24 de julio de 2014

CÓRDOBA-MEGACAUSA LA PERLA: DECLARARON CUATRO TESTIGOS - TESTIMONIOS DÏAS 160 y 161.

23.07.2014lesa humanidadCuatro testigos declararon en el marco de la megacausa La Perla
Uno de los testigos fue el periodista Miguel Apontes, responsable de prensa de Unidos y Organizados en Córdoba, quien declaró sobre la desaparición de su hermano, José Antonio Apontes, de nacionalidad española, secuestrado el 18 de mayo de 1976.
Cuatro testigos declararon hoy en el marco de la megacausa La Perla por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar, y cuyo principal imputado es el represor Luciano Benjamín Menéndez.

José Antonio Apontes tenía en ese entonces 24 años y era miembro de la Comisión Directiva del Sindicato Trabajadores de Motores Diesel Perkins; adhería al Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y actualmente se encuentra en condición de desaparecido.

"Yo tenía 17 años cuando tomamos noticias de la detención de mi hermano, en el departamento que subalquilaba en Barrio Cofico de la ciudad de Córdoba".

Apontes recordó que a partir de ese momento comenzó la búsqueda y cuando iban a las comisarías "te encontrabas con otra gente a la que les había pasado algo similar, y era una especie de rutina de lo que había que hacer, hábeas corpus, denuncias a organismos internacionales. Y te encontrabas con familiares de otras personas secuestradas y nos decían qué hacer, a quién escribir".

En otro momento de su testimonio recordó cómo vivió esta situación con su familia en la ciudad de Cruz del Eje en el norte provincial donde vivían.

"En un pueblo chico el aislamiento es más fuerte y la estigmatización era muy fuerte. La gente miraba para otro lado, la iglesia se alejó de mi familia que no encontraba explicación. Hasta yo, que era buen alumno, era citado por el director cuando aparecían noticias de allanamientos o aparición de arsenales", dijo.

A partir de lo sucedido con su hermano, en 1978 cuando se radicó en la ciudad de Córdoba, Apontes fue Secretario de la Comisión de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y en 1984 integró el área de denuncias de la Comisión Nacional por la Desaparición de Personas (Conadep).

Otro de los testigos fue Raúl Osvaldo Billar, quien fue detenido el 8 de marzo de 1976 por dos personas vestidas de civil que exhibieron credenciales de policías, quienes lo secuestraron en el Banco de la Provincia de Córdoba donde trabajaba.

Relató que entre tres y cuatro días lo tuvieron secuestrado en el Departamento de Informaciones de la Policía provincial (D2), donde fue sometido a distintos tormentos en los que le pedían nombres de otros miembros del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) donde militaba, además de la Mesa de Gremios en Lucha.

Tras recordar los nombres de distintos delegados bancarios que fueron secuestrados, precisó que la información para las patotas parapoliciales "surgía de la autoridad del banco y de sectores del sindicalismo que respondían al peronismo ortodoxo que por su metodología entreguista mantenían una confrontación política sindical muy intensa con los delegados de la organización social de base, todos perseguidos".

También declaró Carlos Jerónimo Palacios, actualmente de 77 años, quien fue metalúrgico y según se definió, "era un estorbo para la patronal".

"Uno es obrero y lucha por ganar mejor. Lamentablemente siempre hay represión", agregó.

Palacios fue secuestrado frente a su mujer y sus hijos el 15 de febrero de 1975 y durante su cautiverio fue llevado al D2, la alcaidía del cabildo, a las cárceles de UP1 y Sierra Chica.

Otro de los testigos fue María Soledad Martínez, en relación al destino de su hermano, José Agustín Martínez, empleado del Banco Roela, estudiante de Agronomía en la Universidad Nacional de Córdoba y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), brazo universitario de Montoneros.

Fue secuestrado el 28 de enero de 1976 cuando salía de su trabajo y tras pasar por el centro clandestino de detención La Ribera, permanece en condición de desaparecido.

Tras escuchar a los cuatro testigos, el Tribunal Oral Federal número 1 (TOF1), resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes 29 a las 10. 
Fuente:Telam




Cuatro testigos declararon en el Juicio La Perla
Miguel Apontes, periodista y militante político, recordó a su hermano secuestrado en 1976

En el marco de la megacausa La Perla, que se tramita por crímenes cometidos durante la última dictadura cívico-militar y cuyo principal imputado es el represor Luciano Benjamín Menéndez, declararon ayer cuatro testigos en la audiencia 161 que se desarrolló en Tribunales Federales.

