24 de agosto de 2013

MEGACAUSA ESMA: El médico sanitarista Carlos Oviedo dio testimonio sobre sus hermanos desaparecidos-TESTIMONIOS DÍAS 81 y 82.

Su hermana Patricia fue secuestrada en la redada de la Iglesia de la Santa Cruz
Causa ESMA: El médico sanitarista Carlos Oviedo dio testimonio sobre sus hermanos desaparecidos

Carlos Gustavo Oviedo, sobreviviente de una familia comprometida con las luchas populares 
El conocido médico sanitarista Carlos Gustavo Oviedo ofreció testimonio sobre el secuestro de sus hermanos Pedro Bernardo y Patria, que permanecen desaparecidos. Dijo que que Pedro fue secuestrado el 26 de junio de 1976 en la céntrica galería de la calle Cerrito 250 donde se imprimía el "Evita Montonera". En cuanto a su hermana Patricia, dijo que militaba en el Partido Comunista y que se integró junto a su madre al incipiente grupo de madres de Plaza de Mayo para intentar rescatar con vida a Pedro, y fue secuestrada el 8 de diciembre de 1977 junto a María Esther Ballestrino de Careaga, la monja francesa Alice Domon y otras mujeres en la redada hecha por el grupo de tareas de la ESMA en la Iglesia de la Santa Cruz, previa infiltración de "Gustavo Niño", que resultó ser el capitán Alfredo Astiz.

El médico dijo que se enteró de la desaparición de su hermano por un llamado de su cuñada Alicia Dellepiane, que fue días después al lugar del secuestro con su padre y personas que trabajaban en la galería les dijeron que se había tratado de un procedimiento de fuerzas conjuntas (Prefectura, Ejército y Armada) en el que habían intervenido aproximadamente cien hombres armados. Qua a Pedro lo habían sacado esposado junto a otras dos personas y que subieron a los tres a un Ford Falcon.
Ese mismo día, en horas de la tarde llegaron varios camiones de las Fuerzas Armadas y se llevaron todas las máquinas, además de secuestrar a otra persona que se encontraba en el lugar.

Recordó que en los días sucesivos su padre presentó un habeas corpus y que mantuvieron reuniones en el Ministerio del Interior. Por su parte, su hermana y su madre se entrevistaron con Monseñor Emilio Graselli pero que todas las gestiones arrojaron resultados negativos.
Asimismo, recibían llamadas a su domicilio en las que le preguntaban por las máquinas y por las actividades de la imprenta. Las personas que llamaban no se identificaban, pero decían saber dónde estaba Pedro Oviedo. De su hermano contó que era docente, representante sindical en CTERA, militante de Montoneros y que tenía 24 años al momento de ser secuestrado.

Sobre su hermana, Patricia Oviedo, señaló que era estudiante de medicina y militaba en el Partido Comunista, y que luego del secuestro de Pedro quedó muy sensibilizada y comenzó a participar activamente en el grupo de familiares de desaparecidos de la Iglesia de Santa Cruz junto a su madre.

El 8 de diciembre de 1977 por la tarde, su hermana concurrió a una reunión del grupo de la Iglesia, donde se ultimarían detalles para la emisión de una solicitada en el diario.
Hacia la noche recibió un llamado en el que le referían que había habido un inconveniente en la iglesia y que su hermana había sido secuestrada. Supo que en ese operativo también había sido secuestrada María Esther Ballestrino de Careaga junto a varios integrantes del grupo, y la monja francesa Alice Domon, a quien su hermana conocía del colegio.
Ese mismo día, mas tarde, fue secuestrada Leonie Duquet. La persona que se había infiltrado en el grupo y las marcaba era Alfredo Astiz. Recordaba la descripción física de Astiz que su hermana le hacía cuando se refería al grupo.

En la búsqueda de Patricia, se interpusieron acciones de habeas corpus. Dos días después mantuvo, junto con su padre, una reunión con el presidente de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP)l, Ricardo Balbín, quien le describió la situación política con la frase “El león salió a comer y la preocupación de la Junta es que no lo pueden meter de nuevo en la jaula”.

