20 de noviembre de 2013

CÓRDOBA-MEGACAUSA LA PERLA: "Entre cuerpos destrozados encontré a una mujer todavía viva que tenía una cinta tapándole la boca"-Testimonios días 97,98 y 99.

19.11.2013
Dijo el bombero que bajó al pozo dónde fueron arrojados los Vaca Narvaja
"Entre cuerpos destrozados encontré a una mujer todavía viva que tenía una cinta tapándole la boca"

Sobre la tragedia se ha hecho un libro, "Los Pujadas" 
Córdoba.- Un ex bombero voluntario, Mario López, recordó hoy que encontró a una mujer todavía viva que tenía la boca tapada con una cinta plástica al descender al profundo pozo al que habían sido arrojados los cuerpos baleados de los integrantes de la familia Vaca Narvaja, pozo al que sus victimarios del "Comando Libertadores de América" habían arrojado luego una granada. López , que se desempeñaba como bombero voluntario en la localidad de Alta Gracia y como experto rescatista, el 14 de agosto de 1975, fue parte del grupo de bomberos encargado de sacar los cuerpos arrojados a un pozo de 12 metros, declaró hoy en la 99ª audiencia de la megacausa La Perla. La mujer era Mirta Yolanda Bustos,esposa de José María Vaca Narvaja (h), uno de los muertos. Mirta Yolanda murió meses después a consecuencia de sus heridas.

El pozo se encontraba en cercanías de la estancia "La Lagunilla" y de la Ruta 5, que une la ciudad de Córdoba -dónde los Vaca Narvaja habían sido secuestrados- y Alta Gracia.

Además de los dos ya mencionados, los otros cuerpos correspondían a José María Pujadas, su esposa Josefa Badell, y su hermana María José, quienes habían sido secuestrados por el grupo de tareas del Comando Libertadores de América, la versión cordobesa de la Triple A que comandaba el militar Héctor Vergez.

De acuerdo a los datos que constan en la causa, luego del secuestro toda la familia Pujadas fue fusilada y arrojada al pozo al que luego fueron arrojados y detonados explosivos.

En la audiencia de hoy también declaró Adriana Ferreyra por la desaparición de su hermana Ana María Ferreyra y de su esposo Carlos Hugo Correa.

Previamente testimonió Erica Martínez para aportar datos sobre el secuestro y asesinato del padre de sus hijos, Jorge Elvio Sánchez, un militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

La audiencia pasó a cuarto intermedio hasta mañana a las 10 para receptar dos testimonios por el sistema de videoconferencias.

La megacausa La Perla acumula 16 expedientes y reúne a 41 imputados, gran parte de ellos subordinados al entonces titular del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, el principal
acusado en este proceso.

Los hechos delictivos que se juzgan son privación ilegítima de la libertad, imposición de tormentos agravados, aplicación de tormentos seguido de muerte, homicidio calificado, tentativa de homicidio calificado, sustracción de menor de 10 años, abuso deshonesto y violación.

En todos los casos los delitos fueron cometidos entre 1975 y 1976 mediante el Plan Sistemático de Extermino implementado por el Terrorismo de Estado.
Fuente:Telam



Megacausa La Perla: "Que se haga justicia por todos y que no vuelva a pasar esto" 
Samie Hit, de 82 años relató sobre el secuestro de su hijo José Zucaria Hit, ocurrido el 5 de enero de 1976, quien actualmente se encuentra en condición de desaparecido.

Eduardo Pinchevsky volvió a tomar la palabra, ya que no pudo finalizar su testimonio en la audiencia del miércoles. El por entonces estudiante de medicina, era obligado a presenciar las torturas de sus compañeros y volvió a testimoniar la manera en que los represores se adueñaban de las personas y personalidades de los secuestrados, forzándolos a realizar tareas administrativas y a presenciar vejaciones de todo tipo. Al finalizar, respondiendo a preguntas de la defensa de los imputados, Pinchevsky sentenció: "posiblemente ellos duerman mejor que nosotros, porque nosotros tenemos sentimientos de culpa como que ellos no tienen porque piensan que lo hicieron estuvo bien".

