas pimienta para dispersar a los manifestantes, que habían superado violentamente un control policial en una calle por la cual se accede al estadio Arena Castelao.

Los manifestantes, que protestan contra la organización del Mundial de Fútbol del año próximo, se sumaron a la ola de protestas que se ha instalado en Brasil por varios motivos, pero que se originó en un reclamo contra el ajuste del precio del transporte público. Varios manifestantes lanzaron piedras y palos contra los policías y cantaron consignas contra las remociones de familias pobres de sus casas, la exclusión social y la especulación inmobiliaria y su descontento con la clase dirigente (foto).

Ceará es un estado gobernado por Cid Gomes, del Partido Socialista Brasileño (PSB), aliado del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff. El último domingo hubo también protestas antes de un partido de la Copa de Confederaciones. En esa oportunidad, unas mil personas se enfrentaron con policías en las inmediaciones del estadio Maracaná, en Río de Janeiro, donde jugaron los seleccionados de México e Italia.

Por otra parte, el gobierno de Brasil anunció ayer que desplegará la Fuerza Nacional, un cuerpo de élite de la policía, para garantizar la seguridad en cinco ciudades en las que se celebra la Copa Confederaciones de fútbol. Esta fuerza tendrá presencia en Río de Janeiro, Bahía, Minas Gerais, Ceará y Brasilia, con el propósito de evitar desbordes en las manifestaciones que puedan poner en peligro el desarrollo del torneo.

El entrenador brasileño Luiz Felipe Scolari y varios jugadores de la selección manifestaron su apoyo a cualquier manifestación pacífica por un país mejor. “La selección es del pueblo, somos del pueblo”, aseguró Scolari, que desde que asumió la selección a finales del año pasado, busca reconquistar la confianza de su hinchada, perdida en el mal desempeño del equipo. Los jugadores Daniel Alves, David Luiz y Hulk, de la selección brasileña, expresaron su apoyo a las protestas. “Vemos esas manifestaciones y sabemos que tienen toda la razón, que lo que hablan y dicen tiene total sentido”, dijo Hulk, el atacante del Zenith ruso.

Las manifestaciones, iniciadas el pasado 3 de junio en San Pablo en contra del aumento del pasaje del transporte público, adquirieron fuerza hasta extenderse por principales municipios de varios estados, sumando a su paso otros reclamos. El martes hubo concentraciones en una veintena de municipios y en seis ciudades –Recife, Joao Pessoa, Porto Alegre, Cuiabá, Blumenau y Montes Claros– se anunció la baja en el precio del boleto.

Las protestas podrían afectar los partidos de la Copa ese día, cuando se enfrenten en el Maracaná de Río España y Tahití, y en Salvador, Nigeria y Uruguay. “Brasil nos pidió ser sede de la Copa. Nosotros no se lo impusimos”, dijo el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, citado el martes por el diario O Globo y que fue abucheado junto a Dilma Rousseff el sábado pasado, al inaugurar la Copa Confederaciones en Brasilia.

La situación ocupó la atención del gobierno federal, que llamó a las autoridades de todas las instancias a escuchar el mensaje de la gente por una mejor educación, salud y transporte público, y contra la corrupción.
Fuente:Pagina12

20.06.2013
el senado estudia alternativas para una solución a nivel nacional 
Revisan las tarifas y Brasil se calma 
San Pablo y Río de Janeiro, como otras ciudades, dieron marcha atrás con la suba del transporte.
Tras una nueva jornada de protestas en distintas ciudades de Brasil, que incluyó enfrentamientos con la policía en las inmediaciones del estadio donde la selección local de fútbol se enfrentó con México por la Copa de las Confederaciones, los gobiernos de San Pablo y Río de Janeiro anunciaron la revocación del aumento de tarifas en el transporte público. Pese a esta decisión, que sigue a la de otras ocho localidades que ya habían dado de baja los incrementos, el Movimiento Pase Libre (MPL) convocó a una nueva marcha para hoy para festejar la conquista y para solidarizarse con las ciudades en las que aún no se han reducido las tarifas. 

"Esto significará un gran sacrificio y tendremos que reducir inversiones en otras áreas", aseguró el alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, que integra el gobernante Partido de los Trabajadores (PT). En el mismo sentido se expresó el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), aliado del PT. Estos recortes, sin embargo, podrían ser evitados si prospera un proyecto que el Senado brasileño comenzó a discutir ayer y que buscaba reducir los impuestos al transporte público sin afectar otras partidas presupuestarias.

Los momentos de mayor tensión se vivieron ayer en la ciudad de Fortaleza, donde la selección de fútbol de Brasil enfrentó a su par de México. Horas antes del encuentro unas 40 mil personas marcharon en las inmediaciones cerrando los accesos al estadio. La Policía antidisturbios utilizó bombas de gas lacrimógeno para evitar que los manifestantes traspasaran una barrera de tres kilómetros alrededor de la cancha y, en respuesta, un vehículo policial fue quemado por los manifestantes, que también lanzaron rocas y objetos a los uniformados.

