3 de febrero de 2018

PARAGUAY.

Rememoran derrocamiento de dictadura paraguaya 
Por Julio Fumero 
Asunción, 3 feb (PL) Paraguay rememora hoy el derrocamiento del dictador Alfredo Stroessner, quien gobernó por 32 años el país amparado en el terror. 

Un levantamiento militar, iniciado la noche anterior, sacó al tirano del poder el 3 de febrero de 1989 y lo hizo huir a Brasil tras unos pocos días encarcelado. Comenzaba así lo que en esta nación llaman la nueva era democrática, aunque son muchos los paraguayos que afirman cómo aún se palpan secuelas de aquella dictadura en la actuación del presente gobierno, presidido por Horacio Cartes. Algunos incluso, sobre todo miembros del Partido Colorado al cual pertenecía Stroessner, aún hoy tratan de reivindicar su nefasta obra. 

Múltiples asesinatos, desapariciones forzadas y torturas eran lo cotidiano de aquella dictadura, acciones documentadas por diversas organizaciones. Más de 20 mil personas fueron detenidas, muchas de ellas sin derecho a un proceso, más de 100 mil sufrieron de manera indirecta la represión y hubo innumerables ejecuciones extrajudiciales, de acuerdo con la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay. 

Así se expresaba la mano de hierro con la cual el tirano enfrentaba a sus opositores de todas las tendencias ideológicas para poderse mantener en el trono. Fue el general Andrés Rodríguez, consuegro de Stroessner y hasta entonces considerado su mano derecha, la cabeza visible del golpe, que pudo llevarlo a cabo con la bendición de Estados Unidos. 

En las calles del país se manifestó el júbilo popular desde temprano, en la tarde Rodríguez juró como presidente provisional y fueron convocadas elecciones. Un grupo encabezado por Martín Almada descubrió en Paraguay los llamados Archivos del Terror, unos documentos que demostraban que Stroessner había participado en la Operación Cóndor. 

Aquel era un plan de inteligencia diseñado y coordinado por Washington según se demostró posteriormente, entre los servicios de seguridad de las dictaduras militares de Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay, en colaboración con la norteamericana Agencia Central de Inteligencia. 

Su objetivo era aniquilar a la izquierda durante la década de 1970 en el Cono Sur mediante una despiadada represión que incluía secuestros, asesinatos y torturas. Esos regímenes intercambiaban información acerca de quienes consideraban subversivos y cooperaban para perseguirles sin respetar las fronteras nacionales. 

Las fuerzas armadas y paramilitares de las dictaduras de Sudamérica se desplazaban libremente para cometer esos actos contra los ciudadanos fichados como sediciosos e intercambiar los detenidos. En los Archivos del Terror consta un saldo de 50 mil muertos, 30 mil desaparecidos y unos 400 mil aprehendidos durante varios años debido a la Operación Cóndor.
Fuente:PrensaLatina

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