3 de abril de 2018

MALVINAS.

MALVINAS 
Equipo de antropología forense explicó cómo se identificó a los soldados 
En el marco de conmemoración por el Día del Veterano y los Caídos en Malvinas, se desarrolló una charla en la que el Equipo Argentino de Antropología Forense describió el procedimiento científico de identificación de los soldados, así como el proceso que se empleará para los 32 combatientes que aún no pudieron ser reconocidos.
martes, 03 de abril de 2018
El público colmó ayer el Museo Malvinas para conocer los detalles de la identificación de 90 soldados argentinos caídos en la guerra de 1982, durante una charla del Equipo Argentino de Antropología Forense que también describió con sensibilidad el procedimiento científico que se empleará para los 32 combatientes enterrados en Darwin que aún no pudieron ser reconocidos. 
"Resta tomar muestras de sangre de familiares que por distintos motivos no las han dado hasta ahora, y profundizar la investigación para hacer las comparaciones necesarias" que permitan identificar a otros 32 soldados, dijo Carlos "Maco" Somigliana, del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf).
Somigliana celebró la presencia de cientos de personas que concurrieron a "una charla en un museo específico de Malvinas el primer 2 de Abril en el que se pudo hacer algo que se estaba tratando de llevar adelante hace varios años".
"Soy optimista en lo que resta por el hecho de que ya hay algo concreto para mostrar que esto se puede hacer bien, que en rigor ya está hecho, porque de esas 32 personas que falta identificar, ya están los perfiles y son buenos. Lo que falta es tener el perfil genético de la familia para comparar y establecer la correspondencia", informó. 
En la charla abierta y gratuita en las instalaciones ubicadas en el predio de la ex Esma, los especialistas contaron el proceso completo desde la exhumación de los restos, la improvisación de una morgue en Darwin, la toma de muestra de sangre de los familiares y la ansiada identificación genética.
La bióloga española especializada en genética y antropología Mercedes Salado contó el trabajo realizado junto al presidente del Eaaf, Luis Fondebrider, "en un contexto inhóspito, en el que montar una morgue transitoria no era tarea fácil".
La identificación implicó exhumar los restos, pasarlos por Rayos X para obtener una radiografía de la estructura ósea y detectar eventualmente una pertenencia del soldado, y tomar "un pedacito de hueso o de pieza dental" que pudieran trasladar para el análisis de muestras, muy complejas por el paso del tiempo. 
Somigliana detalló que "se intervino en 121 sepulturas, una de las cuales contenía dos personas, por lo tanto se trata de 122 personas cuya identidad se tenía que establecer, y se pudo con 90 de ellas".
Los expertos reivindicaron la labor de la Cruz Roja Internacional -mediador político entre Argentina y Reino Unido- y del ex capitán británico Geoffrey Cardozo, quien había llegado a las Islas para contener a los soldados ingleses con estrés de guerra y terminó trabajando "en forma tan concienzuda" en dar sepultura a los argentinos en el cementerio de Darwin, conservando sus pertenencias identificadas por individuo.
Como prueba de calidad científica, las muestras fueron contrastadas por el laboratorio que el Eaaf posee en Córdoba; otro británico en Preston; y uno en Santiago de Compostela.
"Los tres laboratorios llegaron al mismo resultado y la cadena de custodia del material genético fue garantizada por la Cruz Roja Internacional", indicaron.
Respecto a la resistencia de algunos parientes a entregar las muestras, Somigliana estimó que "sí cambió: cambió la sensación, la percepción, la opinión en relación a la importancia que puede tener la identificación de sus familiares". 
"Cada miembro de cada familia tenía motivos diferentes, pero es comprensible en un tema que ha tenido tanto toqueteo, tantas promesas incumplidas, la gente esté reacia a aceptar la posibilidad técnica, que de eso se trata, de hacer este trabajo de identificación con el respeto que corresponde y llevando los cánones en los que uno se tiene que apoyar para hacer este tipo de trabajo", comentó.
El Eaaf se fundó en 1984 para identificar restos óseos de personas secuestradas y desaparecidas durante la dictadura (1976-1983), a instancias de la experiencia de Eric Stover, ex director del Programa de Ciencia y Derechos Humanos de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, y eeel antropólogo forense Clyde Snow.
Actualmente, participa de casos como la desaparición forzada en México de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, fosas comunes en Guatemala o el clandestino Pozo de Vargas en Tucumán. 
Consultado acerca de la singularidad del cementerio malvinense de Darwin, Somigliana planteó que "todas la identificaciones son distintas y tienen su particularidad. Malvinas tiene como connotación haber sido un tema dejado de lado tantas veces que, por una vez es el centro del escenario, y sentimos honor por haber trabajado en esto".
Fuente:JujuyalMomento


