Testigos dieron cuenta de cómo el capitán nacido en Victorica se jactaba de matar y desaparecer personas como si fueran hazañas. Una mujer relató que le describió "paso a paso" los homicidios de su marido y sus hijos.
El megajuicio a los represores que actuaron en el centro clandestino de detención "La Perla" de Córdoba, el más importante en el interior del país, ya lleva 72 audiencias. Ante el Tribunal Oral Federal Número 1 de Córdoba varios testigos contaron cómo los propios represores se ufanaban de haber asesinado y torturado. Entre ellos, está Héctor Pedro Vergez, el ex capitán nacido en Victorica.
Varios testigos describieron atroces crueldades no sólo porque las padecieron en carne propia, sino porque fueron los mismos criminales los que se jactaron contándolas como si fuesen hazañas. El diario Página 12 dio cuenta de algunos pasajes.
Uno de los casos más aberrantes de este tipo fue el que sufrió Sara Solarz de Osatinsky, viuda del reconocido militante Marcos Osatinsky, asesinado en Córdoba. La mujer atestiguó que fue el represor Vergez, alias "Vargas" o "Gastón" quien le relató el itinerario de sangre y muerte que diezmó a su familia y que, hace algunos días, Sara contó ante el TOF 1 de esa provincia.
La única sobreviviente de la familia de Marcos Osatinsky viajó desde Suiza para dar su testimonio. Sara, de 77 años, recordó que el mismísimo Vergez la fue a buscar a la ESMA, donde la mantenían torturada y cautiva, con el fin de trasladarla a Córdoba para asesinarla: "El me dijo que el apellido Osatinsky tenía que ser borrado de la faz de la Tierra en Córdoba. Y me contó paso a paso cómo mataron a mi marido Marcos; a mi hijo Mario, de 19 años, y a José, el menor, de 15". Sobre José, incluso, Vergez le enrostró a la madre una queja de asesino frustrado: "Al más chico lo mató la policía... Desgraciadamente no fuimos nosotros. Nos ganaron de mano". Vergez se refería a sus cómplices del Comando Libertadores de América (CLA), la versión cordobesa de la Triple A.
"En la sala de audiencias, lo de Sara fue a veces insoportable", indicó el cronista del juicio para Página 12. La mujer resaltó: "El (Vergez) me dijo que querían borrar nuestro apellido de la faz de la Tierra. Pero no pudieron, y acá estoy yo para dar testimonio por los míos, por mí". El represor pegó entonces su barbilla "contra el pecho, la boca ajustada en una mueca que ya no pudo destrabar", relata el diario.
Primera persona.
"¿Y usted cómo es que sabe todo eso?", preguntó el juez Julián Falcucci. "Es que Vergez me contó todo. El me buscó en la ESMA y habló, habló... Me contó cómo habían torturado a Marcos (Osatinsky) en el D2, en el Campo de la Ribera. Cómo lo habían llevado una vez a una quinta para picanearlo, pero que como se les cortó la electricidad y no pudieron, entonces lo ataron al paragolpes de un auto y corrieron carreras con su cuerpo torturado. Me dijo: 'su marido es un hombre muy recto, ¿sabe? No le pudimos sacar ni una palabra'. Y que cuando ya estuvo muerto y lo llevaban en un cajón rumbo a Tucumán para entregárselo a sus familiares para que lo enterraran, él y los del Comando Libertadores de América se robaron el cajón, lo abrieron y dinamitaron el cuerpo".
Primera persona.
"¿Y usted cómo es que sabe todo eso?", preguntó el juez Julián Falcucci. "Es que Vergez me contó todo. El me buscó en la ESMA y habló, habló... Me contó cómo habían torturado a Marcos (Osatinsky) en el D2, en el Campo de la Ribera. Cómo lo habían llevado una vez a una quinta para picanearlo, pero que como se les cortó la electricidad y no pudieron, entonces lo ataron al paragolpes de un auto y corrieron carreras con su cuerpo torturado. Me dijo: 'su marido es un hombre muy recto, ¿sabe? No le pudimos sacar ni una palabra'. Y que cuando ya estuvo muerto y lo llevaban en un cajón rumbo a Tucumán para entregárselo a sus familiares para que lo enterraran, él y los del Comando Libertadores de América se robaron el cajón, lo abrieron y dinamitaron el cuerpo".
Sara aseguró que ella tuvo "una especie de premonición el día que mataron a Marcos (21 de agosto de 1975). Nadie tuvo que avisarme. Me desperté de golpe, oí una sirena de la policía y supe que ya estaba muerto." Algo parecido le sucedió con el asesinato de su hijo Mario: "Este hombre (Vergez) me contó que lo rodearon a él y a tres amigos en una casa en La Serranita. Que con megáfonos les dijeron que salieran. Ellos escaparon por detrás.
