8 de febrero de 2014

ENTREVISTA A SARA WAITMAN DE LA AGRUPACION EX PRESOS POLITICOS POR LA PATRIA GRANDE.

Agrupación Ex - Presos Políticos por la Patria Grande
SARA WAITMAN: “Para nosotros visitar las escuelas y tener alumnos que nos pregunten, es un paso adelante”
Sara Waitman
Sara Waitman es profesora jubilada de Educación Física, la mayor parte de su carrera la desarrolló 
en escuelas urbano-marginales.  Fue detenida  por fuerzas militares en camiones militares junto  a 
su compañero Carlos Alberto “Nona” D’Ambra en la Terminal de Ómnibus el 20 de noviembre  de 1976.  
Cuando salió de la cárcel volvió a la militancia en la Federación Juvenil Comunista, luego formó 
parte de la Lista Naranja que recuperó el gremio de la UEPC de la intervención.

Últimamente fue una de las impulsoras de la creación de la asociación de Ex - Presos Políticos de 
Córdoba con activa participación hasta que fue injustamente intervenida por la Inspección de 
Sociedades Jurídicas justamente en el periodo en que se iniciaba el juicio por la Megacausa de La 
Perla.

Para nosotros es muy importante rescatar su testimonio porque conocemos sus ideales inquebrantables 
y su capacidad de lucha 

Sara, por favor, contanos del tema del juicio y la megacausa.
- Los juicios, en Córdoba comenzaron en diciembre del año 2012; y se lo denominó “la Megacausa”, la 
llamamos La Megacausa porque toma distintos centros clandestinos y distintas causas por los que se 
hace el jui- cio. Centralmente aquellos que fueron los detenidos en la D2, o sea en el Departamen- 
to de Información de la Policía de Córdoba, el campo de concentración de La Perla, el campo de 
concentración de La Ribera, y se incluye el delito de la apropiación de bebes. Cabe aclarar que el 
primer nieto por el cual se reclamó a la justicia cordobesa fue el de Sonia Torres. Por eso lo 
llamamos la Mega- causa en Córdoba. No es que haya un error en decir “la megacausa es La Perla”, en 
reali- dad La Perla fue el mayor centro clandestino de detención de Córdoba y del interior del país 
por la cantidad de compañeros que pa- saron por allí, cerca de dos mil quinientos, y hubo varios sobrevivientes, un poco más de cien de sobrevivientes que hoy pueden dar testimonio sobre lo que fue La Perla, sobre lo que fue el  Campo de la Ribera y sobre la D2.

Para nosotros llegar a esta instancia, fue una gran satisfacción, muchos pensamos   que era 
imposible que  alguna vez fueran juzga dos estos genocidas. En el marco de este jui cio 
atestiguaron muchos compañeros que fueron testigos de los operativos “ventila dor” y que después de 
tantos años pudieron contarlo y de esa manera poder condenar a quienes fusilaban a personas  con 
esta me todología

Pero hoy podemos decir que muchos de los compañeros que quedamos vivos de todos los campos  de 
concentración somos testi gos.  Muchas veces, a nosotros nos toca la tarea de localizar a estos 
compañeros,  por que  prestaron  testimonio  cuando  vino  la Cruz Roja a Córdoba en el año ’78 y 
entró a la cárcel,  en esa oportunidad  nosotros nos
habíamos organizado para testimoniar todo lo que pasaba en los campos de concentra- ción y en la 
cárcel misma.

Sara, yo te escucho decir con mucha naturalidad “operativo ventilador”.
¿Nos podés contar qué es?
-   Hablo con mucha naturalidad, pero son cosas muy duras,  muy crueles. Quienes lle- vaban 
adelante estos crímenes justificaban su accionar sosteniendo que a esos compa ñeros los encontraban 
en la calle,  habiendo un enfrentamiento, pero la realidad es que esos compañeros eran sacados de 
los cam pos de concentración y fusilados.   Este es el llamado “operativo ventilador”. El primer 
juicio     que se realiza en Córdoba corres pondió a cinco compañeros que los sacan de La Perla.  
Para nosotros fue una prueba contundente que sí se podía, porque llevó a cárcel común y perpetua a 
muchos de los genocidas,  a muchos de los represores por lo que para nosotros fue un logro
muy importante.