Esquel recordó a los caídos chubutenses 

En Esquel se recordó la gesta de Malvinas con un acto frente al Monumento de los Caídos y Veteranos. Hubo mucho público, referentes de instituciones y banderas de escuelas, además de familiares de excombatientes. La Banda de Música del Regimiento tocó el Himno Nacional y la Marcha de Malvinas; dos niños de la Escuela 179 leyeron una poesía y el Padre Rodolfo pronunció una invocación religiosa.
03/04/2018 
Tras la colocación de una ofrenda floral en memoria de los caídos en la contienda bélica con los ingleses, se escuchó el mensaje del veterano Jorge Fernández, quien pidió respeto a “quienes dieron la vida por la patria en la amada y ensangrentada turba malvinera, y mares circundantes”.

También recordó a quienes murieron en el continente después de la guerra, que ya son más de 500. Sostuvo que cada 2 de abril se llenan de anécdotas, derrotas, triunfos, tristezas y alegrías. “Todos fueron, son y serán héroes de la patria”.


Trajo a la memoria al soldado Ricardo Andrés Austin, de Tecka, muerto en la guerra la mañana del 28 de mayo de 1982, en el combate en la Pradera del Ganso. Integraba el Regimiento 25 y sus restos después de 36 años fueron identificados entre 90 hombres argentinos tras el estudio de ADN. Hace pocos días Celinda, madre de Austin, viajó a Malvinas para visitar la tumba. Ella nunca pidió el traslado de los restos del soldado al continente, y por el contrario pidió que lo dejen tranquilo en la tumba donde está.


Fernández también reivindicó a Oscar Antieco, otro soldado chubutense muerto, que revistaba en el Ejército en Comodoro Rivadavia y era oriundo de Gualjaina. “No olvidar y viva la patria”, concluyó.


Para cerrar el acto, el intendente Sergio Ongarato afirmó que “Malvinas es una causa que nos une y un cúmulo de sentimientos encontrados, que abrigan el valor, la entrega y la muerte de soldados y oficiales argentinos”.


Sostuvo que la identificación de restos de combatientes y la visita de familiares a las Malvinas, agregaron otro capítulo. “La lenta e persistente construcción diplomática de décadas, con el fin de recuperar todo nuestro territorio, se derrumbó en aquel otoño de 1982”.


Dijo que el presidente de facto Leopoldo Galtieri fue “tentado por entrar en la historia como un héroe. Pero también acorralado por las crecientes debilidades políticas y económicas de su gobierno, se jugó con la ocupación de las Islas Malvinas, como si fuese un apostador de casino”.


Remarcó que la derrota tuvo consecuencia inmediata. “Argentina perdía la guerra, y la dictadura perdía el poder al mismo tiempo. De esta manera recuperamos la democracia al año siguiente, para no perderla nunca más”.


Ongarato concluyó que “Malvinas es también la otra batalla que siguen dando los excombatientes, por el reconocimiento y la solución a sus problemas, más su tarea para mantener viva en la memoria esta lucha por la soberanía”.


