17.09.2014
Tucumán
Por problemas de salud de dos imputados, el juicio de la causa "Villa Urquiza" pasó a cuarto intermedio
Tucumán
Por problemas de salud de dos imputados, el juicio de la causa "Villa Urquiza" pasó a cuarto intermedio
Angel Audes y José Víctor Gerez se descompensaron anoche cuando personal de Gendarmería procedió a detenerlos para quedar afectados al proceso y tuvieron que ser asistidos en un hospital de la capital tucumana.
Los defensores de los imputados solicitaron al tribunal que se los separe del juicio, como se hizo con Luciano Benjamín Menéndez, o que se les permita quedar en libertad mientras se sustancia el juicio.
El planteo no fue aceptado por los jueces Gabriel Eduardo Casas (presidente), Carlos Enrique Ignacio Jiménez Montilla y Juan Carlos Reynaga (subrogante), quienes dispusieron un cuarto intermedio hasta el próximo martes para permitir la recuperación de los imputados.
Ese día se dará inicio formal al juicio y se procederá a la lectura de la acusación de los imputados.
Audes y Gerez eran guardiacárceles en el denominado "pabellón de la muerte", uno de los centros clandestinos que durante la dictadura funcionaron en el penal de Villa Urquiza en la capital tucumana.
La causa “Villa Urquiza” es el décimo juicio por delitos de lesa humanidad que se celebra en la provincia y los imputados -además de Menéndez, Audes y Gerez- son Jorge Omar Lazarte, Roberto Heriberto Albornoz, Daniel Arturo Alvarez, Augusto Wertel Montenegro, Santo González, Juan Carlos Medrano, Pedro Fidel García, Francisco Alfredo Ledesma y Héctor Manuel Valenzuela.
La mayoría de las 39 víctimas son ex funcionarios, militantes justicialistas o ex sindicalistas y durante el proceso se abordarán los casos de dos de los afectados que habrían sido asesinados en el penal: Juan Carlos Suter y José Torrente.
Julia Vitar, representante de la querella. sostuvo que “la jornada de hoy fue poco productiva ya que estuvimos atrapados en las cuestiones de salud de dos de los imputados, algo que se viene repitiendo en estos juicios".
"Este es el primer argumento que utiliza la defensa y si bien es cierto que los imputados son todos añosos, que la defensa haga este alegato al inicio de la audiencia es básicamente una actitud dilatoria”, indicó.
Vitar, al ser consultada por Télam, destacó que “con este juicio vamos a avanzar en el reconocimiento judicial de la existencia de otro centro clandestino de detección que la Justicia no se había abocado a discutir".
"La mayoría de las víctimas que estuvieron en el penal de Villa Urquiza son sobrevivientes y podrán brindar testimonio de lo vivido en ese centro clandestino de detención donde estuvo muy presente la denuncia de violencia sexual", agregó.
Según la abogada querellante, este juicio permitirá conocer "cómo funcionaba de forma concatenada el sistema ilegal de desaparición forzada con la legalización posterior en una cárcel, en la cual también hubo personas que estuvieron en una situación de incumplimiento de normas fundamentales de respeto a los Derechos Humanos”.
Por su parte, el fiscal Pablo Camuña indicó que "este juicio permitirá reconstruir la verdad histórica de lo que pasó en ese momento".
"En esta causa hay víctimas de delitos sexuales aberrantes en contra de mujeres y se plantea la posibilidad de que también hayan ocurrido contra hombres", señaló.
"Muchas de la mujeres en cautiverio tuvieron a sus hijos con ellas y hasta hubo algunos alumbramientos en el penal”.
Según Camuña, la entrada a Villa Urquiza les deba una esperanza de supervivencia a los secuestrados porque estaban registrados en libros, documentación que fue secuestrada en 2004.
"La particularidad de Villa Urquiza era que las personas que entraban allí eran los que sus captores habían decidido no asesinar en los centros clandestinos de detención de donde provenían”, explicó Camuña.
Los defensores de los imputados solicitaron al tribunal que se los separe del juicio, como se hizo con Luciano Benjamín Menéndez, o que se les permita quedar en libertad mientras se sustancia el juicio.
El planteo no fue aceptado por los jueces Gabriel Eduardo Casas (presidente), Carlos Enrique Ignacio Jiménez Montilla y Juan Carlos Reynaga (subrogante), quienes dispusieron un cuarto intermedio hasta el próximo martes para permitir la recuperación de los imputados.
Ese día se dará inicio formal al juicio y se procederá a la lectura de la acusación de los imputados.
Audes y Gerez eran guardiacárceles en el denominado "pabellón de la muerte", uno de los centros clandestinos que durante la dictadura funcionaron en el penal de Villa Urquiza en la capital tucumana.
La causa “Villa Urquiza” es el décimo juicio por delitos de lesa humanidad que se celebra en la provincia y los imputados -además de Menéndez, Audes y Gerez- son Jorge Omar Lazarte, Roberto Heriberto Albornoz, Daniel Arturo Alvarez, Augusto Wertel Montenegro, Santo González, Juan Carlos Medrano, Pedro Fidel García, Francisco Alfredo Ledesma y Héctor Manuel Valenzuela.
La mayoría de las 39 víctimas son ex funcionarios, militantes justicialistas o ex sindicalistas y durante el proceso se abordarán los casos de dos de los afectados que habrían sido asesinados en el penal: Juan Carlos Suter y José Torrente.
Julia Vitar, representante de la querella. sostuvo que “la jornada de hoy fue poco productiva ya que estuvimos atrapados en las cuestiones de salud de dos de los imputados, algo que se viene repitiendo en estos juicios".
"Este es el primer argumento que utiliza la defensa y si bien es cierto que los imputados son todos añosos, que la defensa haga este alegato al inicio de la audiencia es básicamente una actitud dilatoria”, indicó.
Vitar, al ser consultada por Télam, destacó que “con este juicio vamos a avanzar en el reconocimiento judicial de la existencia de otro centro clandestino de detección que la Justicia no se había abocado a discutir".
"La mayoría de las víctimas que estuvieron en el penal de Villa Urquiza son sobrevivientes y podrán brindar testimonio de lo vivido en ese centro clandestino de detención donde estuvo muy presente la denuncia de violencia sexual", agregó.
Según la abogada querellante, este juicio permitirá conocer "cómo funcionaba de forma concatenada el sistema ilegal de desaparición forzada con la legalización posterior en una cárcel, en la cual también hubo personas que estuvieron en una situación de incumplimiento de normas fundamentales de respeto a los Derechos Humanos”.
Por su parte, el fiscal Pablo Camuña indicó que "este juicio permitirá reconstruir la verdad histórica de lo que pasó en ese momento".
"En esta causa hay víctimas de delitos sexuales aberrantes en contra de mujeres y se plantea la posibilidad de que también hayan ocurrido contra hombres", señaló.
"Muchas de la mujeres en cautiverio tuvieron a sus hijos con ellas y hasta hubo algunos alumbramientos en el penal”.
Según Camuña, la entrada a Villa Urquiza les deba una esperanza de supervivencia a los secuestrados porque estaban registrados en libros, documentación que fue secuestrada en 2004.
"La particularidad de Villa Urquiza era que las personas que entraban allí eran los que sus captores habían decidido no asesinar en los centros clandestinos de detención de donde provenían”, explicó Camuña.
Fuente:Telam
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