Al primer juicio de la Perla, siguió el juicio de la UP1, en el que se juzgó el fusilamiento de 29 compañeros, del que nosotros siempre hablamos, porque está en la creencia de la gente que en el intento de escape eran abatidos, porque así lo informaban los medios periodísticos, cuando en realidad lo que ocurría era que
los sacaban de las cárceles con la excusa de trasladarlos a otro destino y en el camino simulaban un enfrentamiento y los fusilaban.

La verdad es que no hubo ningún tipo de enfrentamiento ni rescate de otros compañeros, eran fusilamientos lisos y llanos.

A veintisiete los matan en la calle y a dos compañeros los matan en la cárcel. A Moukarzel, lo estaquean en el patio donde las mujeres tenían la ventana, que la tenían cerrada, lo estaquean y lo matan.

A Bauducco le pegan un tiro en una de las “sacadas al patio” para hacer requisas en la cárcel. Esos dos compañeros los matan en la cárcel y sus asesinos fueron juzgados. Hoy  están cumpliendo una condena de cadena perpetua en la cárcel de Bouwer.

- La Megacausa de La Perla empezó el 4 de diciembre de 2012, ¿hasta cuándo se calcula más o menos que
va a durar?
- Nosotros teníamos previsto que este juicio durara un año y medio. Pero, en realidad, nosotros, los ex presos políticos, junto con los organismos de Derechos Humanos, pedimos que se unieran todas las causas, para terminar de una vez con todos los juicios.

Porque al estado le lleva mucho tiempo organizar una causa, designar los jueces, organizar los testigos… es todo un mecanismo muy complejo para realizar un juicio en una provincia, entonces pedíamos que se
unieran las causas que hubiese en Córdoba, y en esta Megacausa se unen muchas causas, muchos juicios, muchos imputados, muchos testigos.

Ahora se han agregado cinco causas más, que para nosotros es favorable, porque el jurado ya está nombrado, porque los testigos ya estamos siendo localizados, y convocados para prestar nuestro testimonio.

Tenemos acompañamiento psicológico que nos apoyan en toda esta preparación hasta último momento, nos acompañan hasta la sala donde nosotros prestamos el testimonio y nos preparan informándonos sobre las cuestiones que nos van a preguntar, constatan si nos sentimos bien, si nos sentimos acompañados, nos ayudan a preparar el testimonio… O sea, es muy bueno encontrar estas personas cerca de nosotros,
la mayoría de los que estamos en los organismos de Derechos Humanos los conocemos.

En la búsqueda de compañeros que atestigüen, encontramos a muchos compañeros y les explicamos toda esta mecánica de trabajo de la gente de Protección de Testigo.

A muchos de ellos ya los conocemos porque hemos venido trabajando con los ex presos de Buenos Aires. En aquella provincia tenemos un compañero desaparecido de esta etapa democrática, Julio López, partir
de su desaparición exigimos que había que crear un organismo desde el Estado que se hiciera responsable por lo que nos sucediera a nosotros, los testigos, que teníamos que tener una protección. 

Desde entonces muchos compañeros son visitados de noche por la gente de Protección de Testigo (aunque
solicitamos que no visiten a los testigos de noche porque muchos compañeros no conocen que hay un
cuerpo especial desde la Policía de Córdoba, desde el Gobierno Provincial, que toma la protección de los testigos, que nos hacen una entrevista a la casa, nos preguntan si tenemos familiares, si tenemos auto, cómo
circulamos durante el día, nos acompañan, el día que vamos a ser testigos nos buscan en un auto de la Policía, y nos vuelven a preguntar cuando salimos de prestar testimonio si nos queremos quedar o si queremos que nos acompañen nuevamente a la casa. 

A muchos de ellos nos hemos acercado bastante, esto siempre lo cuento cuando vamos a visitar escuelas, quién diría que los ex presos políticos hoy podamos confiar en la gente de Protección al Testigo, que nos
acompaña el día del juicio, para que no nos pase nada.

- Sara, comentaste que van a visitar escuelas. ¿Nos podés contar de eso?
- Nosotros hace muchos años creamos la Asociación de Ex Presos Políticos de Córdoba, la que hace poco más de un año fue intervenida, por lo tanto con un grupo numeroso de compañeros no aceptamos la
intervención y creamos una Agrupación de Ex Presos Políticos por la Patria Grande, y cuando decimos “por la Patria Grande” es porque estamos con la unidad latinoamericana, luchábamos por eso siempre y seguimos
luchando por eso, y uno de nuestros objetivos era transmitir nuestras historias de lucha, de militancias, en el pasado, en el presente, para un futuro. 