Previamente, dio su testimonio Samie Hit, de 82 años que relató sobre el secuestro de su hijo José Zucaria Hit, ocurrido el 5 de enero de 1976, quien actualmente se encuentra en condición de desaparecido.
“Mi marido y mi otro hijo no soportaron el secuestro y murieron al poco tiempo", relató la mujer ante el tribunal de enjuiciamiento tratando de hacer entender lo que padeció la familia en la “incansable búsqueda” de su hijo, llegando incluso hasta las autoridades de la Organizaciones de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra (Suiza). "Quiero saber si por tener distinto pensamiento, es justo que lo desaparecieran... solo pido justicia", dijo Hit con voz quebrada. Antes de que el presidente del Tribunal la despidiera, Hit de Zucaría exclamó: "Que se haga justicia por todos y que no vuelva a pasar esto en Argentina"

Las audiencias se retomarán el próximo martes desde las 10
Fuente:InfoNewsCdba.


Día 97: 13-11

16:40 Mañana continúa el testimonio de eduardo Pinchevsky

Habrá cuarto intermedio hasta mañana a las 10:00

   

15:15 Cuarto intermedio

Los defensores particulares se ausentaron de la sala de audiencias. El presidente del tribunal estableció un cuarto intermedio para que luego continúe la declaración de Eduardo Pinchevsky.

 

15:05 Menendez

Como jefe supremo del horror en Córdoba, este ex general, multiple condenado por delitos de Lesa Humanidad, decidió sobre la vida de Pinchevsky:
"Lo vi una sola vez, en La Perla. Estaba con una fusta en la mano y nos llevaron a verlo a una de las oficinas". Junto a otros prisioneros, Eduardo recibió las palabras de jefe de Tercer Cuerpo garantizandoles que ellos no irían a parar "al pozo". Era la última desición, el pulgar arriba o abajo, sobre la vida de los habitantes de Còrdoba y otras provincias.

14:45 El trabajo del torturador

Describió "el trabajo de los torturadores" como una ritualidad. Los torturadores llegaban y como quien enciende una computadora en una oficina, ellos encendían la maquinaria de la violencia. "Eran capaces de tomar una persona, desnudarla y comenzara darle con la picana mientras conversaba de otras cosas", cuenta con crudeza Eduardo, en un testimonio que se constituirá seguramente en prueba fundamental para la acusación. Y agrega que los torturadores no eran máquinas, que trabajaban con ahinco e incluso podría decirse, con placer.

 

14:36 El Pozo

Hace varios meses otro testigo, José Julian Solanille, trabajador del campo, contó cómo pudo ver camiones y autos llegar a una zona descampada y realizar un fusilamiento masivo de jóvenes que estaban maniatados y vendados. Eduardo cuenta la otra parte de esa historia: desde la Perla él pudo ver como subían a los secuestrados al camión, y vio la partida ese "sequito macabro", como lo llama.
Cuando el fiscal Facundo Trotta le pregunta si supo a dónde los llevaban, responde: "Ese es el secreto corporativo que tienen: dónde están los cuerpos. Y es algo que nosotros mismos sabíamos que no podíamos preguntar. Todo el operativo se hacía en el mayor grado de clandestinidad. Un gran secreto, impreguntable".

 

14:21 Camino a Carlos Paz

"Ningún cidadano cordobés de buena fe suponía que ahí había tortura y exterminio. Lo que sí se decía es que era una cárcel de guerrilleros".
A algunos secuestrados a veces les permitían sentarse en el mástil del centro del patio de La Perla, en fin de semana, en el marco de esa  situación de esclavitud. Eduardo estuvo ahí y recuerda haber visto la larga caravana de autos que volvían de Carlos Paz el domingo por la tarde, como sucede hoy. Y recuerda, también, haberse preguntado para sus adentros, si aquella gente tendría alguna noción de que, en ese lugar, otros argentinos, como él, estaban secuestrados.

