9 de abril de 2017

ROSARIO: SENTIDA CONCENTRACIÓN EN ROSARIO PIDIENDO JUSTICIA POR MICAELA.

A UNA SEMANA DE SU DESAPARICIÓN

Encontraron sin vida a Micaela

08/04/2017
La joven era militante del Movimiento Evita.
La joven era militante del Movimiento Evita.
El cadáver de la joven Micaela García, quien estaba desaparecida desde hace una semana, fue hallado la mañana de este sábado semienterrado entre pastizales cerca de la ruta nacional 12, en la ciudad entrerriana de Gualeguay, a unos tres kilómetros de donde se había encontrado este viernes la ropa. Diferentes organizaciones realizaron una concentrción en plaza Montenegro.
En tanto, Sebastián José Luis Wagner (30) fue detenido la noche de este viernes por personal de la policía bonaerense en una casa ubicada en la calle Tablada y Davaine, en el barrio Las Catonas, en el partido de Moreno, en el oeste del conurbano bonaerense. En otra casa ubicada a pocos metros de allí había sido detenido la noche del jueves el padrastro de Wagner, a quien se lo acusó de haber encubierto al sospechoso.
Según las fuentes policiales citadas por la agencia Télam, Wagner estaba armado al momento de la detención e intentó suicidarse al ver a los policías que llegaban a detenerlo. El hombre se apoyó un arma en la sien y se disparó, pero no salió la bala..
Tras ser detenido, se le secuestró un revólver calibre .32 largo, el cual se encontraba en muy mal estado y con la numeración limada.
El hombre fue alojado en una celda de la comisaría 8a. de Moreno, y según las fuentes de la investigación indicaron que poco antes de la 7 de la mañana fue trasladado a Entre Ríos para ser indagado por la Justicia de esa ciudad.
Convocatoria
Si bien ya se habían realizado convocatorias para concretar una movilización este sábado en distintos lugares del país para exigir su aparición, tras el hallazgo de la joven las diferentes organizaciones reafirmaron la necesidad de movilizarse.
Con la consigna “Justicia por Micaela”, en Rosario la concentración será este sábado a las 17 en plaza Montenegro (San Luis y San Martín).
“A Micaela la mató el patriarcado, la mató la impunidad de un varón violento amparado en una justicia machista que lo protegió y le dio la libertad para seguir abusando y matando”, señalaron organizaciones que convocan a la protesta.







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Compañera luchadora, vamos a llevar tu sonrisa como bandera. Siempre.

Fuente:RedaccionRosario


09 de abril de 2017
MARCHA POR EL FEMICIDIO DE MICAELA GARCÍA 
Su nombre es bandera 

(Imagen: Alberto Gentilcore)
Por Sonia Tessa 
Una multitud se congregó ayer en la plaza Montenegro para repudiar el femicidio de Micaela García. Convocado inicialmente por el Movimiento Evita, del que Micaela era referente en Gualeguay, el acto fue un grito que catalizó la rabia colectiva, con la participación de organizaciones sociales, políticas, sindicales y feministas. Pero sobre todo, con gran afluencia de personas sueltas que llegaron a hacer oír su bronca y dolor. "Pedimos que nos apoyen en el reclamo de destitución del juez Carlos Alfredo Rossi, quien permitió la libertad del femicida pese a los informes del fiscal y del servicio penitenciario que desaconsejaban que lo liberara", expresó Eugenia Rodríguez del Movimiento Evita, que abrió un acto en el que llovieron las adhesiones. Luego hubo micrófono abierto, y desfilaron las mujeres que repudiaron a la justicia patriarcal. "Ni una menos, vivas nos queremos" fue el grito que se escucho en toda la plaza.

La segunda oradora fue Fernanda Serna, de Ademur, quien contó desde su propia experiencia la falta de respuestas que reciben las víctimas de violencia machista en Tribunales. Con lágrimas en los ojos y con la voz quebrada, Fernanda pidió que los agentes judiciales les crean a las mujeres.

Entre múltiples voces, hablaron Virginia Grisolía, del Partido de los Trabajadores Socialistas y Laura Del Monte del Partido Comunista Revolucionario.

Noelia Figueroa, de Patria Grande, tomó la palabra para recordar que hay una muerta por violencia machista cada 18 horas y les pidió a los varones que "se rescaten" y vean lo que está pasando con las relaciones entre hombres y mujeres. Noelia subrayó que es el feminismo el que está planteando una nueva organización y resistencia contra las políticas neoliberales en el mundo y en Argentina.

