El 80% de la economía en Colombia la manejan las transnacionales
Resumen Latinoamericano / ContagioRadio / 13 de enero de 2016 –
Con la venta de ISAGEN en 6,49 billones de pesos a la firma canadiense Brookfield, diversos sectores de la sociedad colombiana aseguran que era “lo que le quedaba por raspar a la olla”, como lo ratifica el analista económico, Libardo Sarmiento, quien asevera que “cerca del 80% de la economía en Colombia la manejan las transnacionales”.
“Ya no quedaría más por privatizar y desnacionalizar”, añade el analista, afirmando que todos los gobiernos desde Virgilio Barco hasta el actual, tienen responsabilidad frente a la privatización del patrimonio colombiano.
“Desde el gobierno de Barco, pasando por el de Gaviria, privatizaron todo, acabaron con el agro, el sector energético, el petróleo, entregaron el negocio de la salud y la educación al sector privado y los recursos públicos, ya lo de raspar la olla era la venta de ISAGEN”, asegura.
Además, precisa que pese al rechazo del Centro Democrático a la venta de la empresa generadora de energía eléctrica, “hablar de Uribe, es hablar de un caso patológico”, y asegura que “ese tipo de reacciones del Centro Democrático son acciones histéricas que solo buscan mantener su oposición obteniendo rendimientos políticos”.
A su vez, ese rechazo de los uribistas frente a la venta de ISAGEN, contrasta con las decisiones de Uribe Vélez cuando fue presidente de Colombia, y quien en el año 2007 vendió el 20% de las acciones de ISAGEN, y en el 2010, Óscar Iván Zuluaga, quien era el Ministro de Hacienda dio inicio con el proceso de enajenación de la totalidad de las acciones de la empresa.
Así mismo, el economista toma como ejemplo lo que ocurrió con las regalías petroleras, ya que cabe recodar que desde el gobierno de Andrés Pastrana y con las medidas legislativas tomadas por el ahora senador Uribe, el país perdió el 60% de la participación en los negocios petroleros.De tal manera que el expresidente “No tiene ninguna autoridad moral para oponerse a venta de ISAGEN”, señala el analista.
Y el panorama continúa nublándose con la llegada de Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá, quien ya ha planteado su intensión administrativa y política de privatizar la empresa de telefonía de la ciudad, la ETB, y el Acueducto de Bogotá. Lo que, según Sarmiento, impide que los Estados vuelvan al control de sectores estratégicos para responder a las necesidades de los ciudadanos y a la sostenibilidad de la sociedad.
Presos políticos siguen esperando gestos de Paz del gobierno
Resumen Latinoamericano/Contagio Radio / 12 Ene 2016 .-
En los más de 45 días que han transcurrido del anuncio oficial de indulto a presos políticos de las FARC-EP, brigadas de salud y concentraciones en patios, se han agudizado las torturas y violaciones DDHH en su contra y a la fecha ha habido toda suerte de negligencia, de burocracia, e incluso desinterés y parálisis sobre este tema” afirma René Nariño.
Luego de las protestas en 21 cárceles colombianas, el Gobierno nacional asumió en noviembre el compromiso de indultar 30 prisioneros de las FARC-EP, realizar brigadas de salud en los centros carcelarios para atender los casos más críticos y adecuar patios especiales para la concentración de presos políticos; sin embargo no se ha cumplido con ninguna de las tres medidas pactadas.
Aunque el Gobierno colombiano aseguró un plazo de 15 días, según el propio Ministro de Justicia Yesid Reyes, han pasado 45 días en los trámites que tienen que ver con los tiempos y las dinámicas propias de las instituciones del Estado.
De acuerdo con Nariño, este incumplimiento es muestra de la voluntad de dilación del Gobierno frente a las acciones humanitarias.
“Los gestos de paz deberían ser caminos de confianza para la consolidación del proceso de paz.
De los gestos anunciados no ha habido ningún avance, no ha habido una sola brigada de salud en ningún centro penitenciario del país, la situación real a la fecha es de mayor deterioro en la salud de nuestros compañeros y compañeras y mayor riesgo para todos nosotros”.
Nariño concluye que “ni siquiera en el marco de los Diálogos de La Habana el Estado colombiano se atreve a mover un solo dedo para poder llegar a generar espacios de mayor confianza” por el contrario lo que provoca son incógnitas frente a lo que estamos y a dónde queremos llegar que es la firma de un tratado y una posible reconciliación en los periodos que vienen”.
