14 de abril de 2014

LA RIOJA: UN FORENSE REFORZÓ LA HIPÓTESIS DEL ASESINATO DE ENRIQUE ANGELELLI.

Dictadura
Un forense reforzó la hipótesis del asesinato de Enrique Angelelli
12abril 2014

En una nueva jornada del juicio que investiga el crimen del obispo, el testimonio sin dudas más importante tuvo que ver con las palabras emitidas por el perito forense Mario Vignolo, quien manifestó que la muerte de Angelelli fue ocasionada después del accidente con el que la dictadura militar trató de disimilar el asesinato.

Pormenores.
Este viernes, en una nueva audiencia del juicio por la muerte de monseñor Enrique Angelelli, el testimonio sin dudas más importante tuvo que ver con las palabras emitidas por el perito forense Mario Germán Vignolo, quien habló de las posibles causas por las que pudo haber muerto el obispo.

Hasta pasadas las 2 de la tarde prestaron testimonio, el perito forense Vignolo, que actuó en segunda instancia en la exhumación del cuerpo de monseñor Angelelli; que lo hizo en la sede del Tribunal Oral Federal en el edificio del Correo Argentino; y monseñor Miguel Esteban Hesayne quien lo realizó por videoconferencia desde la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires.

En su declaración, Vignolo mencionó que “en el cuerpo de Angelelli se encontraba una fractura de cráneo y tórax” y explicó que por su experiencia “no cree que hayan sido más de dos o tres vueltas las que habría dado la camioneta” en la que viajaba el obispo junto al sacerdote Arturo Pinto. Asimismo dijo que la lesión que presentaba Monseñor en su tórax “fue provocado por el volante”.

Vignolo planteó dos hipótesis acerca de la muerte de monseñor Angelelli, “pudo haber sido despedido y al caer su cabeza golpeo con el asfalto, o fue arrastrado y en un momento su cabeza golpeó con el suelo”.

Si bien Vignolo explicó que pudieron haber pasado cualquiera de las dos cosas, ya que “la causa de muerte fue provocada por el traumatismo de cráneo, al golpear de una u otra forma la cabeza con el asfalto”.

Igualmente sobre la primera hipótesis, que sería netamente la de un accidente vial común, Vignolo planteó varias dudas al detallar que es muy raro que alguien que sufrió una lesión de esa magnitud con el volante, haya podido salir eyectado del vehículo, dando a entender que en esos casos el conductor queda dentro del rodado.

También sostuvo que si aún así habría salido despedido del habitáculo en el que viajaba, debería haber sufrido otro tipo de lesiones u excoriaciones, como raspaduras, o cortes irregulares, pero el cuerpo del obispo no presentaba ese tipo de lesiones.

En tanto en la segunda hipótesis dejó ver que Monseñor pudo ser sacado desde la camioneta, arrastrado unos metros y de ahí dejado caer fuertemente contra el asfalto, lo que podría haber hecho que golpeara su nunca contra el asfalto, lo que le produjo su muerte.

Por otra parte “en el lugar del hecho habían pedazos de plástico y vidrios esparcidos por todos lados, lo que pudo haber provocado que la ropa de monseñor se rompiera”, relató el perito, pero aclaró que en ese caso la ropa debería haberse roto de manera irregular, pero por el contrario tenía cotes rectos. Lo que afirma que el cuerpo del Obispo pudo ser arrastrado en el lugar.

En un momento, el perito mencionó que el lugar, dentro de la escena, de los zapatos del obispo le habían llamado la atención, porque parecían que habían sido acomodados, “a veces suelen quedar dentro del vehículo cuando sale despedido”.

Al finalizar su testimonio Vignolo dijo “no hay duda que hubo un vuelco”. Y aclaró que si en algún momento intervinieron tercero,s podría haber sido para sacar el cuerpo del habitáculo de la camioneta”.

CARTA DE UN TESTIGO
Ya por la tarde, uno de los testigos en declarar fue Salomón Nacuzi Mercado hijo de un supuesto testigo fallecido que habría presenciado el accidente, en donde perdiera la vida el obispo. Dicho hombre, en vida trabajaba de electricista y reparaba entre otras cosas las redes eléctricas.

Nacuzi padre, dejó una carta que fue certificada y guardada por la escribana Rearte de Mercado en el año 1988, y entregada a la Justicia Federal en el 2004. Ahí, en ese papel dejó su verdad de lo ocurrido. En este sentido Salomón Nacuzi Mercado intentó hilvanar algunos recuerdos referido a frases y comentarios que hizo su padre sobre el accidente del obispo.

Al respecto contó que su padre habría visto el siniestro vial, en donde la camioneta que manejaba Angelelli, volcó sola, sin la presencia de otro vehículo, luego de salirse a la banquina y volver a la carpeta asfáltica. No pudo precisar por qué su padre no fue a auxiliar a las víctimas del accidente. Así también a los jueces les llamó la atención que Nacuzi padre, en esa ocasión estuviera trabajando solo.

Igualmente lo más importante de su declaración tuvo que ver respecto a que contó que poco tiempo después del siniestro, gente del Ejército, se apersonó en las instalaciones del viejo hospital Presidente Plaza, en donde él junto a su padre realizaban tareas y se fueron del lugar con su progenitor, al regresar y por el resto de sus días, su padre nunca habló respecto a la reunión que mantuvo con los militares.

Algo que hace presuponer que Nacuzi padre puede haber sido inducido, mediante amenazas, a realizar una falsa declaración sobre los hechos. Igualmente será la Justicia Federal la que determinará si la historia que contó el hombre, es real o no.

INSPECCIÓN OCULAR
El Tribunal Federal que lleva adelante el juicio por la muerte de Monseñor Angelelli, fijó fecha el 26 del corriente para realizar la inspección ocular, donde el cuatro de agosto de 1976, la víctima, junto con el sacerdote Arturo Pinto, protagonizaron un accidente de tránsito. El siniestro se produjo sobre ruta nacional 38, a la altura del kilómetro 1.056.

También informaron que la próxima audiencia en las instalaciones del Correo Argentino será el 9 de mayo próximo.
Fuente:RiojaVirtual
Envío:Agnddhh

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