Sin público local ni visitante
20/06/2016

Foto | Facebook
Por primera vez, un presidente elegido democráticamente no encabezará la celebración del Día de la Bandera en la nave del Monumento ni en el Parque a la Bandera.
Mauricio Macri lo hará en el patio cívico, al que sólo tendrán acceso invitados especiales, trabajadores de prensa, funcionarios y los 5 mil niños de todo el país –junto a sus docentes y un acompañante cada diez chicos- que prometerán lealtad a la bandera.
La razón consiste en el temor oficial a escraches o manifestaciones opuestas a las políticas impulsadas por el jefe de Cambiemos, que sólo permanecerá en Rosario entre 30 y 45 minutos, de acuerdo a lo previsto.
Para evitar que el público llegue al Monumento a conmemorar el nuevo aniversario de la muerte del creador de la bandera, Manuel Belgrano, Presidencia de la Nación dispuso un vallado a 300 metros alrededor del emblemático sitio rosarino, según informaron fuentes de la organización.
Ante una invitación “a la ciudadanía” a participar de los festejos –tal vez un reflejo de la tradición celebratoria de la fecha- el gobierno de Santa Fe aclaró el sábado que en el tramo de la ceremonia que encabezará Macri, a partir de las 11 de la mañana del lunes, “sólo podrán ingresar los niños de escuelas debidamente acreditados junto a sus docentes y padres responsables”.
El municipio brindó a Presidencia de la Nación tres alternativas para la participación en los festejos locales, de los cuales el Gobierno tomó la de la participación del mandatario en la promesa de lealtad de la bandera de los escolares.
Durante la jornada se realizarán las habituales actividades –tanto protocolares como culturales- que suelen rodear a la celebración, aunque esta vez sin la presencia del presidente.
Si el kirchnerismo “politizaba” los actos oficiales con la presencia de adherentes a su proyecto, militantes y festejos populares masivos que cooperaban a la exasperación neurótica de gorilas y “apolíticos”, el macrismo se revela indiferente a la fecha. Se tratará de algo protocolar, toco y me voy.
De acuerdo a lo previsto por las autoridades, se cantará el himno nacional, se producirán los breves discurso de la intendenta Mónica Fein, el gobernador Miguel Lifschitz y el presidente (¿no hay nada para decir?), se soltarán globos y Macri tomará promesa a los alumnos junto a un actor que interpretará a Manuel Belgrano.
Fuente:RedaccionRosario
LA MULTISECTORIAL CONTRA EL TARIFAZO MARCHA HACIA EL MONUMENTO
Macri verá una bandera que no le gustará tanto
El día patrio tendrá un condimento de protesta social explícita esta mañana, cuando diversos espacios aglutinados en la Multisectorial contra el Tarifazo se concentre en la plaza Pringles y marche hasta el Monumento a la Bandera con el propósito de expresar el malestar por la situación económica al Presidente de la Nación, Mauricio Macri.
La concentración de los manifestantes está prevista para las 10 en la plaza de Córdoba y Paraguay, desde donde partirán hacia el acto central por los festejos del Día de la Bandera.
"La idea es participar del acto en forma pacífica, sin ofender a nadie, para reclamar con una bandera grande contra los tarifazos, para que lo vea el presidente y los medios nacionales lo transmitan para que lo vea todo el país", explicó el referente de Apyme, Juan José Sisca.
El militante de los pequeños y medianos empresarios adelantó que "la bandera rezará: Multisectorial contra los Tarifazos, despidos y hambre, por el trabajo y la producción, porque queremos que se visualice en los medios que estamos afectados por la realidad económica, cuando el discurso mediático nacional lo quiere tapar".
En la Multisectorial están los comerciantes agrupados en Unión Almaceneros, Sociedad de Carniceros, Centros Comerciales a Cielo Abierto, Paseo Pellegrini, Paseo Arijón y asociaciones de defensa del consumidor. Pero además, la protesta se anuncia reforzada con la suma de expresiones partidarias como Nuevo Encuentro, Ciudad Futura, Movimiento Evita, La Cámpora, Miles, Partido Comunista y Partido Solidario.
"Hicimos esta Multisectorial con el objetivo de conseguir una rebaja en la energía eléctrica. Los comerciantes somos la mitad del sándwich. Debemos transformar el rezongo en protesta social, porque organizados seremos imparables. Los subsidios no son mala palabra, sirven para sostener las pymes, la industria, los jubilados.
A esta altura, protestar es un deber y eso es lo que vamos hacer en el Monumento, para que Macri se entere", avisó el almacenero Juan Milito.
Fuente:Rosario12
Repudiamos la agresion y patoterismo que recibio nuestro compañero Eduardo Toniolli concejal de la Ciudad de Rosario
#MacriReprime
MovimientoEvitaSantaDe
Conmemoraron en Alta Gracia, Córdoba, natalicio 88 del Che
Alta Gracia, Argentina, 17 jun (PL)
En una fría aunque soleada tarde otoñal de la serranía cordobesa, Alta Gracia acogió hoy un acto para conmemorar el natalicio 88 de Ernesto Che Guevara en el que se habló de misiones humanitarias y solidarias.
Aleida Guevara, hija del ícono mundial y referente de las causas revolucionarias, fue la invitada de honor en una charla frente a la Casa Museo que orondos mantienen los habitantes de esta pequeña localidad del Tajamar de Córdoba.
La acompañaron en el estrado Mariela Pinza, coordinadora de la fundación argentina Un Mundo Mejor Es Posible (Ummep), y el oftalmólogo cubano Leonel Ramos, quien supervisa las cirugías que realizan doctores locales en el programa Operación Milagro.
Muchas personas se congregaron para escuchar e intercambiar con los expositores que disertaron sobre la medicina cubana, las misiones Yo Si Puedo, de alfabetización, y Operación Milagro, para operar de la vista a las personas de estrato más humilde.
El concepto de cada una de ellas está implícito en el ideario guevarista de humanismo y solidaridad que se viene destacando en la Semana del Che, “Conocé la historia de un ícono mundial”, del 16 al 29, patrocinada por la Municipalidad de Alta Gracia.
Pediatra de profesión, Aleida Guevara, brindó un panorama de la salud en Cuba, sobre la base de la gratuidad y el principio de la no discriminación por sexo o raza en la que todos son vistos como iguales.
Tras exponer una serie de estadísticas que evidencia, pese al intenso bloqueo norteamericano que aún mantiene Washington, el éxito del programa médico cubano, abordó los ejes centrales que sostienen la formación de los profesionales y técnicos de la salud en la isla.
“Al médico se le educa para curar el dolor humano, no para vivir del dolor humano”, aseveró y su afirmación motivó un cerrado aplauso. Mientras, Pinza explicó cómo la Ummep lleva a cabo en Argentina las misiones Yo Si Puedo a través de la cual más de 30 mil personas de los sectores más necesitados han aprendido a leer y escribir, y la Operación Milagro para devolver la vista a los más humildes.
El oftalmólogo Ramos brindó detalles y estadísticas de los logros de la Operación Milagro en el país, plan que ha ayudado a casi 50 mil argentinos poder recuperar la visión desde 2005. Los primeros casos fueron operados en La Habana, después en dos centros oftalmológicos construido en Bolivia por el gobierno de Evo Morales en una zona fronteriza con Argentina y a partir de 2009 en la ciudad de Córdoba.
En ella, para esa atención primero se habilitaron dos pisos de la clínica Junín, una cooperativa médica recuperada por sus trabajadores, y desde mayo de 2015 funciona la nueva sede de este programa humanitario, el Centro Oftalmológico Dr Ernesto Che Guevara, donde hoy también habrá un acto para celebrar el onomástico 90 de Fidel Castro.
Aleida Guevara junto a varias integrantes del Centro Oftalmológico Che Guevara
Fidel sigue haciendo historia, asegura Aleida Guevara
Córdoba, Argentina, 19 jun.-
Argentinos amigos de Cuba se reunieron en Córdoba para celebrar por adelantado el onomástico 90 de Fidel Castro, quien en opinión deAleida Guevara, hija del Che, sigue hoy haciendo historia.
En un homenaje realizado en el Centro Oftalmológico Dr. Ernesto Che Guevara, donde se atienden los pacientes de la Operación Milagro, la pediatra cubana -invitada para la ocasión- resaltó que uno de los grandes valores del líder histórico de la Revolución cubana es haber sido consecuente con sus ideas y actos.