Uno de los testigos fue el periodista Miguel Apontes, responsable de prensa de "Unidos y Organizados" en Córdoba, quien declaró sobre la desaparición de su hermano, José Antonio Apontes, de nacionalidad española, secuestrado el 18 de mayo de 1976 en Córdoba. La víctima tenía en ese entonces 24 años e integraba la Comisión Directiva del Sindicato Trabajadores de Motores Diesel Perkins; adhería al Partido 
Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y actualmente se encuentra en condición de desaparecido.

Otro de los testigos fue Raúl Osvaldo Billar, quien fue detenido el 8 de marzo de 1976 por dos personas vestidas de civil que exhibieron credenciales de policías, quienes lo secuestraron en el Banco de la Provincia de Córdoba, donde trabajaba.


Relató que estuvo secuestrado en el Departamento de Informaciones de la Policía provincial (D2), donde fue sometido a distintos tormentos en los que le pedían nombres de otros miembros del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), donde militaba, además de la Mesa de Gremios en Lucha.

Tras recordar los nombres de distintos delegados bancarios que fueron secuestrados, precisó que la información para las patotas parapoliciales "surgía de la autoridad del banco y de sectores del sindicalismo que respondían al peronismo ortodoxo".

También declaró Carlos Jerónimo Palacios, actualmente de 77 años, quien fue metalúrgico y, según se definió, "era un estorbo para la patronal". Palacios fue secuestrado frente a su mujer y sus hijos el 15 de febrero de 1975, y durante su cautiverio fue llevado al D2, la alcaidía del Cabildo, a las cárceles de UP1 y Sierra Chica.

Otro de los testigos fue María Soledad Martínez, en relación al destino de su hermano, José Agustín Martínez, empleado del Banco Roela, estudiante de Agronomía en la Universidad Nacional de Córdoba y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), brazo universitario de Montoneros. Fue secuestrado el 28 de enero de 1976, cuando salía de su trabajo, y tras pasar por el centro clandestino de detención La 
Ribera, permanece en condición de desaparecido.

Tras escuchar a los cuatro testigos, el Tribunal Oral Federal número 1 (TOF1) resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el próximo martes 29 a las 10.
Fuente:InfonewsCdba.


Día 160: 22/07

14:22 Cuarto intermedio hasta mañana a las 10:00

13:53 También habló el Chubi López

13:28 Habla el imputado Barreiro

Habló de "contubernio" entre el gobierno y los organismos de DDHH, de quienes dijo que "no siempre actúan de manera honesta".  Dijo ante el Tribunal que su hija fue amenazada y agregó que una "patota" intentó extraerle sangre compulsivamente, aunque finalmente "no pudieron llevar adelante esta afrenta".
La denuncia fue efectuada y la justicia está actuando sobre el supuesto hecho. La intervención de Barreiro en esta audiencia intentando trazar un paralelo entre el accionar de las patotas que él mismo comandó en los setenta con un dudoso hecho cuya única versión pertenece a él mismo, es irrisorio y absurdo.
Finalmente solicitó que se proyectara un video que trajo especialmente preparado para el momento donde terminó de ridiculizar su intervención: una serie de fotos confusas entre las que se encuentra el rostro de su hija menor, musicalizado con violines. Parece de película, pero es real. Son las garantías de los imputados, en este caso, el derecho de usar minutos de este proceso judicial para este tipo de cosas.


12:15 Cuarto intermedio hasta las 13:00
 

11:51 "Hechos Pelota"
Peñaloza dice que al tiempo pidió la baja de gendarmería: "Sentí que no era para mí, había muchas injusticias".

11:20 El infierno


11:11  Memoria del Horror

"Una vez trajeron una chica q estaba baldeando la vereda y que la llevaron, ella estaba muy shoqueada. Nosotros les dábamos agua, comida, los llevabamos a bañar, pero mucho no podíamos hablar porque nos iban a bajar la caña. Ellos preguntaban constantemente 'qué me va a pasar', 'qué me van a hacer', pero nosotros no podíamos decir dónde estábamos".