Según analistas locales, las protestas son encabezadas por la clase media, que siente una presión económica muy intensa como consecuencia del costo de vida en el país, debido en parte a una enorme carga fiscal que no retribuye en servicios públicos acordes. Una encuesta entre los manifestantes que asistieron a las marchas de esta semana en San Pablo llevada a cabo por el grupo Datafolha dice que el 77% de los que protestan tienen un título universitario, el 53% son menores de 25 años y el 84% dice que no pertenecen a ningún partido político.
El estudio demuestra que los sectores populares, que son la base del apoyo gubernamental, no están participando de las protestas. La situación económica de los más pobres de Brasil mejoró drásticamente durante los mandatos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, principalmente debido a los programas sociales que han ayudado a 40 millones de personas salir de la pobreza e incorporarse a la clase media en la última década.

Durante la jornada, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) difundió una encuesta encargada a la consultora IBOPE que marcaba que el apoyo al gobierno de Rousseff había caído 8 puntos porcentuales en los últimos tres meses y su imagen había caído en igual proporción. Sin embargo, las sifras siguen siendo muy favorables al ejecutivo, que tiene un 55% de apoyo y Rousseff un 71% de imagen positiva.
Fuente:TiempoArgentino


19.06.2013
luego de las protestas
San Pablo y Río suspenden el aumento de tarifas de transporte
Las autoridades de las ciudades anunciaron la cancelación del aumento de las tarifas de colectivos, subte y tren, tras dos semanas de protestas sociales que se potenciaron a raíz de la represión policial de los últimos días.
Los anuncios se conocieron esta noche en forma coordinada de parte del alcalde carioca, Eduardo Paes, y del gobernador y alcalde de San Pablo, Geraldo Alckmin y Fernando Haddad, respectivamente.

La decisión de dar marcha atrás con los aumentos de tarifas -que llevaba el boleto de colectivo a 1,5 dólares- fue recibida por el  Movimiento Passe Livre (MPL), promotor de las protestas, que de todos modos anunció que mantiene la convocatoria a una manifestación para mañana en San Pablo "para que el pueblo festeje", consignó ANSA.

Las protestas sociales habían mantenido en las últimas horas sus niveles de violencia en las principales ciudades y mientras se disputa la Copa de las Confederaciones de fútbol, a un año de la realización en Brasil del Campeonato Mundial del mismo deporte.

Durante la protesta de esta madrugada en San Pablo los manifestantes destrozaron la sede de la alcaldía, varios edificios públicos y cerca de 80 colectivos, reportó la agencia DPA.

"Pienso que gestos como estos no contribuyen al desarrollo de la ciudad. Lo que sucedió aquí fue una atrocidad contra la ciudad, contra la alcaldía, el Teatro Municipal y la sede del gobierno (provincial)", reaccionó de inmediato el alcalde Haddad.

Los movimientos sociales rechazan los gastos que el país hizo para la organización de la actual Copa de las Confederaciones de fútbol y el campeonato mundial del mismo deporte del año próximo y los Juegos Olímpicos de 2016 mientras, según entienden, existe una falta de planes de promoción social que podrían sacar de la pobreza a millones de brasileños.

Como ya ocurriera el domingo último ante el mítico estadio Maracaná, en Río de Janeiro, hoy hubo otros disturbios en la ciudad de Fortaleza horas antes de que en el Arena Castelao se iniciara el partido entre los seleccionados de Brasil y de México.

En esta oportunidad la policía reprimió a unas 15.000 personas que aprovecharon la atención pública que origina el torneo para reclamar que, en el marco de la organización del campeonato de fútbol, hubo "remociones de familias pobres de sus casas, exclusión social y especulación inmobiliaria". 

19.06.2013
Copa Confederaciones
La policía reprimió a manifestantes antes del partido en Fortaleza
La policía brasileña reprimió una manifestación de unas 15.000 personas pocas horas antes del inicio del partido entre Brasil y México, que se jugaba esta tarde en la ciudad de Fortaleza por la Copa de las Confederaciones, dijeron fuentes oficiales.
La policía del estado Ceará informó que los agentes dispararon balas de goma, gas lacrimógeno y gas pimienta para dispersar a los manifestantes, que habían superado violentamente un control policial en una calle por la cual se accede al estadio Arena Castelao, consignó ANSA.

Los manifestantes, que protestan contra la organización del Mundial de fútbol del año próximo, se sumaron a la ola de protestas que se ha instalado en Brasil por varios motivos, pero que se originó en un reclamo contra el ajuste del precio del transporte público.

Varios manifestantes lanzaron piedras y palos contra los policías y cantaron consignas contra "remociones de familias pobres de sus casas, exclusión social y especulación inmobiliaria".

Ceará es un estado gobernado por Cid Gomes, del Partido Socialista Brasileño (PSB), aliado del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.

El último domingo hubo también protestas antes de un partido de la Copa de Confederaciones.

En esa oportunidad, unas 1.000 personas se enfrentaron con policías en las inmediaciones del estadio Maracaná, en Río de Janeiro, donde jugaron los seleccionados de México e Italia.
Fuente:Telam

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