En la charla “A 10 años de la histórica visita de Chávez y Fidel a Córdoba, y a 88 años del nacimiento de Ernesto Che Guevara”, organizada por la fundación argentina Un Mundo Mejor Es Posible (UMMEP), participó también el embajador cubano, Orestes Pérez.
“Fidel es ejemplo de dignidad, honradez, de fuerza que estimula a la nueva generación a seguir adelante con una causa que cambió la historia de Cuba, y abrió un capítulo nuevo en la de América Latina”, opinó la doctora.
En la intimidad personal, Aleida Guevara lo recordó “como si fuera también mi padre”, y lo argumentó diciendo que “la figura paterna que yo vi más cerca de mí en la infancia y adolescencia fue Fidel. Y, sin lugar a duda, lo quiero, admiro, respeto, pero sobre todo lo amo como un padre”.
“Pero él es, como decía mi papa, de esos hombres que van más allá de la muerte. Él es capaz de romper ese patrón por su obra, su historia de vida, por su coherencia como ser humano, por esa actitud de ser solidario con los pueblos del mundo”, aseveró.
Fidel enseñó a los cubanos a ser solidarios “no dando lo que te sobra, sino compartiendo lo que otro pueblo necesita”, manifestó la hija del Che, quien también participó en la tarde en un panel en Alta Gracia sobre las misiones humanitarias Operación Milagro y Yo Sí Puedo. Refirió que el dirigente cubano ha seguido haciendo revolución desde su trinchera en lo que llama la batalla de ideas.
En sus reflexiones y ocasionales apariciones públicas saca a relucir verdades, “interpreta las realidades de nuestros tiempos, llamando a la conciencia de que hoy es un momento crucial para la humanidad en el que se impone proteger al planeta tierra”.
Aleida Guevara regreso de nuevo el sábado a Alta Gracia para participar en el panel “Mi papá el Che” en la casa museo que lo inmortaliza como parte de la jornada allí en recordación del emblemático revolucionario.
EL EFECTO LOPEZ SOBRE EL GOBIERNO, EL JUSTICIALISMO Y LA IGLESIA CATOLICA
Por Horacio Verbitsky, 19 Junio 2016.-
La detención de López en el monasterio pateó el tablero político. Al Gobierno le simplificó la aprobación de medidas de efecto más gravoso que los nueve millones de dólares del ladronzuelo sorprendido al buscar asilo en sagrado. Al justicialismo le incentiva el apetito por deshacerse de CFK y al kirchnerismo le exige un debate a fondo y en serio sobre la corrupción, que es un fenómeno transversal. Los jóvenes que creen en la política como instrumento de transformación tendrán la última palabra.
La materialidad rotunda del episodio relega cualquier otra consideración. Todo parece abstracto y difuso en comparación con las imágenes y el relato de la captura de José López al salir del monasterio de las monjas orantes y penitentes en una fría madrugada de junio. De tan perfecto provocó las dudas públicas del Frente Renovador: al jefe de su bloque de senadores bonaerenses Jorge D’Onofrio le dio la sensación de que “todo fue preparado. Que se armó una historia con el llamado del 911, las monjas y Jesús (el denunciante), que no es muy creíble”. Eso no obsta para que su partido lo aprovechara tanto como la Alianza Cambiemos.
Que López haya saltado esa tapia en la misma semana del conflicto entre el Vaticano y el gobierno por la donación de más de un millón de dólares a una entidad educativa auspiciada por el Papa Bergoglio replantea el rol de la Iglesia Católica, y muy en especial de su jefe, con el sistema político y la sociedad civil de la Argentina, en momentos en que el Justicialismo se debate en un vacío de poder. La media sanción de la ley de blanqueo, que preserva el secreto de los delitos tributarios cometidos y extiende esa protección a los contratistas de obra pública y a casi toda la parentela de los funcionarios indica que no hay en el actual gobierno más voluntad que en los anteriores por poner coto a los abusos de lo que hace décadas se conocía como la Patria Contratista. Sin reformas en el régimen de compras y contrataciones del Estado, los sucesos de estos días serán apenas anécdotas risueñas, aportes ingeniosos de los oriundi a la continuidad de una picaresca que hizo célebre al cine italiano.
Colores vivos
Hace justo un año, Aldo Ferrer difundió la versión preliminar de un breve trabajo titulado “Acerca de la corrupción”, en el que ensayó una tipología binaria: corrupción cipaya y vernácula, circunstancial y sistémica, pública y privada, globalizada y endógena. También formuló propuestas para combatirla “en el marco de estrategias de desarrollo que movilicen el potencial del país, defiendan los intereses nacionales y promuevan la equidad y el bienestar. De otro modo, seguiríamos sometidos a los problemas que promovieron la corrupción, al mismo tiempo que frustraron el desarrollo de la Argentina”. Las valijas del señor López caerían en los tipos vernácula, circunstancial, pública y endógena. Pero eso no atenúa el shock de la peripecia lujanera.
Las postulaciones del gran maestro del pensamiento nacional están entre las más lúcidas sobre un problema en el que sobran adjetivos indignados y faltan reformas sustantivas que ayuden a superarlo. No obstante, también las definiciones de Ferrer se ven pálidas en contraste con los colores vivos de la escena revelada: el rojo de la valija, el verde de los billetes, el azul del chaleco blindado y del casco con que López es trajinado de un lugar a otro, entre un enjambre de comandos de operaciones especiales con el rostro cubierto. De este modo, la alquimia oficial lo transmuta en el jefe de un cartel de narcotraficantes, cuando la forma en que cayó muestra a un pobre infeliz solo con su sombra, que intentó ocultar las pruebas de sus delitos a la hora menos conveniente y en el lugar más sugestivo. Esta intencionalidad gubernativa sigue el mismo guión representado hace tres meses con Lázaro Báez. La escena primaria hiere los ojos y los oídos de la multitud hipnotizada a toda hora frente al televisor. El director del Banco Central, Pedro Biscay, quien antes integró la Procuraduría Adjunta de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) y dirigió el Centro de Investigaciones y Prevención de la Criminalidad Económica (CIPCE) describe una operación que combina lo mediático con “el corazón de una lógica mafiosa que vuelve delictivo todo lo hecho por una gestión de orientación popular. Se opera una conversión cínica que vuelve delito, choreo, estafa, malversación cualquier iniciativa de política pública del anterior gobierno. Es delito no haber ejecutado en su totalidad un proyecto presupuestado, es delito haberlo ejecutado tardíamente, es delito si se lo ejecutó en etapas que implicaron correcciones, como también es delito si se adeuda a determinados proveedores. Todo es delito porque si un funcionario público cometió un delito, entonces todo lo que rodea a ese funcionario público también es delictivo. Es la lógica de la asociación ilícita aplicada a la organización de la política”.
Para Ferrer en los países avanzados y en los emergentes con fuerte densidad nacional la corrupción suele ser circunstancial, consistente en el soborno de quien tiene autoridad de disponer de un activo o un servicio que no le pertenece. En cambio en los países subdesarrollados, de débil densidad nacional, la corrupción sistémica es “mucho más depredatoria”, por ejemplo las decisiones y políticas que generan rentas privadas espurias, que perjudican el interés público. Ferrer lo ejemplifica con “la imposición de un tipo de cambio sobrevaluado y la desregulación de los movimientos de capitales que culminaron en el endeudamiento hasta el límite de la insolvencia, generaron una masa gigantesca de rentas especulativas y fuga de capitales y deterioraron el aparato productivo y la situación social”. Según esta tipología, las decisiones adoptadas en los primeros seis meses del actual gobierno, que implicaron la transferencia de miles de millones de dólares de muchas a pocas manos y cuyas consecuencias se sentirán por generaciones, son mucho más nocivas que los nueve millones en las valijas de José López. Pero aprehenderlo requiere una operación abstracta del pensamiento porque la práctica cotidiana de los consumidores masivos de infotainment televisivo no permite abarcar los 4.200 millones de dólares anuales que deja de percibir el Estado por retenciones a las exportaciones agropecuarias y mineras ni el consecuente desfinanciamiento de inversiones sociales. En cambio, todos han visto alguna vez un dólar y tienen bolsos o valijas en su casa. El robo de López está a escala de quien compra un billete con la ilusión de ganarse la lotería y cambiar de vida. Por eso impacta en forma demoledora. Todo periodista sabe que ningún informe sobre la persecución y asesinato de millones de personas es más conmovedor que el diario que una adolescente escribió escondida en “La casa de atrás”. En eso consiste la cultura de masas.
