“Soy Charly, hijo de desaparecidos y trabajador de Fate”
A 42 años del golpe cívico militar dialogamos con Charly, trabajador de FATE e hijo de desaparecidos en la última dictadura militar.
Viernes 23 de marzo
Soy Carlos Emiliano Oroño, trabajador de Fate y miembro de la lista Granate del neumático, militante del PTS. Hijo de Justa Isabel Moreyra y de Carlos Omar Oroño , desaparecidos en la última dictadura cívico militar en Argentina. En el año ‘75 desaparecen a mi padre y meses después en el ‘76 a mi madre.
Mi viejo vivía en un barrio de José C. Paz, era técnico electromecánico industrial , militaba en el ERP y era muy conocido en el barrio por el trabajo social que hacían, teniendo en cuenta que era una zona pobre del conurbano bonaerense, ayudando a la gente con lo que se podía, siendo él un vecino mas. Mi madre fue modelo publicitaria un tiempo, luego ama de casa, también militante del ERP. Ellos militaban por un avance social de conjunto, por la igualdad.
Cuando entre a la fabrica no sabía su historia, y charlando con compañeros que sabían quién era yo, hijo de desaparecidos, fui conociendo también la historia de FATE durante la última dictadura.
Uno va aprendiendo de esa historia, hasta ahora teníamos conocimiento de tres casos de desaparición forzada en Fate y en este último tiempo se descubrió un cuarto desaparecido, la búsqueda de verdad y justicia no se termina. Me contaban compañeros lo que era estar en esos tiempos, se había llegado a un nivel de militarización donde un trabajador tenia a un militar haciéndole guardia al lado mientras trabajaba en la maquina.
Dentro de Fate el 24 de Marzo se siente en cada compañero, ya sea por su ideología política, por la tradición misma dentro de la planta y la situación actual donde el gobierno quiere avanzar con muchos derechos conquistados como el derecho a la organización gremial, y lo hacen como siempre, mediante la represión a los trabajadores, y dándoles márgenes de impunidad a los genocidas.
Nosotros queremos justicia, no queremos venganza, ni revanchismo. A 42 años que es justamente la edad que tengo, yo lucho para que se sepa la verdad y que no vuelva a ocurrir, tenemos que repudiar toda la sociedad de conjunto estos hechos de barbarie
Fuente:LaIzquierdaDiario
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