15 de julio de 2017

LA PLATA - JUICIO CNU: EL TRIBUNAL IMPIDIÓ EL INGRESO DEL PÚBLICO.

Juicio CNU La Plata: el Tribunal impidió el ingreso del público 
En el juicio contra los criminales Indio Castillo y Pipi Pomares el Tribunal Federal dio otra muestra de amistad a los represores. Hubo desalojo de la sala antes de que declaren testigos de la defensa. 
Mirian Márquez 
Sábado 15 de julio
Foto Mario Frías Casado
Amparados bajo el poder que les otorga la investidura, los jueces del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata Germán Castelli, Pablo Vega y Alejandro Esmoris, ordenaron en la audiencia del último miércoles desalojar el recinto con la excusa de que hubo inoportunos comentarios entre los presentes. Esta decisión echa por tierra con la instancia de un verdadero juicio oral y “público”.
Se trata, vale recordar, del proceso judicial contra Carlos “El Indio” Castillo (ausente en la audiencia) y Juan José “Pipi” Pomares, los dos únicos represores juzgados en La Plata por los crímenes perpetrados por la Concentración Nacional Universitaria (CNU), la banda paraestatal de la ultraderecha peronista que tuvo sus acciones en el período previo a la última dictadura cívico-militar de 1976.
Con la impuntualidad que lo caracteriza este miércoles el Tribunal inició la audiencia. Pero al comenzar las declaraciones del primer testigo de la defensa, el amigo de Pomares Carlos Ángel Donamaría, los jueces pidieron un receso para desalojar la sala por lo que el público presente debió seguir el testimonio fuera del recinto y mediante una pantalla con sonido muy deficiente.

La “acción social” de Pomares

En su de declaración, el testigo Donamaría comentó que conocía al acusado desde la década del 80, “creo que por intermedio del doctor (Julio) Alak” y que habían sido compañeros de militancia desde 1987 y hasta 2013.
Relató también que “los amigos” están preocupados porque Pomares estaría siendo perseguido. “Le recomendamos que buscara protección en las conexiones políticas, pero nos respondió casi textualmente: yo no voy a ver a ningún político. No me voy a ir porque no soy un descartado social. Vos sabés que soy totalmente inocente. En mi vida no maté ni a una mosca”, dicen que dijo el peligroso criminal.
Luego de esa afirmación el Tribunal decidió “que se vaya todo el mundo de la sala”, como repudio a los supuestos comentarios en el auditorio. Casi que a Pomares le salía redonda la jugada.
Al reanudar la declaración, Donamaría explicó que nunca antes había escuchado hablar de “Pipi” Pomares y continuó perfilando al acusado como “un militante que se dedicaba a los barrios, a la acción social, a los comedores, a la ayuda escolar”.
El doctor Salas, defensor del imputado, le preguntó si conocía al fallecido senador Carlos Mosse, y el testigo respondió que “él era gran amigo mío y gran compañero”. Intuyendo a dónde apuntaba la pregunta de la defensa continuó su testimonio agregando que “conociéndolo a Pomares y a Mosse, en la entidad de luz que Carlitos era, y como peronista, no había nada más alejado de una extrema derecha del compañero Carlos Mosse”.
No satisfecho con la afirmación expresó que “él era amigo y compañero de Néstor Kirchner. Sin embargo, Carlitos era amigo de Pomares, y trabajó con él. Es más, una persona de su catadura, a sabiendas que Pomares podría tener alguna falencia en otra época, no lo hubiera soportado al lado, ni cinco minutos” dijo Donamaría.
Para finalizar, Salas volvió a arremeter incisivamente: “entonces, la pregunta es obvia: ¿lo cree capaz a Pomares de haber cometido el ilícito que se le imputa? Es decir, ¿el homicidio de dos personas?”
En el silencio frío de la sala, sólo se escuchó el “en absoluto” de Donamaría. La defensa quiso aseverar esa afirmación, por lo que el testigo agregó que Pomares le merece el mejor de los conceptos, “desde el día que lo conocí hasta el día de hoy. Nunca vislumbré una patología mental. Buen compañero, se preocupaba por los desprotegidos, por los humildes. Caminaba los barrios con gran compromiso social y político”.
La querella, representada por las abogadas de Justicia Ya! María Luz Santos Morón -quien además es parte por el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos-, Pia Garralda y Carolina Vilches, le preguntó en qué período trabajó Juan José Pomares con el senador Mosse. “Fue nombrado y ejerció funciones en el Senado de la provincia de Buenos Aires en 2010 o 2011, pero luego del fallecimiento de Mosse en 2012 fue dado de baja”.
Carlos Donamaría declaró, para finalizar, que aunque está jubilado colabora con el diputado Juan José Amondarain desde 2014 y hasta la actualidad.

