2 de agosto de 2015

CUBA.

Resumen Latinoamericano en Santiago de Cuba 

Cuando llegue la luna llena,
Iré a Santiago de Cuba 
Iré a Santiago, 
Cantando los techos de palmera, 
Iré a Santiago 
Federico García Lorca, 1930 
Resumen Latinoamericano fue a Santiago. Texto Javier Salado, Fotos: Héctor Planes / Resumen Latinoamericano, 26 de julio 2015.– 
Cuando en tu andar por la ciudad te tropiezas una heroína o un héroe en cada esquina, cuando un muy viejo guerrillero que silencia sus grados de capitán ganados en feroz combate por la libertad y un mozalbete que acaba de jugar con la muerte y el ebola en África, debaten en voz alta bajo un árbol de La Placita de Santo Tomas sobre béisbol, cuando libre como el viento, rodeado de inmenso calor e inagotable muestras de amor, caminas por sus empinadas calles y disfrutas de un café en un portal, puedes asegurar que esa ciudad es Santiago de Cuba.

La delegación de Puerto Rico junto a una reproducción en tamaño natural del preso político puertorriqueño, Oscar López Rivera.

Miles de personas se han reunido en esta inimitable urbe para conmemorar sus cinco siglos de existencia y los 62 años del asalto al cielo un 26 de julio. Resumen Latinoamericano vino a beber de la fuente de la libertad, porque dos grandes razones hacen que esta hospitalaria ciudad se encuentre hoy más que nunca insertada en la historia grande de América Latina: en los muros del Cuartel Moncada- entonces símbolo del poder de una dictadura pro yanqui- nació una nueva etapa en la historia del continente, la de su definitiva independencia e integración. En segundo lugar, la batalla ganada a la naturaleza con el colosal ejemplo de resistencia, dignidad y confianza en la Revolución Cubana dado por el santiaguero después de que su amada Santiago fuera prácticamente devastada en el 2012 por un terrible huracán. El renacimiento de una ciudad cien veces más hermosa en apenas 24 meses es símbolo para los pueblos latinoamericanos, muestra de la capacidad del Socialismo y del nacimiento de una novedosa unidad entre los pueblos latinoamericanos regada con el sudor de trabajadores e hijos de Ecuador y Venezuela vertidos en la reconstrucción.

Cinco siglos, pero cada segundo preñado de hitos de lucha y combate. Nada es igual en ninguna otra parte, como escribió el santiaguero Waldo Leyva “Si encuentra alguna piedra/que no haya sido lanzada contra el enemigo/si descubre una calle/ por donde no haya pasado nunca un héroe/ si desde El Tivoli no se ve el mar/ si hay alguna ventana/ que no se haya abierto nunca a las guitarras/ si no encuentra ninguna puerta abierta/ puede decir entonces que Santiago no existe.”

Por eso y por mucho más, esta conmemoración es tan especial. Así Santiago al ser honrada, honra a sus hijos más ilustres, y en sesión solemne y extraordinaria de su Asamblea del Poder Popular entrego el “Reconocimiento especial por heroicidad y ejemplo” a dos cubanos: Fidel y Raúl Castro. Asimismo le fueron entregados el escudo de la ciudad y otros estímulos a guerrilleros, luchadores clandestinos y dirigentes nacidos y forjados en el crisol santiaguero.

El dulce misterio de la palabra cubano, santiaguero 
Importantes reflexiones sobre Cuba, su historia y proyección ofreció Eusebio Leal en la sede del gobierno de la ciudad. Retomando las luchas patrias y los desafíos vencidos por el pueblo cubano desde su formación, recordó que en todos y cada uno de ellos Santiago fue precursora, participante y ejemplo.

Así, cuando los asistentes al acto realizado en el propio cuartel Moncada convertido en escuela al filo de las 5:15 de la mañana vimos como cientos de niños como avecillas apresuradas entraban corriendo por la posta 3 la misma por donde se iniciara el ataque hace 62 años y que fuera testigo de la hidalguía de una generación, recordamos la afirmación de José Martí sobre el dulce misterio de la palabra cubano. Y parafraseándolo, pensamos en la mística del santiaguero.

