27 de Septiembre de 2014
El último deseo de John William Cooke, cumplido por militantes a orillas del Río de la Plata
Las cenizas de la Memoria"Venimos a desplegar las banderas del Bebe para seguir peleando por el futuro", dijo Gabriel Mariotto al arrojar los restos al viento.

Adiós - El predio de la Costanera Norte reunió a amigos, familiares y militantes para cumplir con el último deseo de Cooke: sus cenizas "poéticamente al viento" - Foto: fotos: soledad quiroga
El homenaje a Cooke cumplió con su último deseo, cuya realización había sido encargada a su mujer a través de la carta fechada el 21 de agosto de 1968. "Que las cenizas no se conserven ni se depositen: dispérsalas poéticamente al viento, tíralas al mar (transo con que las tires al Río de la Plata, lo mismo da cualquier río y aún una laguna). Yo viviré como recuerdo el tiempo que me tengan en la memoria las personas que de veras me han querido; y en la medida en que he dedicado mi vida a los ideales revolucionarios de la libertad humana, me perpetuaré en la obra de los que continúen esa militancia", había escrito Cooke.
Ayer, en el predio de la Costanera Norte, a metros de las paredes con las inscripciones de los nombres de los desaparecidos, un militante veinteañero de la agrupación kirchnerista Proyecto Nacional leyó esa carta (presentada como "el testamento") desde el micrófono. Fue el inicio del acto, en cuya organización habían trabajado el sobreviviente de la ESMA Carlos Muñoz (testigo en la causa contra Alfredo Astiz), y Lafforgue, de 77 años, secretario ejecutivo del Archivo Nacional de la Memoria, quien fuera amigo personal y compañero de militancia de Cooke en los años '60. La despedida tuvo lugar a la vera del río, donde se levantó un pequeño escenario con fotos y textos del "Bebe", como lo llamaban sus allegados al primer apoderado de Perón.
Una vez que las palabras de Cooke resonaron en los parlantes, Muñoz leyó otra carta, en este caso escrita por Lafforgue. El viejo compañero de ruta del delegado oficial de Perón ayer no podía hablar: estaba afónico de la emoción. Muñoz recordó la experiencia como editor de Cooke, quien fundó la revista De Frente en 1954. También destacó cómo se incrementó su fama tras la cinematográfica fuga desde el penal de Río Gallegos y su huida a Chile junto a Jorge Antonio, Héctor Cámpora, Guillermo Patricio Kelly, José Espejo y Pedro Gomis, "los más duros". "En este río, John se reunirá con Alicia y con cientos de compañeros que terminaron en estas aguas", leyó Muñoz con letra de Lafforgue.
Los organizadores insistieron varias veces con que la convocatoria había sido espontánea: la mayoría de los presentes se habían enterado por las redes sociales. Al pie del escenario se pudo ver al titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y al legislador porteño y ex canciller Jorge Taiana, ambos precandidatos a presidente del FPV. También estuvieron el dirigente de MILES, Luis D'Elía; la diputada nacional Liliana Mazure; los legisladores de la Ciudad Jorge "Quito" Aragón, Gabriela Alegre y Pablo Ferreyra; el titular de la Biblioteca Nacional, Horacio González; el senador bonaerense Emilio López Muntaner; el presidente de la Comisión Provincial por la Memoria, Hugo Cañón, entre otros dirigentes. En las instalaciones del Parque de la Memoria hubo, además, una visible presencia militantes del peronismo de todas las épocas, como el historiador Roberto Baschetti, el guionista Ernesto Jauretche y el poeta Alfredo Carlino. Todos ellos cantaron el Himno Nacional y la Marcha Peronista.
En representación de la familia estuvo el hijo de Alicia Eguren, Pedro Catella Eguren, quien reside en México y viajó especialmente a Buenos Aires para cumplir con el último deseo del "Bebe". "El itinerario (de la urna con las cenizas de Cooke) fue largo y accidentado. Pero esto no es una despedida al Bebe. Y recordemos lo que él siempre dijo: el peronismo será revolucionario o no será nada", señaló Catella Eguren con tonada mexicana. Antes de terminar, el hijo de Eguren consideró que la decisión de Néstor Kirchner de prescindir del financiamiento del FMI había sido "un gesto cookista". Su comparación desató aplausos entre la multitud.