Los altos niveles de repulsión que manifiestan en los últimos días periodistas, políticos, intelectuales, actores y otros protagonistas de la comunicación informática, desde los más sinceros hasta los oportunistas, así como la direccionalidad política que cada uno intenta darle a sus profundos sentimientos, son tan previsibles como insustanciales. Por ciertos que sean la tipología de Ferrer y el daño que las políticas oficiales están haciendo al interés público, oponerlas a la imagen de López y su último trayecto en libertad, liviano de equipaje, es una respuesta tan patética como arrojar bultos sobre la tapia en la oscuridad y no realza a quien lo intenta. Es verosímil, como dijo CFK el viernes, que ese dinero no se lo haya dado ella a López sino algún empresario que hacía negocios con el Estado. Pero la estridente sospecha, inducida por un afinado coro de medios, no es que proviniera de la ex presidente, sino que ella y/o el ex presidente Néstor Kirchner hayan sido receptores de entregas previas equivalentes. “Que nadie se haga el distraído. Ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni dirigentes. Cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque otro se lo dio desde la parte privada. Esa es una de las matrices estructurales de la corrupción”, agregó CFK. La respuesta sabe a poco por parte de quien en un acto proselitista en La Plata contó que cuando eran muy jóvenes Kirchner le dijo que para hacer política es necesario tener plata. Se comprende mejor la reacción de La Cámpora, que no necesitó más que unas pocas horas para repudiar a López y aducir que la pertenencia a un movimiento “que se plantea como objetivo central el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores populares no puede ser un mero acto declamativo o una foto en un cartel: es una forma de vivir y un compromiso para toda la vida”. También la del ex ministro Axel Kicillof, quien dijo que “la gente no milita para que un vivo, un corrupto, se afane la guita”. Entre las muchas acusaciones que su gestión recibió del sector patronal nunca figuró una por pedidos indebidos de fondos. Ellos y su esforzada militancia territorial están entre los grandes damnificados por lo sucedido. “No podemos eludir más la discusión frontal sobre la corrupción durante la última década. No es sano, no es inteligente y deja sin herramientas a los movimientos sociales que apuestan por opciones de gobierno populares. Quienes queremos defender estas banderas y las políticas de inclusión social y de derechos construidas estos años, tenemos la obligación de hacerlo. Así como frente al gatillo fácil y la represión policial oponemos políticas de control civil sobre el uso de la fuerza y programas contra la violencia institucional, debemos construir programas de prevención de corrupción que pongan en el centro de la escena el rol corruptor de las empresas y los problemas de debilidad legal que favorecen la corrupción”, añade Pedro Biscay. A su juicio, el gobierno necesitaba “de un escándalo como éste que vuelva todo lo demás delictivo: es el efecto de la mancha venenosa. Es radioactivo porque todo lo que toca lo contamina y expande su contaminación radialmente. Excede la incapacidad que hemos tenido para pensar respuestas audaces y poderosas frente a la corrupción, pero a su vez nos deja sin capacidad de respuesta porque al criminalizarlo todo, nos vuelve cautivos de un mecanismo extorsionador que trasviste la banalidad del mal en una virtud, el temor en seguridad, la opresión en libertad y la dignidad de haber construido derechos en avergonzamiento público. Esta lógica es mafiosa en sí y para sí. Se impone en los recintos parlamentarios, en la justicia y en los medios televisivos. Es la única opción posible de enceguecernos para que la matriz criminal del poder económico aumente el endeudamiento externo como mecanismo de financiamiento de la fuga de capitales a la par de asegurar que la pila de la rentabilidad financiera crezca obscenamente mientras las pilas de la producción y el consumo se destruyan progresivamente”.
La transversalidad del sigilo
Al cabo de doce años de gobierno en los cuales José López fue el regente de la obra pública bajo las tres presidencias Kirchner, el comentario de CFK luce tanto necesario cuanto insuficiente. Hubo tiempo de sobra para poner en funcionamiento mecanismos institucionales que redujeran las oportunidades para el enriquecimiento ilícito de funcionarios, con un nuevo régimen de compras y contrataciones del Estado, que superara al obsoleto sancionado por Fernando de la Rúa en 2001 y actualizado en cuanto a su informatización por CFK en 2012, con menos controles que excepciones a la licitación pública. La renovación de la emergencia año tras año, mucho después de dejar atrás la crisis de fin de siglo, contribuyó a la discrecionalidad. Los proyectos de reforma de los códigos penal y procesal penal no contemplaron enmiendas para impedir que un alto número de causas por los delitos denominados de corrupción terminen en absoluciones por prescripción, que es el resultado perseguido por los grandes estudios jurídicos y contables que atienden a las principales empresas. La ley electoral promulgada en 2009 asignó espacios publicitarios gratuitos en televisión a todos los partidos políticos, lo cual niveló las fuerzas y permitió que los partidos menores hicieran conocer sus propuestas y sus candidatos. Pero, a diferencia de lo que sucede en Chile, no prohibió que además de esos espacios gratuitos, los partidos pudieran comprar otros, con la única limitación de su chequera. El enorme gasto en publicidad, sobre todo televisada, es uno de los pretextos más frecuentes para explicar la obtención ilícita de recursos, con el argumento que de otro modo sólo los ricos podrían hacer política (sic). El paquete de leyes de democratización de la Justicia que CFK envió al Congreso en 2013 incluyó restricciones para la presentación de medidas cautelares, contra la posibilidad de impugnar ante la Justicia las decisiones de los funcionarios públicos. Un mínimo catálogo de medidas precautorias debería incluir
– elaboración participativa de pliegos, cuyos errores desincentivan la participación de proveedores;
– creación de oficinas dirigidas al desarrollo de proveedores;
– registro unificado de proveedores y representantes. Es tan defectuoso, a veces apenas con una casilla de correo, que hasta ha habido casos de funcionarios que actúan como representantes; – coordinación de registros a nivel nacional y provincial;
– mayor control en el proceso de ejecución;
– sanciones de exclusión por colusión o incumplimientos graves en ejecución de contratos;
– conversión de la Oficina Nacional de Contrataciones en una base federal de datos donde todas las jurisdicciones tengan que informar sobre sanciones y denuncias.
Las limitaciones señaladas no pueden adjudicársele a una sola fuerza política: el sigilo y la excepción constituyen una de las formas más ostensibles de la transversalidad. El dictamen que en la madrugada del viernes fue aprobado por la Cámara de Diputados excluyó de la posibilidad de blanqueo a los cónyuges, padres e hijos de la larga lista de funcionarios públicos expuestos políticamente a la que el oficialismo debió resignarse para conseguir mayoría, pero esa prohibición no alcanzó a los convivientes de esos funcionarios ni a los contratistas de obra pública. Esto deja afuera a Franco Macrì, pero no a la amiga que maneja los negocios en China en los que se refugió cuando hijos y sobrinos lo corrieron del control del holding familiar con la amenaza de un juicio por insania. Tampoco alcanza a Angelo Calcaterra ni a Nicky Caputo, los alter ego del presidente. Pese a ello, los diputados de la Coalición Cívica Libertadora Fernando Sánchez, Alicia Terada y Leonor Martínez Villada oprimieron el botón de votar afirmativo sin rebelarse, consecuentes con la extraordinaria definición con que Elisa Carrió justificó hace un año la alianza con Macrì: “Es corrupto pero republicano”. En vez de acompañar a sus diputados ella prefirió faltar a la votación para no mojarse los pies en el agua sucia. El artículo 87 protege además “el más absoluto secreto” de los delitos tributarios amnistiados y de sus montos, aunque el gobierno debió retroceder con la multa equivalente a la suma blanqueada y con la inclusión de periodistas y medios de comunicación en el castigo penal. Aún con esas concesiones menores, el texto votado confirma que la ley afecta la libertad de expresión “que no es sólo para los periodistas sino para el pueblo que vive en democracia, y como medio para lograr tal fin”, como dice Enrique Alberto Hidalgo, secretario parlamentario de la Cámara de Diputados durante la presidencia de Alberto Balestrini. Algo que es de tanto interés público como para motivar una amnistía del Congreso “¿puede quedar oculto? Sólo el recaudador tendrá la información. Los periodistas podrán difundir la que consigan pero no podrá ser debatida por los que no sean periodistas. El pueblo sólo lo mira por TV. La obsesión del Estado Secretista es tal que prescribe que los funcionarios no pueden divulgar la información ‘ni aun a solicitud del interesado’. O sea que el ocultamiento de los evasores pasa a ser razón de Estado superior a la propia voluntad del delincuente amnistiado”, agrega Hidalgo. Otro cambio de última hora que no se discutió en comisiones y se agregó en el recinto fue el traspaso de la UIF al ministerio de Hacienda y Finanzas, cuando hasta ahora dependía del de Justicia y Derechos Humanos. Es una amable concesión al ministro Alfonso De Prat-Gay, quien fue objeto de un reporte de Operación Sospechosa por parte del organismo que ahora quedará a su merced. De este modo la Mesa de Coordinación del Régimen de Sinceramiento Fiscal se reducirá al ministerio de Prat-Gay, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores. El discurso de la transparencia que viste al gobierno queda así en palabras que se lleva el viento y deja ver que el rey está desnudo
Taiana consideró que López “no es un caso aislado” e impulsará su separación del Parlasur 16 junio 2016.-
El exCanciller sostuvo que el exsecretario K debe ser “repudiado y castigado”. También hizo una autocrítica al asumir que “no es una situación aislada”.