Para nosotros visitar las escuelas y tener alumnos que nos pregunten, que se interesen por el tema de los Derechos Humanos, que visiten hoy los sitios de memoria, lo que fueron antes campos de concentración, es un paso adelante.
Sara Waitman es entrevistada por Alfredo Seydell de la Subcomisión de
Derechos Humanos del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba
Decimos que no hay memoria si no hay memoria colectiva. O sea, mientras más gente conozca lo que nos pasó a los argentinos, no solamente por la tortura que sufrimos, pensamos que será más difícil que haya más
golpes de estado en nuestro país, en América Latina o en el mundo. 

Con ese escenario, armamos un proyecto y visitamos las escuelas con un documental de una compañera,
Ana María Mohaded, que trabaja en cine, es cineasta. Con ella tenemos un documental que se llama “Palabras”. Este documental que dura 16 minutos, cuenta cómo se preparó ella para ser testigo en el primer juicio y nosotros lo usamos como disparador en las escuelas. 

Luego se comienza a dialogar con los alumnos, ellos preparan preguntas en el caso de que la profesora trabaje anteriormente con los alumnos, y si no, a partir del documental los chicos preguntan. Son
muy buenos los resultados de esta experiencia, porque hay una comunicación, ellos preguntan mucho cómo nos torturaban,  nosotros les reconocemos que todos sufrimos torturas, tanto física como psíquica,
algunos más en alguna forma…, le damos mucha importancia a porqué nos llevaron presos, por qué le pasó esto a nuestro país, cuál fue el proyecto político económico social que implementaron para poder cerrar
el grupo económico de la Iglesia, cerrar las empresas en nuestra provincia y en nuestro país, tener los medios de comunicación, porque en realidad, hubo un objetivo para llegar a todo esto. 

Es entonces que los alumnos empiezan a ver que nosotros no estamos solamente para contar lo que sufrimos
como presos políticos, sino para explicarles cuál fue el proyecto político por el que nosotros luchábamos y por el que fuimos encarcelados al igual que los 30.000 compañeros desaparecidos.

Culmina nuestra actividad con nuestro coro que se llama “Contracoro al resto” que es un coro conformado por ex presos políticos, por familiares nuestros, o compañeros que se incorporan porque les interesa mucho el trabajo que estamos  haciendo a través de las escuelas, universidades, en gremios, en actos donde se toca
el tema de la memoria, y en actos políticos pa r t i d a rios. Noso t r o s asistimos, p o r q u e creemos que la
poesía, el canto, son una herramienta pedagógica importante para poder transmitir lo que nos pasó. 

Muchas de las poesías son escritas por nuestro  compañero Manuel Nieva, que es un gran poeta y relata nuestras vivencias en la cárcel después del ’78 cuando entra la Cruz Roja, en que disminuyen las exigencias disciplinarias o de encierro total. Las compañeras por un lado cantaban, siempre cantábamos, fue
una forma de resistencia, aunque lo teníamos prohibido, entonces cantábamos por la mirilla cuando sabíamos que había guardias más “flojas”, más buenas. La Negra Lucía, Jacinta, Nené, que es la esposa de Manuel
y los varones hacían lo mismo. 

Dentro de nuestra reclusión habíamos improvisado una peña que se llamaba “Del Taita”, en ella había recitados, poesías, cantados sin guitarra por supuesto porque no había, pero son herramientas que nosotros usamos para poder transmitir de distintas formas nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro, porque la mayoría de los componentes de esta agrupación seguimos militando en un proyecto de país. 

Nunca renunciamos a luchar por ese proyecto de país. Muchos de nosotros cuando salimos de la cárcel no nos incorporamos solamente a los organismos de derechos humanos, muchos de nosotros nos incorporamos a la lucha en los gremios, en las organizaciones sociales o barriales.

En mi caso particular fue en la UEPC, yo salí en libertad en el año ’79, y después me incorporé a trabajar como docente, recuerdo que ya en el año ’81 nos empezábamos a organizar para elegir delegado, yo fui delegada del colegio UNESCO de Guiñazú, y entonces empezamos a recuperar el gremio, a sacar la intervención de los gremios, ya que casi todos estaban intervenidos.

