2 de enero de 2014

PARANÁ: El represor Appiani fue autorizado a salir de la cárcel para visitar a sus familiares.

02/01/2014
Viajará a Misiones
El represor Appiani fue autorizado a salir de la cárcel para visitar a sus familiares
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Recibió el permiso para una visita de acercamiento familiar.
En las próximas horas, el represor Jorge Humberto Appiani emprenderá un viaje para una nueva visita de acercamiento familiar. Serán 800 kilómetros hasta la provincia de Misiones y a la vez la primera salida en varios meses para el represor imputado en la denominada megacausa Área Paraná por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar. La semana pasada, el juez federal de Paraná, Leandro Ríos, hizo lugar a un pedido efectuado por Appiani para viajar para una visita de acercamiento familiar de tres días. El magistrado dispuso que el traslado se realice “bajo segura custodia y estrictas medidas de seguridad”, entre el 20 de diciembre y el 10 de enero.Si bien el represor pretendía pasar alguna de las fiestas de fin de año con su familia, eso no se pudo concretar por una demora en el envío del oficio judicial a las autoridades de la unidad penal, que a su vez deben coordinar con el Servicio Penitenciario Federal, que es el encargado de realizar el traslado. De hecho, Appiani recién fue notificado de la medida el lunes, en forma personal, en los tribunales federales.

El juez Ríos dispuso además que, mientras dure su permanencia en Misiones, el ex militar sea alojado en la Colonia Penal Nº 17 de La Candelaria, ubicada 74 kilómetros al sur de Jardín América.

Appiani, detenido en la cárcel de Paraná desde 2009, ha viajado en reiteradas ocasiones a la localidad misionera, distante a 800 kilómetros de la capital entrerriana y 100 kilómetros al norte de Posadas, para visitar a su hija y otros familiares residentes allí. Se trata de una pequeña localidad emplazada sobre el borde del río Paraná, erigida a ambos márgenes de la Ruta Nacional 12, lo que le da una traza alargada, y dedicada a la actividad forestal y de cultivo de yerba mate y té.

Sin embargo, las salidas se habían suspendido tras la fuga de su ex socio y amigo, Jorge Olivera, a mediados de julio. Los fiscales Ricardo Álvarez y José Ignacio Candioti pidieron en su momento que se extremaran las medidas de seguridad respecto de Appiani; también solicitaron que al momento de disponer traslados “se tome en consideración el aumento del peligro de fuga” y se notifique al Ministerio Público que, a su vez, se reserva de antemano la potestad de oponerse.

Del mismo modo lo hicieron los organismos de derechos humanos, víctimas y querellantes en las causas por crímenes de la dictadura, quienes solicitaron “que se restrinjan los otorgamientos de salidas familiares, médicas, de culto y recreativas” para los represores detenidos en la Unidad Penal Nº 1. Específicamente, en el caso de Appiani, los abogados Marcelo Boeykens y Álvaro Baella señalaron que “posee medios económicos por demás suficientes como para preparar y sostener una eventual fuga”.

Lo cierto es que las visitas de acercamiento familiar están previstas en la ley de ejecución de penas, como medida imprescindible para el mantenimiento y reforzamiento de los vínculos familiares y sociales de la persona privada de libertad durante su detención. En ese fundamento se sostiene la decisión del juez Ríos.

Esperando la sentencia
Jorge Humberto Appiani está procesado en la denominada megacausa Área Paraná y detenido en una Unidad Penal Nº 1 desde el 4 de junio de 2009. Entre 1976 y 1977 se desempeñó como auditor del Ejército y auxiliar del consejo de guerra estable que juzgó y condenó a decenas de presos políticos sin garantías de ningún tipo. Está acusado como partícipe necesario de privaciones ilegítimas de libertad, severidades, vejaciones y apremios ilegales contra ocho víctimas; y como autor mediato de privaciones ilegítimas de libertad y tormentos contra 27 personas.

La causa se tramita por el antiguo Código de Procedimientos en Materia Penal, que prevé actuaciones escritas, pero estuvo trabada durante dos años por la sucesión de chicanas dilatorias que impusieron las defensas –especialmente Appiani–, lo que ha generado una demora significativa.

Por estos días los defensores de los imputados están presentando sus descargos a las acusaciones de los fiscales y querellantes y se estima que para mediados de año haya una sentencia contra los ocho represores que se mantienen imputados, publicó El Diario.

Fuente:AnalisisDigital

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