Uno de los muchachos conocía muy bien la zona y huyeron por el monte. Pero en la madrugada, cuando subieron a la ruta cerca de Alta Gracia, como todos los caminos estaban tomados por los militares, los estaban esperando y los acribillaron. Yo estaba en casa. De pronto por la radio una voz dijo 'Alta Gracia' y me desmayé. Caí seca al piso. Cuando volví en mí, lloraba a los gritos".
Cacería.
Cuando Sara estaba secuestrada y cautiva en la ESMA, Vergez tampoco se ahorró ironías en la descripción de la cacería humana en la que asesinaron a José, de 15 años, el hijo más pequeño de los Osatinsky. "José todavía iba a la secundaria, era nada más que un chico -se quebró la madre-. Me contó que lo corrieron por los techos de las casas del barrio. Que lo acribillaron". Con los ojos fijos en la foto del hijo, Sara contó que, a diferencia de Marcos y Mario, "a él no pude llorarlo. No quería creer que estaba muerto. Recién en 1984, cuando lo encontraron en una fosa común y me avisaron, pude hacer el duelo...".
Cacería.
Cuando Sara estaba secuestrada y cautiva en la ESMA, Vergez tampoco se ahorró ironías en la descripción de la cacería humana en la que asesinaron a José, de 15 años, el hijo más pequeño de los Osatinsky. "José todavía iba a la secundaria, era nada más que un chico -se quebró la madre-. Me contó que lo corrieron por los techos de las casas del barrio. Que lo acribillaron". Con los ojos fijos en la foto del hijo, Sara contó que, a diferencia de Marcos y Mario, "a él no pude llorarlo. No quería creer que estaba muerto. Recién en 1984, cuando lo encontraron en una fosa común y me avisaron, pude hacer el duelo...".
"Sara nunca fue trasladada a Córdoba. Pero el detalle de los crímenes de sus dos hijos y esposo se fijaron en su memoria nada menos que por la palabra de quien se adjudicó la autoría. Y en este punto Héctor Pedro Vergez parece llevar la delantera a sus cómplices, aunque no es el único cultor de esta perversión ególatra", indicó el diario.
Trelew.
También por su propia boca se conocería paso a paso cómo masacraron a la familia de Mariano Pujadas: uno de los 19 jóvenes acribillados en Trelew en 1972. El testigo Gustavo Contepomi, quien declaró desde España por videoconferencia, denunció la existencia de "un documental catalán" en el que los periodistas fueron guiados por "una voz" que él creyó reconocer "como uno que se hacía llamar Gastón, y que por las indicaciones, lugares y precisiones que les daba a los documentalistas no podría ser de alguien que no fuera partícipe necesario en la masacre": la madrugada del 14 de agosto de 1975 en que un comando del CLA mató al padre, la madre, el hermano y dos cuñadas del joven Pujadas.
Trelew.
También por su propia boca se conocería paso a paso cómo masacraron a la familia de Mariano Pujadas: uno de los 19 jóvenes acribillados en Trelew en 1972. El testigo Gustavo Contepomi, quien declaró desde España por videoconferencia, denunció la existencia de "un documental catalán" en el que los periodistas fueron guiados por "una voz" que él creyó reconocer "como uno que se hacía llamar Gastón, y que por las indicaciones, lugares y precisiones que les daba a los documentalistas no podría ser de alguien que no fuera partícipe necesario en la masacre": la madrugada del 14 de agosto de 1975 en que un comando del CLA mató al padre, la madre, el hermano y dos cuñadas del joven Pujadas.
Al respecto, las testigos Cecilia Suzzara y Liliana Callizo coincidieron: "Vergez siempre se jactaba de cómo los habían tirado en un pozo y los dinamitaron".
Fuente:LaArena
Día 76: 11-09
10:51 El secuestro
Como extraído de una escena de película, Marcelo revive la adrenalina y el terror del día en que fue secuestrado.
"Cuando se fue, seguía con la misma lógica que le habían inculcado acá, esto de no hacer ruido para que no dañaran a Alejandra. Después fue entendiendo que cuanto más resonancia tomaban estos temas era mejor". Así, Luis Jaimovich fue el fundador de una comisión de familiares de víctimas del terrorismo de Estado de Argentina en Israel, y desde allí intentó conseguir que el gobierno israelí presionara al Argentino para que diera información sobre estos temas.