En el tiempo en el que fui detenida, en esa etapa yo milité mucho, milité partidariamente, cuando caí “en cana” pertenecía a la Federación Juvenil Comunista, mi novio pertenecía al Partido Revolucionario de los
Trabajadores, yo pensaba que la salida era siempre la militancia. Y cuando salgo en libertad, a los años me vuelvo a incorporar a la Juventud Juvenil Comunista. 

Con el tiempo salí del Partido Comunista porque creía que había que avanzar de otra forma en otra
construcción, creo que en este proceso que se está viviendo hoy en Argentina, hay diferencias
de construcción, de ampliación de criterios, de militancias compartidas y unificadas en un espacio político que antes no lo podíamos tener. Siempre me preocupó, porque me decían “cómo puede ser que vos
que eras de la Federación anduvieras con un compañero del PRT”, pero no soy la única a la que le pasó esto, muchos compañeros Montoneros con PRT o Socialistas con otra gente de otra militancia y muchas veces no se entendía, éramos demasiado sectarios en algunas cuestiones políticas partidarias, porque desde la ideología teníamos un objetivo en común que era el socialismo. 

Muchos de nosotros seguimos pensando que el socialismo es la única opción posible para poder avanzar y profundizar un modelo de país, no creemos que el capitalismo sea la solución. Desde nuestra agrupación política “De la Patria Grande”, partidaria también, apoyamos un modelo nacional y popular, pensamos que es una herramienta que nos sirve para profundizar, no nos alcanza con ser sólo ex presos políticos y no militar en un proyecto político, ya que por eso fuimos presos y seguimos creyendo que la salida es
participando todos.

Me gusta cuando dicen que fue alto el porcentaje de votación por ejemplo para las PASO, para las elecciones de diputados y senadores, una alta participación de nuestro pueblo en la votación, así no haya sido favorable a nosotros, o si hubiese sido favorable mejor, pero lo que implica es que la gente está comenzando a participar y mucha juventud se está incorporando a estas luchas sociales y a militar en los partidos políticos,  en organizaciones barriales, estudiantiles. Por ejemplo, los centros de estudiantes
fueron lugares que por años, y aún hoy no tienen la participación que deberían tener.

Cuando vamos a los colegios les preguntamos si tienen centro de estudiantes.

- Sara, vos fuiste testigo en la Megacausa. Los relatos son muy duros y profundos, pero la satisfacción es mucha. Qué nos podrías decir respecto a qué se siente, humanamente no? A pesar de contar el horror vivido.
- En realidad, pasaron muchos antes que empezaran los juicios en la Argentina. Cuando llega la democracia, el gobierno radical de Raúl Alfonsín promovió la formación de la CONADEP y los Juicios por la Verdad.
En realidad eran juicios que no tenían sentencia ni justicia.

Se conocían los hechos que habían pasado, pero nunca imaginamos que iba a llegar el momento en que uno iba a prestar testimonio después de tantos años. Cuando me dijeron que iba a ser querellante por mi
secuestro y testigo por el “Nona” D’Ambra,  sentí una gran emoción, como creo que sienten la mayoría de los compañeros cuando le dicen que van a ser testigos.

Yo tenía una carpeta importante de mis viejos, que habían hecho miles de trámites para cuando yo saliera en libertad y me mostraban lo que habían hecho, mostraban la visita a las distintas brigadas, al Tercer Cuerpo,
a Primatesta, a los juzgados federales, con los hábeas corpus, con todo, y yo tiré todo porque dije “para qué guardar todo esto si nunca…” y yo dije bueno ya está, mis viejos hicieron todo lo que pudieron.
Contracoro al Resto en plena función. Esta agrupación coral es una demostración de toda la creatividad que impulsó a quienes crearon la Asociación de Ex – Presos Políticos. Sara fue uno de ellos.
Me preparé para el juicio y dije “voy a decir esto y esto “… y no fue improvisado, uno esperó tantos años y ese es el minuto que nosotros tenemos para denunciar todo lo que tenemos que denunciar y para decir
todo lo que queremos decir. Yo primero le pedí al Juzgado declarar con la foto del “Nona” D’Ambra, que era mi novio, hacía un año y medio que estábamos de novios, éramos profesores de educación física los
dos, él había sido echado el IPEF (Instituto Provincial de Educación Física) unos días o unos meses antes de que terminara su carrera justamente por problemas políticos. Y seguimos trabajando juntos en una escuela de verano de Parque Las Heras y nos echaron a los tres, a mí porque era judía, a él porque lo habían echado del IPEF y a otra compañera porque no había seguido la carrera docente.