Invitados de toda América Latina y de las más diversas partes del mundo fueron oxigenados con la fuerza de una Revolución verdadera, concebida en un minúsculo apartamento de la ciudad de La Habana y nacida en los muros del Moncada un 26 de julio, al decir del Che “Rebelión contra los dogmas y las oligarquías”. No tenga nadie duda, la Revolución Cubana es y seguirá siendo el faro del camino de la definitiva y total independencia Latinoamericana y caribeña.



Homenaje a la ciudad rebelde por antonomasia: Santiago de Cuba
por Graciela Ramírez, Resumen Latinoamericano (corresponsal en Cuba), 24 de julio de 2015 

"Si encuentras alguna piedra, que no haya sido lanzada contra el enemigo, si descubres una calle por donde no haya pasado nunca un héroe, si desde el Tivolí no se ve el mar, si hay alguna ventana que no se haya abierto nunca a las guitarras, si no encuentras ninguna puerta abierta puedes decir entonces que Santiago no existe.” Waldo Leyva (1)

A dos días de conmemorarse el 62 aniversario del Asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes y los 500 años de la fundación de la villa de Santiago de Cuba, la ciudad cuna de patriotas insignes y colmada de historia de heroísmo, se viste de fiesta en una infinidad de actos culturales y políticos que cuentan con la participación plena del pueblo, personalidades y gobierno.

En la mañana de hoy se presentaron importantes libros. Uno de ellos lleva por título lo que mejor puede resumir la heroicidad de un pueblo que llena de orgullo los cubanos: “Santiago siempre es Santiago” de Hugo Rueda Jomarrón, autor también de los libros“Tradiciones combativas de un pueblo: las milicias cubanas” y “Terruño inolvidable”. (2)

Editado por la Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado de la República de Cuba, el libro fue presentado por el autor y el periodista Rafael Lechuga en el Salón de los Vitrales de la ciudad Héroe. Desde la dedicatoria el autor enuncia lo que reflejarán las 293 páginas del libro: “A los héroes y mártires que a lo largo de la historia de Santiago de Cuba lucharon por la independencia y la Revolución Cubana. Al pueblo santiaguero, por su combatividad, valentía y coraje. A los hombres del Batallón No 3 de combate, de las Milicias Nacionales Revolucionarias de Santiago de Cuba, de quienes siempre me sentiré orgulloso. A las nuevas generaciones, que sabrán mantener en alto las banderas y tradiciones de su pueblo” .

A través de sus páginas se da a conocer desde el origen del nombre de la ciudad, las luchas de independencia contra el colonialismo español, los antecedentes del asalto al Cuartel Moncada, el Levantamiento del 30 de Noviembre, el día luminoso del triunfo de la Revolución el 1ro de Enero de 1959 y las respuestas del pueblo de Santiago ante cada llamado de Fidel.

Con un lenguaje claro y ameno pero de gran rigor investigativo, Hugo Rueda rinde homenaje a los patriotas santiagueros de las gestas de independencia, desde Mariana Grajales, madre de los Maceo y Madre de la Patria, a los hijos de Santiago de Cuba que alcanzaron importantes grados militares en el Ejército Libertador (1868-1898); los combatientes que siendo jefes de columnas o compañías obtuvieron grado de Comandante del Ejército Rebelde; los que han alcanzado importantes reconocimientos honoríficos como Vilma Espín, Heroína de la República de Cuba; los que han obtenido grado de General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, como Abelardo Colomé Ibarra y a la memoria de los hijos de Santiago que abonaron con su sangre el camino de la independencia y la libertad plena.

El autor, desgrana en este libro, de gran importancia para las actuales y futuras generaciones, los principales hechos de la lucha armada que han cimentado el patriotismo y el espíritu revolucionario de Santiago de Cuba a lo largo de toda su historia. Lo hace como un hijo agradecido que sin ser santiaguero fue acogido desde 1960 hasta 1977 participando en la defensa y seguridad del territorio.