Guerra de Posiciones
por Alberto Pinzon Sánchez, Resumen Latinoamericano / ANNCOL/ 12 de enero 2016.-
El uso político del lenguaje militar en Colombia no es ninguna novedad. Desde antes del inicio abierto de la agresión contrainsurgente, siempre ha sido usado por el Poder dominante y dirigente como una de las tantas formas de su dominación. Recordemos: Repúblicas independientes. Plan Latin American Security Operation (Lasso) Zanahoria y Garrote. Plan Colombia. Punto de inflexión. Fin del Fin. Fe en la causa. Victoria estratégica, ect.
Durante la década de los 90 del siglo pasado, y en cumplimento de los acuerdos emanados de la 8ª conferencia guerrillera de las Farc realizada en La Uribe 1993 poco después del fracaso de Tlaxcala; “la guerrillerada móvil” como la llamaba Marulanda, aprovechando las ventajas tácticas que le concedió en esos años la desmoralización, desgreño y corrupción del ejército colombiano, pudo reunir y concentrar varios destacamentos guerrilleros móviles para atacar una serie de bases militares contrainsurgentes, coparlas militarmente, destruirlas y tomar prisioneros como en las Delicias, la Carpa, Juradó, San Juanito, Caño Hormiga, Patascoy, el Billar, Miraflores, ect, generando un desconcierto muy grande especialmente en el gobierno de los EEUU, quien rápidamente, el 04 de mayo de 1998, envió a Colombia al General Charles Wilhelm jefe del “United States Southern Command”, a pasarle revista a sus tropas.
El general Wilhelm, después de reunirse con el ministro civil del gobierno Samper Gilberto Echeverry, los generales Bonnet Locarno, Rosso Serrano y el coronel Leonardo Gallego coordinador de los diversos organismos de Inteligencia civil y militar, dio este diagnóstico, premonitorio de lo que un año después, se corregiría con la reingeniería militar del Plan Colombia y la toma de aire político de Pastrana en el Caguán:
(….)
“El jefe del Comando Sur aseguró la semana pasada en Miami (Florida, EEUU), que el Ejército colombiano muestra un desalentador desempeño en la lucha contra las guerrillas y que este hecho convierte a Colombia en la primera amenaza hemisférica, por encima de Cuba. – Si usted evalúa el resultado de los enfrentamientos de los últimos años, la tendencia no es esperanzadora e indica que el Ejército de Colombia no ha estado a la altura para combatir a grandes formaciones guerrilleras, cuando ha sido retado en el campo- dijo Wilhelm” (….) http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-795192
No fue un azar que ese mismo año, unos meses más tarde, apareciera editado por Tercer Mundo y la Universidad de los Andes ( ay, la Universidad del actual Ministro de Salud), el libro “La Guerra del Fin del Siglo”, escrita por el ruiseñor de la guerra contrainsurgente Alfredo Rangel, quien de asesor intelectual de las FFMM pasó a ser, actualmente, senador del combo de Álvaro Urbe Vélez; donde para satisfacer la desfondada avaricia tanto a sus jefes militares colombianos como la necesidad estadounidense de hacer dentro de las FFMM colombianas grandes inversiones en tecnología militar, finanzas, organización y métodos de re-ingeniera; sostuvo la tesis (por lo demás idealista) de que el conflicto en Colombia estaba pasando de una guerra de guerrillas a una guerra de movimientos y ahora (1998) a una guerra de posiciones que requerían como conclusión lógica, tamaño y cobertura, más pie de fuerza mejor entrenado y dotado y, varios “súper-cuarteles” muy bien ubicados en las zonas de conflicto, los que una década después se convirtieron en las 9 mega bases militares de los EEUU en Colombia.
Como suele suceder, esta necesidad de lucro y de inversiones financieras y militares de los EEUU para profundizar su explotación y dominación sobre todo el pueblo colombiano, revitalizando el militarismo dominante, tuvo amplia acogida y eco en el oligopolio mediatico contrainsurgente, fue aplaudida y aceptada reverencialmente por la llamada “opinión pública” y correspondió al siguiente presidente Pastrana su implementación en su doble ejecución, según la fórmula de la secretaria de Estado Madeleine Albright de zanahoria (zona del Caguán) y garrote (Plan Colombia).
La guerra de posiciones, en su sentido militar escueto, quedaba instituida así en Colombia sin discusión y en adelante, solo sería cuestión de aceptar los “sacrificios sociales” de aumentar paulatinamente el gasto militar hasta el actual 6% del PIB y los hombres armados y bien dotados en medio millón.