El presidente del Parlasur, Jorge Taiana, consideró que los hechos protagonizados por José López son “obscenos y escandalosos” y anticipó que impulsará la separación del exsecretario de Obras Públicas, José López, de su banca.
El excanciller aseguró que “la corrupción en general es inaceptable, pero es mucho más inaceptable en los partidos nacionales y populares que buscan representar a los más humildes y luchan contra los privilegios”. “José López tiene que ser repudiado y castigado por lo que hizo.
Lamentablemente, no es una situación aislada sino que tiene que ver con una serie de mecanismos de control que han fallado”, asumió sobre los problemas de corrupción que atravesó la era kirchnerista.
En diálogo con “Detrás de lo que Vemos”, Taiana hizo foco en que “los militantes populares debemos nuestra lealtad a la causa de los más humildes y el que roba se aparta de ese objetivo”.
”Estuve en la función pública siete años y continué militando cuando me fui del gobierno en 2010 como lo hice toda mi vida. Creo que el verdadero corazón de la causa nacional y popular está en los hombres y mujeres del pueblo y es a ellos a los que hay que tenerles lealtad y no abandonarlos”, concluyó.
SIN MORDAZA (Opinión)
Por Jorge Rachid / Resumen Latinoamericano/ 15 junio 2016.-
EN LAS SITUACIONES MAS DIFÍCILES, SURGEN LOS LIDERAZGOS QUE RECUPERAN LOS VALORES Y LOS CÓDIGOS, DE LA VIDA Y LA POLÍTICA.
J.R.
1- Como no acostumbro a sacar el cuerpo a la jeringa, debo expresar mi mas profunda consternación por el bizarro episodio de un oscuro personaje, que en un show del tipo sainete, conmocionó a la vida de los argentinos, poniendo en vivo y en directo la mas obsena escena de corrupción, jamás filmada.
2- Los delicuentes de cualquier tipo, de todo nivel, pero en especial quienes tienen la responsabilidad de cuidar la hacienda pública, deben ser juzgados y condenados. Son personajes de cualquier ideología, si es que la tienen y son ladrones, no sólo de dinero, sino de esperanzas y sueños del pueblo argentino.
3- Desde los que evaden dinero al exterior, saqueando al esfuerzo del trabajo argentino, hasta los que piden vueltos y prebendas desde la función pública, deben dar cuentas de sus acciones ilegales, desde el presidente hasta el último funcionario público, desde las cuenta del HSBC, pasando por los Panamá Papers, hasta estos personajes, que sin dudas serán los primeros “arrepentidos” argentinos. No olvidemos IBM y contrabando de armas, juzgados casi 16 años después.
4- Debo expresar sin embargo que mis dudas se multiplican, por las formas, los horarios, la cantidad de dinero, el destino de los bolsos, la forma en fue denunciado el hecho y el desarrollo posterior de la noticia, desde un primer momento, que cambia las excavaciones de la Patagonia por el Monasterio.
5- Veamos, dice la Madre Superiora del Convento de Clausura, a la cual este personaje era habitué en donaciones: ” este hombre enloqueció”. Lo dice una señora de 94 años que lo conoce según TN, la pregunta del millón es ¿porque enloqueció, quien lo enloqueció, para que?. Ya asistimos a un suicidio en su momento, en circunstancias convulsas, tan extrañas como éstas.
6- ¿Que hacía este tipo, denunciado por enriquecimiento ilícito hace meses, teníendo “en su casa” 8,5 millones de dólares empaquetados?.¿Como es que a las 0300 hs, en plena noche, con el coche con balizas, sin avisar, va al Monasterio a gritar que le abran…?. ¿Como es que tenía un fusil de alto impacto en su poder, tenía portación o tenencia, cuando lo compró y para que? ¿A quien se le ocurre que un tipo que conoce las monjas, que fue asiduamente por años, tira desde afuera bolsos de dinero?
7- Todo tiene olor a Stiuso, a apriete a un ex funcionario de alto rango, que presionado por vaya a saber porqué causas o obdeciendo a que promesas, ahora va decir todo lo que debía haber dicho Baez, según los medios y que pese a la presión mediática y del fiscal Marijuan, no dijo.
8- Esta situación ya fue editorializada por el diario La Nación en la pluma de Morales Solá el fin de semana, cuando en un párrafo dice textualmente: el juez Casanello desafiaría al sentido común, si no procesa a Cristina. Es decir antes de este episodio ya están anticipando el objetivo del esfuerzo de la justicia “independiente”, con apoyo mediático, de borrar a cualquier precio, la memoria.
9- Esta operación ha hecho un daño enorme al movimiento nacional, en especial a los jóvenes que recuperaron su fe en la política como instrumento de construcción de una sociedad mas justa. Estos son los sueños que roban estos delincuentes que no tienen porque convivir, con quienes nos motorizamos con utopías de compromiso con el pueblo.
10- Por esta razón el militante peronista debe conservar el pensamiento crítico, como lo hizo Evita enfrentando los los militares golpistas, o Cooke oponiéndose al mismo Perón que después lo nombre heredero, por el tema de la Continental del petróleo, o nosotros desde la salud, cuando criticamos el Ministerio de Ocaña y la ruptura del movimiento obrero. Estas operaciones destinadas a destruirnos, deben servir para fortalecernos en las convicciones y los valores de héroes y mártires que han dejado su vida, durante 70 años por una sociedad mas justa.
jorge rachid
La política como profanación (opinión)
Resumen Latinoamericano/ 18 de Junio 2016.-
Horacio González plantea en este artículo que el caso López encierra preguntas fundamentales sobre el conjunto de la política como actividad colectiva y también sobre el kirchnerismo como procedimiento genérico de un conglomerado humano no circunstancial ni episódico. Los mecanismos de profanación que los grandes medios realizan sobre los símbolos desconocen el poder de éstos para retornar por sí mismos bajo otros signos y efigies.
Por Horacio González*, La Tecl@ Eñe), 17 junio 2016.-
Una concepción de la política la quiere, obviamente, ceñida a normas austeras y actos dignos. A veces se aclara que esto debe ser así aun cuando no se trate de encumbrar o festejar a las “almas bellas”. Se conocen las exigencias de un mundo que desgraciadamente no combina con las “carmelitas descalzas”, pero a pesar de todo, el político debe acostumbrarse a trabajar en la adversidad y en la escasez. Otra concepción se expresa a través de márgenes mayores de indulgencia, y parte de hecho de que los partidos populares –precisamente por serlo- son ajenos a las fuentes de financiamiento empresariales o corporativas. Por eso mismo, deben tener su “caja propia” a través de acciones de justificable excepcionalidad. No “inmorales”, sino condescendiendo con actos a fin y al cabo “legítimos”, pues la deriva de una cuotificación de suministros públicos hacia las arcas del partido popular para sostener las necesarias transformaciones colectivas, es un fin superior que justificaría algún procedimiento, que de no mediar aquella excepción, sería irregular.