Hasta que se decidió cumplir con el último deseo de Cooke y arrojar sus cenizas al Río de la Plata, la urna con sus restos estuvo en la bóveda de la familia Abal Medina en el cementerio de la Recoleta. Ayer, desde la familia del fundador de Montoneros desmintieron que el resguardo de la urna con Cooke en ese lugar se haya efectuado sin el consentimiento del resto de la familia. En esa misma tumba se encuentran los restos de Fernando Luis Abal Medina, primer jefe de Montoneros caído en combate en William Morris, figura mítica del ala combatiente del peronismo. Ayer, minutos antes de arrojar las cenizas sobre el río, Mariotto dejó de lado el tono lúgubre y mortuorio. "Nosotros venimos a cumplir con el deseo final de John William Cooke, pero acá nadie entierra nada, venimos a desplegar todas las banderas del Bebe para seguir peleando por el futuro", aclaró en medio de los aplausos.
Entre estandartes flameando de las agrupaciones Martín Fierro, JP Evita y Proyecto Nacional (que encabeza el propio Mariotto), que se mezclaban con la bandera multicolor wiphala de los pueblos originarios, el vicegobernador exaltó la actualidad del legado de Cooke. "Está más vigente que nunca, porque el tiempo de la dimensión histórica que nos ha dado la oportunidad de 2003, con Néstor y Cristina, lo pone en valor político cotidiano para seguir transformando el país y América Latina", exhortó. Mariotto también recordó la edad de Cooke al ser elegido por Perón para que asumiera la jefatura del bloque del peronismo en Diputados: tenía sólo 24 años. "Hubo que reformar los estatutos de la Cámara para que pudiera asumir", detalló.
Apasionado por el fútbol, el vicegobernador utilizó una metáfora de tribuna para advertir sobre los dirigentes políticos que se valen del peronismo para hacerse conocidos y ganar elecciones, y que luego gobiernan con un programa económico opuesto a las banderas del peronismo. "No se puede hacer cualquier cosa en nombre del peronismo si hay compañeros que han dejado la vida como Cooke. En términos futboleros, es como decirle al número 10 de tu equipo: ojo, mirá que esa camiseta la usó Maradona, Bochini o, en mi caso, que soy hincha de Banfield, Garrafa Sánchez", subrayó entre aplausos y sonrisas. «
"Es la voluntad transformadora del peronismo"
Todas las generaciones se encontraron frente al río para recordar al hombre de acción y al ensayista que habían leído en los libros. Incluso se veían banderas con el nombre y el rostro del homenajeado. Era el caso de la organización La Cooke, surgida en Moreno, donde forma parte del gobierno municipal. "Estar acá significa reivindicar al peronismo consecuente con la lealtad al líder, con la doctrina y con la revolución social", remarcó Carlos Benítez, concejal. A la hora de los saludos y las fotos, Gabriel Mariotto, Julián Domínguez y Jorge Taiana fueron los más buscados. "El Bebe fue un ejemplo de militancia. Es la voluntad transformadora del peronismo", dijo Taiana. "Cooke tenía 24 años al ser presidente de bloque. Y fue el único heredero que Perón designó", advirtió Domínguez. "Era molesto para los peronistas conservadores y para la izquierda. No dudó en firmar un acuerdo con Frondizi. Es el tipo que no transige a pesar de tener poder", analizó Marcelo Koenig. "Fue el creador del peronismo revolucionario", arriesgó Marcelo Duhalde, cuyo hermano –Eduardo Luis– recopiló buena parte de la obra escrita de Cooke.
Fuente:TiempoArgentino
ESPARCIERON LAS CENIZAS DE JOHN W. COOKE EN EL RIO DE LA PLATA
“Sus banderas están vivas”
El acto en el Parque de la Memoria estuvo organizado por el vicegobernador Mariotto y amigos de Cooke como Carlos Lafforgue y Carlos Muñoz. Cooke había pedido que sus cenizas se arrojaran como símbolo de sus ideales revolucionarios.
El acto contó con la presencia de militantes y varios dirigentes políticos como Julián Domínguez y Jorge Taiana.Imagen: Bernardino Avila
“Una figura emblemática del peronismo, un intelectual, un hombre comprometido que falleció muy joven pero dejó un legado de reflexión y acción política que se convirtió en un ‘deber ser’ para todos los peronistas. Cumplimos su última voluntad, pero no con un ánimo necrológico, sino para desplegar las banderas de Cooke que están bien vivas”, afirmó el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto. Fue ayer durante el acto realizado en el Parque de la Memoria, cuando un grupo de funcionarios y militantes arrojó al Río de la Plata las cenizas del histórico referente del peronismo revolucionario y delegado personal de Juan Domingo Perón en Argentina.