Hugo Rueda Jomarrón entrega este libro en homenaje al 62 aniversario del Moncada, a Fidel y a Raúl y al pueblo de Santiago de Cuba, desde el conocimiento de la historia de quien ha sido protagonista de esta Revolución a la que ha dedicado los mayores esfuerzos de su vida. (3)
Notas: 
1- Waldo Leyva, poeta y escritor santiaguero, ha recibido importantes premios nacionales e internacionales, director de la Casa del Alba Cultural. 
2- Tradiciones combativas de un pueblo: las milicias cubanas”, Editora Política 2009 y “Terruño inolvidable” Editora Política 2013 
3- Hugo Rueda Jomarrón, Santa María, Puerto Padre –1937- Coronel de la reserva, graduado de la Escuela Superior de Guerra. Fundador del Ejército Oriental, de las Milicias Nacionales Revolucionarias y de las Milicias de Tropas Territoriales. Cumplió Misión Internacionalista en Angola y Nicaragua. Ha recibido 27 medallas y distinciones otorgadas por el Consejo de Estado, el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y ejércitos amigos.


26 de julio en Cuba: Rebeldía y Revolución
Resumen Latinoamericano, 26 de julio 2015.-

El asalto al Cuartel Moncada, en la oriental provincia de Santiago de Cuba, se convirtió en el detonante que avivó la conciencia del pueblo cubano y su lucha por acabar con la tiranía de Fulgencio Batista. La tierra del sol más ardiente de la isla antillana, donde hospitalidad y epopeya se dan la mano entre calles empinadas y calor caribeño, celebró el 25 de julio cinco siglos de una historia marcada por hechos heroicos y trascendentales.

Como cada año en torno a esta fecha, la oriental provincia cubana disfruta de su fiesta popular más esperada: el carnaval, una tradición proveniente de la época de la colonia que este año será declarada Patrimonio Cultural del país. El 26 de julio de 1953, esa celebración fue el escenario escogido por un grupo de jóvenes para echar a andar “el motor grande”, la Revolución. La juventud reacciona contra el golpe de Estado

Casi medio siglo después de la instauración en Cuba de un República neocolonial, el 10 de marzo de 1952, la isla caribeña vivió un hecho que removió los cimientos de una sociedad descontenta: Fulgencio Batista dio un golpe de Estado que acabó con el Gobierno de Carlos Prío Socarrás, semanas antes de las elecciones presidenciales para las que el Partido Ortodoxo se perfilaba como favorito al triunfo.

El golpe de Estado encabezado por Batista tuvo el objetivo de impedir el triunfo de la ortodoxia en las elecciones fijadas para junio de 1952. Esa fecha marcó el inicio de una dictadura caracterizada por la represión, la violencia, la persecución y el empeoramiento de las diferencias sociales existentes en la nación antillana.

Un abogado de solo 25 años, Fidel Castro, demandó al golpista ante el Tribunal de Garantías Constitucionales y Sociales, un trámite que no tuvo éxito alguno. Tras esa inoperancia de la justicia y la inacción de los diferentes grupos políticos del momento, el joven letrado se propuso revertir la situación del país por medio de la movilización popular y la lucha armada. De la juventud ortodoxa salieron los primeros miembros del Movimiento, al que posteriormente se incorporaron personas de diversos sectores de la población: obreros, estudiantes, campesinos, profesionales, completamente desvinculados de la política tradicional.

Inspirados por el legado del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, esos jóvenes protagonizaron una marcha de las antorchas con motivo de los 100 años del nacimiento del prócer independentista, el 28 de enero de 1953, a partir de lo cual pasaron a ser conocidos como la Generación del Centenario. Abel y Haydée Santamaría, Jesús Montané, Melba Hernández, Boris Luis Santa Coloma y Raúl Gómez García fueron de los primeros en unirse a la organización, que llegó a tener más de mil integrantes. Melba Hernández y Haydée Santamaría en la prisión del Vivac de Santiago de Cuba. Para aquellos hombres y mujeres decididos a cambiar el destino del país, era necesario echar a andar un motor pequeño que ayudara a arrancar el motor grande de la Revolución. El motor pequeño, entonces, sería una acción armada: el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba; y Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. El día heroico: El 26 de julio de 1953 Santiago de Cuba debía haber amanecido con resaca de carnaval. Los días anteriores apuntaban a que esa mañana dominical sería como otra cualquiera, con el aliciente de que los lugareños, así como los visitantes de otros territorios del país, saldrían a las calles a disfrutar de las fiestas populares.