Una frase conocida exponía de esta manera la crudeza de este pensamiento: para construir un rancho, los ladrillos de adobe suelen mezclarse con bosta. La metáfora es poderosa: para un fin útil y necesario, siempre hay una porción de apoyos y componentes cuya composición última es excusable y molesta. El bien se ejerce con una pócima necesaria extraída del mal; así, los grandes ideales deben contar con el apoyo de hombres sin ideales, pues se sobreentiende que lo primero siempre será sostenido por minorías, mientras que para hacer triunfar el bien hay que arrastrar también a los hombres impuros.
El caso del Ingeniero López conmovió al país. Conocemos hasta ahora las asombrosas circunstancias de su detención en una sede religiosa habitada por tres ancianas, en un lugar relativamente aislado del conurbano, en una madrugada al parecer poco propicia para depositar allí ningún óbolo o contribución caritativa, sino una millonaria suma de dólares y otros objetos como relojes y dinero de países como Qatar. El hecho de que López ocupó un alto cargo en el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, sometido hoy a toda clase de acosos y enjuiciamientos relámpago a través de los grandes medios, luego de la performance que la retroexcavadora de la fiscalía que investiga a Báez (pobre en el aspecto de la excavación y dilatado en el aspecto inmobiliario), parecía obtener una confirmación por fin contundente. Había bolsos, había un terreno (el monástico patio), había un personaje del ex-gobierno, había un propósito de ocultamiento, de sigilo o de fuga. La detención de López estuvo rodeada de características inusuales, y muchos especularon que un hecho de esa magnitud contó con antecedentes y preparativos que lo asemejan a una celada, aunque el presunto vecino que lo denunció parece existir, aunque no con el mismo nombre que la pronta grabación de la policía provincial hizo circular. La foto de López saliendo del monasterio con casco de guerra, ojos desorbitados y chaleco antibalas, reproduciendo escenas que usualmente se le dedican a los jefes de mafias u oficinas subterráneas del narcotráfico, es un voluntario o involuntario logro escénico de las fuerzas policiales y del gobierno de Macri. A un hombre que había sido poderoso hay que detenerlo con equivalentes más irresistibles de lo que significaban los viejos trajes de presidiario y las bolas de hierro atadas a los pies. Acá el escenógrafo optó por uniformes, escudos y demás adminículos policiales en el cuerpo del condenado.
Las interpretaciones de quienes se veían confirmados tan orondamente en su campaña anticorrupción, tampoco dejaron de llamar la atención sobre los bordes tan curiosos que revestía esta antiepopeya ocurrida en horas en que casi todos duermen y algunos están de oración. El analista senior de la derecha, Pagni, sugirió que los “elementos” encontrados en la valija de López retrataban algo así como el itinerario semiológico de sus movimientos, según el origen de los billetes encontrados, pues a la obvia significación de los dólares, había que adjuntar lo que involucran palabras como “China” (había yuanes) y “Qatar”. La carta de Carlos Barragán trae otra mención de importancia. ¿Para qué tantos relojes? ¿Para que una carabina? Esos útiles, tan diferentes a los que porta un escolar para ir diariamente a la escuela, sin embargo eran la valija de los portentos, un resumen biográfico. Habría también allí una cotidianeidad. La del corrupto. Palabra imprecisa que sin embargo admite porciones de significados diversos: monedas acumuladas físicamente, armas e instrumentos de medición. ¡En cuántas películas lo hemos visto! El ojo es codicioso. Tiene su fisiología, el arte de sus necesidades. Hasta Morales Solá lo dijo para certificar, sobre elementos al fin empíricos, el “fin del kirchnerismo”. Allí había pruebas, materialidades, no pasiones escénicas como las que Lanata ofrecía a diario. Al parecer, la convicción, la creencia, los componentes últimos del juicio, precisarían esos shocks de realidad, esos fajos que a pesar de ser composiciones del lente de la cámara filmadora –que estampa imágenes para la posteridad-, tienen el respaldo del acontecimiento. Todo acontecimiento tiene algo de absurdo por el mero hecho de ocurrir. Este lo tenía en grado sumo. Comenzaba por una historia perversa en un convento, como en las novelas del Marqués de Sade, y terminaba en un ensayo chaplinesco, con el protagonista encasquetado en un yelmo ladeado y fuera de medida, como si fuera un personaje de Céline yendo a la guerra al final de la noche.
Este trágico episodio encierra preguntas fundamentales sobre el conjunto de la política como actividad colectiva, y desde luego, sobre el kirchnerismo como procedimiento genérico de un conglomerado humano no circunstancial ni episódico. Los escritos en torno al tema abundaron. Vuelvo a la carta de Barragán, que me parece que contiene mejor un conjunto de significaciones que se esparcieron en numerosas conciencias militantes. López sería un individuo que actuando por sí y desde sí, se presentaba como un hombre demiúrgico capaz de arruinar un conjunto de compromisos y esfuerzos de un conglomerado político emancipatorio, cuyas realizaciones ponía en peligro. La carta tenía un tono de exorciso, y las puteadas de Barragán en letanía hacía López convenían a un rezo o a un conjuro. Para más abundar en la gravedad de la situación, la figura unívoca del tal López fue calificada por Hebe como la de un “infiltrado”. El término, fuertemente evocativo, lleva a la condición excepcional que tenía el hecho, reforzada por la pregunta que recorrió todos los cenáculos del país. “¿Cómo este hombre hizo eso? ¿No conoce los mecanismos bancarios?” Pregunta compleja, que puede hacerla la mente avisada, acostumbrada a estos trajines, como sería la de cualquier empresario de mediano porte, que sabría qué hacer con esos montos dinerarios, no en las madrugadas sino en calmas mañanas en la “City Porteña” (donde de todas maneras hay acontecimientos trágicos que la Televisión registra, refiere y también prefiere, como el del abogado portador de una Glock, al que le sustrajeron su valija –por cierto con menores cantidades que la de López- y disparando en pleno mediodía en ese centro pululante de viandantes con sus preocupaciones laborales, políticas o financieras, mató a un cerrajero uruguayo, como se lo denominó, pasando su profesión y nacionalidad por encima de su abatido nombre). Pero a aquella pregunta, hecha por la militancia absorta ante un hecho “increíble”, le seguía una primera respuesta (“de ser cierto el relato televisivo”) que hacía de López un individuo singular, poseído de decisiones no trasladables, tomadas por sus providencias particulares y que incluso surgían de su condición trastornada. Pagni, que siempre dice “algo más”, sugiere un armado proveniente de rincones sigilosos de la sociedad, donde actúan personajes habitualmente llamados “servis”, palabra que tiene la humorada de describir también a los que arreglan lavarropas y computadoras. Objetos diarios, salvo el lavarropas, que es metafórico.
La ex Presidenta, Cristina, escribió otra carta, con una opinión que a esta altura le era urgentemente reclamada. “Palabras como repudiar, rechazar o condenar, no alcanzan… es necesario saber quiénes son, además del Ing. López (Secretario de Obras Públicas durante mi gestión), los responsables de lo que pasó… el dinero que tenía en su poder, alguien se lo dio… no fui yo. Ni ninguno de los miles de militantes que integran este espacio político…que nadie se haga el distraído. Ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni dirigentes. Cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque otro se lo dio desde la parte privada. Esa es una de las matrices estructurales de la corrupción a lo largo y a lo ancho de nuestra historia y de la universal”. Esta carta difiere del enfoque que hace de López un “lobo solitario” que arruinó un proyecto colectivo e invirtió el juicio social correcto, al punto que los verdaderos corruptos ahora juzgaban a los que cuestionaron a los auténticos buitres. La gran eficacia de este aserto es cotejable con la opinión de Cristina sobre “la matriz estructural de la corrupción” y el reenvío de la culpabilidad a los que serían las contrapartes de López, esos que se “hacen los distraídos” (empresarios, jueces o políticos), que son funcionales a los “Ing. López”, como lo llama Cristina amputando el nombre de su profesión en una única evidencia de su evidente indignación. Esas contrapartes, incluso, lo constituyen al “Ing.” como individualidad necesaria, lo que permite que Cristina pronuncie una frase fundamental, también dándole al tema un cariz de primera persona: “el dinero no se lo di yo”. Es evidente que el pensamiento sobre la acción individual tiene gran peso, pues todo el complejo comunicacional forjado al calor de la derrota electoral del anterior gobierno, insiste en focalizar y colocar el desenlace de la red “estructural” de corrupción no en empresarios, jueces, “and others presidents off shore”, sino en la propia Cristina.