También hubo acto en el Regimiento de Esquel, luego del desfile de fuerzas y ex combatientes en la avenida Alvear. Fue en el predio que recuerda a la guerra de Malvinas en el Regimiento, sobre avenida Ameghino y arroyo Esquel.


Ante una formación, se escucharon los mensajes de la Junta Militar, y del jefe del Regimiento de Caballería de Exploración 3 “Coraceros General Pacheco”, Teniente Coronel Fernando Tereso. Tras la ceremonia hubo mate cocido con tortas fritas.

Fuente:DiarioJornada




Malvinas también fue la dictadura cívico-militar 

2 abril, 2018
A 36 años del comienzo de la guerra de Malvinas, el despliegue militar durante la dictadura cívico-militar señaló, además de la derrota, el vicio de poder que los represores mantuvieron en las islas del Atlántico Sur. Frente al reclamo histórico por la soberanía argentina sobre las Malvinas, la guerra es un punto imposible de olvidar por su contenido traumático reciente en la historia nacional y también como parte de lo que fue el genocidio.


La guerra de Malvinas se desarrolló desde el 2 de abril de 1982 al 14 de junio del mismo año. Dicho despliegue militar formó parte de un golpe genocida que ya había secuestrado, torturado y exterminado a miles de personas. Sin embargo, en muchas ocasiones se suele olvidar la relación de la dictadura cívico-militar con la decisión de ir a la guerra. Conflicto bélico que, además, responde a un histórico reclamo por la soberanía argentina en Malvinas.
El gobierno de facto, en ese entonces, comandado por Leopoldo Fortunato Galtieri fue quién organizó la irrupción militar en las Islas Malvinas en un momento en que la dictadura era repudiada por múltiples sectores de la sociedad. Aquel gobierno genocida que había generado cientos de centros clandestinos de detención, tortura y exterminio en todo el país, también era sumamente rechazado por las políticas económicas implementadas que condenaban a grandes capas de la población a la pobreza, el hambre y la miseria.


Por estas razones es que la guerra de Malvinas se entiende en muchos casos como la última maniobra de la dictadura cívico-militar para continuar en el poder. Sin embargo y a pesar del exterminio, el pueblo argentino salía a las calles para repudiar a un régimen que empobrecía y excluía a la gran mayoría de la población. Debido a esto, la decisión de recuperar las islas que andaba dando vuelta en las cabezas militares se aceleró, también fue inmediato el acompañamiento de los medios de comunicación. Cómplices del genocidio, también, colaboraron en el ocultamiento y la mentira de lo que fue la guerra.
Torturas, hambre, hacinamiento, simulacros de fusilamientos y hasta un asesinato son algunos de los delitos que se conocen que fueron cometidos por miembros de las fuerzas armadas que también habían ocupado un rol predilecto en la represión al interior del país. Estos crímenes de lesa humanidad fueron realizados mientras transcurría el conflicto bélico en las islas del Atlántico Sur con los propios soldados que fueron llevados a las Malvinas. 


Foto: EFE

Estas breves referencias dan cuenta de las conexiones entre la dictadura cívico-militar y el trauma histórico reciente que fue la guerra de Malvinas. La intención es señalar que ni el final del gobierno militar se puede entender sin la guerra, ni tampoco la misión militar en Malvinas se puede comprender sin el mecanismo siniestro de la dictadura generado para matar a miles de personas, exterminio efectuado por represores y genocidas que también ocuparon puestos en la guerra.
Ver la guerra de Malvinas y la dictadura cívico militar como hechos aislados fomenta la desinformación. De igual forma, cuando se condena al genocidio desarrollado en Argentina también se debe incluir la masacre que fue la decisión militar de ocupar las islas. Sin embargo, el reclamo histórico por la soberanía de las Malvinas excede a la decisión militar de 1982. A pesar de los desaciertos, la guerra forma parte de un reclamo por la soberanía de las Islas de ya 185 años y el rechazo a los últimos vestigios de colonialismo británico en el siglo XXI. Fuente:LaPrimeraPiedra  

