24 de febrero de 2018

MENDOZA: ESTA ES LA VERDADERA ESCALERA AL INFIERNO.

23 de febrero de 2018
Esta es la verdadera "escalera al infierno" en Mendoza

Una imagen refleja el horror que les esperaba a los presos del excentro de detención clandestino que operó en Mendoza desde 1975 hasta el final de la dictadura militar.

Sin importar la cantidad de años que pasen, hay sitios que inevitablemente evocan el dolor. En Mendoza, el excentro clandestino conocido como D2, que funcionó durante la última dictadura cívico militar argentina, es uno de esos lugares.
Durante su funcionamiento, aquellos que entraban enfrentaban la posibilidad de nunca más volver a salir con vida. Los que sobrevivían, sin embargo, no tenían muchos motivos para estar agradecidos: las torturas eran frecuentes, provocando no sólo dolor físico, sino marcas en la memoria.
Prueba de esta situación es la reacción de uno de los sobrevivientes del ex D2 que tuvo lugar en la mañana de este viernes, cuando los jueces del sexto juicio por delito de lesa humanidad en Mendoza realizaron una inspección ocular en las instalaciones. Ahí, Fernando Rule, quien sufrió todo tipo de horrores en ese lugar, no pude vitar quebrarse ante los recuerdos.
En el excentro habían dos salas para torturas, una de ellas precedida por la llamada "escalera al infierno". Todos los que estaban detenidos en el lugar sabían que, bajando esos peldaños y doblando a la derecha, los esperaban minutos de agonía con final desconocido.
La segunda sala de torturas era similar, pero se accede a ella a través de un ascensor. Al bajar la escalera e ingresar a la sala, eran desnudados. Mientras, los oficiales presumían las baterías a las que conectaban las picanas.
Las torturas eran tan rutinarias como el recorrido. A las mujeres se las violaba repetidas veces por día: Silvia Ontiveros, detenida en febrero de 1976, declaró que a veces debían arrastrarlas de nuevo a las celdas porque no podían caminar.
Se sabe por los relatos de los sobrevivientes que los horrores también eran variados y ocurrían en diversos lugares: Miguel Ángel Gil, uno de los detenidos, perdió la vida cuando los oficiales obligaron a otras víctimas a apilarse unos sobre otros.
El ex jefe civil de la Policía durante el gobierno de Celso Jaque, Carlos Rico, se encuentra detenido e imputado por ser parte activa del funcionamiento del D2. En este procedimiento, está siendo juzgado por su papel en la Infantería, junto con Luciano Benjamín Menéndez, del Ejército, y Carlos Alberto Santamaría, de la Fuerza Aérea.
El abogado del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos de Mendoza (MEDH) Pablo Salinas, explicó que el juicio está terminando. "Pronto llegaremos a los alegatos, en abril, y la sentencia se espera para mayo", adelantó.
Fuente:ElSol

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