Pero el plan oligárquico-Imperial chocó con la resistencia increíble, que opuso la realidad insurgente: Ni la zanahoria del Caguán derrotó en la mesa de diálogos a la “guerrillerada móvil”. Ni el gigantesco aparato contrainsurgente militar y paramilitar en la descomunal ofensiva del octenio fascista de Uribe Vélez, logró los “tres huevitos” de la victoria militar tan cacareados. Hubo necesidad de buscar en octubre del 2012, una vez más, una Solución Política al conflicto interno tal como lo había propuesto en el Guayabero la 7ª conferencia guerrillera de las Farc en 1982, que hizo posible la Tregua con el gobierno de Betancur; generando esta vez una grieta insuperable entre fracciones del Bloque de Poder Contrainsurgente(BPCi) dominante: Entre Uribe Vélez y su “obispo laico” Ordoñez (a quien deseamos mejoría de sus intestinos gruesos para que pueda pensar mejor) con su antiguo socio neoliberal JM Santos.
Hoy, segunda semana de enero 2016, el pueblo colombiano se encuentra ad portas de un pacto político-jurídico para terminar el largo y sangriento conflicto social armado interno y, expectante ante el periodo de transición que se abrirá con la refrendación, implementación, reformas y cambios en la sociedad que se impondrán durante el llamado post acuerdo de la Habana. La confrontación política-militar terminará junto con la resistencia militar de la “guerrillerada móvil”, no así la conflictividad social heredada de siglos de dominación, Hegemonía y Coerción oligárquico imperiales y, una nueva situación en la realidad social, un salto cualitativo de lo político-militar a lo estrictamente político se nos hará presente con sus nuevos desafíos.
Es entonces cuando se hace indispensable plantear para esta nueva situación, una nueva estrategia eminentemente política que continúe orientando al pueblo trabajador hacia la Democracia avanzada o de masas y hacia la conquista plena de la tan ansiada soberanía popular.
Es también, cuando viene en nuestra ayuda el pensamiento fresco y dialectico de Gramsci, su elaboración exclusivamente política de la “Guerra de Posición”, desarrollada entre 1930 -31 en la mazmorra donde el Fascismo de Mussolini lo tenía pudriéndose: “La guerra de posición, en política, es el concepto de Hegemonía”.
El concepto gramsciano de Guerra de Posición, desarrollado a partir de la experiencia arrasadora y sangrienta de la primera guerra mundial, el ascenso del Fascismo en Europa especialmente en su país y la preparación de la segunda guerra mundial, no es una dicotomía como muchos de sus falsificadores han pretendido mostrar, entre oriente (revolución rusa del ataque fulgurante) y occidente (revolución en los países del capitalismo desarrollado de asedio lento y largo al Poder) o entre las fases puramente militares de ofensiva/ defensiva; sino una nueva manera, cualitativamente diferente y dialéctica de plantear de manera política (es decir priorizando lo político sobre lo militar) el asunto histórico del Estado en su doble aspecto de Hegemonía y Coerción.
Una nueva forma de hacer política ofensiva, aplicando la “iniciativa política” en el punto débil del adversario, valga decir en su “centro de gravedad”; asediando las trincheras económicas y las supra-estructurales que la oligarquía y el Imperialismo durante 70 años han conformado en Colombia con su Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi) dominante, para cambiar la correlación de fuerzas favorable que ellos tienen en esos poderosos aparatos hegemónicos y coercitivos del Estado y abrirle paso, mediante una gran movilización social y popular unitaria a una verdadera Democracia avanzada de masas y a una autentica Soberanía del pueblo trabajador:
La lucha contra el dogma neoliberal autoritario y trasnacional cebado durante tantos años en nuestra economía, nuestro subsuelo y nuestra plusvalía, y, la desintegración o desestructuración- organismo por organismo- del Bloque de Poder Contrainsurgente dominante (BPCi), no pueden ser un fogonazo fulgurante, como si se tratase de concentrar varios destacamentos guerrilleros móviles para asediar y tomarse por asalto una aislada base militar del adversario; sino que demandan tiempo, organización, planificación, concentración de recursos, muchos hombres, muchos aliados que encontrar y sobre todo, como lo indicaba Gramsci, una paciencia infinita para el asedio mutuo y un “espíritu jacobino” como el que animó a Simón Bolívar para imponer su plan estratégico sobre los demás y llevarlo hasta el final.
