Estimados
Agradecemos junto a mi esposa, Malena Reimer, la publicación en su blog de su nota aparecida en un medio local.
Por si fuera de su interés, anteayer se cumplieron 41 años de los fusilados en el camping de SMATA de nuestra localidad, de los que, con el tiempo, se reconocieron dos cuerpos. En relación, adjunto una nota de mi autoría sobre el día en que vino a Cañuelas Alejandro Inchaurregi, ex Director del Registro de Personas Desaparecidas de la Provincia, quien investigó este hecho con el equipo de Antropología Forense. La jornada tuvo la particularidad que se llevó a cabo con la presencia y las preguntas de alumnos de dos escuelas secundarias.
Saludos cordiales.
A disposición,
Juan Manuel Rizzi
La nota de referencia:
Alumnos
investigan más casos de desaparecidos en Cañuelas
Durante la jornada “Jóvenes y Memoria” en la
Escuela Estrada, el 2 de julio alumnos de ese establecimiento y de la
Secundaria “César Raffo”, dialogaron con el antropólogo forense Alejandro Inchaurregui,
quien halló los restos del Che Guevara y siguió las pistas de los fusilados en
el camping SMATA de Cañuelas.
Juan Manuel Rizzi
Alejandro
Inchaurregui, uno de los fundadores del Equipo Argentino de Antropología
Forense, y actual director del Registro de Personas Desaparecidas de la
Provincia, con un lenguaje sencillo y directo mantuvo en vilo a un auditorio
compuesto por alumnos de 5° y 6° Año de las Escuelas Secundaria N°9 “César
Raffo” y Secundaria N°3 “José Manuel Estrada”, acompañados por los docentes
Telma Martines, Miriam Menchaca, Rubén Luciano y Matías Arrieta. La invitación
a Inchaurregui surge de la clase de la Prof. Menchaca mediante el proyecto “Jóvenes y Memoria” con el apoyo de
la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Cañuelas.
Inchaurregui
y su equipo desembarcan en Cañuelas en el año ‘92, luego de la orden judicial
del Doctor Domenech, quien se impresiona con una fotografía que mostraba seis
cuerpos muertos e incinerados, más el de un bebé saliendo de la panza de su
madre que estalla por el fuego.
Alejandro
Inchaurregui, sereno y claro como se mostró durante toda la jornada, lee un
artículo de Juan Gelman en el diario Página 12, fechado el 28/09/2000:
“El 11 de junio de 1976 de madrugada, el
sereno de un camping de SMATA instalado en Cañuelas vio una hoguera en el
descampado de enfrente. Se acercó: seis cuerpos de secuestrados-desaparecidos,
asesinados de dos tiros en la cabeza, ardían rociados con nafta. Sólo dos
cadáveres escaparon a la calcinación total y uno de ellos era el de una mujer
cuyo embarazo había llegado a término. Su bebé nació al fallecer la madre y
pasó de la vida a la muerte en un instante. El director del cementerio ordenó
que lo enterraran en ‘el sector de los angelitos’, pero un sepulturero no le
obedeció: acomodó los restos del recién nacido a la altura del vientre de su
madre y juntos pasaron cinco años antes de confundirse en el osario común”.
…esto fue así –explica Inchaurregui-,
aunque no es cierto que el sepulturero de apellido Acosta no le obedeció, sino
que antes le pidió permiso al director del cementerio, el cual accedió.
— Pregunta de alumna: Cuando vino a Cañuelas a reconstruir la
historia, ¿por dónde comenzó?
— Empecé por el
cementerio, intentando saber si los restos calcinados yacían todavía en las
tumbas. No fue fácil, porque alrededor del año ´80 hubo un cambio catastral en
la denominación de las mismas, y había confusión. Según los libros, los cuerpos
fueron al osario, no me quise confiar e igual excavamos adonde habían estado antes.
