17/02/17
En diálogo con EL INDEPENDIENTE, Alfredo Olivera, uno de los denunciantes en la causa que afronta César Milani por el presunto secuestro, y tortura, de él, su padre Pedro Olivera, y de Verónica Matta, comentó que “estoy moderadamente tranquilo, conforme, acordándome de mi viejo y de la familia, de todo lo que sufrió”.
Asimismo, destacó que “agradezco al fiscal Martínez que fue el primero que lo imputó a Milani, y luego a Alberto Lozada de Córdoba que está presente acá. A todos ellos se les debe que Milani haya quedado detenido”.
En cuanto a cómo sigue el proceso, contó que “el juez tiene 10 días para resolver la situación de Milani, sea que le de lugar o no al pedido de excarcelación”, y sostuvo que “esperamos que la detención sea de prisión preventiva”.
Consultado sobre sus sentimientos al verlo detenido, contestó que “estamos bien, pero de todas maneras vamos por más, queremos que realmente quede detenido, por eso le pedimos al juez que a la luz de todas las pruebas que existen en el expediente, lo deje detenido con prisión preventiva”.
Sobre la denuncia al ex jefe de las Fuerzas Armadas, Olivera explicó que “él participa de los allanamientos, es el jefe del operativo que allanó mi casa y se llevó detenido a mi padre”, y añadió que “luego mi padre le pregunta por su apellido, y él le contesta `Teniente Milani`, yo retengo ese apellido y lo repetí muchas veces para denunciarlo por lo que pasó con mi padre”. Al mismo tiempo, comentó que “lo denuncié, por primera vez, en 1979, estando preso en la Unidad Nº 9 de La Plata”, y agregó que “van las autoridades federales de acá de La Rioja y nos dicen que podíamos denunciar apremios ilegales, yo denuncio eso y hablo de la presencia de Milani en la sala donde declaré, donde no podía estar y mucho menos con esa presencia acusatoria”.
Luego, indicó que en la conformación de la Comisión Provincial de Derecho Humanos, “soy secretario de actuación, y lo vuelvo a denunciar por la detención de mi padre, y todo lo que sucedió después”, y añadió que “a mi padre a los dos días lo dejan en libertad, pero lo dejan en un estado de salud muy delicado que lo obliga a jubilarse por invalidez”. Finalmente, dijo que “puedo demostrar cómo llegó mi padre a la detención, con los libros de mesa de entrada de la cárcel. Todo podemos demostrar”.
Fuente:ElIndependiente
Envío:AgnDDHH
No hay comentarios:
Publicar un comentario