Así las cosas, se hace indispensable que una nueva conferencia o congreso de refundación y reunificación (los de dentro y de fuera, como decía Mao) deberá decidir sobre el invencible y vivo trípode estratégico dePartido, Frente y Ejercito/Milicias que ha conducido la lucha político -militar de resistencia móvil hasta el punto en el que se encuentra hoy.
No es simplemente un cambio cosmético de nombres o un aterrizaje en otras organizacion
es populares o clasistas existentes, como lo empiezan a sugerir los ideólogos del oligopolio mediatico contrainsurgente. Es algo más “popular y de largo aliento” como escribió el general vietnamita Giap, lo que la historia ha puesto nuevamente frente a los marxistas y bolivarianos de Colombia, en este momento tan complejo de nuestro devenir.
Como diría Gramsci:
“Es el momento de perder el miedo (superar el terror diría yo) a actuar en política, oponiendo el optimismo de la voluntad, al pesimismo de la inteligencia”; de atrevernos a dar el paso político de la guerra de movimientos a la guerra de posiciones con el mismo convencimiento de siempre de que el pueblo trabajador colombiano no será derrotado, ni en otros 70 años de guerra contrainsurgente imperial.
fuente: ANNCOL
Cincuenta Años Con Camilo
Por Revista Insurrección (Ejército de Liberación Nacional de Colombia)/ Resumen Latinoamericano/ 11 de Enero 2016.-
Inicia el año número cincuenta de la caída en combate de Camilo Torres Restrepo y desde distintos ángulos de la sociedad avanzan preparativos que conmemoran su vida y obra. En el Ejército de Liberación Nacional consideramos insuficiente pretender un “retorno” a su figura e ideario; ello no sólo nos situaría en un plano puramente ideológico y conmemorativo, sino que sería una intención esquiva, por cuanto elude lo que para nosotros es fundamental: su permanencia.
A Camilo le terminaron la vida, pero su misión no finalizó. La mirada actual de ese acontecimiento, ha supuesto un ir más allá del instante de su partida física, para situarnos en la realidad de su decisión y práctica continuada. Camilo Torres se afirma en la actualidad de su pensar, siendo éste, su “pensar”, lo siempre inseparable de la acción que emprendió. Pero, con ello, no nos estamos refiriendo a una convencional comunión entre pensamiento y acción. Camilo se define primariamente en la acción. Imaginar su ideario fuera de ella es imposible. Quizás esto resultaría admisible si sólo hubiese sido un académico, en cuya altura teórica se distanciase del compromiso activo. Sin embargo, no fue esa, al menos, su intención. Digámoslo de otro modo: no es posible afirmar algo sobre Camilo Torres, si evitamos la referencia a la acción, que se despliega como definitiva y le da dimensión a su obra; es decir, si se omite la realización de la decisión que lo llevó hasta las últimas consecuencias. El reconocimiento de esta preeminencia es lo que permite explicar la superposición de su ser guerrillero a su ser sacerdote; pues aunque no existió en él una renuncia voluntaria a este último, sí hubo una elección vital.
Camilo Torres no partió entonces de una doctrina para aplicarla a la vida, sino de la realidad misma, la cual, en su desenvolvimiento, le reveló el sentido de toda doctrina plausible. Este encuentro con la propia “verdad” es la base de sus ideas políticas. Entre sus posiciones, apareció la siguiente formulación, que, sin duda, señalaría el derrotero de su vida: son las mayorías las que deben acceder al poder político, pues sólo así es posible -y esto por su formación sacerdotal- aproximarnos a la idea cristiana de justicia y liberación. El asunto se reducía a esto: ¿Cómo hacerse con el poder para las mayorías? Para responder, encontraba dos únicas vías. En 1965, poco antes de unirse al ELN, expresó el problema del siguiente modo: “Hay que preguntarle a la oligarquía cómo van a entregar el poder. Si lo van a dar de forma pacífica, creo que lo tomaremos de forma pacífica. Pero, si sólo lo van a entregar con violencia, entonces lo tomaremos de forma violenta”. Sus palabras son más que dicientes frente a la elección y misión que tuvo entre manos.
Hoy, cincuenta años después de su experiencia junto a la primera guerrilla del ELN, su mensaje se escucha incisivo y determinante. En los actuales diálogos de paz, le hacemos la misma pregunta a los gobernantes de este país. Si, tras años de violencia, van a entregar el poder a las mayorías por vías pacíficas, tengan la absoluta certeza de que sabremos corresponder a esa voluntad. Pero, mientras continúen cerrando las opciones, que permiten avanzar a un país con justicia social y auténtica democracia, bastará con decir que el camino hacia la paz seguirá presentando obstáculos.
