17 de junio de 2017

CAÑUELAS - BUENOS AIRES: 41 AÑOS DE LOS FUSILADOS DEL CAMPING DE SMATA.

Estimados
Agradecemos junto a mi esposa, Malena Reimer, la publicación en su blog de su nota aparecida en un medio local.
Por si fuera de su interés, anteayer se cumplieron 41 años de los fusilados en el camping de SMATA de nuestra localidad, de los que, con el tiempo, se reconocieron dos cuerpos. En relación, adjunto una nota de mi autoría sobre el día en que vino a Cañuelas Alejandro Inchaurregi, ex Director del Registro de Personas Desaparecidas de la Provincia, quien investigó este hecho con el equipo de Antropología Forense. La jornada tuvo la particularidad que se llevó a cabo con la presencia y las preguntas de alumnos de dos escuelas secundarias.

Saludos cordiales.
A disposición,
Juan Manuel Rizzi

La nota de referencia:
Alumnos investigan más casos de desaparecidos en Cañuelas
Durante la jornada “Jóvenes y Memoria” en la Escuela Estrada, el 2 de julio alumnos de ese establecimiento y de la Secundaria “César Raffo”, dialogaron con el antropólogo forense Alejandro Inchaurregui, quien halló los restos del Che Guevara y siguió las pistas de los fusilados en el camping SMATA de Cañuelas.

