22 de enero de 2017

DURA RESPUESTA DE CHINA A LAS DECLARACIONES DEL SECRETARIO DE ESTADO DESIGNADO POR TRUMP.

Desde hace más de un año hemos manifestado nuestra preocupación por la
frecuencia con que distintos analistas mencionan el riesgo de una
nueva guerra mundial. Incluso el Papa Francisco y Fidel, entre otros,
también han manifestado esa preocupación.

Para quienes hemos profundizado, en la década del 80, las
investigaciones referidas al “Invierno Nuclear”, nos preocupan
declaraciones como las que reproducimos.  Podría significar el fin de
toda forma de vida, incluso en los mares.

Los temas del Cambio Climático y los riesgos de una guerra nuclear con
el consecuente “Invierno Nuclear” son más preocupantes que los
problemas causados por la aplicación de las teorías económicas
neoliberales, la corrupción o por quienes, para alcanzar posiciones de
poder, propician políticas antidemocráticas. mp

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Dura respuesta de China a las declaraciones del secretario de Estado
designado por Trump: “Ambas partes deben prepararse para una guerra”



Si el equipo diplomático de Trump insiste con sus provocaciones,
“ambas partes deberán pensar en prepararse para un enfrentamiento
militar”, publicó ayer el diario Global Times, ligado al Partido
Comunista de China, en su columna editorial.

A una semana de la asunción de Donald Trump, China lanzó ayer un dura
advertencia para que Estados Unidos se abstenga de intervenir en el
Mar de China, a la vez que le hizo a saber a sus vecinos que no dudará
en usar su arsenal atómico para defender sus reclamos territoriales,
aunque también urgió a Corea del Norte a abandonar su programa nuclear
y retomar el diálogo.

La publicación forma parte de una ofensiva diplomática en respuesta a
declaraciones de campaña del presidente electo y sus principales
colaboradores, más recientemente del futuro canciller Rex Tillerson el
martes pasado, advirtiendo que EE.UU. no tolerará acciones
unilaterales en el Mar de China, que colocan a China como el principal
adversario de Estados Unidos a nivel global. “China no permitirá a
nadie que embrolle el Mar de China Meridional y siembre el caos en
Asia”, dijo ayer el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en
la rueda de prensa que ofrece cada año durante la sesión anual del
Legislativo chino para repasar la relaciones exteriores del régimen
comunista.

Por su parte el diario Global Times señaló: “Como Trump todavía tiene
que jurar su cargo, China ha mostrado contención cada vez que los
miembros de su equipo han expresado puntos de vista radicales, pero
EE.UU. no debería pensar que Beijing tiene miedo a sus amenazas”.

El artículo responde principalmente a las alusiones que el secretario
de Estado designado por Trump, Rex Tillerson, hizo durante su
comparecencia ante el Senado el pasado miércoles, donde dio a entender
que Washington no permitiría a China acceder a las islas del Mar de
China Meridional que reclaman países vecinos.

“A menos que Washington planee lanzar una guerra a gran escala en el
Mar de China Meridional, cualquier otro método para evitar el acceso
chino a esas islas será una estupidez”, aseguró Global Times, conocido
por sus puntos de vista belicistas y nacionalistas. El diario incluso
lanza la hipótesis de un conflicto atómico, al señalar que “Tillerson
haría bien en ponerse al día en estrategias nucleares si quiere que
una potencia nuclear (en referencia a China) se retire de sus propios
territorios”. El artículo también se refiere al reciente acercamiento
de China con dos de sus vecinos. “Justo en el momento en que Filipinas
y Vietnam intentan entibiar sus relaciones con China, las palabras de
Tillerson no podrían ser más irritantes”, opina Global Times, que a lo
largo del año pasado ya publicó numerosos artículos críticos de Trump.