Por su parte, Majo Gerez, del Colectivo Ni una Menos Rosario, planteo que el estado y la justicia patriarcal son responsables pero se alejó de las respuestas punitivas. "Algunos sectores están usando a los femicidios para levantar propuestas represivas que sólo afectan a los sectores populares".

Mientras en la explanada del Centro Cultural Fontanarrosa se sucedían las oradoras, la plaza estaba llena de hombres, mujeres, lesbianas y trans con lágrimas en los ojos ante el asesinato evitable de una chica de 21 años. En el escenario, Majo Gerez informo también sobre el hallazgo del cadáver de Agostina Belén Farias, una joven de 19 años que era buscada en San Luis. Otro femicidio.

Una de las últimas oradoras fue Alejandra Fedele, referente territorial del Movimiento Evita, recién llegada de Gualeguay, quien leyó un mensaje del papa de Micaela. Néstor García recordó la lucha de su hija, resaltó que la joven se oponía a la justicia por mano propia y convocó a seguir luchando por el país que Micaela soñaba.

Decenas de fotos de la joven asesinada por Sebastián Wagner se esparcieron por la plaza. Sonriente desde sus jóvenes 21 años, su nombre se convirtió en bandera para exigir respuestas integrales del estado contra la violencia machista que provoquen un cambio cultural imprescindible para que el Ni una menos sea una realidad.
Fuente:Rosario12



Sentida concentración en Rosario pidiendo Justicia por Micaela

Reinó la tristeza y el silencio en el acto convocado en la Plaza Montenegro por el femicidio de la joven entrerriana. Unas mil personas se reunieron en el espacio público céntrico y el pedido de las mujeres fue unánime: “Paren de matarnos”.
08 de Abril de 2017 





Cientos de mujeres se concentraron para pedir justicia por Micaela. 
En principio la movilización se iba a realizar para pedir por la aparición con vida de Micaela García, la joven de Gualeguay que se encontraba desaparecida. Pero el hallazgo del cuerpo de la chica hizo que todo se transforme en un acto de profundo dolor y de pedido de justicia por una situación que lejos de atenuarse cada día se agrava más.

Según estimaciones de las y los presentes, unas mil personas se movilizaron hasta la Plaza Montenegro para pedir “justicia por Micaela” y para que se cumpla la condena de Sebastián Wagner, el hombre que confesó el femicidio y que debía estar preso por dos violaciones.

En los primeros minutos de la concentración reinó el silencio y la tristeza entre las mujeres, que eran mayoría, y los hombres decidieron acompañar.

La convocatoria fue hecha por el Movimiento Evita (espacio en el que militaba la joven asesinada) y otras organizaciones sociales y feministas de Rosario. Se destacó la presencia de muchos movimientos juveniles.

Entre los enunciados de las oradoras, se destacó el pedido de declaración de la “emergencia nacional de género”.

“Ser mujer y ser joven parece ser una condena a muerte en este país”, aseguró una muchacha con signos de mucho pesar en su rostro.

“Que cambien las leyes, que se cumplan las penas”, coincidieron todas. Y agregaron que “ya quedó atrás la estadística de un femicidio cada 36 horas en el país; ahora asesinan a una mujer cada 18 horas”.

“A Micaela la mató el patriarcado, la mató la impunidad de un varón violento amparado en una justicia machista que lo protegió y le dio la libertad para seguir abusando y matando”, advirtieron las mujeres con carteles que mostraban el rostro de la chica asesinada.

"Paren de matarnos"
Micaela García, en tanto, tenía 21 años, vivía en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, estudiaba el profesorado de educación física y militaba en el Movimiento Evita.

El último sábado fue a bailar a una disco llamada King, en su ciudad. Salió del boliche a las 5:30 de la madrugada. Un Renault la siguió durante algunas cuadras. Fue lo último que se supo, hasta "los datos" Wagner

En 2017, en la Argentina se registra un femicidio cada 18 horas, según datos proporcionados por el Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei.