Después de sacar noventa bolsas de consorcio llenas, encontramos algunos
fragmentos de restos quemados, pero no pudimos hacer mucho porque estaban
reducidos. (NdlR: a Santiago Bruschtein lo renonoció en las fotografías
policiales por señas particulares su mujer Laura Bonaparte, y a María del
Carmen Gualdero, la mujer embarazada, personal del cementerio luego de que el Equipo
de Antropología mostrara fotos de posibles casos).
— Pregunta de alumna: ¿A quién entrevistó y quién lo ayudó en las
acciones?
— Maruca (María Luján)
Ramos me ayudó en todo momento. Hablamos con el sereno del camping SMATA,
Pastor Moreno, y su hija que había sido tributaria de esa historia. Hablamos
con un bombero. Y con un señor que se llamaba Toto Errecart, no me acuerdo si
bombero o vinculado al cementerio. Y yo quise ubicar al fotógrafo, porque en la
causa judicial de Comodoro Py figura un nombre japonés, y acá no había nadie
llamado así. En la policía me dijeron que cuando se trataba de un trabajo de
ese tipo, acudían a un fotógrafo de apellido Figueroa, domiciliado en Del Carmen
180, al que nunca encontré.
— Pregunta de alumna: ¿Tuvo algún acercamiento con los referentes de
SMATA en Cañuelas?
— No, no.
— Pregunta de alumna: Sabemos el nombre de dos de las personas que
fueron asesinadas aquella madrugada del 12 de junio de 1976, Santiago Bruschtein
y María del Carmen Gualdero ¿se sabe algo del resto de los cuerpos?
— No, pero se postula el
grupo de pertenencia, teniendo en cuenta que una de las hijas de Santiago Bruschtein y Laura Bonaparte participó del
asalto a Monte Chingolo el 23 de diciembre de 1975, y María del Carmen Gualdero
que también era del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), aunque el
universo de desaparecidos era muy grande y los candidatos muchos.
— Pregunta de profesora: Quería preguntarle sobre el médico policial
de Cañuelas, porque tengo entendido que ese registro fue firmado por un médico
¿pudieron tener una entrevista con él?
— No. El médico es
Salvador Egitto, él hizo los certificados de defunción, no hizo autopsia por
razones obvias, cuando un médico legista conoce con claridad la causa de la
muerte, a veces se releva de realizarla. Sí describió dos cosas: la certeza de los disparos, que fueron
encontradas las cápsulas de los proyectiles, y algo poco usual en la usanza de
estos médicos: que algunos de los cadáveres masculinos tenían barba y bigotes
de dos días, con lo que se puede especular sobre el tiempo que llevaban secuestrados,
además coincidente con lo que sabemos de Bruschtein. Con todos estos elementos,
el tiempo y las armas de fuego utilizadas, se postula que los secuestrados
podrían venir de la Policía Federal de la Capital. Respecto al médico de
policía, no estuvo tan mal, podría haber sido mucho más reticente con la
información.
—Pregunta de alumna: ¿Conoce otras denuncias o casos de desaparecidos en
Cañuelas?
—Hasta
donde yo tengo registro, el 5 de enero del ´77 secuestran a Esteban Reimer,
operario de Mercedes Benz, cuya señora e hijos se encuentran acá. El secuestro
de un ex intendente de Cañuelas, el 2 o 3 de abril del ’76, y que luego fue
liberado. Y otro suceso que tengo presente, anterior al golpe, es del 2 de
agosto de 1975, cuando desaparece un médico, creo que psiquiatra, Jorge
Bellomo, al que encuentran asesinado en Cañuelas al día siguiente.
(Las preguntas y respuestas son una selección
de dos horas de charla de Alejandro Inchaurregui en la Escuela Estrada el día
jueves 2 de julio de 2015).
Imagen: Telma Martines, Jorge Morhain,
Malena Reimer, Alejandro Inchaurregui y alumnos (foto: Jorge Morhain).
Publicado
en el periódico quincenal La información
de Cañuelas, el 10 de julio de 2015.
Envío:Juan Manuel Rizzi
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