Aquí llegamos a uno de los núcleos de la situación, de esta situación. La vida política que actualmente transcurre entre nosotros parece estar regida por la consigna de la profanación. Lo que llamamos “kirchnerismo” es una palabra enfocada por actos de embate profanador, sobre todo en el nombre que alude a las diversas y profusas simbolizaciones a las que dio lugar la figura de Néstor Kirchner. ¿Qué es una profanación? Una conocida meditación de Nietzsche, en su misterioso paso por alguna de las secciones del ejército prusiano que pone sitio a París en 1871, lo lleva a vaticinar que la columna de la Vandôme, que los comuneros están derribando en ese momento, “volverá más seductora a su lugar”. Nietzsche era un joven adscripto a la milicia triunfante y ve de lejos los acontecimientos. Los profanadores, quería decir, no podrían saber lo que él sabía (en ese momento estaba escribiendo “El nacimiento de la tragedia”), pues poseía un conocimiento que no estaba al alcance de cualquiera. Muy resumido, se diría que era la permanente sospecha –de origen trágico, o zarathustriano- sobre las grandes convulsiones sociales que arrasan símbolos e insignias. Ellas suelen ser atributos de un período anterior y quedan investidas del raro merecimiento de ser derribadas. Los que acuden a una suerte de recurso profanador, suelen no conocer realmente el poder de los símbolos. Ellos retornan o se restauran por sí mismos o se reanudan bajo otros signos y efigies. Los profanadores, finalmente, son los hombres torpes de la historia.
Esta carga de profanación (es decir, irrumpir con un impulso violatorio en un orden cuyos representaciones parecían ya erigidas) puede acontecer sin que el profanador sepa las consecuencias de sus actos. Es lógico, pues el acto de profanar tiene un silencioso tributo que el profanador no admite en su conciencia. Es que “no sabe lo que hace”, pues en su mundo no hay ningún elemento sagrado ni venerable. Todo en él se ofrece como una planicie de objetos inanimados o vivientes que solo son portadores de una utilidad. Su pregunta fatal es siempre la misma. “¿Y esto para qué sirve?” Ve en el vasto orden de simbologías del mundo, sean tenues, ocultas o nítidas, solo un valor de uso, una utilidad inmediata, un instrumento despojado de latencias o fulgores implícitos. La profanación es dirigida contra al kirchenrismo y es el principal “negotium” de la hora. En uno de los galpones de Báez –el constructor del Mausoleo de Kirchner- había, yacente, una escultura del ex presidente. Se anudaban así las cosas frente a la astuta mirada del Fiscal Marijuan, que convertía su fiscalía no en un hecho jurídico sino en un acto de sacrilegio gozoso. Por fin se aclaraban los misterios, el financiamiento ilegal de una corriente política, la famosa “caja”, al lado de un símbolo falso, los “idola tribu”, todo lo cual era más importante que lo que se dedujera a partir de “un puñado de dólares”.
En sus astutos análisis Pagni dice que el empeño del kirchnerista clásico en circunscribir solo en López la acción del Monasterio, a fin de “salvar al kirchnerismo”, es la verdadera manera de hundirlo. Sería la imposibilidad de explicar lo que todo el mundo da por cierto (la generalización de un fenómeno, Báez con Calcaterra, es decir, “corrupción” a ambos lados de las “excavaciones” o “grietas” políticas) alojándolo en una figura inasible, el mencionado “ing.”, cuya abogada es ahora una señorita que cierta vez dijo “quiero ser conocida”. Es cierto que lo dijo a partir de su otra profesión de cantante de cumbia, profesión cuya dignidad no está en discusión, pero la frase repercute ahora en la manera en que ella es realmente conocida: como abogada defensora de López, “doctora”, como le dicen con una indisimulable solfa los periodistas que tienen in mente sus fotos en la bailanta. La televisión y sus menudos oficiantes, es implacable. La tragedia política, una vez más, conjuga sus formas de “visibilizar”, según este verbo televisivo fundamental, con las artes del varieté. El mago Tinelli lo sabe: el imitador será imitado, y de allí sale algo “real” que a su vez pide otro calco, y otro más. ¿Qué significa imitar a Cristina con una pala? ¿Una escena donde el espectador sabe que debe guardar en un compartimento estanco –una cosa es la política y otra cosa la parodia- o ya llegamos aquí a una forma completa de pensamiento que fusionó el pathos político con la burla que juntó todo en una brutal inmediatez? Esa inmediatez es lo que caracteriza las imágenes masivas y súbitas. Si lo visual antes era un acto particular de la facultad de juzgar, ahora es un impacto genérico sobre una conciencia sin tabiques. Lo político cumple con el vaticinio del “crooner” o del locutor televisivo, y lo que vemos en pantalla es una forma del destino colectivo de un país. La tevé sería el órgano central de la profanación, nada en ella está quieto y establecido, y lo que hoy allí se castiga será muy pronto castigado. ¿Quién dirige esto? Un autómata central, como decía Marx del Capital, algo que si no lo paramos (en nuestro lenguaje mismo) arrasará toda institución política.
Si la profanación, como el quicio fundamental de la política macrista, apunta a un desmontaje de símbolos y a una masacre “shakespeareana” de individuos identificados con la “era anterior”, el episodio de López es un episodio doblemente profanador. Toma de la profanación sus elementos folletinescos, su aire de vaudeville para interferir en el “sueño intangible de los justos”, y al mismo tiempo origina el hecho de ser un acto proveniente del kirchnerismo contra el kirchnerismo mismo. Ya fueron violentados los mausoleos, ya los que movieron a Colón de su sitial (acto que muchos kirchneristas criticaron, que Daniel Santoro recién ahora reprueba, y que ciertamente, no era una decisión adecuada) fueron a su vez extraídos de sus ropajes de epopeya; los cuadros que colgaron en la sede de gobierno poco a poco son trasladados, y en un futuro no muy lejano quizás se reponga el de Videla, con argumentos administrativos. ¿No fue alguna vez presidente? En el kirchnerismo, la razón administrativa regía para variados asuntos (los diarios cuentan ahora el lenguaje que empleaba López en sus movimientos) pero no era válida para juzgar el mundo de símbolos. Solo se admitían símbolos después de una selectividad que no pertenecía al orden estatal, a la razón administrada o a la lógica meritocrática. El lado del “Eternauta” asumía lo ungido por el kirchnerismo, el excedente voluptuoso, lo emanado del “óleo de Samuel” y –peronistas al fin- lo que procedía de los desplazamientos reales de la política, donde imperaba la ley del canje de valores. Ese orden simbólico es atacado ahora con la espoleta de la corrupción, porque lo que se “corrompe”, verdaderamente, son las prescripciones simbólicas, y esa es la matriz de ilegalidad en la que está sumergido el capitalismo contemporáneo, con sus guerras, sus náufragos inmigrantes y sus ciudades amenazas por inextricables tramas de violencia. Desde allí, emerge la rocambolesca figura de López, sacudiendo a las conciencias militantes, que en el acto de expulsar de sí al profanador profanado, deberán reflexionar también sobre el hecho de que ningún destino efectivamente moral conoce las precondiciones que pueden sustentarlo. Por eso está más expuesto que el que tranquilamente puede vulnerar todo y un día “blanquearlo” perfectamente, porque ya desde el inicio su lengua estaba cortajeada por el simulacro y la ilegalidad.
Buenos Aires, 17 de junio de 2016
*Ensayista, sociólogo y escritor. Ex Director de la Biblioteca Nacional
Envío:ResumenLatinoamericano
Que el López no te tape el Macri Calzones sucios en un convento
19/06/2016
Por Horacio Çaró
“Aunque me la muestren a Cristina nadando en la bóveda de Rico McPato, elijo el modelo de país que vivimos en la década ganada” (Evelyn Tacuara, usuaria de Facebook).
El peor pecado de los crápulas, sean del color que sean, es el tamaño de los fardos de pasto que les dan de comer a los imbéciles, que se creen iluminados por la verdad.
También del espesor de las excusas que le dejan servidas en bandeja al enemigo, que ve la oportunidad de legitimar sus crímenes.