Es nuestro deseo para este 2016 lograr avances en la paz de Colombia. Estamos convencidos que si ello representa cambios, los esfuerzos no serán en vano. Como gestos de esta disposición, no quisiéramos terminar estas líneas sin manifestar lo que sigue, a propósito del cumplimiento de los cincuenta años de la caída en combate de Camilo. En primer lugar, llamamos a que sus restos físicos, cuya ubicación se desconoce desde el día de su muerte, sean entregados y se les brinde, en nombre de su dignidad, la debida sepultura. En segundo lugar, exhortamos a la Iglesia Católica, este Año de la Misericordia, como lo definió el Papa Francisco, a que reconozca en Camilo la realización más sincera del compromiso social de la Iglesia con los pobres, otorgándole nuevamente su lugar como sacerdote. Ese es un clamor de todo cristiano de compromiso.
Red electronica
Frente de Guerra Internacional
Milton Hernandez ELN de Colombia
ELN pide al Gobierno ubicar restos de Camilo Torres como “gesto” para inicio de diálogos de paz
Resumen Latinoamericano / El Espectador/ 09 de Enero 2016.-
Hace unos días, esa guerrilla aseguró que a principio de este año se haría público el inicio del proceso de paz debido a que ya estaba acordada la agenda.
La guerrilla ELN pidió este viernes al gobierno ubicar y entregar los restos del sacerdote Camilo Torres, uno de sus fundadores e ícono latinoamericano de la lucha guerrillera, muerto en manos del Ejército hace 50 años.
“Llamamos al gobierno col. para que restos físicos de Camilo Torres sean entregados y se les brinde debida sepultura”, dijo en su cuenta de Twitter el ELN en conversaciones preliminares desde 2014 con el gobierno de Juan Manuel Santos para iniciar un proceso de paz.
“Es nuestro deseo para este 2016 lograr avances en la paz de Colombia”, agregaron los guerrilleros en un texto difundido en su sitio ELN Voces, en el que solicitó la entrega del cuerpo del “cura guerrillero” como un “gesto” para que el gobierno muestre su “disposición” a avanzar hacia los diálogos.
Con unos 1.500 combatientes, el ELN es la segunda guerrilla del país después de las Farc. Fue fundado por universitarios en 1964 y su historia está marcada por Camilo Torres y el sacerdote español Manuel Pérez,quien murió de hepatitis en febrero de 1998 cuando era el jefe máximo.
Torres, nacido en el seno de una familia de clase alta de Bogotá y quien se formó en Bélgica, fue un antecesor de la teología de la liberación que murió en su primer combate contra el Ejército el 15 de febrero de 1966,sólo cuatro meses después de haberse unido al puñado de campesinos alzados en armas que dieron origen al ELN.
Aunque no hay consenso sobre la cifra de desaparecidos en Colombia, se estima que pueden llegar hasta los 100.000, juntando estimaciones del gobierno y organizaciones de derechos humanos.
En mayo el presidente Juan Manuel Santos ordenó identificar a guerrilleros caídos en enfrentamientos antes de enterrarlos, poniendo fin a una práctica de décadas.
El gobierno colombiano y las Farcavanzan desde hace tres años en un proceso de paz en La Habana que busca acabar con un conflicto en el que se han enfrentado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y fuerzas públicas durante medio siglo y que ha dejado 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados, según cifras oficiales.
Foto: de Archivo
COLOMBIA INICIA EL 2016 CON PASOS HACIA UNA CRISIS ECONÓMICA
Ene 7 2015
Resumen Latinoamericano / Contagio Radio/ 09 de Enero 2016.-
Tras conocerse la cifra de inflación para el 2015, que según el DANE estuvo en 6.77% y con el reciente aumento del salario mínimo en Colombia de apenas el 7%, economistas e integrantes de las centrales obreras denuncian que habrá una pérdida de poder adquisitivo que arrastraría a Colombia a la agudización de la crisis económica. Además podría declararse ilegal el decreto del aumento dado que para los estratos 0, 1 y 2 la inflación superó el 7.2%.