El cuerpo de las mujeres se reconfigura (y perpetúa) como el campo de batalla de las formas, instituciones y privilegios patriarcales. Nos matan, nos violan, nos golpean, nos niegan la posibilidad de decidir sobre nuestro cuerpo, sufrimos violencias simbólicas, económicas son algunos de los reclamos
Fuente:Rosario3



Micaela García, la justicia patriarcal y los gritos del hartazgo 

Otra vez, un femicidio hace que rebalsen colectivamente los vasos metafóricos de la quietud y las calles se ocupen con un pedido urgente de justicia a un sistema que pareciera producir más víctimas de las que protege
MORENA PARDO 

Postal de la convocatoria en Plaza Montenegro pidiendo justicia por Micaela. (Juan Jose Garcia) 
Poco después de las once de la mañana, empiezan a circular los mensajes. La mañana del sábado, atravesada quizás por rutinarias tareas laborales o la oportunidad de un descanso, se ve atravesada por un duelo repentino, atroz, profundo. “Apareció muerta Micaela”, dicen primero. Ahí nomás se paraliza el cuerpo, el corazón se agita y afloran las ganas incontenibles de llorar. Muy rápido -con esa cualidad de transformar la tragedia en acción que tiene el movimiento de mujeres y feminista- la bronca, el dolor, la impotencia, se vuelven consigna. A las 17 hs. en la Plaza Montenegro. Lo que originalmente iba a ser una movida pidiendo su aparición, se transforma en otro desesperado reclamo a la justicia. “Lo de hoy sigue en pie”, afirman entonces. Lo mismo ocurre en varios puntos del país.

Todavía no habían pasado siete días desde el domingo en que empezó a circular la foto de Micaela García. Tenía 21 años, militaba en el Movimiento Evita. Había salido a bailar el sábado en Gualeguay y no había vuelto. Lo último que se tenía era un mensaje a su novio avisando que estaba volviendo caminando a la casa. Nada más.

En Rosario a las cinco de la tarde se larga a llover con sol. Hay quien podría caer en la tentación poética de decir que el cielo también llora por Micaela y sin embargo algo brilla. Pero esta vez la bronca y el dolor son más grandes que cualquier intención de embellecimiento discursivo. La Plaza Montenegro se llena entera en el lapso de media hora. Hay carteles y afiches improvisados en las últimas horas. Hay banderas partidarias y de movimientos organizados. Hay mucha gente. Las personas se saludan con abrazos largos.

Por más espíritu de lucha y de empoderamiento que quiera imponerse, el clima es más bien el de un velorio. Las palabras cuestan, o están de más. El consuelo se encuentra en otros brazos. Las que tienen pechera violeta son también las que tienen la cara más enrojecida por las lágrimas: son las mujeres del Movimiento Evita, que sienten en carne propia la pérdida de Mica y se disponen (algunas, las más enteras) a conducir el acto improvisado pero contundente. El pedido de justicia, esta vez, parece irónico. Es que fue la justicia (la cual, dadas las circunstancias, pareciera haber perdido todo derecho a la mayúscula) la que posibilitó la muerte de Micaela.

Sebastián Wagner, el femicida confeso, estaba en libertad condicional desde hacía nueve meses. Había cumplido sólo dos tercios de una condena de nueve años por dos violaciones. En la semana se había posicionado como principal sospechoso. Las pruebas emergidas de la investigación, la evidencia, los relatos, todo apuntaba en su dirección. Las fuerzas policiales lo buscaron pero Wagner no estaba por ningún lado. El viernes a la noche por fin lo encontraron, entregado por su madre, en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires. Confesó el crimen y señaló dónde estaba enterrado el cuerpo de Micaela.
La convocatoria fue espontánea tras encontrarse el cuerpo de la joven. (Foto: @JuliiGastaudo) 
Con fibrón indeleble, los cartones colgados de los cuellos de algunas chicas que parecen tener algunos años más, o algunos menos, que Micaela piden perpetua para Wagner y destitución del juez Carlos Alfredo Rossi, posiblemente el sujeto más condenado por la movilización del sábado. Rossi fue quien dictaminó la libertad condicional de Wagner, aún cuando el sistema penitenciario lo desaconsejaba. “El Estado es responsable”, sentencia otra pancarta, retomando una eterna consigna del movimiento de mujeres y feminista.

A pesar de que las muestras sobran ya que con poco esfuerzo se pueden contar al menos cuatro femicidios en los que se rompió una perimetral o a partir de la libertad condicional de un violento, Micaela parece ser la pérdida que convierte las palabras en realidad concreta. Todo evidencia una falla sistémica, integral: ni la justicia ni el Estado en ninguno de sus estamentos, ni ningún Código, ni el sistema penitenciario sirven para que las mujeres dejen de morir en manos de varones violentos.