 

14:15 Cobardes

Los banquillos de los acusados están vacíos, en su totalidad. Ningno de ellos ha permanecido en la sala y observan el testimonio a través de la pantalla en un cuarto aledaño. El de Eduardo es uno de esos testimonios clarificadores, fuertes, cargados de realidad. Ellos no tienen el valor de enfrentarse a sus palabras.

14:00 El escenario

Testimonios como este, además de servir a la causa, al Juicio y Castigo, tienen un alto valor simbólico y reparador social. De uno u otro modo, escuchar sus palabras parece quitar un velo más de aquella oscuridad indescifrable que fue el sistema de exterminio con su ensañamiento y u nivel de inhumanidad, que lo tornan muchas veces incomprensible, ininteligible para quienes no estuvieron en ese lugar. Eduardo es valiente y es exacto en su relato, desde uno de los lugares más dolorosos. Eduardo fue testigo directo de las torturas aplicadas a muchos y declara:
"Lamentablemente puedo decir que estuve ahí. Presenciar ese horror es algo impensable y uno no se olvida de eso. El poder absoluto de un grupo que se apropia de un cuerpo para hacerlo sufrir. El poder sobre un otro, atado, cosificado, sobre el que vuelcan toda su saña y su placer. Ningun detenido estaba en la sala de torturas por propia voluntad, nadie quiere vivir algo así"
Ante la pregunta del Dr. Orosz, de la querella de Familiares e H.I.J.O.S., acerca cómo fueron las circunstancias en las que presenció las torturas, Eduardo reflexiona:
"Se y soy conciente de que si estaba ahi es porque ellos me secuestraron. Estoy de acuerdo cuando algun testimonio dijo 'morimos en La Perla'", y continúa, "una de las secuestradas era médica, a ella le tocó la terrible tarea de controlar, entre comillas, al secuestrado durante la tortura. Estaba obligada a permanecer parada en la sala de torturas presenciando eso. Yo era estudiante de medicina, recién en el tercer año, por lo que aún no había estado en hospital. Pero ella me pidió que la reemplazara en esa tarea obligada porque ella estaba asqueada. Entonces iba yo cuando me llevaban. Quiero decir que el estetoscopio que me colgaban al cuello jamás lo coloqué sobre el cuerpo de un compañero, porque la realidad es que a los torturadores les importaba un rábano si alguien moría o no allí. Nosotros estabamos allí para ser parte del escenario que ellos montaban".


13:54  "El tabique".

 Mientras estaba frente a la máquina de escribir, a Eduardo le permitieron sacarse la venda, y eso era un alivio: "El tabique significaba estar ciego, estar fuera de todo, estar aislado. Creo que fue un símbolo nacional del secuestrado, en todo el país. Era parte de esa estrategia de destrucción y deshumanización. Pero aprendimos a correrlo, con movimiento de las cejas y ver por debajo"

13.45 Las listas

Durante su cautiverio, Eduardo Pinchevsky supo de la presencia de muchos compañeros y hoy enumera frente al tribunal una larga lista de compañeros, algunos que pudieron sobrevivir y otros que están desaparecidos. Los nombra, uno a uno. A algunos los conocía deafuera, de otros, supo sus nombres en La Perla.
Muchos de esos nombres los supo cuando lo obligaron a escribir sus informes a máquina: "Me sacaban de la oficina y me ponian a escribir a maquina. A ellos les molestaba hacer los informes y entonces como yo era buen dactilógrafo, me metieron a mí a hacer esa tarea". Pasaba las listas de los detenidos, transcribía sus datos, preparaba sus informes diarios.