11:07 El gendarme reconoce algunos genocidas

Luego continúa describiendo cómo era la actividad de los gendarmes: "A La Perla y la Ribera no queríamos ir porque nos mataban de hambre. Las guardias eran de viernes a viernes, y luego dos días de franco. Nosotros no veíamos ni participabamos de lo que ellos hacían. Sólo custodiabamos el predio y llevabamos a los detenidos que los militares nos solicitaban de la cuadra a las oficinas."".


11:03 Pregunta la fiscalía

"Le voy a ser claro y honesto. Yo no vi nunca matar a nadie ahí adentro. Sí se escuchaban gritos de cuando ellos los torturaban, o los interrogaban". Y prosigue: "Ellos decían que había guerrilleras que habían pasado a trabajar para el Ejército. Pero cuando las veíamos con pantalón corto o pollera se veían las marcas que habían sido picaneadas"

11:00 Testigo 328: Eduardo Hector Peñaloza

Testigo ofrecido para declarar en el marco de varios de los 16 expedientes que conforman la Megacausa.
Es gendarme retirado, y hoy jubilado como obrero de la construcción. "Conozco a Luciano Benjamín Menéndez, quien por entonces era el jefe del III Cuerpo y solía visitar La Perla".

El imputado tomó la palabra para manifestar que la acusación que recae sobre él le resulta ambigua. Dijo que aclarar esto es parte de su derecho a la defensa material.

Manifiesta q junto a otros imputados conformaron un equipo de trabajo para contribuir al proceso judicial en marcha: "Somos el equipo más idóneo para contribuir a esclarecer los hechos de este juicio".

Terminó el testimonio de Eduardo Peñaloza. Luego tomarán la palabra algunos de los imputados.

Tiritando, muertos de susto y de terror, "hechos mierda, hechos pelota"... Así es la descripción que el ex gendarme Peñaloza le da al querellante Orosz cuando lo interroga sobre los detenidos que llevaba de la sala de torturas a la cuadra. "Disculpe los términos, soy vulgar para el habla", se excusa.

"Era muy fiero lo que vivía esa gente ahí, estaban asustados, muy doloridos, y convivían con ese olor, a encierro, que aunque les permitièramos bañarse no se iba". Muchos sobrevivientes han hablado del olor particular de La Cuadra de La Perla, el olor a miedo.

"Como a las dos de la mañana trajeron un matrimonio de Rosario con un nenito chiquito, rubiecito. Ese niño lloraba y no nos daba descanso. Después dijeron que al niño lo entregaron a los abuelos, y al matrimonio se lo llevaron, nunca más supimos de ellos". Eso cuenta Eduardo y comenta que siempre tiene presente a esa familia en su cabeza.

"Estaba Fogo, Manzanelli, y Quijano que era nuestro Jefe, el jefe de gendarmería. Al único que reconozco es a Luciano Benjamín Menéndez".

El doctor Facundo Trotta interroga al testigo quien comenta que como gendarme le tocó hacer guardias en la cárcel de San Martín, en La Ribera, en La Perla, y en la llamada "Perlita chica", que estaba a escasa distancia del centro clandestino más grande del país.





Día 161: 23/07

14:26 Cuarto intermedio hasta el martes 29 de julio a las 10:30

14:18 La dictadura en el interior

El testimonio de Miguel Apontes brinda algunas luces para comprender cómo se vivió en el interior la dictadura cívico militar que oscureció al país entero. "En un pueblo chico donde el aislamiento es más fuerte la estigmatización era muy fuerte. La gente miraba para otro lado, la iglesia se alejó de mi familia quien no encontraba explicación... hasta yo que era buen alumno, era citado por el Director cuando aparecían noticias de allanamientos o aparición de arsenales", las personas se conocen y los comentarios circulan con rapidez estigmatizando a quienes son señalados.

 

14:14 Inmigrantes

"Mis padres eran inmigrantes. Por secuelas de la posguerra se vinieron a Argentina desde España y el desarraigo lo sufrían mucho. Esta historia la vivieron como una suerte de expulsión del país, por cómo habían respondido las instituciones. No comprendían bien lo que estaba pasando, era muy complejo". Miguel se conmueve al recordar que él mismo redactaba las cartas que su padre les mandaba a las autoridades preguntando por su hijo.