Varias referentes toman el micrófono y formulan su reclamo que en el fondo es el mismo: un cambio cultural profundo que transforme al patriarcado que nos oprime y nos sigue matando. A cada rato, las palabras suscitan las lágrimas colectivas. “Micaela García, presente. Ahora y siempre”, cantan a voz y coro todos los presentes. Algunos puños se levantan en el aire. Otros levantan la V peronista. “Ni Una Menos. Vivas Nos Queremos”, vitorean acompañando con palmas. Para donde se mire, rostros empapados, ojos inyectados, voces que se quiebran. Fotógrafos que lloran pero no dejan de sacar fotos. Mujeres con diez, quince, veinte años en el movimiento que muestran que no hay experiencia que genere una corteza lo suficientemente resistente ante tanto dolor. Algunas logran trascender la bronca y articulan pedidos transversales: el Estado es responsable porque recorta a la mitad el presupuesto nacional destinado a la prevención y asistencia a la violencia de género, porque no implementa la Ley de Educación Sexual Integral, porque no implementa ninguna de las legislaciones que buscan proteger a las mujeres y sancionar la violencia machista, porque habilita fuerzas policiales que las más de las veces se aparecen como machistas y represivas. Porque entre las presentes abundan testimonios e historias de vida donde la justicia se presentó como un callejón sin salida al momento de buscar protección o conseguir sanciones contra los violentos.

Sobre el final, Alejandra Fedele, dirigente del Movimiento Evita y recién llegada de Gualeguay, es la encargada de traer a Rosario las palabras de la familia de Micaela. Lee anotadas en un papel algo que dijo Néstor, el papá de Mica, dotado de una entereza destacable: “A Micaela no le gustaba nada eso de la justicia por mano propia. El dolor nos tiene que servir para cambiar la sociedad”.

No es que haya femicidios que duelan más que otros, pero hay historias y nombres que por algún motivo resuenan más fuerte en la estadística. Una menos cada 18 horas, y en el medio una Chiara Páez y el primer 3 de junio, Lucía Pérez y el paro nacional. Micaela García estudiaba Educación Física, estaba de novia con un compañero de militancia y hacía trabajo barrial en los sectores más humildes de su natal Concepción del Uruguay. Era hija de una docente universitaria y del decano de la UTN Regional Uruguay. Micaela acompañaba víctimas y llevaba la lucha contra la violencia machista tan en la carne como cualquiera de las que hoy la lloran. Su foto con la remera del Ni Una Menos es la que está en las pancartas. “Micaela somos todas”, dice la bandera que corona las escalinatas de la plaza. Micaela es toda la plaza. Y en un silencio tácito, quienes están ahí parecen irse con el desafío en la piel de acompañar las palabras del papá de Micaela, el “de lograr una sociedad más justa, como ella pretendía”.
Fuente:RosarioPlus 



Pedirán el jury para el juez Rossi 
8 Abril 2017 

“Estoy muy conmovida por el apoyo de todos. El pueblo de Gualeguay, sus compañeros de facultad y de militancia en el Movimiento Evita trabajaron incansablemente en la junto a la familia y las fuerzas de seguridad. Pusieron sus autos, salieron a rastrillar y a repartir volantes. Este movimiento de gente nunca se había visto en Gualeguay. Fue una búsqueda incansable”, señaló en diálogo con El Ciudadano Alejandra Fedele, militante del Movimiento Evita en Rosario mientras regresaba de Gualeguay para participar de la masiva concentración en la plaza Montenegro. 

“Micaela era una compañera militante, con muchos recursos, los que estaban trabajando en el caso nos dijeron que se defendió hasta el último momento. Sabíamos que iba a luchar. Ahora tenemos que levantar las banderas como lo hubiera hecho Micaela”, reflexionó Fedele. 

La dirigente del Movimiento Evita había viajado el martes a la ciudad entrerriana para ayudar en la búsqueda de Micaela y adelantó que pedirán no sólo el jury para el juez que liberó a Wagner –de Ejecución de Penas entrerriano Carlos Alfredo Rossi– sino que también lo denunciarán por incumplimiento de los deberes de funcionario público. “Estoy sin palabras, lo del juez fue de una irresponsabilidad absoluta. Pudimos acceder a los informes que presentaron desde el Servicio Penitenciario e incluso el fiscal apeló la decisión de darle la libertad condicional debido a que no estaban dadas las condiciones”, remarcó Fedele.

“Nunca aceptó hacer terapia, un penitenciario lo describió como una persona violenta que dominaba todo el pabellón, en el informe se destacó la violencia con la que había cometido los abusos. El juez es tan asesino como él, las víctimas anteriores no sabían que estaba en libertad. Tenemos que luchar como lo hacía Micaela para terminar con esta impunidad”, enfatizó la dirigente rosarina.
Fuente:ElCiudadanoyLaGente

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