13:23  La atemporalidad del centro

El testigo le pone palabras exactas a la incertidumbre e indefensión del que eran víctima los secuestrados en La Perla: "Uno deja de ser persona. Habíamos perdido el pasado, se nos había extinguido el presente y no había futuro. Ellos sí tenían todo el tiempo para torturar y matar. El unico tiempo era la atemporalidad, producto del accionar de ellos".
Eran los primeros días del secuestro de Eduardo cuando Manzanelli mandó a llamar a otro secuestrado. Le ordenó que le pegara y este lo hizo, una trompada en el rostro, y después se fue. Manzanelli le dijo que eran todos "mercenarios" y que a ellos no le gustaban los mercenarios. Eduardo no recordó nunca el nombre de este detenido, pero el episodio lo dejó pensando: "Con qué liviandad ellos caracterizaban a la gente, llamandolo 'mercenario' cuando era evidente que estaban reducidos a la esclavitud. Me pregunté cual era la paga que recibía como 'mercenario' estando secuestrado en La Perla, seguramente ninguna, un minuto más de vida. En el centro no había lugar para el no, para la propia voluntad. Lo reducen a esclavo, uno no tiene el libre albedrio, uno deja de ser persona".


 

13:10 Muertos que caminan

Pinchevsky describe la sensación que reinaba en el infierno de La Perla. "Ellos eran los dioses, decidían quien moría y quien vivía, caracterizaban a la gente sin considerar que los habían convertido en esclavos, en no vida, en no muerte en una situación en la que no llegabamos a estar vivos: estábamos desaparecidos, excluídos de la sociedad. Cuando el torturador Texas llegaba a La Cuadra, por la mañana gritaba 'Hola, muertos que caminan'..."

 

12:00 El ritual

Cuando secuestraron a Andrés Remondegui, compañero de la JUP, lo llevaron directo a la sala de máquina. A Eduardo Pinchevsky lo llevaron a ver. "Era un ritual en el que participaban todos, supongo que para minimizar la culpa. Ahí pude darme cuenta de lo que estas personas eran capaces de hacer. No había nada bestial ni animal en ellos, porque los animales son salvajes para sobrevivir. El humano es cruel.
Lo apalearon y picanearon y pudo sobrevivir por su resistencia física, era un atleta".

Eduardo Pinchevsky cuenta de su desesperación por lo que estaba observando que hacían con su compañero: "Ellos explotaron eso y me decian 'decile a tu Chacho que hable'. Qué iba yo a decir, estaba desesperado. Lo estaban matando. Yo gritaba, ellos gritaban. El empezó a cerrar y abrir la mano. Cuento esto porque esto le sucedió a cientos de argentinos".


Cuarto intermedio de 15 minutos.


11:48 La Tortura 

"Yo soy conciente de que una vez que la víctima traspuso la puerta del Centro Clandestino está siendo torturado, por su indefensión, por su reducción a servidumbre, porque se convierte en un esclavo y está secuestrado por el Estado Terrorista. Y no lo digo yo, lo han dicho jueces como el Dr. Rafecas"
Eduardo llegó a la Perla y fue inmediatamente insultado por el origen judío de su apellido, fue golpeado, amenazado de muerte, pateado, golpeado con la culata del arma, "absolutamente agredido". Sin embargo los represores no lo llevaron esa noche a la sala de torturas, donde los tormentos tenían que ver con la aplicación de electricidad y la esfixia. "Yo en ese momento no me di cuenta, lo que estaban haciendo fue ponerme en el lugar de 'no-torturado'".
Era parte del método.

 

11:36 El método

"Despues del golpe del 24 de marzo, tratábamos de seguir militando en la mas absoluta clandestinidad, sabíamos que el golpe tenia como principal objetivo el aniquilamiento de las organizaciones sociales. Sin embargo, no teniamos conciencia del método, que fue nacional e internacional. Que tuvo la impronta del Estado Argentino Represor y fue luego copiada por otros países".
Eduardo y sus compañeros militaban en la Juventud Universitaria Peronista. "Me preguntaban por las armas, y quiero aclarar que nosotros teníamos armas pero eran obsoletas, vetustas, que no podían ser usadas y nunca las llevabamos con nosotros. Nosotros  no eramos parte del Ejército Montonero, eramos la expresión estudiantil del movimiento, aunque acordábamos ideológicamente con aquel pero no lo integrábamos".

 

11:23 "Paco, te agarramos. Anoche te estuvimos esperando en tu casa". 

