6 de marzo de 2015

CASO PENINO VIÑAS: ALEGATOS EN EL JUICIO POR APROPIACIÓN.

6-3-2015
Lesa Humanidad
Además, hoy se escuchará el último testimonio
Caso Penino Viñas: alegatos en el juicio por apropiación


La de hoy será la tercera audiencia en el debate oral y público por la apropiación de Javier Gonzalo Penino Viñas, el hijo de dos militantes desaparecidos, que fue apropiado por el represor Jorge Vildoza, en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), durante la última dictadura cívico-militar. La madre de Javier estuvo secuestrada hasta el 84 y sus captores la dejaban llamar por teléfono a la familia. Hoy permanece desaparecida.


La de hoy será la tercera audiencia en el debate oral y público por la apropiación de Javier Gonzalo Penino Viñas, el hijo de dos militantes desaparecidos, que fue apropiado por el represor Jorge Vildoza, en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), durante la última dictadura cívico-militar.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nª 4 escuchará el último testimonio, que fue pedido por la defensa, y  los alegatos de la querella,  encabezada por Alan Iud, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo. En el debate, que comenzó la semana pasada, está imputada Ana María Grimaldos, esposa de Vildoza. Cecilia Viñas, mamá de Javier Gonzalo, fue secuestrada junto a su esposo, Hugo Penino en julio de 1977. Entre diciembre de 1983 y marzo de 1984, logró comunicarse telefónicamente con sus familiares insinuando que se encontraba bajo custodia militar y que esperaba ser liberada. El 19 de marzo de 1984, en democracia, estableció el último contacto y luego no se supo más de ella.

Ese mismo año,  Abuelas de Plaza de Mayo abrió una causa contra Vidoza, porque tenía en su poder un niño que podía ser hijo de desaparecidos. El hombre se escapó con Grimaldos y el menor y está prófugo desde entonces. La familia afirma que murió en Sudáfrica en 2005, pero para la justicia argentina no hay pruebas de eso.

La historia de Javier Gonzalo Penino tiene una intensidad que contrasta con sus modos serenos y cuidadosos. El joven, de 37 años, viajó desde Londres, donde vive junto a su esposa y sus dos pequeños hijos, para declarar en el juicio. Durante su exposición defendió a su apropiadora. "Vildoza le dijo que era un huérfano que le habían ofrecido adoptar y había hecho los trámites y que era el hijo adoptivo de la familia", recordó Javier al comenzar su testimonio frente a los jueces Leopoldo Bruglia, Néstor Costabel y Pablo Bertuzzi.

A las pocas horas de nacer, en la sala de parto de la ESMA, fue arrancado de los brazos de su mamá, Cecilia. Se lo llevó Vildoza, marino y represor de ese centro, que lo crió junto, Grimaldos, y sus hijos Mónica y Jorge Ernesto, que tenían 20 y 17 años, cuando Javier llegó a la familia en septiembre de 1977. La estrategia de la defensa se basó en desligar a Grimaldos de la apropiación y centrar toda la carga en Vildoza.

Con claridad y determinación, Javier habló de Grimaldos. Respondió una a una las preguntas de la defensa y ratificó lo mismo que ella había dicho en su declaración indagatoria de 2012. “Que tenía absoluto desconocimiento de su origen biológico” y que fue su apropiador Vildoza quien siempre se hizo cargo de “todos los trámites y gestiones de la casa”. Javier también reforzó la postura de Grimaldos cuando dijo que ella " se sintió traicionada cuando se enteró (de la verdadera historia)".

A fines de 1984 Vildoza y Grimaldos escaparon a Paraguay y se llevaron a Javier con ellos. De ahí y con documentación apócrifa escaparon a Austria y, por último a Sudáfrica.  En Paraguay “nos encontramos con gente del servicio de Inteligencia naval argentino, que nos dieron cédulas falsas”. La idea fue “camuflar el apellido”, contó Javier que en ese momento pasó a llamarse Julio César Sedano. Con esa identidad llegó junto a sus apropiadores a Sudáfrica. Allí,  a los 13, Javier supo por Grimaldos, “que era adoptado”.

En 1998, luego de presentarse voluntariamente para hacerse un ADN, se comprobó que era hijo de Penino y Viñas, quienes habían pensado llamarlo Hugo Carlos. Tras un año en el país, en el que intentó generar vínculos con sus familiares biológicos, Javier volvió a Sudáfrica. Terminó sus estudios, se casó, y se mudó a Londres. Allí vivía con Grimaldos cuando ella, en 2012, volvió a Buenos Aires para hacer un tratamiento de salud y fue detenida. Acusada de apropiación fue alojada en la cárcel de Ezeiza y luego beneficiada con la prisión domiciliaria.

Las llamadas de Cecilia
Cecilia Viñas se comunicó por última vez con su familia el 19 de marzo de 1984, en plena democracia. Desde diciembre de 1983 hasta ese día se comunicó siete veces. Los militares la habían secuestrado en julio de 1977 y en septiembre de ese año había dado a luz a un niño en la sala de partos de la ESMA. No se sabe de dónde llamaba.

En el audio dice que los guardias de uno de los turnos la dejaban llamar por teléfono. A través de esas comunicaciones, Cecilia insistía en la búsqueda de su bebé, al que llamó Hugo Carlos. Nunca se supo que suerte corrió ella: hoy sigue desaparecida.

El audio de una de esas llamadas se escuchó por primera vez en 2011 durante el juicio por el plan sistemático de apropiación de menores. En las conversaciones, la mujer insinuaba también que se encontraba bajo custodia militar y que esperaba ser liberada. El caso de Cecilia fue tratado en el juicio Plan Sistemático que, en 2012, condenó al dictador Jorge Rafael a cincuenta años de prisión.
Fuente:Infojus

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