25 de agosto de 2013

NOSTÁLGICOS DE LA IMPUNIDAD.

Editorial: nostálgicos de la impunidad
Dinosaurios

22.08.2013






Esperanza de la derecha. López Murphy. Para el ex ministro, si se van los K del gobierno, habrá lugar para una amnistía.

No es hoy –por suerte– un político de peso. Ni siquiera pudo colarse en alguna lista para estas legislativas. Pero algunos todavía lo escuchan.
Ricardo López Murphy, ex candidato presidencial, ex ministro de Defensa y de Economía del gobierno de Fernando de la Rúa, habló ante un auditorio especial: la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, una agrupación que defiende a los genocidas de la última dictadura militar, a quienes considera “presos políticos”.

Ante ese auditorio, López Murphy reivindicó las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y los indultos de Carlos Menem. Reconoció “dolorosamente” que “el actual clima de opinión” no permite las condiciones para liberar a los genocidas y acabar con los juicios. Aconsejó a los familiares y amigos de los represores que pidan lo que él llamó “derecho humanitario” para que los mayores de setenta años abandonen la cárcel. Y criticó a los partidos políticos de oposición porque “en la campaña electoral no se ha escuchado una sola mención a este tema”.

Pero terminó con una frase esperanzadora: “Superado este elenco de gobierno, veremos”. Y agregó: “El domingo (por el resultado de las PASO) se ha enterrado el proyecto totalitario. El país estaba en una situación de extremo riesgo que el grueso de nuestra sociedad no percibía con claridad y afortunadamente el proyecto de eternizarse en el poder y de convertir a nuestra patria en una granja colectivista ha terminado”.

Le faltó decir que “el sucio trapo rojo” iba a ondear sobre el territorio nacional. Otra vez será.

Por lo visto algunos entienden que el mencionado será uno de los “beneficios” que llegarán con el “fin de ciclo” kirchnerista.

Las palabras de un dinosaurio como López Murphy se conocen justo en la semana en que se cumplen diez años de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

El 21 de agosto de 2003 el Senado convertía en la ley la anulación de las leyes conocidas como “de impunidad”, que impedían que los responsables de delitos de lesa humanidad fueran juzgados. A una década de ese hecho, se llevan adelante en el país once juicios orales y públicos por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar y está previsto que comiencen otros tres procesos antes de fin de año. La decisión de anular estas leyes de perdón fue una de las primeras políticas sobre la necesidad de Memoria, Verdad y Justicia impulsadas por el entonces presidente Néstor Kirchner.

Son diez años del final de la impunidad. Los responsables de una de las tragedias más grandes que vivió la Argentina están en la cárcel o enjuiciados por las atrocidades que cometieron durante la dictadura cívico-militar iniciada el 24 de marzo de 1976.

Por eso, entre otras cosas, hoy vivimos en un país mejor.

Es un aniversario para celebrar con alegría.

Por más que les pese a los dinosaurios como López Murphy.
Fuente:Veintitres

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