Con esa casa y otra en Barrio Guemes secuestrada por la patota, la situación era muy complicada: "Nosotros eramos militantes de una agrupacion política estudiantil, no estábamos armados.No obstante uno sigue militando en esas condiciones por creer correcto estar en contra de políticas antipopulares, explotadoras. Aun con riesgos, la mayoria de los compañeros seguíamos militando, aún sabiendo que podiamos caer detenidos o muertos".
El 8 julio de 1976 fue secuestrado en una esquina de calle La Rioja, mientras tomaba un café con un compañero a quien acababa de conocer, de apellido Portillo. Eran 6 o 7 personas vestidas de civil, que ya los venían buscando, y los avisaron por la ventana del bar.  Se abalanzaron sobre ellos y lo metieron en el baúl de uno de los autos. "Ese es un segundo fatídico, uno sólo puede pensar en la muerte. Es un atentado, uno está en un estado de total indefensión". En el trayecto pudo escuchar que paraban a levantar a un jóven llamado Andres Liñeyra.
"En mi secuestro estaban, el Chubi Lopez, Manzanelli, Herrera, Romero. Esta gente actuaba en grupo, no me gusta decir 'patota' porque era una banda, un grupo organizado. Después pude conocer sus voces y reconocerlos en el Centro".

 

11:00  La Memoria

Eduardo comienza contando cómo llegó a Córdoba durante su tercer año de la carrera de medicina, a principios de 1975, cuando el Comando Libertadores de América ya estaba actuando en la provincia. "Aparecían jóvenes muertos en las calles, nuestra organización tuvo que pasar a la clandestinidad y se hacía difícil tener donde vivir pero nos las arreglábamos entre compañeros".
Así, viviendo en una casa de Villa Cabrera con otros compañeros, le tocó vivir la primera desaparición de esos amigos: Lila Rosa Gómez, Enrique Saibene y Alfredo Sinópoli. "Nosotros nos enteramos que habían caìdo porque el pueblo tiene ojos y vieroncuando los 'levantaban'. Tenían una cita el 6 dediciembre de 1975 y un grupo de tareas les encontro un ejemplar de la revista Evita Montonera. Nos avisaron y el resto tuvimos que abandonar esa casa. A la tardecita este grupo se metio en la casa, estuvieron adentro, robaron, destruyeron, hicieron inscripciones del CLA. La hermana de Sinópoli queria preguntar y averiguar en la D2. Yo la acompañé, cuando ella entro en un estado de histeria, gritos e insultos, la sacaron. Esos compañeros nunca aparecieron, eran compañeros y amigos muy queridos, por eso me parece importante decir esto acá."


10:30 Testigo 179: Declara Eduardo Pinchevsky

Antes de empezar agradece el hecho de poder estar sentado declarando. Le agradeció a los organismos y a un gobierno que lo hace posible. "Quiero que mi testimonio pueda ser la voz de los que no tienen voz, y que mi testimonio sirva para describir lo que fue el Terrorismo de Estado en este pais"
Eduardo estudiaba medicina y militaba en el Peronismo Revolucionario. Fue secuestrado y permaneció en La Perla.

Día 98:14-7

 14:40 Acaba de terminar el testimonio de Eduardo Pinchesky

Un testimonio que deja mucha tela para cortar y que parece ser la confirmación del peso de las condenas que caerán sobre los responsables."El que estuvo en un campo, nunca podrá salir; y el que nunca estuvo, nunca podrá entrar"
Cuarto intermedio hasta el martes a las 10:00

12:30 Una historia que no terminaba nunca

Sólo hoy con estos juicios los argentinos tenemos la certeza de que nuestra seguridad y nuestra democracia están preservadas y protegidas. Pero durante muchos años la sensacion de indefensión reinó en el país, potenciada por la impunidad de los genocidas que seguían caminando por la ciudad como cuando eran dueños de ella.
Después de 1983 Eduardo Pinchevsky intentó alejarse de Córdoba para dejar de sentirse acorralado, pero sus captores no lo dejaron en paz. En 1985 Chubi Lopez fue a buscarlo a Santiago del Estero, donde había comenzado a trabajar como médico.
"Me buscaba para llevarme a declarar a Córdoba en el tercer cuerpo, ante los militares". Los llevaron a varios de los sobrevivientes y, tal como señala el testigo, los obligaron a declarar bajo coacción sobre cosas que no eran verdades. Preguntado por el fiscal acerca del contenido de esa declaración de 1985, Eduardo explica: "Era todo a favor de ellos, que no habia pasado nada, que estabamos detenidos pero nos habian tratado bien. Yo quiero decir acá que eso no tiene valor juridico. Estábamos en el mismo predio en que me desaparecieron, con los mismos captores al lado. Sentía que esta historia no se terminaba nunca… En pleno gobierno democratico el país no había resuelto esto"