Luego de unos días, un conocido que había realizado la gestión para conseguir la citada reunión, de nombre Fernando, le dijo que tenía información no oficial de que todo el grupo de Santa Cruz había sido arrojado al mar. Dijo que nunca tuvo la presencia de ánimo como para contarle este episodio a su madre.

En 2005, Oviedo fue citado por el Equipo de Antropología Forense, a partir del hallazgo de cuerpos en la costa bonaerense. Fue presumiendo que uno podía ser el de su hermana Patricia, pero no fue así.

En otra oportunidad se presentó en el domicilio de su padre una persona que se identificó como "General Güemes", para decir que las Fuerzas Armadas estaban investigando el tema. Esta visita se relacionó con gestiones realizadas por su padre en la embajada de Francia, lo que generó el gobierno galo pidiera explicaciones sobre el hecho.

Por dichos de la sobreviviente Graciela Daleo, supo que su hermana había estado en la ESMA. Daleo la describió físicamente y le dio detalles de su vestimenta, coincidente con el vestido que Patricia Oviedo había llevado a la reunión de ese día. Daleo le dijo que le había visto junto a la monja Leonie Duquet, muy golpeada, ocasión en que le había preguntado su nombre.
Fuente: Instituto Espacio para la Memoria.
Fuente:Telam

21 08 2013 
TESTIMONIOS
Día 81. "Se vivía perseguido", declaró Carlos Oviedo, el hermano de dos desaparecidos
En la audiencia de hoy dio testimonio Carlos por el caso de sus hermanos Pedro y Patricia, quienes siguen desaparecidos. Además, declararon Oscar Rizzo, sobreviviente, y Domingo Zabala, familiar de tres víctimas. 

Los casos de Pedro y Patricia Oviedo (nro. 738 y 493)
Pedro era docente, militante de CTERA y Montoneros. El 26 de junio de 1976 a las 10:30 horas fue privado ilegalmente de la libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley, con Juan Carlos Gualdoni (caso nro. 737) y Carlos Alberto Pérez (caso nro. 739). Estaban en el local 16, una imprenta de la galería comercial situada en Cerrito 256, en la Ciudad de Buenos Aires.  En el operativo participaron más de 100 personas armadas, pertenecientes al Ejército, la Armada y la Policía Federal.

Pedro, Carlos y Juan Carlos fueron esposados, encapuchados e introducidos en un Ford Falcon verde. Fueron llevados a la ESMA, donde permanecieron en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida. Los tres siguen desaparecidos. 

Patricia fue secuestrada con el "Grupo de la Santa Cruz" el 8 de diciembre de 1977, fue llevada a la ESMA y sigue desaparecida. 

El testimonio de Carlos Gustavo Oviedo, hermano de Patricia y Daniel
"A veces resulta difícil recordar todo, yo tenía 17 años. Mi hermano desaparece el 26 de junio del ´77, un sábado a la mañana. Nos enteramos porque nuestra cuñada llama diciendo que Pedro no había llegado, eso era como una situación conocida, porque lo habíamos hablado con Pedro y mi hermana Patricia, habíamos hablado de la situación que estaban sufriendo muchos militantes y teníamos noción de que eso estaba sucediendo. Cuando llama Alicia, mi papá y mi mamá empiezan la búsqueda de Pedro. Se presentó un hábeas corpus. También a los pocos días acompañé al lugar donde desapareció Pedro, en Cerrito al 250, una galería donde funcionaba una imprenta. Pedro era un responsable de donde se editaba Evita Montonera. 
Hablamos en la galería con varias personas que trabajaban allí. En una cerrajería nos dicen más o menos cómo fue el operativo. Hablamos con un señor Zapata, responsable de la galería, dice que había más de cien personas, muchas de civil, en Falcon y también personal que era de Prefectura, de la Armada, del Ejército", contó el testigo.

Pedro vivía en la clandestinidad, "en general se vivía perseguido", señaló su hermano. "yo con 17 años vi cómo sacaban a compañeros de la Facultad. Era un clima de mucha persecución, tener el pelo largo y ser joven llamaba la atención a las Fuerzas militares o policiales", agregó. 

