22 de marzo de 2017

ROSARIO: COMEDIA NEGRA EN TORNO A LA DICTADURA.

22 de marzo de 2017
 LITERATURA. 
EL COMISARIO PEREYRA, DE MIGUEL ANGEL MORI 
Comedia negra en torno a la dictadura 
Disparatado tango con máquina del tiempo incluida, o convincente fábula moral sobre lo sobrevalorada que está la idea de segunda oportunidad, la de Mori es la nouvelle argentina por excelencia, tan llena de historia como de fantasía
Miguel Angel Mori durante la presentación de su novela en Biblioteca Argentina. (Imagen: Alberto Gentilcore) 
 Por Beatriz Vignoli
 Paridas respectivamente por la emoción y la razón, la melancolía y la ciencia ficción son medio hermanas, hijas de un mismo padre: el condicional contrafáctico. "Y si pudiera volver atrás en el tiempo...", se repiten ambas al unísono, cada cual en su mundo. Mundos que Miguel Angel Mori sabe unir en su nuevo libro, presentado el viernes pasado junto a Horacio Vargas y un personaje anunciado que pareciera existir a mitad de camino entre la realidad y la ficción: el poeta y cocinero Miroslav Scheuba.

 El comisario Pereyra se lee de un tirón, disfrutando de la novela breve que muchos hubieran querido escribir. Comedia negra en torno a la última dictadura, disparatado tango con máquina del tiempo incluida, o convincente fábula moral sobre lo sobrevalorada que está la idea de segunda oportunidad (y semioculta en la librería rosarina Buchín), El comisario Pereyra es la nouvelle argentina por excelencia.

 Cuando parecía que todo estaba dicho sobre la sangrienta dictadura cuyo comienzo se conmemora pasado mañana, sale este libro tan lleno de historia como de fantasía y que nos pone a pensar. Por empezar: hace hablar a los malos. Y en sus propios términos, sin nada de ironía dramática ni didáctica. El autor presupone un lector informado. Para informarlo aún mejor, es preciso decir que Mori fue preso político en el penal de Trelew desde 1975 hasta 1983, experiencia que evoca en su novela testimonial de 1997, Las Rondas y los Sueños, reeditada en 2011 con el subtítulo de Juventud, Cárcel y Guerrilla durante la década del 70. Ya en democracia, durante dos períodos Miguel Mori fue miembro de la Comisión Directiva de la SEA (Sociedad de Escritores y Escritoras de la Argentina) en Buenos Aires. Como escritor, es ecuánime. Narra con la misma objetividad los estragos de la represión y la camaradería entre los represores; es tan despiadado con la brutalidad de los grupos de tareas como con la imprevisión de los guerrilleros, capaces de ser derrotados dos veces.

 Por obra de la ficción, Mori inventa un punto utópico en el que milico y militante se encuentran y pueden conversar sobre lo que sucedió. Es precisa una torsión violenta de las coordenadas del tiempo y del espacio, de la vida y de la muerte, para habilitar ese diálogo imposible, nada tranquilizador ni tranquilo. Pero la ficción lo hace posible como máscara soportable de una autocrítica. Nada de esto se podría escribir sin la autoridad que le otorga el haber sido uno de los protagonistas, ni se podría leer si un humor tan negro como sabio no constituyera la estructura misma del relato; ya que la verdad, si hay alguna, sólo puede enunciarse con la estructura de la ficción.

 Se extrañan quizás los momentos de introspección profunda y/o prosa elaborada, pero el argumento es brillante y el humor está presente casi todo el tiempo, no sólo en este sino en la decena de libros que Mori lleva publicados por fuera de todo cenáculo literario, acercándolos a sus lectores a través de una página en Amazon cuyas reseñas anónimas destilan ese mismo humor. Una de ellas vaticina: "El comienzo de esta novela dentro de algunos años será estudiado en las escuelas como un arquetipo de la novela argentina. Y el capítulo XXXII, su aparente final, será motivo de estudio en los bares de las facultades de Filosofía y Letras de todo el país". Y ojalá así sea.
Fuente:Rosario12

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