Y entonces seguimos trabajando juntos, militando cada uno en lo suyo. El día del juicio pedí a los jueces declarar con la foto de él porque en el momento que nos suben al camión militar en la Terminal de Ómnibus
un 20 de noviembre del ’76, me dice “¿me vas a esperar?, vos no te hagas problema porque vas a salir enseguida”. 

Yo estuve dos años y medio presa. Él está desaparecido. Primero lo secuestraron, después lo torturaron,
después lo fusilaron y dicen que están desaparecidos porque no tenemos los cuerpos, pero en realidad sabemos que todos los desaparecidos están muertos porque fueron fusilados. Me permitieron portar su
foto, el día del juicio pensé lo que tenía que decir para aprovechar ese tiempo al máximo, no me pusieron límites ni nada que no pudiera contar. Conté todo lo de él, porque para mí lo más importante era decir lo que él había pasado. 

Estuvimos juntos detenidos, el mismo día que nos detienen nos llevan al campo de concentración de La Ribera, él me silbaba una canción que se llamaba “Zamba para Olvidar” que aprendíamos en libertad
para que me diera cuenta que él estaba ahí y dónde estaba, yo estaba sentada en el patio y no lo podía ubicar, hasta siento esa zamba que él la silba, entonces por debajo de la venda lo veo y “Nona” estaba ahí. 

Fue un domingo, a nosotros nos detienen un sábado, que era un día de mucho sol un cielo celeste divino, nos llevan presos. Cuando el domingo nos llevan a comer, él come debajo de un escalón y me pide fuego (porque estaban fumando), y le toqué la mano, fue la única vez que lo sentí cerca. El día lunes él pasa y tose, y yo siento que él pasa. 

Después  a mí me llevan adelante que era la sala de torturas. De ahí no lo vi nunca más y por comentarios de muchos compañeros sé que estuvo en La Perla desde el 22 de noviembre hasta el 15 de diciembre, creo que fue el día que lo sacan para fusilar. Siempre se pregunta a toda la gente que lo pudo haber
visto, desde que uno está detenida en la cárcel, yo cada vez que llegaba una compañera a la cárcel le decía “no viste un chico con bigote espeso, negro, con acento cordobés” … y así, y nunca hubo una respuesta
de ninguna compañera en los dos años que estuvimos incomunicados acá en Córdoba.

Yo pude decir que hubo gente que lo vio, y di lo nombres de la gente que lo vio en La Perla, hasta pude averiguar el día que lo sacan de La Perla aproximadamente, que es el 15 de diciembre del año ’76, o sea que duró muy pocos días en La Perla. También Carlos Pusseto estuvo tirado en la colchoneta al
lado de él, fue testigo después que atestigüé yo y dice que un día entra Barreiro, que es uno de los represores que está siendo juzgado, quien formó parte de los Comandos Libertadores de América, que es la Triple A, acá en Córdoba se llamaba Comando Libertadores de América, saluda cuando entra
Barreiro y dice “buen día”, y él no responde, y lo reprimen porque no había saludado y entonces el “Nona” le dice “yo a los hijos de puta no los saludo”. 