2 de Abril de 2018
Compromiso pendiente con la Memoria, Verdad, Justicia y Soberanía por Malvinas 
Con el mayor de los respetos hacia los sobrevivientes y sus familias que hoy reviven esa fecha con todo el dolor que ello significa, es preciso recordar para que nuestra soberanía nacional no se vea menospreciada
Por Alejandra Martínez
Ante un nuevo aniversario del comienzo de la guerra de Malvinas, resulta imposible no reflexionar sobre los hechos sucedidos, no sólo para que no vuelva a ocurrir que tengamos que enviar a nuestros hijos a un conflicto armado sin sentido, sino para que estemos atentos a los contextos que van uniendo las piezas como si se tratara de un terrible rompecabezas para que las sociedades caigan en esas trampas.
La dictadura argentina estaba agotada y necesitaba una causa que uniera a todos detrás de ella: recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas fue la excusa planeada para unificar una sociedad dividida, atemorizada y que no encontraba salida a la crisis política y económica a la que aquel gobierno autoritario impuesto desde 1976 ya no daba respuesta.
Así, aquel 2 de abril de 1982, las tropas argentinas desembarcaron en las islas y comenzó una guerra que dejó 649 soldados argentinos muertos. Margaret Thatcher, por su parte, atravesaba el desgaste de su gobierno de ajustes y recortes, lo que provocó la caída en picada de la imagen de su gestión y encontró en el enfrentamiento con la Argentina una posibilidad de darle “aire” a la situación terminal que vivía.
Estos fueron los hechos y los personajes. Sin embargo, es preciso hacer foco en que nuestro compromiso desde la política es para con esos hombres y mujeres que dejaron su vida en aquellas islas, para quienes regresaron como sobrevivientes de la tragedia y para nuestra historia como país porque la recuperación de Malvinas es una causa pendiente que debe ser resuelta por la vía diplomática. De ello, ya no hay duda alguna.
Mucho se podrá opinar a 36 años de ese terrible conflicto bélico que se recrudece como una herida abierta cada 2 de abril.
Por eso, con el mayor de los respetos hacia los sobrevivientes y sus familias que hoy reviven esa fecha con todo el dolor que ello significa, es preciso recordar también que para que nuestra soberanía nacional no se vea menospreciada hay que continuar con el proceso de identificación de los soldados caídos en Malvinas.
La restitución de identidad y toda acción en defensa de los derechos de los soldados, combatientes caídos y sus familiares, forman parte del sostén de la Memoria, la Verdad, la Justicia y la Soberanía que debemos construir en paz y colectivamente. Y así debemos hacerlo hoy y todos los días.

 *Diputada provincial por la Quinta Sección Electoral, presidenta del Bloque Convicción Peronista. Twitter: @a_martinezmdp
Fuente:Diagonales


ROSARIO

03 de abril de 2018
Fein y Lifschitz homenajearon a ex soldados de Malvinas 
"Son combatientes de la vida" 
La intendenta remarcó que "siguen luchando por una sociedad más justa y lo hacen junto a quien más lo necesita". El gobernador dijo que "los veteranos y los caídos son héroes", y recordó que en Santa Fe tienen reivindicaciones materiales.
Miles de rosarinos presenciaron el recital en el parque de la Bandera. 