TRABAJADORES DE COLOMBIA PIERDEN PODER ADQUISITIVO
Varios economistas consultados por Contagio Radio afirman que la crisis económica recaería sobre los hombros de cerca de 8 millones de personas que devengan el salario mínimo y para aquellos supuestos beneficiados con la “ley del primer empleo” que permite el pago de salarios incluso por debajo del mínimo legal vigente.
Por otra parte el DANE reveló el índice de precios al consumidor, el rubro que más aumentó fue alimentos, que se incrementó cerca de un 10%, seguido de vivienda y educación con un 5% aproximado cada uno, lo que indica que ese grupo de derechos es el más afectado por el fenómeno de la inflación.
Analistas afirman que la actitud del gobierno no es coherente con el déficit en Colombia puesto que se pretende vender ISAGEN para financiar las vías 4G lo que no representa una inversión con devolución en corto, mediano o largo plazo. Por otra parte se critica que se realicen aumentos salariales a congresistas lo cuales devengaran durante 2016 un monto superior a los 25 millones de pesos. Situación similar a la de los integrantes de las FFMM que durante el 2015 vieron un aumento salarial superior al del resto de trabajadores colombianos.
PRECIO INTERNACIONAL DEL PETRÓLEO Y SUS CONSECUENCIAS EN COLOMBIA
La venta del petróleo financia gran parte del presupuesto nacional, representa el 20% del total del ingreso estatal, para 2015 se esperaba, sin déficit fiscal, que los precios internacionales del crudo se mantuvieran en 95 dólares por barril o incluso un pequeño porcentaje menor, sin embargo, el año cerró con un precio de 40 dólares y 2016 arranca con un record de 35 dólares barril, por fuera de cualquier proyección económica.
MÁS IMPUESTOS PARA LA MAYORÍA DE LOS TRABAJADORES
Aunque se afirma que el déficit estructural provocado por la caída de los precios del petróleo se va a solventar con el aumento de las deudas internacionales y no con el elevamiento de los impuestos, el gobierno de Colombia está optando por una solución de dos vías. Mayor endeudamiento con los fondos internacionales y una reforma tributaria que amplía la base de gravamen del IVA y lo aumenta al 19%, con lo cual supliría apenas un pequeño porcentaje del déficit.
http://www.contagioradio.com/gobierno-insiste-en-vender-isagen-y-dejar-de-recibir-460-mil-millones-anuales-articulo-19009/
GOBIERNO INSISTE EN VENDER ISAGEN Y DEJAR DE RECIBIR $460 MIL MILLONES ANUALES
6 Ene 2016
Según José Roberto Acosta, integrante de Justicia Tributaria, el decreto 1609 de 2013 que autorizó la venta viola el artículo cuarto de la Ley 2226 de 1995 que obliga a que dichos recursos se destinen al Presupuesto General de la Nación, lo que implicaría que la subasta violaría los derechos fundamentales de todos los colombianos y por ello convocó a una “tutelatón” como último recurso para salvar el bien común del país.
La venta de ISAGEN no solamente representaría la descapitalización del Estado con un recurso que costaría cerca de 5.2 billones de pesos. Además la venta de la empresa de energía más importante del país significaría renunciar a la posibilidad de regular el mercado de los servicios públicos, que en manos de las empresas privadas y extranjeras se han convertido en un negocio, según lo señala la organización Justicia Tributaria.
A pesar de la insistencia del gobierno, en septiembre del 2014 se logró frenar la venta de la empresa en razón de una demanda de los trabajadores y ex trabajadores que consideraban esa posibilidad como fuera de la ley y porque el argumento de la regla fiscal no sería válido, sin embargo el Consejo de Estado falló a favor de los intereses del gobierno en ese entonces y dio vía libre la subasta que se realizaría el próximo 13 de Enero.
CONGRESISTAS SE OPONEN A LA VENTA DE ISAGEN
En las últimas semanas de Diciembre de 2015, 40 senadores colombianos enviaron una carta a los directores ejecutivos y a las juntas directivas de Colbún (Chile), GDF Suez (Francia) y Brookfield (Canadá), empresas que están inscritas en la subasta para plantear que son más de 80 los congresistas que han firmado un documento en oposición a la venta de la empresa y han interpuesto diversas acciones para oponerse a dicho procedimiento.
“Isagén es un activo estratégico del Estado colombiano, por lo cual hemos usado y seguiremos utilizando todas las herramientas legales a nuestro alcance para evitar que la privatización prospere” explica Atonio Navarro Wolf, senador del partido Verde y promotor de la iniciativa parlamentaria.
Envío:ResumenLatinoamericano







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