Y bueno, uno que lo conoció al “Nona” sabe que era así. Calculo que ya en ese momento ya sabía la situación de él, tenía una hermana que también permanece desaparecida, Alicia D’Ambra, que se había fugado del Buen Pastor, creo que se dieron muchas condiciones para que él no pudiera salir con vida de la Perla porque para ellos éramos todos subversivos, terroristas y más si tenías una hermana fugada, Alicia había sido detenida en julio y eso ellos lo sabían. Sabemos que vivió varios meses más en los campos de concentración de Buenos Aires, o sea que cuando al “Nona” lo matan creemos que ella aún estaba con
vida. En el año ’79 voy a declarar en la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos)
en el hotel Crillón, yo ya estaba en libertad, esperé en la cola e hice mi denuncia sobre la desaparición del “Nona” y mi detención, me preguntan adónde quería mandar la denuncia, y yo respondí “a todos lados”,
lo cual incluía a los militares, lo dije así, porque yo quería saber qué habían hecho con el “Nona”. Era el año ’79. 
Los árboles de la memoria. Se plantaron uno por cada víctima por la que son juzgados los genocidas en la
Megacausa
Yo pude formar una pareja recién en el año ’84, porque antes de ese año todavía pensaba que los desaparecidos podían aparecer, uno siempre tenía la esperanza que a lo mejor llegaba la democracia y no, no pasó nada. Después de muchos años sabemos lo que pasó. Siempre aparece algún testimonio nuevo, no se termina nunca de averiguar. Esto refleja que vamos a seguir buscando lo que pasó hasta último momento, todos los días de nuestra vida hasta que nos llegue la muerte, dónde están los cuerpos de los desaparecidos, saber dónde están los hijos de nuestros compañeros, que fueron apropiados, que los seguimos buscando junto con Abuelas.

Quiero contar algo más, en ese juicio yo me preparé para denunciar la tortura física y psíquica por la que pasamos muchos compañeros.

Porque para nosotros es muy doloroso que muchos compañeros se nos mueren jóvenes, con un promedio de 55 a 62 años, y yo vengo construyendo hace algunos años una lista de nuestros compañeros fallecidos
después de recuperar la libertad, compañeros muy queridos, que participaron de la Asociación, conocidos de militancia. 

Yo entregué la lista con los datos de estos compañeros y al lado le puse la edad en que murieron y la causa por la que murieron. Muchos fallecieron por problemas cardíacos y cáncer, son las dos causas más llamativas.

Y también entregué la historia del recorrido durante la represión que me dieron el Archivo Provincial de la Memoria, allí todos los compañeros tratamos de pedirlo porque a veces figuran cosas que no sabemos y que ellos han investigado de nosotros. Y bueno, casualidad, figura una investigación al club
ACIC, que es la Asociación Cultural Israelita de Córdoba, de la cual yo formaba parte, que es Maipú 350 y el campo de deportes en la calle Villanueva de Barrio Jardín. 

Yo militaba en ese lugar, había mucha gente que era comunista, y militaba desde el espacio para buscar la creación de un Estado Palestino, porque no estábamos de acuerdo con la Guerra de los Seis Días de la expansión del estado de Israel sobre el territorio palestino, como así tampoco que Palestina no pudiera
tener su estado. Nosotros considerábamos que era una lucha justa del pueblo palestino,porque así como Israel y el pueblo judío peregrinó hasta tener su propio estado, considerábamos que era justo lo mismo
para el pueblo palestino.

Entonces lo aclaré, y les di una notificación que llegó al Archivo, donde la Policía Federal en julio del ’76 pide la lista de la comisión directiva del ACIC. O sea, queda claro cómo las instituciones judías habían sido perseguidas, investigadas, precisamente mi papá formaba parte de la comisión directiva. Por supuesto que en el Archivo tachan todos los nombres para respetar la gente que por ahí no quiere que conozcan su nombre, pero mi papá figuraba como miembro de la comisión directiva.

Y este juicio ha sido muy claro en cuanto a la existencia de la persecución y tortura a la gente judía, nosotros en el ACIC tenemos siete compañeros desaparecidos, incluido el “Nona” porque trabajó en ese club, como
entrenador de vóley de mujeres y en escuelas de verano, y compartía los objetivos.

Así que para nosotros fue muy importante denunciar esto, porque sabemos que hubo un ensañamiento mucho más grave con la gente que pertenecía a los partidos políticos que ellos perseguían, porque para ellos el Partido Comunista, como me dijeron una vez que me sacan llevándome al campo de La Ribera porque venía la Cruz Roja, y me dijeron para amenazarme “así que sos comunista, tu papá y tu hermana también” y
yo lo negaba porque no podía decir que sí, y después “ ustedes los comunistas son la madre de todos los borregos”. Y en realidad creo que, judía y comunista, era una cosa muy jodida para ellos.

- ¿Qué edad tenías cuando de detuvieron?
- Cuando me detienen tenía 21 años y el “Nona” tenía 23.