Una gran amiga del criminal

La segunda testigo de la defensa, Juana Alina Silveyra, se reconoció como gran amiga de Juan José Pomares y con quien compartieron largos años de militancia. “Pipi es más chico que yo. Cuando empezó a militar yo ya estaba militando en el peronismo. Era una criatura pero trató de insertarse dentro de las unidades básicas. Abrazó la causa con un amor increíble y se destacó en la parte social. Siempre se preocupó por los que menos tienen”.
El abogado defensor le preguntó si sabía que el imputado había estado detenido alguna vez. “Sí, sabíamos que con el proceso se lo habían llevado. Después de andar por todos lados, lo trasladaron a la Unidad 9. Lo reencontré allí cuando iba a visitar a mi hermano detenido. Veía a todos los compañeros de militancia”. Y luego recordó que con la vuelta al sistema constitucional en 1983, volvió a trabajar con Pomares.
En el interrogatorio, Silveyra comentó también que con el señor Arias (alias la Vaca) trabajaban junto a Pomares. “Él primero fue concejal en el noventa y pico; después lo pusieron de Defensor. Trabajó con nosotros en el peronismo cuando vino la democracia”. Luego recordó que mantuvieron un vínculo estrecho de militancia, “más cuando Julio (Alak) se fue, toda la gente que quedó desocupada, ellos tomaron la posta para rearmar todo. Eran Pipi Pomares, Oscar Guida y la Vaca Arias que acompañaron a 1.500 compañeros que fueron sacados de la Municipalidad por el nuevo intendente”.
Y otra vez la figura de Pomares como héroe social: “Creo que el Pipi ha sido el promotor de acompañar a la gente, de ayudarla, de apoyarla más que nosotros, siempre fue más contenedor”.
La defensa le hizo recordar su relación con Scatolini. “Lo conozco detenido en la Unidad 9 con Pipi. Ellos estuvieron todos juntos. Después nos encontramos en la democracia y trabajamos para que él fuera defensor del pueblo”.
Hace cuatro años lo volvió a ver y en un episodio extraño. Scatolini la amenazó de muerte si contaba lo que le había sucedido a Pomares. “No podía creer que me dijera que Pipi fuera culpable de algo así, y me dijo ‘si hablas, te pego un tiro acá’ (señalándole la sien). Y fue la última vez que lo vi”.
“¿Qué opinión le merece Pipi Pomares?” Preguntó el doctor Salas. “Como persona, excelente. Como trabajador social, más que excelente y muy exigente. Su trabajo tan arraigado, con tanta pasión. No vi peronista igual. La persona ideal como militante”, sintetizó su gran amiga.
La última pregunta de la defensa fue qué piensa “internamente” cuando a Pomares se lo acusa de semejante crimen. “Ah no, por favor. No va entrar jamás, ni ahora ni nunca en mi cabeza, una cosa semejante de una trabajador tan entero, de un ser con tanta luz. No lo concibo”, respondió Silveyra.
La doctora Garralda, integrante de la querella y miembro del colectivo Justicia Ya! fue inquisidora en su interrogación.
- ¿Conoce si Pomares participaba de alguna otra organización?
- No -refutó Silveyra- no sé de qué otra organización.
- ¿Escuchó hablar de la CNU?
- Sí, pero nunca la entendí. Sé que era un centro universitario, manejado por los estudiantes.
Al indagar sobre si había escuchado hablar de la CNU antes del golpe cívico-militar, Silveyra respondió afirmativamente. Pero no fue igual ante la pregunta de si estaba enterada de que Pomares la integraba. Ahí lo negó.
Para rematar la indagatoria, se le preguntó categóricamente: “¿Conoce a una persona de apellido Córdoba? Él estaba detenido en la Unidad 9”. Pero otra vez quedó sonando una negativa.
El Tribunal dio por concluida la audiencia y se volverá a reunir el 7 de agosto a las 10 de la mañana, en el primer piso de los Tribunales Federales de La Plata (calle 8 entre 50 y 51).
Fuente:LaIzquierdaDiario

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