La ceremonia se concretó a mediodía y fue organizada por su amigo Carlos Lafforgue, director ejecutivo del Archivo Nacional por la Memoria, junto a Pedro Catella, hijo de su última compañera, Alicia Eguren, y al sobreviviente de la ESMA Carlos Muñoz. También participaron el presidente de la Cámara de Diputados y precandidato presidencial, Julián Domínguez, el legislador porteño y también precandidato Jorge Taiana, el titular de la Biblioteca Nacional Horacio González, el dirigente de MILES Luis D’Elía, además de militantes de las agrupaciones Proyecto Nacional y de la Corriente Martín Fierro.
Domínguez destacó que “la vocación revolucionaria del peronismo sostiene que el revolucionario nunca pierde su razón de ser, y esto significa que las cenizas de Cooke siguen iluminando el camino del pueblo argentino”. En tanto, Muñoz remarcó que “es una reparación histórica, una deuda que teníamos con el Bebe Cooke todos los que militábamos en el peronismo revolucionario”.
Durante el acto se leyó un escrito de Lafforgue, quien destacó de Cooke su “capacidad intelectual y su lealtad al general Perón”, y de-seó que “al arrojar sus cenizas en este río contenedor de la memoria, se reencuentre con Alicia y tantos otros compañeros”. Por su parte, Catella, que vive en México y viajó para participar de la ceremonia, destacó “la lucha consecuente, ese trazo de una sola pieza del Bebe y mamá que no fueron en vano, la presencia de esta juventud, de estas tres generaciones de peronistas es el testimonio más elocuente de que ellos ganaron, estos chicos de 18 o 20 años están rescatando una memoria, y son ellos quienes van a continuar”.
Cooke –autor del célebre libro Peronismo y Revolución, diputado nacional por el justicialismo y representante personal de Perón durante el exilio– falleció víctima de un cáncer de pulmón el 19 de septiembre de 1968, y en su testamento le pidió a Eguren que, de no ser posible la donación íntegra de sus órganos, sus restos sean cremados. Pero específicamente indicó que “las cenizas no se conserven ni se depositen: dispérsalas poéticamente al viento, tíralas al mar (...) en la medida en que he dedicado mi vida a los ideales revolucionarios de la libertad humana, me perpetuaré en la obra de los que continúen esa militancia”.
La urna con sus cenizas había permanecido en custodia de Eguren, hasta que fue secuestrada y desaparecida en 1977 durante la dictadura, y posteriormente fue protegida por uno de sus compañeros de militancia.
Ya en democracia, y por iniciativa del ex secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, los restos de Cooke fueron depositados en la cripta que la familia Abal Medina tiene en el cementerio de la Recoleta. Fue así que en presencia del entonces secretario de Gestión Pública Juan Manuel Abal Medina, actual embajador ante el Mercosur y la Aladi, del secretario de Inteligencia Héctor Icazuriaga y el propio Duhalde, la urna quedó en esa bóveda, junto a los restos de Fernando Abal Medina.
Sin embargo, no era ése el destino que hubiera querido Cooke. Al menos una parte de su póstumo deseo fue cumplido ayer por sus amigos y compañeros de militancia, en la Costanera Norte porteña, a la vista de cientos de militantes de distintas organizaciones sociales peronistas.
Fuente:Pagina12
26-9-2014
Homenaje
Emotivo acto en el Parque de la Memoria, en Costanera Norte
“Que las cenizas no se conserven ni se depositen: dispérsalas al viento”
Homenaje
Emotivo acto en el Parque de la Memoria, en Costanera Norte
“Que las cenizas no se conserven ni se depositen: dispérsalas al viento”
Ese fue el pedido de John William Cooke a su mujer, Alicia Eguren, meses antes de morir en 1968. Su deseo se cumplió 46 años después: hoy las cenizas del escritor e intelectual peronista se esparcieron en el Río de la Plata.
John William Cooke murió en 1968 y desde entonces sus cenizas estuvieron custodiadas por militantes en distintas partes del país y Latinoamérica. Hasta hoy, que llegaron a la inmortalidad del Río de la Plata, por un pedido que el escritor e intelectual dejó en su testamento. “Vamos a cumplir con el deseo final de Cooke pero acá nadie entierra nada, sino que se despliegan las banderas para seguir agitándolas al futuro”, dijo Gabriel Mariotto, vicegobernador de la provincia de Buenos Aires. El acto fue en el Parque de la Memoria.
