10 de enero de 2015

KURDISTÁN.

KURDISTÁN 
Oçalan asegura que, aunque se le permita, no dejará la prisión hasta ver cambios para el pueblo kurdo ​

El líder del PKK Abdullah Oçalan ha asegurado que no abandonará la prisión en la que se encuentra desde hace 15 años, pese a que el Gobierno turco se lo permitiese, hasta que no haya pasos en favor del pueblo kurdo.

Abdullah Oçalan, líder del PKK kurdo, se ha mostrado convencido de no abandonar la prisión, a pesar de que el Gobierno turco se lo permitiese, hasta que no haya cambios en la situación de la comunidad kurda.

Oçalan fue encarcelado hace 15 años y no observa un cambio del statu quo que facilite su salida: «No abandonaré la prisión hasta que el hecho que me trajo aquí haya cambiado.

Liberarme ahora no tiene sentido. Incluso si abren las puertas de la prisión de Imrali para mi, no voy a salir», ha afirmado en un mensaje publicado por el copresidente del Partido Democrático del Pueblo, Selahettin Demirtas. Demirtas ha recordado que han pasado 15 años desde que Oçalan fue encarcelado «por razones políticas, no legales».

Asimismo, ha subrayado que el líder del PKK desea «dar pasos» hacia una constitución civil. Las conversaciones de paz entre el pueblo kurdo y el Gobierno otomano comenzaron en octubre de 2012, con el objetivo de poner fin al conflicto.

En este sentido, los líderes kurdos han hecho un llamamiento al Ejecutivo turco para llevar a cabo las reformas previstas en las conversaciones de paz con Oçalan. Sin embargo, Ankara ha asegurado que para cumplir su parte del trato, los kurdos deben retirar sus tropas del norte de Irak.

Las demandas kurdas incluyen pasos para impulsar los derechos de la minoría kurda, incluyendo la abolición de la ley antiterrorista bajo la cual miles de kurdos han sido encarcelados por su relación política con el PKK.




Kurdistán: Socialismo, igualdad de género y ecología social en la Unión de Comunidades ​ 
Por Giran Ozcan 

KCK (Koma Civakên Kurdistán, Unión de Comunidades del Kurdistán) es el nombre dado a esta organización social. El nombre -y la preparación de su cuadro teórico- ha sido propuesto por el líder del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), Abdullah Öcalan, en su celda de prisión de la isla Imrali, en Turquía; a pesar de esto, tanto Öcalan como el PKK reconocen sin dudar las indispensables y estimables contribuciones proporcionadas por Murray Bookchin.

La KCK es una organización paraguas, democrática, confederal, libre del Estado, la jerarquía y la explotación, del Kurdistán libre. Dentro de la organización social KCK realizada en las montañas del Kurdistán, el concepto de dinero es superfluo.

Las necesidades económicas de los habitantes son satisfechas internamente a través de la gestión compartida de los recursos. No obstante, el dinero se utiliza en las relaciones comerciales con el exterior; internamente, el dinero es inconcebible.

Ningún particular ni ninguna comunidad dentro de la organización del KCK tiene necesidad de generar reservas de dinero o de recursos.

Las reservas son distribuidas constantemente y, de este modo, utilizadas. Con referencia a las sociedades prejerárquicas y preexplotación, la organización KCK aporta la cultura del dar más que la del intercambiar.

La gestión compartida de la agricultura asegura una producción y un consumo autosuficiente de los recursos humanos, haciendo irrelevantes las reservas, el valor de cambio y la mercantilización de bienes.

La tentativa de emancipación femenina por parte de miembros del PKK y de sus dirigentes ha comenzado con la "destrucción de la virilidad".

Un ataque a los conceptos de falsa virilidad inoculada a los sujetos masculinos por parte del sistema patriarcal.

Esta falsa virilidad funcionaba de manera que, mientras que cada hombre, en todas las células de su cuerpo, era oprimido y explotado por el sistema capitalista, a su vez no se abstenía de explotar a su propia madre, hermana, hija o esposa.

Esta estrategia se deriva de la indagación teórica de Abdullah Öcalan, que ha llegado a afirmar que "las mujeres son las primeras colonias" y que la primera explotación no ha sido producida en perjuicio de la clase obrera, sin en el de la mujer.

Este es el motivo por el que la igualdad de género en las montañas del Kurdistán se ha obtenido a través de esfuerzos paralelos de refuerzo de los poderes de la mujer y de la purificación de los hombres de las enfermedades del patriarcado y de la organización jerárquica de la sociedad.

Las consecuencias prácticas de este hecho son: la equitativa representación de las mujeres en todas las instancias administrativas a través de un sistema copresidencial, y la organización ideológica, política, social y militar de las mujeres bajo una organización autónoma: la KJB (Unión Suprema de Mujeres).

En el interior del Kurdistán libre, las comunidades están organizadas de manera que no se consideren una amenaza para el medio ambiente. Cuando es posible son favorecidas las fuentes de energía renovables; a la vez, recursos energéticos como el agua y el gas son consumidos de modo simbiótico a fin de sostener tanto la sociedad como el medio ambiente.

Se ha promovido el vegetarianismo y la caza se ha proscrito completamente, así como la deforestación (solo se permite quemar ramas y árboles secos).

Todo esto se basa en la premisa de que el medio ambiente no es una fuente de negocio sino de vida; la utilización del medio ambiente por sed de beneficios sucumbe ante su reconocimiento como fuente de vida.

Los desarrollos en Rojava (norte de Siria) muestran que la filosofía del líder del PKK, Abdullah Öcalan, en vez de hacer más moderadas las reivindicaciones, pone el listón cada vez más alto.

Este es el motivo por el que Rojava no está combatiendo solo por proteger la propia organización social de los ataques de grupos extremistas, sino también para protegerse de los ataques de los representantes del sistema de capitalismo global como el KDP (Partido Democrático del Kurdistán), el gobierno turco, el régimen de Assad ¡y el ensordecedor silencio de Occidente!

El movimiento de liberación del Kurdistán guiado por el PKK no está pidiendo ya un Estado nacional kurdo, que reproduciría solamente explotación, estructuras jerárquicas y desigualdad de género; está haciendo un llamamiento a un sistema alternativo de organización social en el que la cuestión kurda se resuelva paralelamente a las cuestiones de la explotación, de la emancipación de género y de la liberación de todos los hombres. Su propuesta en esta línea es la KCK.
Envío:ResumenLatinoamericano

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