El Cuartel Moncada después del asalto del 26 de julio de 1953. Pero precisamente ese ambiente festivo fue aprovechado por los revolucionarios para pasar inadvertidos en medio de las actividades de las jornadas carnavalescas y los visitantes que arribaban desde fuera de la ciudad. A las 5:15 de aquella madrugada calurosa Santiago de Cuba comenzó a despertar bajo el ruido de las balas. De manera simultánea se iniciaron las acciones en Bayamo.

El cuartel Guillermón Moncada, en el año 1953, era la sede del regimiento número 1 en la ciudad de Santiago de Cuba, capital de la entonces provincia de Oriente. Por su importancia, el Moncada era la segunda fortaleza militar del país, ocupada por unos mil hombres. Su lejanía de La Habana dificultaba el envío de ayuda. Además, Santiago se hallaba situada en la costa sur, junto al mar y rodeada de montañas, lo que podría servir de refugio a los asaltantes para una posible huida. Esa jornada era la culminación de un plan elaborado en absoluto secreto. Además de Fidel Castro, solamente lo conocían dos compañeros de la dirección del Movimiento y su responsable en Santiago de Cuba, Renato Guitart. Los demás sabían que se iba a realizar un combate decisivo, pero ignoraban en qué consistía exactamente la acción.

El Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, en la actualidad. De los miembros de la organización, fueron escogidos más de 150 para participar en los asaltos, tras una selección cuidadosa que tuvo en cuenta aspectos como su capacitación militar. En Santiago de Cuba, vestidos con uniformes del Ejército, 131 combatientes se organizaron en tres grupos.

El primero, con Fidel al frente, atacaría la fortaleza. Los otros dos grupos, comandados por Abel Santamaría —segundo jefe del Movimiento— y Raúl Castro, respectivamente, tratarían de tomar dos importantes edificios contiguos al cuartel: el Hospital Civil, donde se atendería a los heridos, y el Palacio de Justicia, donde radicaba la Audiencia, para desde ahí apoyar el ataque. “El gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante.”

“Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante”, expresó el Manifiesto del Moncada, redactado por el joven poeta Raúl Gómez García y que se leyó antes de salir a la acción.

Los grupos dirigidos por Abel y Raúl lograron tomar el Hospital Civil y la Audiencia. El grupo principal, dirigido por Fidel, llegó según lo previsto hasta la posta número 3 y la desarmó, pero una patrulla de recorrido que llegó inesperadamente provocó un tiroteo prematuro que dio la alerta a la tropa y permitió que se movilizara rápidamente el campamento, lo cual perjudicó el factor sorpresa, necesario para el éxito del asalto. Inmersos en un combate desigual, frente a un enemigo con más armas y hombres, los revolucionarios resistieron hasta las 8:00 am pero comprendieron que no era posible continuar el ataque en aquellas condiciones, por lo que Fidel ordenó la retirada.

Simultáneamente, los más de 20 jóvenes que asaltaban el cuartel de Bayamo tampoco tuvieron éxito en esa operación. Después del asalto Las pérdidas en combate durante las acciones fueron pocas. Sin embargo, el 95 por ciento de las muertes entre los jóvenes asaltantes fue producto de la crueldad de las torturas, y de los asesinatos a sangre fría y a traición en el momento en que eran apresados.

Todo esto fue demostrado por Fidel durante su autodefensa en el juicio de la causa número 37, realizada a raíz del hecho. Al percatarse de que su hermano Fidel aún no estaba detenido, Raúl Castro asumió toda la responsabilidad por la acción. Los crímenes realizados por la dictadura después de los sucesos del Moncada despertaron una ola de protestas en todo el país, que obligaron al régimen de Batista a presentar juicio a los sobrevivientes de la acción armada que se encontraban detenidos.