“Hay un deber ser en la figura de Cooke y no se puede hacer cualquier cosa en nombre del peronismo si tenemos figuras que han dejado su vida como él. Hoy más que nunca el nombre de Cooke está vigente, porque la dimensión histórica la pone en valor cotidiano para el país”, dijo Mariotto.

En los primeros tiempos de su exilio de más de 17 años, cuando temía que lo asesinaran, Perón nombró Cooke como sucesor del peronismo en caso de fallecimiento. Lo llamaban “El Bebe” por su juventud dentro del movimiento: a los 24 años tomó el cargo de diputado y el Congreso tuvo que hacer una sesión especial para aprobarlo, ya que la legislación no lo permitía. Perón accedía a discutir con Cooke lo que no le aceptaba a otros. Respetaba su inteligencia y sus aportes para enriquecer la pluralidad del peronismo.
La mujer de Cooke, Alicia Eguren, fue secuestrada y desaparecida en la ESMA por la última dictadura. En el testamento que Cooke le dejó, tres meses antes de morir, pedía que sus cenizas se dispersen “poéticamente”. También pedía que no hubiera nada de “exhibiciones religiosas ni personal religioso” donde estén sus restos -“ni cruces ni escapulario”-, y que sus órganos sean donados para quien los necesite o para la ciencia. La prohibición de lo eclesiástico “incluye a los sacerdotes que sean amigos personales”, escribió.

Pedro Catella Eguren, hijo de Alicia y del diplomático Pedro Catella, vino desde México con el cofre que contenía las cenizas. Cuando esta mañana las revisó, encontró que todavía estaba entre ellas el acta de cremación. Se emocionó: “No es esto una despedida sino la confirmación de su vigencia y la certeza de su inmortalidad. El movimiento peronista será revolucionario o no será nada”.
Un día peronista
El sol iluminó el palco que armaron en el Parque de la Memoria con la imagen de Cooke. “Es un día peronista”, estuvieron de acuerdo los que se acercaron: el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el poeta Alfredo Carlino;, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González; el secretario ejecutivo del Archivo Nacional de la Memoria y compañero de militancia de Cooke, Carlos Lafforgue; Liliana Mazure, Quito Aragón, Gabriela Alegre, Jorge Taiana, Pablo Ferreyra, Luis D’Elia, Ernesto Jauretche y Marcelo Duhalde, entre tantos.

Varias agrupaciones de militancia que se acercaron portaban banderas con la imagen de Cooke. Juan Monterola, de la agrupación John William Cooke de Moreno, contó a Infojus Noticias que en su organización creen que la figura de Cooke “ayuda a problematizar la militancia y acción” política entre los jóvenes: “Pensamos que que fue una mezcla de dirigente y cuadro político que también produjo teoría y problematizó el desarrollo político del que formaba parte. Por eso es imprescindible para los días de hoy”.
Entre las banderas de agrupaciones peronistas estuvo Miriam Morbelli: abogada, mediadora y militante de la agrupación Sudamericana John William Cooke-Rodolfo Walsh. “Cooke es una figura con la que nos informamos permanentemente y nos identificamos con su ideología. Su compromiso es una inspiración. Con él tratamos de concientizar a los más jóvenes que se acercan a la agrupación”, dijo Morbelli a Infojus Noticias.

Después de la caída de Perón y la llegada de la autodenominada Revolución Libertadora, en 1955, Cooke organizó el Comando Nacional de la Resistencia. Fue detenido y trasladado por diferentes cárceles del país hasta 1957, año en que se fugó de la penitenciaría de Río Gallegos y llegó a Chile.
Entre los cientos de nombres del muro del Parque de la Memoria está estampado el de Alicia, que fue secuestrada y desparecida por una patota de la ESMA el 26 de enero del 77. Fue poeta, activista y fundadora de la ARP (Acción Revolucionaria Peronista). Lo acompañó a Cooke incansablemente y en el 55 se puso a su disposición para organizar la Resistencia.

“Que las cenizas no se conserven ni se depositen: dispérsalas poéticamente al viento, tíralas al mar (transo con que las tires al Río de la Plata; lo mismo da cualquier otro río y aún una laguna). Yo viviré, como recuerdo, durante el tiempo que me tengan en su memoria las personas que de veras me han querido; y en la medida que he dedicado mi vida a los ideales revolucionarios de la libertad humana, me perpetuaré en la obra de los que continúen esa militancia”, escribió Cooke a Eguren. Hoy la historia le dio el gusto.
Fuente:Infojus
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