12:00 "Jugar el juego"

Eduardo Pinchevsky es sumamente claro para explicar otra de las perversiones de los represores de La Perla, quienes empleaban métodos que se replicaban en todo el país. En este caso, la libertad vigilada.
Estando secuestrado, pidió poder ver a su hijo, a sus padres. Eduardo tenía un niño de 5 años y logró que lo llevaran a verlo, tal como sucedió con algunos de los secuestrados que permanecieron años en el centro clandestino. "Cuando abrieron la puerta, vieron un fantasma, ellos creían que yo ya estaba muerto. Romero les mostró su arma encajada en el interior del abrigo y me dijo te dejo aca y te busco en una hora".
Ese fue el primero de varios encuentros que tenían un claro tinte extorsivo e intimidante. "Mi familia, como tantas, hicieron el rol de atenderlos como si fueran nuestros salvadores. Por supuesto que nuestras familias no entendían mucho pero trataban de que no nos mataran, ellos especulaban con esa necesidad en un contexto de clandestinidad absoluta". Como todas las familias, la de Eduardo sufrió lo mismo "Iban perdiendo su vida cotidiana, tratando que sus seres queridos safen, vivan, entonces jugaban el juego"

11:44 Prosigue el testimonio de Pinchevsky

Está narrando su vuelta a la Perla después de haber sido llevado por un breve lapso a la Brigada de Informaciones de la Policía de La Plata junto a otros detenidos. "Al volver, era menos feroz el proceso represivo, pero esto no implicaba que no siguieran secuestrando, torturando, vejando. Y seguían con los operativos ventilador (simulacros de fusilamiento)".



11:35 La búsqueda incansable

Una vez más estamos frente a una familia que no cesó en su búsqueda y traspasó todas las fronteras para saber algo sobre su hijo. "Yo fui al Tercer Cuerpo, a la Policía Federal, fui a hablar con Primatesta y siempre la misma respuesta: ‘no sabemos nada’. Yo les decía en cada lugar: 'si mi hijo hizo algo, júzguenlo y aplíquele la pena que merece, pero díganme dónde está'. En un momento hasta casi dejamos de trabajar para buscar a nuestro hijo. Yo fui hasta Ginebra a pedir por él, hablé con el presidente de las Naciones Unidas allí”.

 

11:28 Un testimonio desgarrador.

Es difícil para esta mujer contar todo lo que en su vida significó la desaparición. "Mi marido y mi otro hijo no soportaron el secuestro y murieron al poco tiempo", dice en uno de los tramos más dolorosos de su declaración. Entre sollozos, su mensaje llega a todos los presentes guiado por una fuerza interior que la ayuda seguir: "Quiero que me contesten todos los que están acá si hay derecho. Quiero saber qué pasó con mi hijo. ¡Contéstenme! ¡Quiero justicia y saber qué hicieron con estos chicos, con todos los chicos! ¡Y que nunca más pase esto en Argentina!"

11:00 Testigo 179: Declara Samie Hit

De 82 años, viene a declarar por el hecho del que resultó víctima su hijo, Jose Zucaría Hit quien permanece desaparecido desde el 5 de enero de 1976.

10:30 Dos testigos para la jornada 

Está previsto que declare Samie Hit y luego finalizará su testimonio Eduardo Pinchevsky, quien comenzó en la jornada de ayer.era menos feroz el proceso represivo, esto no implicaba que no siguieran secuestrando, torturando, vejando. Seguían con los operativos ventilador (simulacros de fusilamiento).