Imagen: Guillermo Turín Bootello (Gentileza MR)
La intendente Mónica Fein encabezó ayer un nuevo homenaje a los caídos y ex combatientes de Malvinas. "Estamos aquí rindiendo un homenaje a todos ellos, a los que combatieron y a los que combaten todos los días en nuestra ciudad, que son un ejemplo para todos, siempre al lado de quien lo necesita", precisó la jefa del Ejecutivo local en el acto que se desarrolló en la Sala de Banderas debido al mal clima. Fein remarcó que los ex combatientes "siguen luchando por una sociedad más justa y lo hacen junto a quien más lo necesita, les dan de comer a quien necesita en el refugio municipal, están en el Día del Niño". Y añadió: "Son combatientes de la vida y por eso nuestro reconocimiento en este 2 de abril". Desde Reconquista, en tanto, el gobernador Miguel Lifschitz llamó a "recuperar la soberanía de las islas por la vía del diálogo". "Los veteranos y los caídos en Malvinas fueron y son héroes, porque héroes son aquellos que se destacan por haber realizado un acto de valor extraordinario. Esta es una provincia que ha reconocido, quizás como pocas, a los veteranos de Malvinas en lo simbólico y también en las reivindicaciones materiales, al darles una cobertura salarial y de obra social", indicó el mandatario. Por la tarde, cuando la lluvia se hizo menos intensa, el Parque Nacional a la Bandera fue elegido por miles de rosarinos que se acercaron para participar de la tradicional vigilia de los ex-combatientes de Malvinas, en el 36º aniversario del inicio de la guerra.
La intendenta de Rosario también sumó su voz al reclamo "por la soberanía de nuestras islas", reafirmó que "las Malvinas son argentinas" y agregó que espera que el gobierno británico "nos devuelva lo que nos corresponde".
Sobre la situación de los ex combatientes en Santa Fe, Fein precisó que la provincia "ha sido pionera con la obra social Iapos y con la jubilación". Sin embargo, la intendente reconoció que "es mucho lo que les debemos".
"La patria nos convoca a luchar para que haya trabajo y no haya pobreza, una patria libre e independiente como soñaron los que fueron a pelear", dijo.
Durante una breve ceremonia llevada a cabo en la Galería de Honor de las Banderas de América del Monumento a la Bandera, Fein rescató aquella gesta de los jóvenes soldados, y la de estos hombres que a diario recorren la ciudad asistiendo a los más necesitados. "Ellos combaten todos los días, están aquí en la ciudad y son un ejemplo para todos, siempre al lado de los que más necesitan y siempre reclamando la soberanía de nuestras islas".
En esa línea la intendenta reconoció en su discurso que si bien la provincia de Santa Fe fue pionera con el otorgamiento de la obra social y la jubilación para los veteranos, aún hay una gran deuda con los veteranos de guerra. "Es mucho lo que les debemos porque es mucho lo que nos dieron luchando por la patria. Esta es una patria que convoca a pelear y a luchar para que haya trabajo, para que no haya pobreza y para que todas las decisiones que se tomen permitan tener una patria libre e independiente, como soñaron esos hombres que fueron a pelear a la guerra", agregó.
La intendenta también recordó que en pocos días se colocará una placa recordatoria en el ex Batallón 121. "Lo haremos con ellos también, junto a ellos".
Además, la mandataria rosarina reconoció que hay una gran deuda pendiente con los veteranos de guerra. "Lo que ellos sienten es verdad -afirmó-, creo que todos los argentinos y en especial todos los gobiernos les debemos reconocer lo que hicieron". Y afirmó: "Sé de su lucha y la acompañamos. Los rosarinos y las rosarinas los acompañamos porque son un ejemplo para nosotros".
En medio del acto, los veteranos volvieron a dejar en claro sus reclamos con una sociedad que sienten que muchas veces los hecha al olvido. "Creo que llevamos la voz de nuestros compañeros. Nosotros sentimos que se está viviendo otra guerra, lamentablemente hoy, después de 36 años de haber vivido aquella guerra, tenemos que decir que el año pasado fallecieron 130 compañeros por distintas causas y enfermedades. En estos tres meses (de 2018) han muerto 30 más, así que si sacamos cuentas, cada 3 días se va un compañero. Entonces vemos que no está saldada esa guerra, la lucha continúa", relató Raúl Gómez, uno de los ex combatientes presentes al sitio Conclusión.
Otro ex combatiente, Carlos Palavecino, afirmó que "hay una segunda lucha", la lucha contra el olvido. "Han cambiado mucho las cosas, hay una segunda lucha, hay que luchar para que los veteranos no caigamos en el olvido. Porque las muevas generaciones tampoco recuerdan a Malvinas, solamente cuando llega el 2 de abril, pero Malvinas son todos los días y veteranos son todos los días". 
Fuente:Rosario12