También creó un espacio llamado "Bosque de la memoria", que se encuentra en el camino a Jerusalen, donde cada arbol retiene la memoria de un desaparecido. Una experiencia similar al "Parque de la memoria" en Río Ceballos y a cada árbol que el Archivo Provncial de la Memoria planta en recuerdo de cada una de las víctimas de este juicio. El testigo brindó fotos de visitas de artistas argentinos al bosque, como Mercedes Sosa y Leon Gieco.
Durante mucho tiempo, hasta el testimonio de Graciela Geuna, quien narró su "traslado" con gran elocuencia, el padre de Alejandra se mantenía con cautela debido a rumores y datos inciertos que afirmaban que Alejandra aún estaba viva. "Después entendimos que era una gran mentira, una extorsión para paralizar la búsqueda".
La última frase de Adriana es un homenaje para toda la familia: "Mi padre dedicó todo en su vida con la esperanza de llegar a donde estamos ahora, a este juicio".
"Luego tuvimos noticias de la embajada de Suiza, había sobrevivientes que la recordaban del Campo de Concentración La Perla". Se refiere a los testimonios de Graciela Geuna y Piero Di Monti, a las que se refirió como "personas muy valientes", que acercaron a la familia los detalles de su detención en La Perla.
"Graciela compartía lugar en la cuadra junto a la colchoneta de Alejandra. Una vez yendo al baño pudieron intercambiar unas palabras sin las vendas. Ella la describió tal cual era. Después Piero nos contó que la había escuchado contar los terribles vejámenes a los que la sometieron los policías en Pilar".
Además de sus propias palabras, su hermana trae a la audiencia el recuerdo de algunas personas que la conocieron y que en sus relatos la describen. Se arma así una especie de homenaje improvisado, una suerte de ritual que tiene lugar en el contexto del juicio, que es un hecho histórico y simbólico para nuestra sociedad.
Las primeras palabras de la testigo refirieron a lo que significó para ella y su hermano venir desde su país a declarar por el secuestro de Alejandra Jaimovich, su hermana menor.
"Hemos venido de muy lejos a dar testimonio porque es nuestra obligación cívica y moral, pero también venimos en representación de nuestros padres Luis y Elena que hubieran querido estar acá".
Además agregó una reflexión sobre los crímenes cometidos contra las familias de los desaparecidos. "El sufrimiento que debieron padecer los padres y familiares de nuestros seres queridos. La desaparicion de un hijo o una hija es fuente de sufrimiento insuperable para un padre o madre. Mi padre hablaba de otras desgracias que había sufrido, como la perdida de un padre o hermano, heridas a las cuales el tiempo fue mitigando. La muerte de Alejandra, su hija, fue otra cosa. Un dolor lacerante y revivido ante cada recuerdo. Los responsables tienen que ser juzgados y pagar el peso de sus hechos. Nunca Más"
"Eramos muy compinches con ella pero nos costó hablar de todo lo que pasó. Dijo que no la habían 'torturado' pero que le habían quitado sus bastones con los que podía movilizarse. Entre las cosas que le dijeron hablaba una mujer en el cabildo que decía: 'mirá lo q son los guerrilleros de hoy en dia, mira esta cosa, ni para mujer sirve', refiriendose a Nora".
Nora habló poco todo aquello. Durante mucho tiempo su familia pensó que a Alejandra también la habían soltado, pero después se enteraron que permanecía desaparecida. Hoy sufre de secuelas psiquiatricas, trastornos y delirios de persecusión por las que debió estar internada muchas veces. Ante una pregunta del abogado, su hermana Estela Noemí afirma que se trata de las secuelas del Terrorismo de Estado.

Expte. nº 17.204 – “Romero y otros…”
Nació el 5 de octubre de 1958 en Córdoba. Cursaba el secundario en el Colegio Israelita. Juventud Guevarista – Partido Revolucionario de los Trabajadores. Fue secuestrada junto a una amiga de la casa de esta última en barrio Kennedy, el 1 de junio de 1976. Permaneció cautiva en el Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba (D2) y posteriormente en el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio “La Perla”. Tenía 17 años. Aún continúa desaparecida.
Fuente:DiariodelJuicio
Como extraído de una escena de película, Marcelo revive la adrenalina y el terror del día en que fue secuestrado.