 

14:06 Testigo 132: Declara Miguel Ramón Apontes

El periodista vino en esta oportunidad a declarar por la desaparición de su hermano Jose Antonio Apontes quien era miembro de la comisión directiva del sindicato de Perkins.
"Yo tenía 17 años cuando tomamos noticias de la detención de mi hermano, en el departamento que subalquilaba en Barrio Cofico. Era el 17 de mayo de 1976. Desde ese momento acompañé a mis padres en su búsqueda". Miguel describe el derrotero por comisarías y cárceles hasta comprender que su hermano era un desaparecido más.

 

14;03 Emocionantes palabras de Soledad Martínez

Hacia el final de su testimonio, la testigo agradece al Tribunal la posibilidad de hablar:
"Algunos dicen que mi hermano estuvo en La Ribera, otros en La Perla. Nadie dice haberlo visto. Es decir, hace 38 años que no sabemos nada.
En un país donde nos peleamos intermitentemente entre hermanos, a treinta años de democracia, creo que los familiares y la soceidad en su conjunto tenemos el derecho de saber qué ha pasado con nuestros familiares. Dónde están. Por qué no los enjuiciaron. Cuantos años más van a pasar para que nos digan si están muertos, si están vivos?. Dónde estan los cuerpos, dónde están.
La dictadura militar fue impuesta para un modelo de país que instauró un modelo neoliberal que ha dejado miles de hermanos viviendo en la marginalidad. Los desaparecidos son 8000? 9000? 30000? Son miles. Con esto me basta y sobra, miles que fueron secuestrados, torturados, asesinados. Me basta para exigir Justicia Es obligación de esta sociedad, y me siento parte, resolver esta historia para poder construir hacia adelante.".
"Memoria, Verdad y Justicia. Eso queremos. Pero de acuerdo a mis ideales y los de mi hermano José Agustín, no hay Justicia sin Justicia Social".
Sin preguntas de las partes, la testigo fue aplaudida por todos los presentes.

 

13:55 Secuestro y búsqueda

A principios de enero de 1976 secuestraron a muchos militantes de la JUP. "Mi hermano me dijo que no fuera al banco Social, donde trabajaba. Me dijo que se estaba poniendo feo. A él lo secuestraron a las 5 de la tarde, frente a la cancha de Belgrano en tres autos, un Taunus, un Peugeot y un R12".
Según los recortes de prensa, el detenido era un joven de 25 años que gritaba: "Por favor avisen al Dr. Pizarro". Ese era el nombre de su suegro, y así su familia pudo saber qué había sucedido.
María Soledad aprovecha el momento para homenajear la lucha de su madre, quien participó intensamente de su búsqueda en cada rincón: cárceles, hospitales, organizaciones de familiares. Además lamentó la demora de la justicia: "Si esto se hubiera hecho antes

13:43  Militancia 

José Agustin Moreno obtuvo una beca de estudios para estudiar en Estados Unidos, y a su regreso, muy movilizado, comienza a sumarse a la militancia de la juventud: "Por entonces había jóvenes que miñlitábamos en los movimientos cristianos, la juventud peronista... En el año 1972 fue detenido por primera vez por pintar 'Luche y Vuelve'," cuenta su hermana. La familia entera fue posteriormente perseguida en 1973, su domicilio allanado en Villa Allende en cuatro oportunidades. María Soledad cuenta que los sucesos de Trelew y de Ezeiza no hicieron más que avivar las ansias militantes de aquel joven comprometido.

 

13:37 Testigo 331: María Soledad Martínez

Es la hermana de José Agustín Martínez Agûero. Era el cuarto de seis hermanos. "Veníamos de una familia criada con valores cristianos y peronistas. Mi padre fue funcionario durante el primer gobierno de Perón. Esto va a influir mucho en la historia de todos nosotros y particularmente en la de José Agustín".

12:37 "Ojalá no le pase a ninguno"

Palacios recuerda con dolor la estigmatización de la que fueron víctimas sus hijos en la escuela. "En los miembros de comunicación titularon grande. La causa era por tenencia de propaganda política, pero en La Voz dijeron que había sido desmantelada una organización subversiva. Tanto titulan en los diarios que crean un fenómeno. Ojalá esto no le pase a ninguno".