Entre ellos estaba Fidel, quien había sido capturado en plena montaña días después del asalto. El 29 de julio este diario publicó el titular “Muerto Fidel Castro”, con el objetivo de preparar el camino para asesinar al líder del movimiento y ponerlo como “muerto en combate”.

“Los muros se salpicaron de sangre; en las paredes las balas quedaron incrustadas con fragmentos de piel, sesos y cabellos humanos, chamusqueados por los disparos a boca de jarro, y el césped se cubrió de oscura y pegajosa sangre. Las manos criminales que rigen los destinos de Cuba habían escrito para los prisioneros a la entrada de aquel antro de muerte, la inscripción del infierno: Dejad toda esperanza”, manifestó el joven abogado en octubre siguiente durante su alegato de autodefensa.

En ese discurso, conocido como la Historia me absolverá, Fidel se refirió a los principales problemas del país y al propósito de, cuando triunfara la Revolución, darles respuesta en beneficio del pueblo. Preludio del motor grande Pese a la derrota en términos tácticos que significó el asalto al Moncada, testigos y protagonistas de los hechos, historiadores y el pueblo de la isla coinciden en reconocer la victoria estratégica que supuso, al convertirse en el detonante que avivó la conciencia de los habitantes de la nación antillana y su lucha por acabar con la tiranía.

Los moncadistas fueron liberados el 15 de mayo de 1955. Tras la excarcelación de los moncadistas gracias a la presión popular, una parte de los revolucionarios se exilió en México, donde prepararon las condiciones para realizar la lucha armada.

De ese país partió el yate Granma, que arribó a las costas del oriente cubano el 2 de diciembre de 1956, en el inicio de una lucha rebelde que llevó al triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959. Fidel Castro y los rebeldes entraron victoriosos a Santiago de Cuba el 1 de enero de 1959. Ese mismo año, el Consejo de Ministros de la mayor de las Antillas decidió declarar el 26 de Julio como Día de la Rebeldía Nacional, una efeméride que se celebra cada año con actos masivos en todo el país, en recuerdo de los protagonistas de aquellos sucesos y como reafirmación de los principios del pueblo cubano.


Senado de EEUU deja sin restricción los viajes a Cuba 
Resumen Latinoamericano / Aporrea / 24 de julio de 2015 –

La Comisión de Asignaciones del Senado de Estados Unidos aprobó, ayer, poner fin a las restricciones de viajes a Cuba para los ciudadanos estadounidenses, dijo un portavoz de la comisión. La aprobación contó con 18 votos a favor frente a 12 en contra.

La Comisión también votó para abolir una ley que prohibía a los bancos y otros negocios estadounidenses financiar ventas de exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba.

El Gobierno de Obama emitió normas en enero para facilitar los viajes a Cuba y permitir que haya vuelos programados con regularidad. La votación de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias, de 18 votos a favor y 12 en contra, surge días después de que Estados Unidos y Cuba terminaran formalmente con más de medio siglo sin relaciones diplomáticas.
“Tenemos la oportunidad de aumentar las posibilidades de que el pueblo cubano tenga mayores derechos y libertad con la capacidad de conectarnos con ellos”, dijo el promotor de la iniciativa, Jerry Moran. “También diría que como estadounidenses tenemos ciertas libertades que valoramos mucho y que hoy los estadounidenses pueden viajar por el mundo sin excepción, ningún país está totalmente prohibido, a excepción de Cuba”.

En cambio, la Comisión de Asignaciones Presupuestarias de la Cámara de Representantes avanzó a dirección opuesta, pero el desacuerdo entre los republicanos hace menos probable que el Congreso controlado por ese partido trate de usar los gastos del Gobierno para oponerse al acercamiento de Obama con Cuba.

La provisión de la Cámara de Representantes bloquearía las nuevas normas emitidas en enero que reducen las restricciones de viaje a Cuba y permiten vuelos programados con regularidad.

La iniciativa del Senado va más allá de esas normas, que terminaron con el requisito para los viajeros de obtener permiso del Departamento de Tesoro antes de viajar a Cuba. En vez de eso, todo lo que necesitan los viajeros es demostrar que su visita tiene fines educativos, religiosos o de otros motivos permitidos.
Envío:ResumenLatinoamericano

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