10:40 Testigo 136 - Declara Marcelo Britos
Será mediante videoconferencia. El testigo, sobreviviente de la represión y ex militante de la UES, vive en España y es artesano.10:30 Arranca la audiencia
En el 40 aniversario del último golpe militar en Chile, ocurrido en 1973 cuando el ejército bombardeó la Casa de la Moneda en un episodio nefasto para la historia de toda Latinoamérica, que culminó con la muerte del presidente socialista electo, Salvador AllendeDía 75: 10-09
14:27 Cuarto intermedio hasta mañana a las 10:00
14:22 El recuerdo de su hermana
Oscar Ezequiel recordó a Alejandra como una joven con gran capacidad social a sus 17 años: "Era líder natural, sobresaliente en todo, tenía mucha capacidad de hablar y convencer, y estaba rodeada de muchos amigos y amigas. Hubiera llegado a ser una persona de gran importancia".13:48 Testigo 135: Oscar Ezequiel Jaimovich
El otro hermano de Alejandra, cuyo testimonio estaba previsto para hoy, comenzó a declarar narrando lo que su padre hizo desde el exilio en Israel para contribuir con la justicia."Cuando se fue, seguía con la misma lógica que le habían inculcado acá, esto de no hacer ruido para que no dañaran a Alejandra. Después fue entendiendo que cuanto más resonancia tomaban estos temas era mejor". Así, Luis Jaimovich fue el fundador de una comisión de familiares de víctimas del terrorismo de Estado de Argentina en Israel, y desde allí intentó conseguir que el gobierno israelí presionara al Argentino para que diera información sobre estos temas.
También creó un espacio llamado "Bosque de la memoria", que se encuentra en el camino a Jerusalen, donde cada arbol retiene la memoria de un desaparecido. Una experiencia similar al "Parque de la memoria" en Río Ceballos y a cada árbol que el Archivo Provncial de la Memoria planta en recuerdo de cada una de las víctimas de este juicio. El testigo brindó fotos de visitas de artistas argentinos al bosque, como Mercedes Sosa y Leon Gieco.
Durante mucho tiempo, hasta el testimonio de Graciela Geuna, quien narró su "traslado" con gran elocuencia, el padre de Alejandra se mantenía con cautela debido a rumores y datos inciertos que afirmaban que Alejandra aún estaba viva. "Después entendimos que era una gran mentira, una extorsión para paralizar la búsqueda".
13:45 Las secuelas en la familia
Para finalizar, Adriana respondió al abogado querellante Claudio Orozs, acerca de las consecuencias que tuvo para la familia la desaparición de Adriana. "Mi madre trataba de ocultar el dolor, ella tenia mucho cariño por los nietos. Después de seis días de su fallecimiento, durante una ceremonia en la tumba para recordarla, mi hijo me dice que quería hablar de su abuela, pero que quería que cada uno la recordara con una frase. Yo recordé su risa contagiosa, su alegría y el revuelo que generaba alrededor... mi hijo me preguntó ¿de quien hablás?... Yo recordaba a mi madre tal como era antes, porque la que el conocio sólo tenía una sonrisa leve, nunca más se maquilló ni se arregló para salir... Mi padre se avocó a la escritura, cada papelito que se publicaba en el mundo él los juntaba. En eso se mantenía durante el día. Pero a la noche se despertaba transpirado, con un grito. Entonces e levantaba y se iba a su escritorio a trabajar, para no volver a acostarse atormentado por las imágenes que no lo dejaban dormir".La última frase de Adriana es un homenaje para toda la familia: "Mi padre dedicó todo en su vida con la esperanza de llegar a donde estamos ahora, a este juicio".
13:27 La reconstrucción de los hechos.
Alejandra recuerda cuánto le costó a la familia obtener datos o información después de la desaparición de su hija. Durante mucho tiempo permanecieron silenciados por el temor, por una especie de extorsión de la propia patota que la secuestró y que luego amedrentó a la familia durante un allanamiento amenazándolos con matarla si ellos hacían algo. Casi por casualidad dieron con la familia de Nora Moyano, quienes también estaban aterrorizados, pero que pudieron contarle a los padres de Alejandra los detalles del secuestro de ambas jóvenes."Luego tuvimos noticias de la embajada de Suiza, había sobrevivientes que la recordaban del Campo de Concentración La Perla". Se refiere a los testimonios de Graciela Geuna y Piero Di Monti, a las que se refirió como "personas muy valientes", que acercaron a la familia los detalles de su detención en La Perla.
"Graciela compartía lugar en la cuadra junto a la colchoneta de Alejandra. Una vez yendo al baño pudieron intercambiar unas palabras sin las vendas. Ella la describió tal cual era. Después Piero nos contó que la había escuchado contar los terribles vejámenes a los que la sometieron los policías en Pilar".
