19 de diciembre de 2014

"EL EJÉRCITO, LA IGLESIA e INTELIGENCIA SABEN LO QUE PASÓ EN CAMPO DE MAYO".

Miércoles 17 de Diciembre de 2014 
“El Ejército, la Iglesia e Inteligencia saben lo que pasó en Campo de Mayo”
Aldo Getino, director del documental “Buscamos vida. Los crímenes del Ejército Argentino en Campo de Mayo”, cuenta los pormenores de una película que, en su etapa de producción, sufrió el robo de material con el mismo modus operandi de la dictadura.
Por: Pablo Andisco 

“Todos los datos que mostramos son irrefutables. Es una película sólida, si estuviera chueca ya nos habrían hecho juicio y creo que es por eso que se resistían a que la pudiéramos mostrar”.

El que habla es Aldo Getino, director de “Buscamos vida. Los crímenes del Ejército Argentino en Campo de Mayo”, el documental que se estrenó en el 29 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Una de las aristas del documental apunta a los niños nacidos en la maternidad clandestina montada en Campo de Mayo, con testimonios de Estela de Carlotto y del equipo jurídico a cargo de las investigaciones.

“Según estiman los abogados, son aproximadamente doscientos los nacimientos. Está afectado el Movimiento Familiar Cristiano, del cual era padrino Videla, y las monjas entregaban los chicos que robaban a las compañeras. El Ejército, la Iglesia e Inteligencia saben lo que pasó”, cuenta Getino, periodista recibido en la Universidad de las Madres, el único lugar donde por ahora puede conseguirse la película.

Pero el nudo central que resalta el documental es la responsabilidad de los empresarios en la constitución del golpe y su posterior alianza con el aparato represivo. “Quisimos ir a las causas, hacer un análisis político y no caer en el golpe bajo”, explica Getino y encuentra en el control obrero de las fábricas la cuna de la represión.

“Antes del 73, los directivos de Astarsa veían natural que por cada barco que hacían, murieran dos o tres personas. A raíz de que los compañeros logran las normas de salubridad, nadie más murió por ese motivo”.

La película, una producción de “Mascaró, cine americano” cuenta con el testimonio de sobrevivientes del centro de tortura, y muestra un amplio abanico de fuentes primarias que incluye el aporte de una ciudadana estadounidense liberada por expreso pedido de la embajada de su país, y listas negras firmadas por directivos de Mercedes Benz que habían sido formados en las SS de la Alemania nazi.

Esta información cobra relevancia en el marco de la megacausa que procesa los crímenes de lesa humanidad ocurridos en Campo de Mayo. “Está todo documentado, si no hacen nada es porque no quieren.

Está el testimonio de Héctor Ratto, sobreviviente de la comisión interna, quien ya los había denunciado en el Juicio a las Juntas, y no los llamaron ni para tomar un café”. Lo que grafica la perversión del sistema es el testimonio de ex alumnas del Colegio Nacional de Bella Vista. “En 1982 las llevaban a Campo de Mayo a visitar una especie de Museo de la Subversión.

Les mostraban armas, maniquíes vestidos de guerrilleros, libros subversivos y después iban a hacer un trabajo práctico sobre cómo el ejército argentino había salvado a la patria”, concluye Getino con indignación.

La producción de la película incluye una irrupción en el domicilio del director del que sustrajeron una computadora y documentación con el mismo modus operandi de la dictadura y el rechazo del Instituto del Cine. Sólo había circulado en fragmentos por círculos obreros y estudiantiles, hasta que pudo estrenarse hace tres semanas en Mar del Plata.

“Fue gracias a los cojones del presidente del festival, que hasta vino a presentarla en persona. Hüseyin Karabey, director de “Come to my voice” –que ganó el Ástor de oro a mejor película– se volvió loco con el documental y quiere mostrarlo en Turquía”, se entusiasma Getino, mientras se las ingenia en cómo mostrarla en el ámbito local.
Fuente:ElArgentino

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