Día 99: 19-11

13:18 Cuarto intermedio hasta mañana a las 10:00

Declararán dos testigos, uno de los testimonios será por videoconferencia.

 

13:10 "No quería recordar nada de lo que me había pasado"

Eso cuenta Erica con dolor al recordar la fatídica noche que pasó junto a sus pequeños en la terminal. "Hace poco recordé que me habían mandado a alguien para vigilarme en la terminal". De allí viajó a Embalse e intentó no pensar en ello nunca más.

 

13:03 La patota

Una semana después de la terrible noticia, Erica cuenta que se encontraba en el domicilio que compartía con una pareja y otro compañero y fueron sorprendidos por una patota de seis hombres. Uno de los habitantes de la casa, a quien conocían como Ernesto, lo asesinaron a sangre fría en el baño, otro pudo escapar y a la chica, María, la llevaron de los pelos. Erica junto a sus dos niños fue llevada a la terminal para que se fuera.

 

12:54 La noticia.

Los testigos del secuestro de Jorge Sánchez fueron dos viejitos, vecinos, que conmovidos y movilizados le contaron a la testigo cómo se lo habían llevado a la rastra dos días antes. Erica llegaba al lugar con su hijo Facundo, y recuerda con dolor los minutos después de la noticia, cuando tuvo que huir en medio de la desesperación, temiendo que también vinieran a llevarlos a ellos.

 

12:47 Testigo 183: Declara Erica Martínez

Había sido compañera de Jorge Elvio Sanches, quien militaba en el Ejército Revolucionario del Pueblo, con quien tuvo dos hijos. Estuvieron juntos hasta que él se mudó a la ciudad de Córdoba y ella formó una nueva pareja. El fue secuestradoaproximadamente el 15 de abril de 1976, de su domicilio.

 

12:26 La Memoria

El testigo reflexiona, y cuenta que después del hecho sólo supo que la mujer viva había sido internada y que había dicho que la intentaron matar. "A mí a fin de año me entregaron una medalla de la policía de Córdoba por mérito extraordinario con fecha del año 1975, durante una cena de los bomberos en el Aeroclub".
Después todo quedó en el recuerdo colectivo de quienes supieron del caso. "Hace poco tiempo un muchacho que trabaja en el diario de Alta Gracia, me preguntó si podía recordar todo ese tema de los Pujadas, y yo le dije que no tenía ningún drama".

12:18  Los Pujadas

Ninguno de los otros bomberos se atrevía a meterse, y Mario necesitaba ayuda para mover los cuerpos. Con esfuerzo sacó una chica rubia y un hombre mayor, ambos estaban muertos. Después rescataron a la mujer que estaba viva: "Tenía una cinta en la boca".  Otro jóven y una mujer fueron sacados sin vida, y también se rescató un paquete que eran los documentos de todos. Los recuerda casi sin ropa, en pijama o bata". Se trataba de José María padre e hijo, María Isabel y Josefa, el matrimonio pujadas y dos de sus hijos. Quien sobrevivió era la mujer de José María pero falleció poco tiempo después.

12:13 El pozo

El día  los bomberos que estaban en una carrera de autos recibieron del jefe del cuartel la orden de que debían dirigirse a retirar los cuerpos hallados en un pozo. Siete bomberos fueron dirigidos hacia el lugar, ubicado detras del monumento a la esposa del Baron Biza, y al descender del vehículo pudieron observar la presencia de numerosas personas de uniforme y de civil.
"El pozo tenía más o menos dos metros de ancho y a tres metros de la orilla divisé unos chorritos de sangre. Mi jefe me pidió a mí que me largara y al asomarme vi que estaba acampanado, por lo que había riesgo de derrumbe. Tenía 10 o 12 metros de profundidad".
Al llegar, Mario pudo escuchar el quejido, el sintió que era una persona viva y dio aviso a los superiores.

