3 de agosto de 2017

CHUBUT: CON REPRESIÓN EL ESTADO RESPONDE AL DERECHO DE LOS MAPUCHES A SUS TIERRAS ANCESTRALES.

Con disparos, fuego y detenciones ilegales, el Estado responde al derecho de los mapuches a sus tierras ancestrales 
Camiones de Gendarmería rondaron la noche del lunes la Comunidad Pu Lof de Cushamen, hicieron disparos y usaron reflectores. El martes irrumpieron en el campo: quemaron colchones, frazadas y hasta juguetes, obligando a las mujeres y a los niños a presenciarlo. Como en una “cacería”, se llevaron a un integrante del pueblo mapuche. 
 Por Gabriela Calotti - 
Ago 3, 2017

Tras la segunda detención arbitraria e ilegal del lonko Facundo Jones Huala, ocurrida el 27 de junio pasado, y su traslado al penal Nº 14 de Esquel en el marco de un pedido de extradición bastante irregular por parte de Chile, la Comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen, en la provincia de Chubut, reclama sin cesar la liberación de su líder mientras la Gendarmería acentúa el asedio sobre el pueblo mapuche en esa zona.
El lunes, camiones de Gendarmería rondaron la comunidad y amedrentaron con reflectores desde la tranquera. Se bajaron de sus camionetas y efectuaron disparos, denunció la Red de Apoyo a la Comunidad Pu Lof en Resistencia a través de las redes sociales.
Esa misma mañana, la Policía y la Gendarmería reprimieron a integrantes de la comunidad mapuche que estaban reclamando frente al juzgado federal de Bariloche por la libertad de Facundo Jones Huala y se llevaron detenidas a seis personas que fueron golpeadas.
Desde la Comunidad denunciaron el miércoles la “persecución política e ideológica” del Estado desde donde “están prácticamente a la cacería de los pueblos originarios”, afirmó a Contexto Fernando Jones Huala, interrogado sobre la represión que sufre la comunidad mapuche a un lado y otro de la frontera argentino-chilena y que se acentuó en las últimas semanas en esta parte del país.
Tras los episodios del lunes, el martes al mediodía la Gendarmería fue más allá para mostrar su poder: ingresó al campo después de romper una tranquera con un camión militar Unimog.
“Atrás ingresaron varias camionetas y se desplegaron más de cien uniformados en el operativo”, contó Fernando, antes de precisar que, “en un intento por resistir el ataque de estas fuerzas represivas”, los hombres, mujeres y niños que allí estaban “no tuvieron más opción que salir corriendo hacia el interior del campo para resguardar sus vidas”.
En la desesperación “una de esas personas fue capturada por Gendarmería”, precisó. “Al día de hoy (miércoles), no hay novedades sobre el paradero de Santiago Maldonado. Organismos de derechos humanos y abogados lo están buscando en las diferentes ciudades”, precisó.
Durante su irrupción, los gendarmes obligaron a las mujeres y los niños que se encontraban en el interior de una casita que funciona como guardia a ver cómo “quemaban colchones, frazadas, comida, ropa de abrigo e incluso juguetes. Siguieron avanzando hacia adentro del territorio quemando casas en construcción, carpas y todas las pertenencias que encontraban”, contó la misma fuente.
“Es un hecho grave que se suma a este escenario al que estamos siendo sometidos por el Estado y las políticas de este Gobierno”, sostuvo Fernando Jones Huala, que denunció una vez más las graves irregularidades que rodearon los dos procesos judiciales iniciados contra Facundo, cuya extradición reclama Chile desde que este participó en 2013 en la defensa de un territorio ancestral sagrado en la localidad sureña de Osorno, en el vecino país, donde a los mapuches el gobierno les aplica una Ley Antiterrorista que data de la dictadura pinochetista.
En ese territorio, a orillas del río Pilmaiken, se encuentra un cementerio mapuche que corre el peligro de ser entregado a una empresa noruega que pretende construir una central hidroeléctrica.
En septiembre de 2016, un primer juicio de extradición de Facundo Jones Huala fue considerado nulo. El juez federal de Esquel, Guido Otranto, determinó que el proceso estaba cargado de irregularidades. Ese dictamen fue apelado por la fiscalía de Esquel y en junio de este año el lonko fue nuevamente detenido de forma ilegal. En esta ocasión, Chile presentó primero un pedido de extradición por fax y luego, vencido el plazo legal, el pedido formal correspondiente.

Criminalización del pueblo mapuche

Los grandes medios de comunicación nada dicen sobre la represión del pueblo mapuche. En cambio, abonan la criminalización y difunden información, como ocurrió el miércoles, sobre un incendio en una estación del tren La Trochita, en la zona de El Maitén, en la provincia de Chubut.
Utilizando su tan querido verbo condicional, afirman que “los mapuches habrían incendiado una estación del tren”, y luego se refieren al incendio “presuntamente provocado por mapuches”. Dicen también que la policía y los bomberos encontraron en el lugar “panfletos que llevaban la firma de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM)” y que reclamaban “la liberación de Facundo Jones Huala”.
Frente al agravamiento de la situación, diversas organizaciones y organismos de derechos humanos se reunirán este jueves en la Ciudad de Buenos Aires para solidarizarse con lo que está pasando en la Comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen y para “unificar iniciativas”, pudo saber Contexto.
Desde la segunda detención de Facundo Jones Huala, las fuerzas policiales locales y nacionales detuvieron a dieciséis personas.
“Nosotros decimos que el lonko está secuestrado por el Estado argentino en complicidad con el Estado chileno por ser una cara visible y una voz contundente en la lucha del pueblo mapuche y de los pueblos originarios”, sostuvo Fernando Jones Huala.
Fuente:Contexto

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