El Grupo de la Santa Cruz 
"Mi mamá y mi hermana empiezan a asistir a las reuniones con familiares de desaparecidos. Patricia desaparece el 8 de diciembre de 1977. Ella estaba juntado dinero para la solicitada de familiares, cuando nos avisan que hubo problemas en la Iglesia. Acompañé a mi mamá, no podíamos hablar con nadie. Ella hace la denuncia con mi padre, creo que en la comisaría 9° y también creo que presentaron un hábeas corpus, lo firma el Doctor Zamora, y lo que me parece importante contar es que yo tenía un compañero en la secundaria que era novio de la hija de Perette y nos ofrece una reunión con Balbín, que era Presidente de la UCR, a los dos o tres días de la desaparición de Patricia. El lunes siguiente tuvimos reunión con Balbín. 

Vamos mi padre, mi madre, mi cuñada, esposa de Pedro y yo. Balbín dice que ´el león salió a comer y que la preocupación de la Junta es que ahora no lo pueden meter dentro de la jaula´. El viernes me vuelvo a encontrar con mi amigo, se había comunicado gente de Inteligencia, el capitán Güemes en función de la denuncia hecha por mi padre en la Embajada de Francia. Mi amigo Fernando, más o menos el 16 de diciembre, me dice que a todo el grupo lo tiraron desde un avión al río. Para mí fue algo muy shockeante, nunca se lo pude contar a mis padres, mi mamá se entera de que mi hermana estuvo en la ESMA muchos años después en Familiares", contó Carlos. 

Astiz    
"El que entró allí a una parte de la Iglesia y la marcó fue un personaje del que mi hermana siempre contaba: ´Uy, hay un chico al que le desapareció el hermano´. Después supimos que era Alfredo Astiz, fue el que marcó a las personas que iban a llevarse". 

El caso de Oscar Rizzo (nro. 680)
El 10 de marzo de 1977 fue privado ilegalmente de su libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley en la esquina de Medrano y Lezica, en la Ciudad de Buenos Aires, junto a su primo Ricardo Coquet (caso nro. 240). El operativo fue hecho un grupo armado integrado por al menos ocho miembros del Grupo de Tareas 3.3.2, entre quienes estaban Roberto Oscar González, Miguel Ángel García Velasco, Juan Carlos Linares y "Yoli", integrante del Servicio Penitenciario Federal.
Oscar fue trasladado a la ESMA, donde permaneció en cautiverio en condiciones inhumanas de vida. Fue liberado el 11 de marzo.

El testimonio de Oscar
El sobreviviente amplió su declaración, en el marco de las reglas elaboradas por Casación para abreviar estos debates y evitar la revictimización. De este modo, Rizzo respondió preguntas de las partes para intentar precisar información. 

Por empezar, la fiscalía le preguntó sobre el interrogatorio que le hicieron y el testigo relató que no vio a los interrogadores, porque estaba vendado, y que lo indagaron sobre su relación con su primo y la participación política. "Tenía la sensación de que de mi parte no tenían mucha información, la parte central del interrogatorio estaba referida a si conocía actividades de Coquet", sostuvo Rizzo, quien tenía 25 años de edad cuando fue llevado a la ESMA.

Los casos de Julia Elena Zabala Rodríguez (nro. 474), Olga Irma Cañueto de Zabala Rodríguez (nro. 819) y Miguel Zabala Rodríguez (nro. 166)

Olga militaba en la Juventud Peronista y era profesora de Ciencias de la Educación. Fue secuestrada el 22 diciembre de 1976. En el mismo operativo fue asesinado con armas de fuego su marido, Miguel, ex diputado nacional peronista y miembro de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Tenía 36 años de edad y lo apodaban "El Colorado". En el momento del ataque, Olga y Miguel estaban haciendo compras con sus dos hijas, Yamila y Gimena, de dos y cuatro años de edad. Estaban en Corrientes y Lambaré, en la Ciudad de Buenos Aires. Olga fue llevada a la ESMA, al igual que el cuerpo de Miguel. Ella sigue desaparecida. 

Julia tenía 43 años de edad, la apodaban "Tita". Miguel y ella eran hermanos. El 21 de noviembre de 1978 fu privada ilegalmente de la libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley en su domicilio en Aráoz 2438, 4º 43, en la Ciudad de Buenos Aires. El operativo fue hecho por varios hombres vestidos de civil y armados. Julia fue llevada al centro clandestino de detención, tortura y extermino "El Olimpo". A fines de diciembre de ese año fue llevada a la ESMA, donde permaneció en cautiverio bajo condiciones inhumanas de vida, y sigue desaparecida.