Con el episodio de la detención del ex secretario de Obras Públicas José López, la espesura o el tenor de las excusas del gobierno macrista, por ejemplo, a la hora de defender que todo es lo mismo, que tener la plata afuera o adentro sólo muestra cuestiones de estilo, que ellos son empresarios y estos otros son ladrones, esas excusas, esos espesores de esas excusas, tienden a ocultar la cuestión más importante en todo este embrollo: ¿La corrupción es o no el insumo que impide la felicidad de las grandes mayorías?
Puesto en otros términos, más livianitos: si desaparecieran todos los corruptos, si los buenos lograran meterlos presos a todos, ¿sería lo mismo que gobernara el kirchnerismo, el macrismo, el socialismo, el fascismo? Sin ladrones a la vista, según parece, todo funcionaría mejor.
Pero algunos, que son los que cuentan el cuento a los niños antes de mandarlos a dormir sin comer, dicen que los corruptos no están en todos lados, sólo se mueven con pasmosa habilidad en determinados partidos políticos, a los que en general denominan “populismos”, pero que en la Argentina se les ha puesto nombre según la conveniencia histórica de los que manejan el poder: hace 60 años, era el peronismo, hoy es el kirchnerismo, porque hay “peronistas” a resguardar y no está bueno ofenderlos.
Volviendo al cinematográfico Caso López, que así quedará para los anales de la Historia Universal de la Infamia Corrupta, los medios hegemónicos, de la mano con el gobierno neoliberal y con el arbitrio del clan estable del Poder Judicial, quieren demostrar que en los últimos doce años imperó un sistema intrínsecamente corrupto, en el que sus máximos líderes organizaron el saqueo de las arcas públicas, que enmascararon con un discurso populista de redistribución de la riqueza, ampliación de derechos que no eran otra cosa que un simulacro, y así, con millones de ingenuos engañados, organizaron una fiesta onerosa en la que esas grandes mayorías creían que podrían vacacionar, terminar sus estudios, tener algún que otro electrodoméstico, y pagar tarifas de servicios razonables. Detrás de los telones de esa festichola, farsantes con antifaces se llevaban bolsones de dinero, sonriendo socarronamente y en puntillas de pie.
Cualquiera podría pensar que ese relato no garpa. Lo razonable sería ponderar tamaño cuento como un bolazo demasiado grande como para ser creído. Error. Hay un universo muy extendido de peones que al mirarse al espejo ven un rey, y sienten que cuando les dicen que quienes quieren impedir que alguna vez lo sean son esos corruptos disfrazados de políticos nacionales y populares, se horrorizan y repiten al unísono, en una histérica letanía: “Son todos una manga de ladrones”.
Por suerte, a los ladrones se los lleva la primera brisa de la historia. El resto, millones, resisten tempestades más consistentes que esas lamentaciones histéricas inspiradas por crápulas con doble moral. Porque hay que decirlo, sólo la inmoralidad de los verdaderos saqueadores del Estado puede sostener ese relato que les permite camuflar el traspaso de la riqueza de todos a manos de tan pocos.
Rufianes melancólicos de izquierda
Por cuatro ex cosacos del Ejército Rojo que se quedaron con los platos del juego de té de los Romanoff muchos son capaces de pedir la abolición de la Revolución Bolchevique. Ese es el nivel de análisis de algunos neorevolucionarios, quienes al igual que sus primos neoliberales, postulan que la corrupción es un cáncer que termina desdibujando a los modelos distribucionistas.
Pero incluso no les alcanza con condenar a los criminales, tienen que hundir el barco que los llevaba, aunque en el naufragio mueran millones de personas que nunca cometieron un crimen.
Aramburu pensaba igual, Rojas también, y el peronismo sobrevivió y volvió. Y si el peronismo hubiera sido lo que decían de él por izquierda y por derecha, un hato de ladrones, ese retorno nunca hubiera ocurrido.
“Agarren su década ganada y métansela en el orto. Y no digan que son casos aislados, hay que asumirlo, a los dirigentes de nobles causas no se les puede aceptar la vulgaridad del lujo. Son farsantes. Ya está, viejo, a otra cosa, a empezar de nuevo y sin que nadie «vuelva»”.
La arenga es oriunda de las redes sociales, mereció réplicas de todo tipo y adhesiones que la dejaban en el terreno de los abordajes moderados. Pero es representativa de que la muerte por lapidación de todo un proceso político no es un intento exclusivo de las derechas.
Los macristas arguyen así: “El tema es simple. Macri escondió su dinero, ya que es de familia multimillonaria. En cambio los K y todos sus funcionarios robaron el dinero del Estado argentino. Son cosas muy distintas”.
Por izquierda, el tema sería de este modo: “Cada vez más nos acercamos a la corrupción como gestión. La de Macri, desde el vamos es gestión corrupta estructural. Hay que tener la honestidad de reconocer que más allá de un buen modelo, eran unos ladrones. Nos robaron a todos con la excusa de ayudar a los más vulnerables. Una pena. Marx no se murió”.
Hay que hacerse cargo de querer invalidar todo un proceso político por el delito de algunos jerarcas. Y en ese sentido, los análisis por izquierda del fenómeno de “la corrupción” se parecen demasiado a los que ensaya Macri al juzgar al kirchnerismo.
Parece de una obviedad adolescente, pero resulta necesario decir que no se puede invocar, con los mismos argumentos que Macri y Clarín, que Ricardo Jaime o José López pueden invalidar, para poner sólo algunos ejemplos, que millones de chicos hayan sido conectados al recibir sus netbooks, la puesta en órbita de satélites geoestacionarios, o el programa para acceder a la tercera central nuclear.
Se entiende que todo eso parezca una gilada para las corporaciones, pero que ciertos sectores de la vanguardia progresista, y las columnas marxistas-leninistas, y los revolucionarios de todo pelaje y color queden encandilados con los fardos de billetes que le encontraron al crápula del convento, parece un exceso y ese exceso resulta muy funcional al macrismo en el poder.
Estos analistas meterían presos a Fidel y a Raúl Castro por no vivir en una pensión de La Habana Vieja pisando cucarachas y sin ventilador.
Hay un nivel de análisis que roza con el delirium tremens. “Lo que se considera avances no han sido más que política de reconstrucción hegemónica del poder fáctico, que es el poder burgués. Políticas que tienen su origen y todavía desarrollo en otros países capitalistas y que nunca han llegado a dar un carácter de igualdad ni redistribución sino de consenso en algunos momentos de situación económica, es decir transitorias”.
Como tal descripción desnuda un desprecio casi absoluto por el sujeto beneficiario de esas políticas “reformistas”, los implacables revolucionarios apelan a este tipo de solución balsámica: “Por supuesto que no se puede despreciar ninguna concesión a los trabajadores y los pobres, pero eso no santifica a ningún gobierno que asegura y reproduce la desigualdad estructural como la del capitalismo humano”.
¿El fin del peronismo-kirchnerista?
Un dedo no tapa el sol y no hay gobierno exento de corrupción. En ese marco, en el de un sistema que lleva en sí la marca de la corrupción en el orillo, y por lo menos hasta que la relación de fuerzas alcance para cambiarlo y hacer que ese cambio sea sustentable, lo que debería ponderarse es la política que va a contramano de la inercia que el capitalismo salvaje le impone a la institucionalidad, y eso es lo que ha venido ocurriendo hasta diciembre pasado.
El campo nacional y popular pareciera que debería profundizar ese camino, con menos crápulas o, mejor, sin ellos, pero también poniendo en su lugar a los moralistas que se asustan y se tiran del carro cuando ven dos calzones sucios. Sin bajar los carteles por prejuicios honestistas que nada tienen en común con la política ni con las grandes mayorías, que suelen tener las narices bastante menos delicadas que algunos iluminados.
Para el campo oligárquico, por el contrario, la cuestión pasaría por sepultar al kirchnerismo, o al peronismo, luego de detectarse, según lo indican las fuentes informativas, que un importante ex funcionario pretendía esconder mucho dinero y un arma en un convento.
En ese marco, con esa misión, algunos que por izquierda tienen un problema con el kirchnerismo, que en el fondo lo tienen con el peronismo, que quieren la revolución socialista, funcione o no, que quieren que el proletariado se imponga por las armas en dictadura reparadora, terminan siendo funcionales al neoliberalismo.