13:13 Hermosa por dentro y por fuera
"Alejandra era una joven de 17 años, una criatura muy inteligente, muy vivaz, muy emotiva. Le gustaba la amistad de la gente. Le gustaba ir a una peña o un campamento porque decía que allí se juntaban las tres cosas que mas le gustaban: la amistad, la naturaleza y la libertad".Además de sus propias palabras, su hermana trae a la audiencia el recuerdo de algunas personas que la conocieron y que en sus relatos la describen. Se arma así una especie de homenaje improvisado, una suerte de ritual que tiene lugar en el contexto del juicio, que es un hecho histórico y simbólico para nuestra sociedad.
13:00 Testigo 134 - Declara Adriana Jaimovich
Con unos minutos de demora por la ausencia de los integrantes de la defensoría oficial, Adriana arrancó su testimonio cuando finalmente la Dra. Rojas ingresó en representación de la parte defensora.Las primeras palabras de la testigo refirieron a lo que significó para ella y su hermano venir desde su país a declarar por el secuestro de Alejandra Jaimovich, su hermana menor.
"Hemos venido de muy lejos a dar testimonio porque es nuestra obligación cívica y moral, pero también venimos en representación de nuestros padres Luis y Elena que hubieran querido estar acá".
Además agregó una reflexión sobre los crímenes cometidos contra las familias de los desaparecidos. "El sufrimiento que debieron padecer los padres y familiares de nuestros seres queridos. La desaparicion de un hijo o una hija es fuente de sufrimiento insuperable para un padre o madre. Mi padre hablaba de otras desgracias que había sufrido, como la perdida de un padre o hermano, heridas a las cuales el tiempo fue mitigando. La muerte de Alejandra, su hija, fue otra cosa. Un dolor lacerante y revivido ante cada recuerdo. Los responsables tienen que ser juzgados y pagar el peso de sus hechos. Nunca Más"
11:45 Cuarto intermedio de una hora.
11:55 Una pregunta impertinente
En la rueda de preguntas a la testigo, el presidente del tribunal, Dr. Falcucci, frenó las preguntas del defensor Juan Domingo Viola por considerarlo impertinente. Viola trataba de insinuar que la hermana de la testigo había "fabulado" todo lo vivido durante su detención de tres días en el cabildo (Departamento de Informaciones de la Policía). Minutos antes, toda la audiencia había podido apreciar los papeles cedidos por el Archivo Provincial de la Memoria como prueba de la detención de Nora. Entre esa documentación había dos fotos que muestran a una joven y rubia Nora, con un rictusde miedo en su rostro, tomadas el día de la detención.11:14 Después del Infierno
Nora volvió a las semanas, la traían sus padres. Al tiempo pasó a dormir junto a ellos, no podía dormir sola, tenía pesadillas y se despertaba a los gritos."Eramos muy compinches con ella pero nos costó hablar de todo lo que pasó. Dijo que no la habían 'torturado' pero que le habían quitado sus bastones con los que podía movilizarse. Entre las cosas que le dijeron hablaba una mujer en el cabildo que decía: 'mirá lo q son los guerrilleros de hoy en dia, mira esta cosa, ni para mujer sirve', refiriendose a Nora".
11:06 El secuestro de las jóvenes
Estela llegó a su casa por casualidad, justo en el momento en que tres hombres de civil, que se definieron como pertenecientes al Ejército Argentino allanaban la casa buscando a su hermana Nora y a Alejandra, dos jovenes de 17 años, militantes de la Juventud Guevarista. Estaban en el barrio Kennedy de Córdoba, era el mediodia del 1 de junio de 1976.Nora habló poco todo aquello. Durante mucho tiempo su familia pensó que a Alejandra también la habían soltado, pero después se enteraron que permanecía desaparecida. Hoy sufre de secuelas psiquiatricas, trastornos y delirios de persecusión por las que debió estar internada muchas veces. Ante una pregunta del abogado, su hermana Estela Noemí afirma que se trata de las secuelas del Terrorismo de Estado.
10:30 Testigo 133 - Declara Estela Noemí Moyano
Viene a declarar como testigo de los hechos de los que resultó víctima Alejandra Jaimovich, cuya familia está representada por los abogados de H.I.J.OS. Y Familiares Cba.
Expte. nº 17.204 – “Romero y otros…”
Nació el 5 de octubre de 1958 en Córdoba. Cursaba el secundario en el Colegio Israelita. Juventud Guevarista – Partido Revolucionario de los Trabajadores. Fue secuestrada junto a una amiga de la casa de esta última en barrio Kennedy, el 1 de junio de 1976. Permaneció cautiva en el Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba (D2) y posteriormente en el Centro Clandestino de Detención Tortura y Exterminio “La Perla”. Tenía 17 años. Aún continúa desaparecida.
Fuente:DiariodelJuicio
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