El testimonio de Domingo Luis Zabala, hermano de Miguel y Julia, y cuñado de Olga
"Miguel fue asesinado el 22 de diciembre de 1976 cuando estaba ingresando a su domicilio en la calle Lambaré casi esquina Corrientes", contó Domingo, quien agregó que por comentarios de los vecinos supo que su hermano intentó ingresar a la casa y fue asesinado. "Dejaron el cuerpo tirado en el pavimento y hubo un camión de las Fuerzas de Seguridad que le pasó por encima, en un acto de sadismo. La compañera de él, Olga, venía caminando atrás y la agarran. La Fuerza que intervino es la Marina. A las niñas las dejaron en el domicilio y se llevaron el cadáver de Miguel. Las niñas se quedaron solas llorando. Un vecino llama por teléfono a la comisaría para avisar que había dos niñas supuestamente abandonadas en la vereda y pidió que fueran a buscarlas. A partir de entonces, fueron puestas a disposición de la Secretaría del Menor y la Familia", contó Domingo. 

Luego supieron que las niñas habían sido llevadas al Instituto Riglos, en Moreno, y que estaban a disposición del Primer Cuerpo de Ejército. "La abuela, mi madre, hizo la gestión y el que autorizó la entrega no fue un juez sino el Primer Cuerpo de Ejército. Nosotros gestionamos la entrega del cadáver y el que lo entregó fue el Primer Cuerpo de Ejército allí en Palermo. Lo entregaron a condición de que no se podía hacer velorio ni nada que pudiera causar conmoción. Lo sepultamos directamente en el cementerio de la Chacarita", relató el testigo.  

Diputado nacional
Miguel Zabala fue diputado nacional. "En 1974 hubo una renuncia de ocho diputados de la JP y a partir de allí él ingresa al bloque de la JP con Bettanin. Asumió en marzo de 1974 y renunció en septiembre. Su línea política estaba enfrentada  con Isabel Perón y López Rega, por eso renuncia a la banca". 

Julia
"Trabajaba en el Juzgado Federal de San Martín. A mí hermana la vieron en El Olimpo, fue torturada por el Turco Julián. A fines de diciembre dijeron que la trasladaron a la ESMA", declaró Domingo Zabala. 

"Quiero destacar dos cosas. Primero, nosotros inocentemente quisimos hacer la denuncia en la comisaría de la calla Julián Álvarez. Fuimos con mi madre y al principio decían que no podía ser, se reían, decían que se había ido con un hombre. No comimos un plantón de una hora y media y no nos tomaron la denuncia. Quiero destacar que a los dos o tres días de haber desaparecido Julia, al anochecer vino un camión que se llevó todos los muebles, desvalijaron el departamento", agregó el testigo.  

La prensa: "delincuente subversivo"
El asesinato de Miguel fue publicado en "el diario, al día siguiente. Lo calificaron como delincuente subversivo. Por lo menos La Nación, no sé si otro diario más. Era una persona pública conocida", contó Domingo.

Próxima audiencia
El juicio continuará el jueves 22 de agosto desde las 9:30 horas con más declaraciones testimoniales. 

22 08 2013
TESTIMONIOS
Día 82. Otro sobreviviente declaró por las embarazadas de la ESMA
Fue Ricardo Coquet, ex detenido-desaparecido. Además, declaró Bartolomé Carlos Vasallo por el caso de Gustavo Grigera, víctima de delitos de lesa humanidad. 

El caso de Ricardo Héctor Coquet (nro. 240)
Tenía 24 años de edad, lo apodaban "Serafín", militaba en la JUP y en la JTP. El 10 de marzo de 1977 fue privado ilegalmente de la libertad, con violencia, abuso de funciones y sin las formalidades prescriptas por la ley, en la esquina de Medrano y Lezica, en la Ciudad de Buenos Aires, junto a Oscar Rizzo (caso nro. 680). 
Ambos fueron llevados a la ESMA, donde permanecieron bajo condiciones inhumanas de vida. Ricardo recibió el número 896. Fue obligado a confeccionar una bandera con la inscripción "Montoneros" para simular que los miembros de esa organización eran los responsables del secuestro de las monjas francesas Alice Domon y Leónnie Duquet. El 3 de diciembre de 1978 fue liberado. 

