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Luis Fondebrider uno de los investigadores del Equipo Argentino de Antropología Forense fundado por Clyde Snow, habló con Radio La Plata (FM 90.9) sobre la invalorable tarea de los antropólogos y la importancia de sus procedimiento.

“Los que integramos el equipo hace 30 años nos consideramos sus discípulos y él fue el organizador de la organización, en 1984 cuando llega  a la Argentina a colaborar en busca de personas desaparecidas. A partir de su presencia se da la idea de crear nuestra organización para ofrecer una alternativa independiente a los familiares y a partir de allí se desarrolló un trabajo donde (Clyde) Snow fue un protagonista para nosotros y otros colegas a lo largo de su vida”.

Para el antropólogo, Snow “le dio una orientación diferente a la práctica, en caso de trabajar en criminales comunes se comienza a trabajar en delitos de derechos humanos. Con una visión más amplia del que tradicionalmente se hacía en Estados Unidos que es  su lugar de origen”.

En cuanto a su trabajo hoy en día, Fondebrider respondió: “Estamos atrás de los tiempos porque los familiares, los más cercanos, los padres, se van muriendo y sus muestras de sangre son fundamentales para los trabajos de identificación. Nuestra urgencia es de seguir pidiendo a familiares que no han dado su muestra de sangre que se acerquen. Solamente unas gotitas de su sangre puede posibilitar la identificación de cerca de 800 cuerpos que aun no han sido identificados”.

Consultado sobre los comienzos del trabajo, relató: “Para cuando Argentina volvía en democracia, había un fervor importante en la gente en la sociedad y un deseo para investigar donde estaban las personas desaparecidas y juzgar a los responsables. Cuando Snow llega se da cuenta que no puede trabajar con profesionales entonces decidió hacer la tarea con estudiantes, que éramos nosotros. A partir de allí con su dirección y Abuelas de Plaza de Mayo, comenzamos a trabajar y de una manera no solo mostrándole a los jueces sino a los forenses que se podía obtener otra manera con rigor científico y demostrar que podíamos encontrar a los desaparecidos”.

Además agregó: “Comenzamos a trabajar en el 84 y seguimos trabajando siempre con apoyos que iban creciendo de la justicia, de familiares, de habitantes de esa época y recién a partir del 2004 con el Gobierno del ex Presidente (Néstor) Kirchner comenzamos a tener un apoyo importante del Estado, empieza a convertirse la política de derechos humanos una política de Estado. Pudimos crear un banco de datos genéticos con más de 9 mil muestra de sangre de desaparecidos. Todo hace que haya mayores esperanzas de poder seguir identificando más gente”.

Para finalizar, remarcó: “En términos de la aplicación de esta ciencia forense somos vanguardistas, pero en términos generales está bastante retrasada. En términos de casos complejos de violencia política, estamos bien posicionados, hemos formado equipos en otras partes del mundo, es importante este desarrollo que comenzó en argentina en el 84 y se ha extendido en otras partes del mundo con otras causas similares”.
Fuente:LaPlataNoticias