¿Por qué se silenció el rol de las mujeres en la Guerra de Malvinas?

por Laura Verdile
3 abril, 2018
En la reconstrucción colectiva de uno de los episodios más tristes de nuestra historia reciente, hubo mujeres que jugaron un papel fundamental y que, sin embargo, continúan sin ser reconocidas. Enfermeras, instrumentadoras quirúrgicas y especialistas en terapia intensiva estuvieron presentes en mar y tierra, brindando atención sanitaria a los heridos que regresaban de las Islas Malvinas. ¿Por qué tuvo que pasar tanto tiempo para que se hablara de la presencia de las mujeres en la guerra?


La invisibilización del rol de las mujeres en numerosos episodios de la Historia universal y argentina es una constante que hasta hace no mucho tiempo parecía imposible de revertir. Hoy eso está cambiando gracias a las luchas de los movimientos feministas en la sociedad y a la necesidad de desarmar los papeles tradicionalmente asignados por la cultura machista, de mostrar la actividad de las mujeres – antes oculta – en todos los ámbitos. En este sentido, la Guerra de Malvinas no fue la excepción: tuvieron que pasar muchos años para que finalmente se reconociera la presencia de veteranas que tuvieron una participación activa en el conflicto bélico y que fueron excluidas de la memoria colectiva. 
Tuvieron que pasar muchos años para que finalmente se reconociera la presencia de veteranas que tuvieron una participación activa en la Guerra de Malvinas y que fueron excluidas de la memoria colectiva.
El trabajo de la escritora y periodista Alicia Panero jugó una función esencial para recuperar esta parte olvidada de la historia. Su libro Mujeres invisibles, editado en 2014 y de difusión gratuita mediante la plataforma digital Bubok, reúne testimonios de aquellas trabajadoras de la salud de entre 15 y 30 años de edad, que recibieron a los heridos y los contuvieron emocionalmente tras ser evacuados de las islas. Fueron trabajadora de la salud, entre ellas enfermeras, instrumentadoras quirúrgicas y especialistas en terapia intensiva que, a diferencia de las enfermeras británicas que ya eran profesionales, recién estaban iniciando su carrera.


Enfermeras del buque hospital Almirante Irízar


Las mujeres que participaron de la guerra fueron distribuidas tanto en tierra como en mar. El buque hospital más grande que tuvo Argentina, el ARA Almirante Irízar, contó con siete enfermeras civiles voluntarias que se embarcaron el 4 de junio y que estuvieron presentes en la zona de conflicto a partir de la cual se las debe reconocer como veteranas, acorde a la ley. Al igual que las trece ubicadas en el Hospital Reubicable de Comodoro Rivadavia, tenían entre 21 y 24 años. Éstas últimas pertenecían a la Fuerza Aérea y recibían a alrededor de treinta soldados por día, trasladados en barcos y en aviones. Según los testimonios recopilados por Panero, uno de los recuerdos más vívidos de aquellas mujeres es el de los heridos llamando a sus madres en cuanto se abrían las puertas del avión.
Las mujeres que participaron de la guerra fueron distribuidas tanto en tierra como en mar. El buque hospital más grande que tuvo Argentina, el ARA Almirante Irízar, contó con siete enfermeras civiles voluntarias que se embarcaron el 4 de junio.
También hubo varias mujeres que, al momento de iniciar la guerra, se encontraban en las enfermerías de los buques de la Marina Mrcante y otras que trabajando en Puerto Belgrano, en la configuración de buques en hospitales de mar. Tenían entre 15 y 16 años y eran aspirantes a enfermería: en aquel momento, la Armada había abierto un curso para que las mujeres ingresaran a la carrera durante el Secundario. En una entrevista para Radio Continental, Panero incluso describe el caso de una mujer que se había dado de baja seis meses antes de que iniciara el conflicto, pero aún así, la Armada consideró que seguía “bajo bandera”, la fue a buscar a la casa y la obligó a trabajar los 74 días que duró la guerra y posteriormente atendiendo heridos.