En su comparecencia de la semana pasada Tillerson había comparado las
acciones de China en las islas disputadas con la anexión rusa de
Crimea, y aseguró que el nuevo Gobierno de Trump, que asume la
presidencia el 20 de enero, enviará a Beijing una clara señal de que
debe detener su ampliación de  islotes artificiales en la zona que
controla.

Otro diario oficial, China Daily, también se mostró condescendiente
con el futuro jefe de la diplomacia estadounidense, señalando que “es
mejor no tomar en serio las declaraciones (de Tillerson) porque son
una mezcla de inocencia, cortedad de miras, prejuicios y fantasías
políticas no realistas”. Si se pusieran en práctica, las ideas del
futuro secretario de Estado “iniciarían un rumbo hacia una devastadora
confrontación entre China y Estados Unidos”, añade este periódico.

Ayer Wang dedicó gran parte de su conferencia de prensa a la situación
en el Mar de China Meridional, que Washington acusa a Beijing de estar
militarizando y donde EE.UU. protege a rivales regionales de China en
esas aguas, como Filipinas y Vietnam. El canciller enfatizó que China
“fue el primero en descubrir, bautizar, desarrollar y administrar las
islas del Mar de China Meridional”, y negó que Beijing esté
militarizando la zona. Beijing, insistió, “no construye únicamente
instalaciones de defensa, lo más importante es que estamos
construyendo instalaciones civiles”, y remarcó que la “etiqueta” de la
militarización “se adecua más a otros”, en alusión a Estados Unidos.

Según Beijing, la mayoría de los buques y aviones militares que
navegan por las zonas en disputa en esa región son de EE.UU., que se
escuda en la libertad de navegación para ello. “La libertad de
navegación no supone una licencia para hacer todo lo que uno quiera”,
subrayó Wang, quien no negó ni confirmó que China haya desplegado
misiles antiaéreos en una de las islas en disputa o que haya
construido islas artificiales con pistas de aviación, según las
imágenes de satélite difundidas en Estados Unidos.

Pese a admitir la “creciente fricción” entre Beijing y Washington por
las disputas marítimas, el ministro chino tendió la mano y afirmó que
cree que los dos países podrán alcanzar acuerdos “después de que
EE.UU. se calme”.

Wang también criticó la “testarudez” de Filipinas, que ha llevado su
disputa con China sobre la soberanía de las islas Spratly (Mar de
China Meridional) a la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya,
proceso que consideró “resultado de instigaciones” y de “maniobras
políticas”.

Tampoco rebajó el tono para referirse a las relaciones entre China y
su histórico rival, Japón, agravadas desde hace casi cuatro años por
una disputa sobre la soberanía de unas islas del Mar de China
Oriental, y urgió a Tokio a que considere “si nos ve como un amigo o
enemigo y haga la elección correcta”.

Además de la advertencia a EE.UU. por las disputas en el Pacífico, el
ministro chino llamó a la calma en la península coreana, y pidió
“encarecidamente a todas las partes que actúen razonablemente y eviten
agravar las tensiones” tras la aprobación de la nueva resolución del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas contra Pyongyang. Beijing
ha reiterado su oposición a los planes de EE.UU. de desplegar el
“escudo antimisiles” Thaad en Corea del Sur, y también ha mostrado su
preocupación por las importantes maniobras militares que Washington y
Seúl empezaron ayer y que continuarán hasta abril. Sobre posibles
desastres si el conflicto coreano pierde control, Wang reiteró el
compromiso de Beijing con la desnuclearización de su aliado norcoreano
y le instó a volverse a sumar a las negociaciones a seis (China, las
dos Coreas, EE.UU., Rusia y Japón), paralizadas por Pyongyang desde
2008.

Al margen de las tensiones regionales, el ministro se mostró positivo
sobre las relaciones entre China y Europa o acerca del creciente rol
de mediador de Beijing en algunos conflictos de Oriente Medio y su
pujante presencia en África, donde construye su primera instalación
militar, que China define como un “centro logístico” en Yibuti.

Envío:AexPPCdba.

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