 

12:11 Testigo 182: Declara Mario Ignacio López

El testigo fue ofrecido durante audiencias anteriores por la querella de Miguel Ceballos y Hugo Vaca Narvaja, del Serpaj. Va a declarar por el caso de los Pujadas (Causa Barreiro)

 

11:46 El tejido 

Adriana trae frente al tribunal un tejido inconcluso que encontraron en la casa vacía y destruida del matrimonio, después del secuestro.
"Es tan poco lo que nos han dejado, pero nos han dejado algo. Yo supe que el odio no era bueno".
Preguntada por el Dr. Claudio Orosz, de la querella de H.I.J.O.S. y Familiares acerca del detino de la pareja, Adriana cuenta que con el tiempo una sobreviviente fue hasta su casa a contarle que había visto a su hermana y cuñado en La Perla: "Me contó horrores". Cuenta entre lágrimas, "Me dijo que por tratar de proteger a una compañera la llevaron al pozo".

 

11:08 Semblanza

Adriana recuerda a quienes hoy no están. Dice de Carlos Hugo Correa: "Si tengo que recordarlo debo decir que era una persona sumamente honesta. Era empleado y delegado del gremio de Correo, tenía 46 años y estaba casado con Ana María, de 25. Su hermana recuerda a Ana María: "Era un ser muy especial. Debe ser muy especial una niña que trae a dormir a un anciano indigente a casa, recuerdo haberme levantado y decir 'Qué hace un viejo durmiendo acá?' y ella me tranquilizaba y me decía que el hombre tendría familia por ese día mientras que yo la tenía todos los días". Su personalidad la acercaba a entidades carentes -animales desprotegidos, niños de la calle, ancianos y desvalidos- y la casa le quedó chica, por eso comenzó a juntarse con gente con sus mismos ideales y voluntad de cambiar las cosas. "Era muy bonita, pero más bonita era por dentro", la recuerda Adriana y agrega: "Al conocer a quien fue su marido dijo que había encontrado a su hombre, con quien iba a poder hacer su vida. Si la hubieran dejado hubiese sido política toda su vida".
La buscaron por todos lados, no dejaron clínica ni hospital sin preguntar, y nunca obtuvieron respuestas de ninguna sede de las fuerzas a donde acudieron. "A dos meses de su desaparición, mi mamá se acostó y al levantarse ya nunca volvió a ser la misma".

 

10:58 El Papagayo Mauro

En su quinta, el matrimonio tenía un papagayo y un maina -pájaro que habla- guardados en un lavadero. Adriana cuenta que al irse, la patota se llevó a las aves en un canasto que encontraron. El testimonio se condicea con otros de sobrevivientes, que cuentan haber visto llegar matrimonio a la cuadra, y cómo los represores ingresaron también al loro, con número, como si fuera un secuestrado más. Completando una escena de por sí macabra, lo colgaron de uno de los extremos de la Cuadra y, como hablaba muy bien, aprendió a gritar las palabras que los secuestrados decían en voz alta: "Guardia!, Baño!".

10:42 Adriana Ferreyra

Agradece al tribunal y comienza a declarar por la desaparición de su hermana Ana María Ferreyra y su marido Carlos Hugo Correa (Causa Romero).
El matrimonio fue secuestrado el 22 de Octubre de 1976 por la madrugada, en su casa quinta de Barrio Panamericano donde tenían distintos animales. La patota entró a los golpes, los vecinos pudieron oir el alboroto de los animales, los gritos de Ana María y fuertes golpes y portazos. Adriana tiene las versiones de los vecinos, uno de ellos un diariero, quienes pudieron ver cómo Carlos Hugo intentaba desesperadamente funcionar como escudo humano para proteger a su mujer de las agresiones. "Al salir hicieron disparos al aire y gritaron que iban a volver", Junto con ellos, se llevaron a los tres autos propiedad de la familia.

10:39 Tres testigos declaran hoy

Se trata de Adriana del Valle Ferreyra de Martínez, Erica Martínez y Mario Lopez, el bombero que rescató los cuerpos de la familia Pujadas del pozo en el que fueron dinamitados por el Comando Libertadores de América. (ver nota)

Fot. Paul Aminue (La Mañana de Córdoba)
Fuente:DiariodelJuicio

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