Supera concentración nazi y la dictadura
Sara Rus relata en Sobrevivir dos veces su tragedia en Polonia y Argentina
La meta de Rus es “no callar como lo hicieron otros sobrevivientes para no sufrir”. Foto AFP/s21
Buenos Aires.
“¿Cómo hago para seguir? Sigo porque amo la vida: morir es mucho más fácil”, afirma Sara Rus, de 86 años, sobreviviente del campo de concentración y Madre de Plaza de Mayo, tras la desaparición de su hijo en la dictadura argentina.
Rus intenta mantenerse firme, sin llorar, durante una entrevista con la AFP al relatar sus dos tragedias, la de la ocupación nazi en su Polonia natal y el secuestro de su hijo Daniel en 1977 durante el régimen militar (1976-83).
Su meta, subraya, es “no callar como lo hicieron otros sobrevivientes para no sufrir: así se pierde la memoria y no les dejamos nada a los jóvenes para evitar que la historia se repita”.
A los 13 años era una adolescente inquieta que tomaba sus primeras clases de violín, pero su vida cambio en 1939 cuando agentes nazis irrumpieron en el departamento donde vivía junto a sus padres en la ciudad de Lodz, que se convertiría en uno de los guetos más grandes de Polonia.
“Cuando los alemanes entraron a mi casa, vieron un violín sobre la mesa y el jefe del grupo preguntó: ¿Quién toca el violín acá? Mi madre, orgullosa, le respondió en alemán: Mi hija. ¿Te gusta tocar violín?, me preguntó, e inmediatamente lo destrozó a golpes sobre la mesa”, relata al evocar esa imagen como la primera de muchas humillaciones que sobrevendrían.
Desde entonces su vida fue un calvario, entre separaciones forzosas de su progenitora, la muerte de su padre, el trabajo esclavo en una fábrica, el trato infrahumano y la desaparición de su hijo, un sufrimiento que volcó en su libro Sobrevivir dos veces.
“Estaba muy contenta de que mi madre haya quedado embarazada en 1940, pero el niño murió a los tres meses”, explica Sara, quien no puede retener el llanto al contar su historia.
Supera concentración nazi y la dictadura
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Llega el amor
Aún en el infierno creado por los nazis quedaba espacio para el amor, y a Sara Laskier le llegó el día en que su padre llevó a casa a un muchacho llamado Bernardo Rus, con quien al finalizar la guerra se casó.
Viajó a Paraguay y de allí a Argentina, donde dio a luz a su hijo Daniel en 1950.
El 15 de julio de 1977, Daniel fue secuestrado junto a varios compañeros.
“Nunca más supe de él”.
Fuente:SigloXXI

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