El peronismo, con más modestia, se apoya en los avances lentos que la Historia va dando para que los pueblos se liberen de los yugos de la opresión. Mientras algunos se ofenden fácil ante la criminalidad inherente a la política, los peronistas saben que cada esquina está poblada de miserables. Que en cada familia, incluso, puede haber un garca, y que eso no transforma en garca a toda la familia
Mientras algunos iluminados vanguardistas esperan que lleguen las armas para el pueblo alzado, el peronista vela en vigilia para que las ollas estén llenas cada noche helada de invierno. No piensa en la toma del Palacio de Invierno, busca que de junio a septiembre haya cuchas suficientes para todos y todas
Y tal vez sea ese el motivo por el cual tantas veces se lo ha decretado muerto al peronismo, y tantas veces haya resucitado de entre los escombros de los bombardeos, de los albañales de fusilamientos en las sombras, de los chupaderos donde “honestos guerreros” torturaban a sus prisioneros y robaban los recién nacidos a las parturientas.
Está todo bien, los honestistas son dueños de pensar que la revolución no contiene tantas impurezas. Eso no les da derecho a patear las ollas que el peronismo llena porque unos cuantos forajidos andan robando a lo grande en nombre de la justicia. Las ollas siempre llenas, el pueblo sin hambre, porque algunos tal vez prefieran que falte el pan pero no las balas, y esa postura es la que explica la condición de minoría que ostenta la izquierda marxista, en general, desde hace un siglo.
Las familias Macri y Wherthein, como beneficiarias de la obra pública kirchnerista, Cristóbal López, Lázaro Báez, Ricardo Jaime, José López, no parecen alcanzar para arrojar por la borda 12 años de conquistas sociales que pueden incluso calificarse de módicas, es cierto, pero que resultaron fruto de una voluntad política que no se quedó en la anécdota de esa nómina de indeseables.
Sin embargo, el gran pecado de todo movimiento nacional y popular es soslayar que esos tipos otorgan la excusa perfecta, configuran el pescado gordo que Héctor Magnetto y tantos estaban esperando, con distintos objetivos. Incluso si la ilícita asociación que conforman la corporación mediática, el partido judicial, los lacayos de la política y la servidumbre de inteligencia hubiesen urdido una cama al señor López, la reacción debe ser la que todo el kirchnerismo tuvo ante este episodio.
Los bloques de diputados nacionales y del Parlasur del Frente para la Victoria-PJ; el Movimiento Evita, La Cámpora y el Partido Justicialista salieron a condenar y repudiar cualquier acto de corrupción, sea del color que fuere.
Tal actitud contrasta claramente con el abroquelamiento absoluto en torno del presidente Macri de la UCR y el PRO-Cambiemos, con el silencio cómplice del socialismo y Progresistas, ante las revelaciones de cuentas no declaradas en el marco de la investigación de los Panama Papers.
Habrá que ver qué construyen con este hallazgo, qué propuesta superadora elaborarán la derecha infame y la izquierda boba a partir de este suceso tan esperado por los crápulas de siempre. Los mismos que decían que Daniel Scioli y Macri eran lo mismo, y lo siguen sosteniendo.
La revitalización del peronismo del siglo XXI parece depender más de reconstruir la sintonía que tuvo con las grandes mayorías despreciadas y expoliadas por el neoliberalismo, y aún mantiene con parte de ellas, que por salir a demostrar que es más honesto que el macrismo. Ésa es una batalla que propone el enemigo del Pueblo. Comprar esa dicotomía puede derivar en la conformación de una especie de remedo de lo que fue el Peronismo Renovador en los 80, luego de la derrota a manos del alfonsinismo. Y todo el mundo sabe cómo terminó aquella experiencia: con Carlos Menem presidente.
El verdadero botín
¿Cuántos funcionarios integran el Poder Ejecutivo nacional? Alrededor de 9 mil. Un solo chorro es suficiente para ejercer la indignación, pero que de todos ellos haya dos tipos condenados en primera instancia, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, y ahora salga a la luz este revoleador de bolsas sobre medianeras, y que eso alcance para poner en debate doce años de políticas públicas que beneficiaron a las grandes mayorías, y que quienes quieren elevar el índice de la moral sean quienes hoy legislan la impunidad para contratistas de obra pública y familiares de ex funcionarios y también los actuales, parece demasiado.
Los que intentan sacar provecho del suceso de General Rodríguez y se indignan ante “la corrupción K”, lo que buscan es desacreditar lo mejor de lo hecho en los últimos doce años. Los miles de millones que se invirtieron en la AUH, el Plan ProCrear, la repatriación de científicos, el programa Arsat, el programa nuclear, el 6,7 por ciento del PBI para Educación, la creación de 13 nuevas universidades nacionales, el impulso a las investigaciones por crímenes de lesa humanidad, que ayudó a lograr la condena de más de 322 criminales; el programa Conectar Igualdad, que entregó más de 4 millones de netbooks; el Plan Crecer, Fútbol para Todos, el Renatea con capacidad de inspección, ese es el verdadero botín que deberíamos cuidar entre todos. Porque los “honestos” neoliberales piensan que esos miles de millones les pertenecen a ellos, y los están recuperando a velocidad supersónica.
Fuente: El Eslabón
Fuente:RedaccionRosario
Diversas manifestaciones contra el tarifazo en varios puntos de Buenos Aires y en el Tigre Resumen Latinoamericano, 18 junio 2016.-
Diversas manifestaciones de descontento por los brutales tarifazos decretados por el gobierno de Mauricio Macri se están produciendo este sábado en distintos puntos de la ciudad.
En mesas colocadas en Parque Rivadavia, en Caballito, en Chacarita y en el barrio de La Boca, varias organizaciones y autoconvocados nucleados bajo la sigla RESISTIR Y LUCHAR, están repudiando el avance neoliberal contra la población.
En Parque Rivadavia, la policía intervino intentando desalojar a los jóvenes militantes y ese hecho provocó abucheos de varios vecinos que se sienten identificados con la protesta. En Parque Los Andes y Chacarita se volanteó con la consigna RESISTIR A LOS TARIFAZOS, FUERA MACRI y SOLO EL PUEBLO SALVARA AL PUEBLO, “RESISTIR Y LUCHAR”.
En La Boca, también hubo actividades similares frente al mercado popular que varias organizaciones vienen montando para abaratar los costos de los alimentos en el Paseo Popular Oso Cisneros.
En el Tigre, debido al aumento desproporcionado de los boletos en las lanchas de pasajeros (Interisleña) donde se subieron los pasajes en alrededor de un 80 y un 100 por ciento, se produjo una multitudinaria protesta de isleños.
Con botes, barcas de mediano tamaño, y cayaks, se realizó una manifestación acuática mientras en la orilla se repartieron volantes bajo la consigna FUERZA ISLEÑA, repudiando el tarifazo .
Envío:ResumenLatinoamericano
Capitanich se presentará ante la Justicia
El actual intendente de Resistencia aseguró que se presentará a declarar en la causa que tiene que ver con el proyecto de viviendas de las Madres de Plaza de Mayo, Sueños Compartidos.
Domingo, 19 de Junio de 2016
En una misiva publicada en las redes sociales, Jorge Milton Capitanich confirmó que se presentará a declarar en el marco de la causa Sueños Compartidos, que se encuentra en la órbita del juzgado del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi.
Capitanich destacó que en ninguna de las causas en la que fue citado -la otra investiga la falta de control estatal en el manejo de los fondos de Fútbol para Todos- está acusado de corrupción.
“Rendiré cuentas a la justicia por las dos causas en las cuales fui citado”, sostuvo en su carta. Y agregó que, en su provincia, el programa Sueños Compartidos “ejecutó las obras sin sobreprecios, con dictamen de los órganos de control conforme a la legalidad de los actos administrativos”.
En cuanto al exsecretario de Obras Públicas, José López, el exjefe de Gabinete comentó sin nombrarlo: "Quiero advertir que fustigo la corrupción porque abrazo la política con convicción y vocación de servicio".
"Somos servidores públicos y nos debemos al pueblo. Y debemos rendir cuentas de nuestros actos", afirmó el chaqueño. Por otra parte, Capitanich apuntó contra Cambiemos en la carta al escribir:
"Ustedes pertenecieron a un gobierno que dejó una ruinosa operación de mega canje, cuyo Presidente se fugó en helicóptero con muertos en la Plaza de Mayo, con 54 % de pobreza, 27 % de indigencia y 25 % de desocupación con cuasi monedas y provincias fundidas".
Fuente:Jornadaonline



















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