- ¿Y qué le dirías a los jóvenes de 21 años hoy, después de haber vivido lo vivido?
- Nosotros siempre apostamos a la militancia, a luchar por lo que nosotros considerábamos justo, nuestros derechos, desde las organizaciones sociales, desde los chicos en las escuelas que están más postergadas, las
escuelas urbano-marginales donde yo siempre di clase, les diría que el futuro está en el trabajo, si pueden participar en un partido político está bien, pero si participan en el  barrio, en el curso de la escuela, yudando
a los compañeros, porque hay compañeros que se drogan, que se alcoholizan, cómo podemos colaborar y ser solidarios entre nosotros mismos.
No buscar las grandes cosas ni las grandes acciones, sino desde lo pequeño, ir desde lo pequeño a lo más
grande. Y para nosotros eso es ir ganando un espacio en la sociedad, y que no vuelvan a vivir lo que vivimos nosotros. 

Por eso como ex presos políticos nos interesa seguir contando esta historia. Así como los sobrevivientes
de los campos de concentración nazi hoy prestan testimonio, y son muy valiosos, así creemos que nuestro testimonio es muy valioso en Argentina y en América Latina, por lo que nos pasó a nosotros con el Plan Cóndor, que no solamente fue Argentina, sino fue Bolivia, fue Uruguay, fue Chile, fue Paraguay, fue Ecuador, Guatemala… un montón de países latinoamericanos, entonces decimos “esto lo tenemos que contar, y es necesario que lo contemos”.
Sara sostiene una fotografía de “Nona” D’ambra
Cuando vamos a algunas escuelas nos dicen los profesores “nos gustaría que ustedes nos acompañen a las visitas a los campos de concentración, porque el testimonio de ustedes es lo que a nosotros nos llega más”. Pero nosotros sabemos que en los Sitios de Memoria nos esperan con una programación muy bien hecha, con un recorrido y una explicación que es otro ámbito, que nosotros respetamos y construimos desde la Comisión Provincial de la Memoria, pero el testimonio del compañero que vivió esto es fundamental.

Una vez vino un sobreviviente de los campos de concentración nazis, y fui a escuchar ese testimonio, y nos contó que después de 40 años pudo volver a Alemania con su nieto de la mano y contó todo lo que le costó
hablar, dijo que para ellos no fue fácil empezar a contar lo que les pasó en los campos de concentración. Y yo digo, después de tantos años a nosotros los ex presos políticos argentinos nos cuesta todavía que conozcan que hubo 10.000 presos políticos en Argentina, no se habla del tema de los ex presos
políticos, está el tema de los desaparecidos, que por supuesto eran nuestros compañeros y todo el respeto por ellos, pero el tema del preso político, del que fue militante, que puede hablar y contar, es un tema que no
se escucha, no se habla, y nosotros pensamos que no es casual. 

Nosotros podemos hablar de nuestra militancia en organizaciones políticas partidarias, en organizaciones
armadas, en organizaciones sociales, y son cosas que nuestro pueblo ignora, porque se
tapó muchos años en la historia argentina.

Empecemos a hablar desde este lugar, hoy, hay compañeros que siguen reivindicando la lucha armada, otros que ya son críticos, otros critican el funcionamiento de los partidos políticos, hay que hacer ese análisis para
poder seguir construyendo, cuáles son las conclusiones que tenemos sobre los errores.

Cuando salimos nos encontramos bastante solos, muchos volvimos a militar después de muchos años en los gremios, en los partidos  políticos, pero no se hablaba del tema del ex preso político. Y hace años que venimos luchando por una reparación histórica para el ex preso político, en los desfiles del gobierno
desfilan los ex combatientes de Malvinas, que para nosotros también fueron víctimas de la dictadura cívico-militar, y los ex presos políticos no están. 

Nosotros sabemos que dentro de las asociaciones hay diferencias políticas, partidarias, pero sabemos que hay tres objetivos comunes, uno la ley de reparación histórica, otro poder difundir nuestra historia, y
tercero los juicios, donde somos testigos a lo largo y lo ancho del país en un montón de lugares,  porque  no solamente yo  voy a declarar en Córdoba, sino que puedo decla rar en Buenos Aires por la causa Campo de Mayo.  Por eso decimos que somos testigos donde haga falta,   que para nosotros es el papel fundamental, buscar a todos nuestros compañeros donde los podamos localizar y prestar testimonio.

