Estimad@s compañer@s:
Aquí les envío este Documento del MEDH-Regional Rosario, en el que sentamos posición sobre la situación interna dentro del Movimiento de Derechos Humanos a nivel nacional y local, con motivo de las marchas y actos a realizarse por el “Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia” a conmemorarse este año.
Sin otro particular, les mando un fuerte abrazo.
Luis Vásquez
MEDH-Regional Rosario
Documento del MEDH – Regional Rosario con motivo
de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia
Creemos necesario recuperar el
diálogo y el trabajo conjunto que históricamente pudimos realizar entre organismos de Derechos Humanos y movimientos
sociales, trabajo que desde hace unos seis años se ha perdido progresivamente
hasta el punto de no poder marchar juntas/os y realizar un acto único, en torno
a la conmemoración del 24 de Marzo como “Día Nacional de la Memoria , por la Verdad y la Justicia ”.
En lugar de presentificar lo
que han significado y han determinado hasta el presente la instauración del Terrorismo de Estado y las
luchas de tantas/os militantes perseguidas/os, torturadas/os, muertas/os y
desaparecidas/os, nos hemos preocupado por defender o atacar a un determinado
tipo de gobierno. ¿Esa es nuestra misión?
En todo caso, lo que nuestras
luchas de años han conseguido es que se conozca, se juzgue y se sancione a este
proceso genocida y a sus autores-gestores, de manera que nunca más se vuelvan a
repetir tales crímenes de lesa humanidad en contra de las organizaciones
populares y sus militantes, acciones que se realizaron bajo un proyecto
estratégico cívico-militar con el fin de encadenar al país en todos los órdenes,
disciplinar a los movimientos sociales y tener bajo el terror, el sufrimiento y
el control social a la mayoría de la población en beneficio de las élites
económicas, políticas, sociales y culturales que han sostenido históricamente nuestra
dependencia como Nación.
Nos preguntamos si no estamos
perdiendo el rumbo en este sentido, porque nos hemos anclado demasiado en el
pasado y hemos dejado de atender a las dinámicas económico-políticas del
presente. Por ello nos importa abordar la/s situación/es actual/es desde la
óptica ampliada que nos ha abierto la comprensión-juzgamiento de lo que fuera
aquella movida de la Trilateral en América Latina y de aquellos grupos de poder
locales que participaron de tal proceso, con la nefastas consecuencias de
dominación y opresión vividas por nuestro Pueblo.
Por eso todas/os nosotras/os
venimos luchando para hacer posible el sueño de nuestras/os hijas/os,
familiares, amigas/os y compañeras/os de liberarnos hacia una sociedad “otra”,
basada en la justicia y en las oportunidades para todas/os. En tal perspectiva,
hemos demostrado tener capacidad para accionar y protagonizar luchas concretas
en contra de este violento sistema-mundo, plagado de tantas inhumanidades y de múltiples
deterioros producidos al medioambiente, lo cual ha evidenciado una capacidad
real de construir unidad en el marco de la solidaridad integral con las
víctimas de este sistema.
Sin embargo, tal capacidad se
ha disgregado paso a paso, debido a que determinados gobiernos (ya sean
nacionales, provinciales o municipales) han sido interpretados como los
protagonistas principales de toda dinámica socio-política, corriendo el eje de
nuestro trabajo cotidiano a tomar posicionamientos en favor o en contra de determinadas
administraciones políticas y aparatos partidarios.
Así, nos hemos distanciado y
dividido por defender e interpretar lo que hace o deja de hacer un gobierno.
Ciertamente necesitamos que las gestiones políticas asuman y universalicen nuestras
banderas (y las de otros movimientos sociales), con la concreción de proyectos
económicos, políticos, sociales y culturales que estén orientados al
acrecentamiento de la dignidad humana y al goce de los Derechos Humanos en su
integralidad, en calidad de camino hacia una humanidad más igualitaria. Pero
ciertamente, en ese andar no lograremos, si somos oficialistas, observar y
escuchar quejas o críticas provenientes de distintos sectores de la sociedad
civil, o si somos de la oposición, no podremos
alegrarnos por todas aquellas conquistas (sociales y políticas) que
implicaron mayor justicia para todas/os y por las que venimos trabajando hasta
el día de hoy desde distintos lugares.
Todo esto nos lleva a
preguntarnos: ¿estamos perdiendo la identidad y las motivaciones como
Movimiento Social de Derechos Humanos, para asumirnos desde una perspectiva
partidaria, como si esta fuera la única ruta para la transformación?
Tal vez el interrogante que
atraviesa esta realidad, es si no hemos podido plantear con profundidad las
grandes cuestiones que hoy nos reclaman diariamente: ajuste e inflación, desatención al delito organizado,
uso y muerte de niñas/os, adolescentes en situación de exclusión e inseguridad
de víctimas-victimarias/os-vecinas/os, luchas de Pueblos Originarios y
desatención a sus reclamos (con las correspondientes muertes de líderes Qom,
como se han dado hasta el momento), transnacionales, modelo económico
neo-extractivista, consumismo, crisis climática y energética, sojización,
minería a cielo abierto, explotación petrolera por fracking,
corrupciones-impunidades y justicia inoperante, desprestigio de luchas
sociales, patotas y barras bravas destinadas a la tercerización de la
represión, criminalización de las/os luchadoras/es sociales y de la protesta…
De esta manera, pensamos que es
importante el operar partidariamente en cuanto camino para establecer políticas
de Estado, pero lo que distingue a los movimientos sociales (y entre ellos, al
Movimiento de Derechos Humanos) son sus objetivos ético-políticos, en razón de
que nos hemos propuesto históricamente visibilizar, denunciar y luchar contra
la inhumanidad de este sistema-mundo, en sus múltiples dimensiones (económica,
política, social y cultural) para marchar hacia otro sistema de rostro humano,
que presione y posibilite la emergencia de un nuevo Estado Social de Derecho (cuyo
encuadre sea ciertamente el Derecho Alternativo, como paradigma superador del
Derecho Burgués hoy existente), siempre en revisión hacia un vivir-convivir
pleno y grato en el marco de un medio ambiente potenciado.
Por eso importa el mantenernos
unidas/os, pues nos conocemos desde hace años, militando en un movimiento
popular cuya consigna principal es construir una humanidad otra, que dé lugar,
oportunidades y seguridad a todas/as nuestras/as conciudadanas/os, sin
desigualdades, sin discriminaciones y sin exclusiones. Ese es precisamente
nuestro anhelo y nuestro horizonte, orientado a edificar un mundo nuevo donde
la solidaridad y la justicia sean una realidad viva para nuestro Pueblo, en el
ejercicio de la memoria y en la transformación del presente, como signo de que
el futuro de Dios ya está entre nosotras/os.
Sean nuestros deseos de paz y
bien, para todas/os nuestras/os compañeros/as y hermanos/as, en el espíritu de
este antiguo lema: “Desde el Evangelio
por la Vida ”.
Rosario, 23 de Marzo de 2014
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