Juan Manuel Rizzi

Alejandro Inchaurregui, uno de los fundadores del Equipo Argentino de Antropología Forense, y actual director del Registro de Personas Desaparecidas de la Provincia, con un lenguaje sencillo y directo mantuvo en vilo a un auditorio compuesto por alumnos de 5° y 6° Año de las Escuelas Secundaria N°9 “César Raffo” y Secundaria N°3 “José Manuel Estrada”, acompañados por los docentes Telma Martines, Miriam Menchaca, Rubén Luciano y Matías Arrieta. La invitación a Inchaurregui surge de la clase de la Prof. Menchaca mediante el  proyecto “Jóvenes y Memoria” con el apoyo de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Cañuelas.
Inchaurregui y su equipo desembarcan en Cañuelas en el año ‘92, luego de la orden judicial del Doctor Domenech, quien se impresiona con una fotografía que mostraba seis cuerpos muertos e incinerados, más el de un bebé saliendo de la panza de su madre que estalla por el fuego.
Alejandro Inchaurregui, sereno y claro como se mostró durante toda la jornada, lee un artículo de Juan Gelman en el diario Página 12, fechado el 28/09/2000:
“El 11 de junio de 1976 de madrugada, el sereno de un camping de SMATA instalado en Cañuelas vio una hoguera en el descampado de enfrente. Se acercó: seis cuerpos de secuestrados-desaparecidos, asesinados de dos tiros en la cabeza, ardían rociados con nafta. Sólo dos cadáveres escaparon a la calcinación total y uno de ellos era el de una mujer cuyo embarazo había llegado a término. Su bebé nació al fallecer la madre y pasó de la vida a la muerte en un instante. El director del cementerio ordenó que lo enterraran en ‘el sector de los angelitos’, pero un sepulturero no le obedeció: acomodó los restos del recién nacido a la altura del vientre de su madre y juntos pasaron cinco años antes de confundirse en el osario común”.
…esto fue así –explica Inchaurregui-, aunque no es cierto que el sepulturero de apellido Acosta no le obedeció, sino que antes le pidió permiso al director del cementerio, el cual accedió.
Pregunta de alumna: Cuando vino a Cañuelas a reconstruir la historia, ¿por dónde comenzó?
Empecé por el cementerio, intentando saber si los restos calcinados yacían todavía en las tumbas. No fue fácil, porque alrededor del año ´80 hubo un cambio catastral en la denominación de las mismas, y había confusión. Según los libros, los cuerpos fueron al osario, no me quise confiar e igual excavamos adonde habían estado antes. Después de sacar noventa bolsas de consorcio llenas, encontramos algunos fragmentos de restos quemados, pero no pudimos hacer mucho porque estaban reducidos. (NdlR: a Santiago Bruschtein lo renonoció en las fotografías policiales por señas particulares su mujer Laura Bonaparte, y a María del Carmen Gualdero, la mujer embarazada, personal del cementerio luego de que el Equipo de Antropología mostrara fotos de posibles casos).
Pregunta de alumna: ¿A quién entrevistó y quién lo ayudó en las acciones?
Maruca (María Luján) Ramos me ayudó en todo momento. Hablamos con el sereno del camping SMATA, Pastor Moreno, y su hija que había sido tributaria de esa historia. Hablamos con un bombero. Y con un señor que se llamaba Toto Errecart, no me acuerdo si bombero o vinculado al cementerio. Y yo quise ubicar al fotógrafo, porque en la causa judicial de Comodoro Py figura un nombre japonés, y acá no había nadie llamado así. En la policía me dijeron que cuando se trataba de un trabajo de ese tipo, acudían a un fotógrafo de apellido Figueroa, domiciliado en Del Carmen 180, al que nunca encontré.
Pregunta de alumna: ¿Tuvo algún acercamiento con los referentes de SMATA en Cañuelas?
No, no.
Pregunta de alumna: Sabemos el nombre de dos de las personas que fueron asesinadas aquella madrugada del 12 de junio de 1976, Santiago Bruschtein y María del Carmen Gualdero ¿se sabe algo del resto de los cuerpos?
No, pero se postula el grupo de pertenencia, teniendo en cuenta que una de las hijas de Santiago  Bruschtein y Laura Bonaparte participó del asalto a Monte Chingolo el 23 de diciembre de 1975, y María del Carmen Gualdero que también era del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), aunque el universo de desaparecidos era muy grande y los candidatos muchos.
Pregunta de profesora: Quería preguntarle sobre el médico policial de Cañuelas, porque tengo entendido que ese registro fue firmado por un médico ¿pudieron tener una entrevista con él?
No. El médico es Salvador Egitto, él hizo los certificados de defunción, no hizo autopsia por razones obvias, cuando un médico legista conoce con claridad la causa de la muerte,  a veces se releva de realizarla. Sí describió dos cosas: la certeza de los disparos, que fueron encontradas las cápsulas de los proyectiles, y algo poco usual en la usanza de estos médicos: que algunos de los cadáveres masculinos tenían barba y bigotes de dos días, con lo que se puede especular sobre el tiempo que llevaban secuestrados, además coincidente con lo que sabemos de Bruschtein. Con todos estos elementos, el tiempo y las armas de fuego utilizadas, se postula que los secuestrados podrían venir de la Policía Federal de la Capital. Respecto al médico de policía, no estuvo tan mal, podría haber sido mucho más reticente con la información.
—Pregunta de alumna: ¿Conoce otras denuncias o casos de desaparecidos en Cañuelas?
Hasta donde yo tengo registro, el 5 de enero del ´77 secuestran a Esteban Reimer, operario de Mercedes Benz, cuya señora e hijos se encuentran acá. El secuestro de un ex intendente de Cañuelas, el 2 o 3 de abril del ’76, y que luego fue liberado. Y otro suceso que tengo presente, anterior al golpe, es del 2 de agosto de 1975, cuando desaparece un médico, creo que psiquiatra, Jorge Bellomo, al que encuentran asesinado en Cañuelas al día siguiente.

(Las preguntas y respuestas son una selección de dos horas de charla de Alejandro Inchaurregui en la Escuela Estrada el día jueves 2 de julio de 2015).

Imagen: Telma Martines, Jorge Morhain, Malena Reimer, Alejandro Inchaurregui y alumnos (foto: Jorge Morhain).


Publicado en el periódico quincenal La información de Cañuelas, el 10 de julio de 2015.
Envío:Juan Manuel Rizzi

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