12:33 Departamento de Informaciones: Todos torturaban

Palacios afirma que allí se podía recibir maltrato tanto de los jefes como del portero. "En una oportunidad vi que también había mujeres detenidas allí. Todos los detenidos eran jóvenes, no había viejos".
De la alcaidía recuerda que lo peor era la tortura psicológica: la gente legaba absolutamente destruida por las torturas. Algunos murieron por consecuencia de los tratos recibidos.

12:20 Testigo 330: declara Carlos Jerónimo Palacios

Es militante, tiene 77 años y es zapatero. Fue metalúrgico y según él mismo, "era un estorbo para la patronal". "Uno es obrero y lucha por ganar mejor. Lamentablemente siempre hay represión".
Palacios fue secuestrado frente a su mujer y sus hijos el 15 de febrero de 1975 y durante su cautiverio fue llevado al D2, la alcaidía del cabildo, a las cárceles de UP1 y Sierra Chica.

12:05 Secuelas del terrorismo

"No pretendo victimizarme, soy un militante social y he actuado en defensa de las grandes mayoras del pueblo, de los hambreados y de los humildes". Billar fue llevado a UP1, nunca fue acusado de ningún delito en concreto. Le robaron sus bienes personales, perdió su trabajo y producto de su detención se produjo un quiebre del vínculo familiar. Volvió a ver a sus hijos diez años más tarde, los niños tenían 1 y 3 años al momento del secuestro. "Perdí el vínculo por mis hijos mayores. Creo que conservo el respeto que sienten por su padre que intentó hacer algo por el bien de la humanidad".

 

11:50 Complicidad civil

El testigo recuerda los nombres de numerosos delegados bancarios del Banco de Córdoba que fueron secuestrados: Valdez, Bazan, Pujol, Jaegui y Navor Gomez.
"La información surgia de la autoridad del banco y de sectores del sindicalismo que respondían al peronismo ortodoxo que por su metodología entreguista mantenían una confrontación política sindical muy intensa con los delegados de la organización social de base, todos perseguidos". Así el testimonio de Billar apuntó contra las complicidades civiles que hicieron posible todo esto en el país."Desmalezadoras del pueblo para que no quedara ningun militante social de los que se oponian al vaciamiento que provocaron en este país"

 

11:30 Interrogatorio "poco gentil"

El testigo contó que durante tres o cuatro días fue mantenido en el Departamento de Informaciones de la Policía. Allí lo sometieron a tratos crueles, golpizas e insultos mientras le preguntaban por los nombres de los compañeros de su organización.
Billar era miembro del Partido Revolucionario de los Trabajadores y formaba parte de la Mesa de Gremios en Lucha: "No organizabamos en la mesa de gremios en lucha, donde confluiamos con otros compañeros buscando una alternativa gremial para los trabajadores". El testigo compartió el cautiverio en la D2 con Soledad García y Rafael Flores, compañeros de militancia.

"Muchos compañeros encontraron sus propios límites personales en manos de lo que nos hicieron a muchos compañeros estas fuerzas de mercenarios".


11:24 Testigo 329: Declara Raúl Osvaldo Billar

Fue detenido el 8 de marzo de 1976 por dos personas vestidas de civil y con credenciales, quienes se lo llevaron del Banco de la Provincia de Córdoba donde Billar trabajaba.

 

11:15 Comienza la audiencia con la palabra de las abogadas de abuelas

La Dra. Maria Teresa Sanchez manifestó su repudio a la declaración indagatoria del imputado Barreiro en el día de ayer. Dijo que el buen uso de los derechos de la defensa hacen al respeto al resto de las partes, que las manifestaciones de Barreiro no tuvieron estrictamente que ver con el objeto de la causa. Además defendió la labor de años de la organización que representa: "la de Abuelas es una tarea que se hace con amor y con respeto".

El presidente del Tribunal respondió que se hace lugar al reclamo, aunque teniendo en cuenta que se trata de un juicio especial. Finalmente exhortó a los imputados como así también a cualquier otra de las partes de hacer un objeto de concentración en los hechos concretos que se juzgan.
Fuente:DiariodelJuicio

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