-   Sara,  volviendo a la Megacausa,
¿qué saldo positivo ves a lo largo del desarrollo de este juicio?
-  Hubo saldos positivos y negativos. Lo po sitivo es que hay muchos imputados que no habían sido 
juzgados en juicios anteriores y que se los ha convocado para ver si son res ponsables de lo que se 
los acusa.  Muchos compañeros  testigos  vivos  que  nunca  ha- bían sido convocados,  que se unan 
las cau sas también es favorable, porque queremos un juicio grande,   único.   Hay un término para 
los juicios,  creo que hay una idea de terminarlo para el año 2015 a nivel del país, porque es muy 
doloroso asistir a las audien- cias, estar, permanecer, uno trata de ir a la mayor cantidad de  
audiencias,  porque uno escucha,  aprende y relaciona una participa- ción con otra y vamos atando 
cabos sobre los compañeros desaparecidos.

Lo negativo es que hay muchas audiencias que se han suspendido,   por ejemplo em- pezó más tarde de 
lo previsto el juicio en Córdoba, también hay muchos días que se suspenden, hay muy pocos testigos 
por día, por lo que a veces se termina muy tempra- no, y podrían convocarse otros testigos más para 
que se agilicen los testimonios, hay un juez que participa de la causa en Córdoba pero también está 
como presidente en la causa del juicio de Angelelli en La Rioja,  y cuando tiene que participar de 
audiencias en La Rioja se suspenden las audiencias de Córdoba.   Entonces creemos nosotros que una 
de las formas de agilizar los juicios es convocar a más testigos por día,  tratar de no suspender 
las audiencias,  que también le quita público. Hay dos sectores en la sala, uno para los familiares 
de los imputados y otro para nosotros,   familiares de testigos, de los compañeros desaparecidos, 
sala que nosotros siempre tratamos de llenarla, pue den asistir todos los mayores de 16 años con 
DNI,  esto es nuevo,  porque ahora pueden entrar los chicos de las escuelas,  ya fue el Manuel 
Belgrano, también van muchos chi- cos de la Facultad de Derecho a escuchar los testimonios y ver 
cómo se desarrolla el juicio,  que para nosotros es muy importan- te porque abre el juicio a la 
sociedad y no sólo a los organismos de derechos humanos.
Agustín Tosco
Hernán Vives

Alberto Caffaratti

José Brizuela
Y esta falta de continuidad hace que mucha gente vaya y se encuentra con que no hay juicio.

- Sara, ¿Cómo podemos aportar desde nuestro lugar como lucifuercistas al tema de la Megacausa?
- Ustedes siempre aportan desde el Eléctrum, que siempre que ha habido una oportunidad para hacer 
una nota sobre el tema, un lugar para difundir nuestras actividades y nuestra lucha, lo han hecho. 

Creo que es uno de los gremios que reconoce la militancia nuestra, la de los ex presos políticos. 

Ustedes tienen cuatro compañeros desaparecidos, y la figura del Gringo Tosco fue uno de los 
referentes de la lucha gremial y estudiantil, para el Cordobazo y murió en la clandestinidad por su 
militancia. Y siempre nos acompañaron, y cuando nosotros pedimos un lugar para funcionar, porque 
hoy no tenemos la sede de la Asociación, tenemos el local abierto de Luz y Fuerza de Córdoba para 
hacer actividades, para presentar documentales, para organizar reuniones de la agrupación… 

Me acuerdo cuando fue la entrega de La Perla en el 2007 que vino Néstor Kirchner, vinimos todos para 
acá. Fue un día de lluvia muy intenso, había compañeros que habían venido de distintos lugares del 
país,  éramos más de cien compañeros y nos congregamos con las banderas y dijimos dónde vamos? 

Y terminamos en el  tercer piso de Luz y Fuerza, compramos empanadas en la esquina y festejamos esta recuperación de La  Perla que para nosotros fue muy importante porque permaneció muchos años más  en  manos de los militares, hoy no encontramos dónde están las fosas de nuestros compañeros que sabemos que estuvieron ahí, que los fusilaron ahí, que los enterraron y los calcificaron, les tiraron cal viva  y les prendieron fuego, y no podemos encontrar los cuerpos.
Fuente:RevistaElectrum

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