Recuperado de la descompensación que sufrió durante una de las audiencias como consecuencia de un pico de presión,
durante la represión ilegal en la provincia de Buenos Aires, participó del juicio que investigan delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de La Cacha, en la localidad de Olmos de La Plata, pero evitó ampliar su declaración debido a no estar en condiciones físicas óptimas.
El Tribunal Oral Federal 1 de la ciudad de las diagonales -integrado por los jueces
- convocó alrededor de 250 personas para que presten su testimonio durante el proceso, que comenzó en diciembre. En la causa se juzga a 21 acusados, entre los que se encuentra el ex comisario, a quien se le atribuyen delitos cometidos en perjuicio de 147 víctimas.
En la sede de la de la ex Amia La Plata ubicada en 4 entre 51 y 53, le tocó el turno de declarar a testigos amigos, familiares y vecinos de algunos de los acusados durante la jornada de este viernes.
La caratula de homicidio, privación ilegítima de la libertad y retención y ocultamiento de un menor de 10 años, pesa sobre la espalda del represor Etchecolatz.
Además del nombrado genocida, están sentados en el banquillo quince militares y penitenciarios retirados y un ex funcionario civil de la dictadura, autores y cómplices del secuestro y tortura de detenidos alojados en el centro clandestino La Cacha, además de la sustracción de tres menores nacidos en cautiverio en ese lugar.
La Cacha funcionó como centro clandestino desde 1976 a 1978 y además operó como una maternidad clandestina para las detenidas que estaban embarazadas.
Este sitio de reclusión estaba ubicado entre las calles 191, 196, 47 y 52 de la ciudad de La Plata, contiguo al penal de Olmos.
Estudiantes de cinco colegios secundarios participaron el miércoles pasado de una audicencia del juicio de lesa humanidad de La Cacha en La Plata, a través del Programa Justicia y Memoria de la Comisión por la Memoria de la provincia de Buenos Aires (CPM). “No puedo entender cómo los acusados estaban tan tranquilos. Me pareció completamente cínico”, dijo Oriana, una de los 120 estudiantes que presenció el testimonio de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. El viernes 13 se realizará una nueva visita en la que participarán otras escuelas de la provincia de Buenos Aires.
En esta primera visita al juicio por los delitos cometidos en el centro clandestino de detención La Cacha, participaron estudiantes y docentes de la EES N°4 de Ezeiza, la EES N°1 y la EEM N°8 de La Plata, el colegio secundario del Club Estudiantes de la Plata de City Bell y la EES N°41 de Abasto, informó un comunicado de la CPM.
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Estela habló del secuestro y desaparición de su hija Laura. También pidió por la aparición de los nietos que faltan. Durante la audiencia también testimonió la ex detenida desaparecida Norma Aquín, compañera de cautiverio de Laura.
La directora del programa de capacitación producción de materiales de la CPM, María Elena Saraví, dijo que con esta propuesta se abre una agenda de trabajo que conecta la historia reciente con temas actuales. “A partir de los juicios pudimos tejer conexiones entre la dictadura y los discursos actuales de mayor mano dura como solución de la denominada sensación de inseguridad. Esto principalmente surgió como una inquietud”, explicó la docente.
Vos lo podés ver en la tele pero no es lo mismo”, contó Milagros, estudiante de 6° año de la Escuela N° 41de Abasto, mientras que su compañera Milena contó: “A mí me emocionó mucho venir. Esto es algo histórico que no va a volver a pasar quizás”.
La propuesta del programa Justicia y Memoria busca que los estudiantes de escuelas públicas y privadas accedan a las audiencias de los juicios por crímenes de lesa humanidad y luego puedan compartir un taller para reflexionar sobre la experiencia.
Otra experiencia se dio el año pasado con escuelas de la zona norte del Conurbano bonaerense, que presenciaron audiencias del juicio de Campo de Mayo en San Martín.
Durante el taller, los estudiantes compartieron sus sensaciones y opiniones acerca de la experiencia y pusieron en discusión algunos de los procedimientos propios de la Justicia. Camila, de la EEM N°8, expresó: “No me gustó que no pudimos verle la cara a los acusados”, en referencia a la posición en que se acomodan de espalda a la gente. Pilar, de la EES N°1, expresó: “Creo que nos afecta más porque por ejemplo en la Noche de los Lápices desaparecieron pibes de nuestra edad”.
Acerca del sentido que estos juicios engloban para la memoria, la verdad y la justicia Milagros de la EESN°1 expresó que “es algo que marcó a toda la Argentina, no sólo a los familiares, no sólo a los militares. Todos debemos saber la verdad”, al tiempo que Julia de la EEMN°8 sostuvo que “esto sirve para encontrar a la gente desaparecida, a los nietos”.
La CPM realizó la semana pasada una capacitación a docentes con el objetivo de brindar algunas herramientas para trabajar con los jóvenes el proceso que atravesó la justicia argentina desde 1983 a la actualidad.
El profesor de Historia del colegio de Estudiantes de la Plata, Sebastián Turner, también celebró la iniciativa: “Fue una experiencia muy fructífera como docente, como participante y como ser humano”. Turner contó que fue la primera vez que participó de una audiencia en juicio de lesa humanidad. “Los chicos están empapados en el tema pero principalmente por la lectura, hoy experimentaron lo que significa un juicio”, dijo.
Fuente:Infojus
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