A Nestor Lellín
de Nora Judith Sorrento (parte de este texto fue leído durante su testimonio el día 30 de julio)
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí la sed, hasta aquí el agua?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el aire, hasta aquí el fuego?¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el amor, hasta aquí el odio?
¿Quién dijo alguna vez: hasta aquí el hombre, hasta aquí no?
Sólo la esperanza tiene las rodillas nítidas. Sangran.
Juan Gelman
Aún cuando veo esas motonetas viejas SiamBretas miro, inoncientemente sigo buscándote, no se donde estás, no se dónde te llevaron y nuncadejaré de setir que yo insistí para que te pongas ese cancan de estrich, prque estaba muy frío esa mañana, aunque era septiempre había autos con muñecos de nieve en su capot. Te fuiste a las 6 de la mañana en el auto de tu padre, a las 8 te llamé y me atendiste, a las 11 volví a llamar a la Fábrica Fíat Concord S.A. Fue cuando me dijeron que no habías ido a trabajar. Fue a patronal cómplice que te entregó a fuerzas militares, te sacaron de la fábrica por el sólo pecado de serdeegado y luchar por los derechos de tus compañeros. NO QUISISTE IRTE, dijiste QUE HABÍA QUE ESTAR CON LOS COMPAÑEROS HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO.
El auto que yo vi ese mediodía en el estacionamiento de la fábrica, luego más tarde también fue llevado y permaneció un año en los cuarteles antes de serle devuelto -con orden judicial- a tu padre. El telegrama de despido fue el 30 de noviembre de 1977 por faltar a su trabajo desde el 6 de septiembre de 1976 (Causa 13/84)
La libertad era su vuelo
a cara descubierta
el latido
paraliza la fábrica
con linaje libertario
al fusco desamparo
el silencio
compone los gemidos
La libertad era su vuelo
a cara descubierta
el latido
paraliza la fábrica
con linaje libertario
al fusco desamparo
el silencio
compone los gemidos.
En la cúspide del amor
y la colina
el mismo horizonte de sueños
recorre mi cuerpo convulsionado
de la Sierra a San Vicente
los volantes furtivos
remontaron en motoneta
colmada
de nobles ideales.
mi vejez y mi ilusión
se hermanan con la foto ambarina
de un jóven elocuente
con su puño siempre en alto.
Mi fantasía es que un dia te encontraré y enterraremos nuestra tristeza, borraremos las huellas del pasado sin olvidar, con la fórmula de ee amor, las flores brotarán aún siendo invierno porque beberemos de la escarchade la mañana. Bastará tan sólo un remanso para que broten flores vivas en nuestro refugio de amor. Entonces sólo vestiremos de luto aquella fría mañana del 6 de septiembre de 1976.
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