El testimonio de Ricardo Coquet
El ex detenido-desaparecido fue sometido al trabajo esclavo dentro de la ESMA: "Me hacían confeccionar organigramas con las personas que pertenecían a la organización Montoneros. Por ejemplo, columna norte. 

Tenían datos y a medida que secuestraban personas agregaban a quiénes secuestraban y ponían más datos". 

Embarazadas
Sobre las detenidas-desaparecidas embarazadas, Coquet dijo que vio a "varias, cuatro o cinco personas embarazadas y luego de parir las vi bajar y ser trasladadas muy cercanamente al parto. Había médicos, llamados ´Tommy´. Eran Magnacco y también los oficiales y suboficiales a cargo de embarazadas. En realidad, todos los oficiales estaban a cargo de todo".  

Robo de bienes
Coquet sostuvo que hubo robo de bienes y le preguntaron sobre las Chacras de Coria, en particular: "se apropiaron del lugar", respondió. 

Cuando le preguntaron por el abogado Gonzalo Torres de Tolosa, Coquet dijo que "le decían ´Vaca´, lo conozco de haber participado en microfilmaciones de carpetas con datos de cada secuestrado. Había carpetas rosas, celestes y amarillas, con hojas escritas en negro sobre blanco con fotos de secuestrados, datos, si habían sido liberados o no. Lo registró en ese trabajo. Puedo haberlo visto en el Sótano, un par de veces, no sé en qué circunstancias de trabajo". 

El caso de Gustavo Grigera (nro. 328)
Hoy declaró Bartolomé Carlos Vasallo por el caso de Grigera. El testigo estaba de guardia como médico interno de Cirugía en el Hospital Italiano. "Cada uno se ocupaba del área correspondiente. Ese día estaba dentro del Hospital alrededor del mediodía", relató Vasallo. "Me llaman de la Dirección diciendo que adentro había gente de las Fuerzas Armadas y que habían evacuado el Hospital. Salgo y veo gente de civil que se empieza a distribuir por el edificio. El Hospital quedó vacío. Se fueron apostando en bocas de escalera, en alguna puerta. En determinado momento se acerca uno de ellos y me dice: ´quédese como médico interno, puede haber tiros, quédese dentro de la habitación. Me quedé ahí y después de un rato me llaman de la guardia para que vaya. La guardia estaba en la entrada de Gascón. Cuando salgo de la guardia, veo venir una camilla traída por tres o cuatro miembros corriendo por el pasillo, lo bajan (a Grigera) a la guardia, me encuentro con Mayorga y junto a nosotros entraron los efectivos que estaban ahí. Nos dijeron que había ingerido cianuro. El muchacho no estaba consciente, pero vivo. Se le puso una sonda para el lavaje gástrico. Mayorga lo entubó, porque empezó a tener depresión respiratoria. Después le pusimos suero. No teníamos experiencia por las características del Hospital, al antídoto lo pusieron ellos mismos (las Fuerzas Armadas)", relató el testigo.

"Yo había cumplido mi función de localizarle el acceso venoso. Lo que ocurrió después lo sé porque nos quedamos conversando con Mayorga, pero no lo viví en forma personal", sostuvo Vasallo, quien agregó que "Mayorga planteó que el enfermo tenía que quedarse ahí y dijeron que no, que tenían todo preparado, decían que tenían ambulancia y que se lo llevaban. Sé que hubo una discusión y que pidió que si se lo llevaban firmaran y dijeran en qué condiciones se lo llevaban. Pasó ese día, algunos días después, estando Mayorga, a la noche irrumpió un grupo, lo fue a amenazar y se llevaron el libro. A partir de ahí no sé más", declaró Vasallo.

Próxima audiencia
El juicio continuará el lunes 26 de agosto desde las 9:30 horas con más declaraciones testimoniales.  
Fuente:EspacioMemoriayDDHHexEsma

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