14/5/2014
Represores pampeanos serán juzgados por genocidio
La Cámara Federal de Bahía Blanca confirmó el procesamiento de los 21 represores pampeanos acusados en la denominada causa Subzona 14 II, que investiga más de 300 casos de secuestros y torturas durante la dictadura militar en la provincia. A su vez, tomó una decisión casi inédita en materia de delitos de lesa humanidad: hizo lugar al pedido de la querella para que los ex oficiales del Ejército y de la Policía sean también juzgados por genocidio, por lo que se sumará esta figura a la de secuestros, torturas y asociación ilícita. De esta manera, los acusados, que en su mayoría están detenidos en la Unidad Penal 4, quedaron a las puertas de un nuevo juicio oral y público. Ahora sus abogados defensores solo pueden apelar el auto de elevación del nuevo proceso.
Este será el segundo proceso por delitos contra los derechos humanos cometidos en la provincia durante la dictadura militar después del realizado en 2010 por el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, en el que fueron condenados nueve integrantes del grupo de tareas pampeano. Ahora se suma un condimento: se investigan delitos cometidos antes del golpe militar de 1976, durante el período constitucional de la presidenta Isabel Martínez de Perón, desde que comenzó a actuar la Subzona 14 en la provincia.
Medida inédita.
El dato de la resolución de la Cámara bahiense fue confirmado por el abogado querellante Franco Catalani, que representa en la causa a varias organizaciones y detenidos políticos.
El letrado se comunicó ayer con los tribunales y pudo saber extraoficialmente sobre la medida que falta ser notificada.
Catalani, junto a su representado, el escritor y ex detenido Juan Carlos Pumilla, fueron los impulsores de que se sumara la figura del genocidio y la sedición al expediente. En diciembre de 2012, el fallecido juez federal de Santa Rosa, Pedro Zabala procesó a los represores, entre ellos el ex coronel Luis Enrique Baraldini, y remitió el expediente de la denominada causa Subzona 14 II a la Cámara Federal de Bahía Blanca con el propósito de apurar los pasos para elevarla a juicio oral y público. Pero no hizo incluyó genocidio. En marzo de 2013, Catalani presentó un recurso de apelación en esos tribunales, que permitió ahora se incluyera esa figura.
Sobre la calificación de los delitos de lesa humanidad como genocidio y sedición, el caso pampeano parece casi inédito. Hasta ahora se había desestimado en las condenas en juicios de delitos de lesa humanidad y recién en 2012 hubo una sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 en La Plata contra 16 represores bajo esta figura, Entre los condenados estuvieron Miguel Etchecolatz y el abogado Jaime Smart, ex ministro de gobierno de la dictadura.
Represores pampeanos serán juzgados por genocidio
La Cámara Federal de Bahía Blanca confirmó el procesamiento de los 21 represores pampeanos acusados en la denominada causa Subzona 14 II, que investiga más de 300 casos de secuestros y torturas durante la dictadura militar en la provincia. A su vez, tomó una decisión casi inédita en materia de delitos de lesa humanidad: hizo lugar al pedido de la querella para que los ex oficiales del Ejército y de la Policía sean también juzgados por genocidio, por lo que se sumará esta figura a la de secuestros, torturas y asociación ilícita. De esta manera, los acusados, que en su mayoría están detenidos en la Unidad Penal 4, quedaron a las puertas de un nuevo juicio oral y público. Ahora sus abogados defensores solo pueden apelar el auto de elevación del nuevo proceso.
Este será el segundo proceso por delitos contra los derechos humanos cometidos en la provincia durante la dictadura militar después del realizado en 2010 por el Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, en el que fueron condenados nueve integrantes del grupo de tareas pampeano. Ahora se suma un condimento: se investigan delitos cometidos antes del golpe militar de 1976, durante el período constitucional de la presidenta Isabel Martínez de Perón, desde que comenzó a actuar la Subzona 14 en la provincia.
Medida inédita.
El dato de la resolución de la Cámara bahiense fue confirmado por el abogado querellante Franco Catalani, que representa en la causa a varias organizaciones y detenidos políticos.
El letrado se comunicó ayer con los tribunales y pudo saber extraoficialmente sobre la medida que falta ser notificada.
Catalani, junto a su representado, el escritor y ex detenido Juan Carlos Pumilla, fueron los impulsores de que se sumara la figura del genocidio y la sedición al expediente. En diciembre de 2012, el fallecido juez federal de Santa Rosa, Pedro Zabala procesó a los represores, entre ellos el ex coronel Luis Enrique Baraldini, y remitió el expediente de la denominada causa Subzona 14 II a la Cámara Federal de Bahía Blanca con el propósito de apurar los pasos para elevarla a juicio oral y público. Pero no hizo incluyó genocidio. En marzo de 2013, Catalani presentó un recurso de apelación en esos tribunales, que permitió ahora se incluyera esa figura.
Sobre la calificación de los delitos de lesa humanidad como genocidio y sedición, el caso pampeano parece casi inédito. Hasta ahora se había desestimado en las condenas en juicios de delitos de lesa humanidad y recién en 2012 hubo una sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 en La Plata contra 16 represores bajo esta figura, Entre los condenados estuvieron Miguel Etchecolatz y el abogado Jaime Smart, ex ministro de gobierno de la dictadura.
Reconocimiento histórico.
Catalani habló ayer con LA ARENA y dijo que "para la querella que represento, la calificación del delito de genocidio por el Poder Judicial de la Nación implica el reconocimiento de la verdad histórica de que existió un plan sistemático, implantado por un Estado terrorista, cuyo objetivo consistía en hacer desaparecer distintos grupos de personas, calificadas como subversivos, en resguardo de un único modelo de sociedad y de nación, el expresado en los estatutos del llamado Proceso de Reorganización Nacional".
Para el querellante, esto "constituye una reparación cultural y personal, además de histórica, e implica también una ruptura de la concepción formalista de genocidio, concebida en el momento de la celebración del tratado respectivo, para dejar a salvo los genocidios cometidos por los bloques hegemónicos del momento, norteamericano y soviético, y restringirlo exclusivamente a sus respectivos enemigos".
Fuente:LaArena
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