Sonia Escudero, enviada desde el Hospital Aeronáutico Central al Hospital Reubicable de Comodoro Rivadavia./ Fuente: “Mujeres invisibles”


Panero también muestra otra cara oculta que surge con la visibilización de las mujeres en la guerra: el maltrato y el acoso que sufrieron por parte de los hombres en los puestos de trabajo. En una entrevista para Infobae cuenta cómo las trabajadoras el Irízar fueron en un principio aisladas porque se decía que “las mujeres a bordo son mala suerte”. Por otra parte, la autora concluye que las pertenecientes a la Fuerza Aérea fueron las que más sufrieron abuso verbal: “En un traslado de Buenos Aires a Comodoro Rivadavia, el comandante tuvo que llevar a la cabina a cinco mujeres de la Fuerza Aérea, porque no paraban de gritarles cosas machistas y piropos [sic] subidos de tonoNo querían que estén ahí. También la pasaron mal en el hospital porque no estaban muy informadas de lo que estaba pasando. Y mientras esperaban a los primeros heridos hacían vida de cuartel. No las tenían bien”.
Además de la atención sanitaria, fue muy importante el apoyo y el vínculo emocional que las mujeres construyeron con los soldados: ellas eran el primer contacto que recibían después de haberse estado en la zona del conflicto.
Además de la atención sanitaria, fue muy importante el apoyo y el vínculo emocional que las mujeres construyeron con los soldados: ellas eran el primer contacto que recibían después de haberse estado en la zona del conflicto. Según afirma Panero para Radio Continental, el silenciamiento del rol de las mujeres fue inmediato. En ningún momento se les proporcionó atención médica o psicológica, ni se les permitió comunicarse con sus familias durante unos días. Pero además – y como sucedió durante mucho tiempo después – se les prohibió que hablaran sobre el temaprincipalmente porque habían visto las condiciones en las que volvían los soldados, mientras que los medios de comunicación, en complicidad con la dictadura cívico-militar habían construido una imagen distorsionada de los hechos.


Enfermeras en la sala de terapia intensiva del Hospital Reubicable de Comodoro Rivadavia./ Fuente: “Mujeres Invisibles”


Estas mujeres, que vivieron también el horror y la crudeza de la guerra fueron omitidas en la reconstrucción colectiva sobre uno de los episodios más tristes de nuestra historia reciente. En la actualidad, y tal como relata Panero en su libro, de las más de 24 mil pensiones de veteranos de guerra que paga el Estado, no son más de diez las mujeres que la reciben y que se encuentran contempladas en la legislación. El problema es que en la ley argentina solo se considera dentro de esta categoría a quien se encontró dentro de cierto perímetro de las islas, desconociéndose así la labor de estas mujeres. Lo único que recibieron a treinta años del conflicto fue una medalla que se envió a sus casas.
Muchas comenzaron a hablar del tema más de dos décadas después: había quienes descreían de su experiencia, producto de tantos años de silenciamiento y del machismo que desvaloriza la palabra de la mujer. Luego de un nuevo aniversario del comienzo de la guerra, es fundamental no olvidar el pasado reciente, pero también recuperar el papel que tuvieron las mujeres en la guerra, para que tengan el reconocimiento que se merecen y dejen de ser invisibilizadas, como sucede en una sociedad patriarcal que continúa discriminando por la sola pertenencia al género. 
Fuente:LaPrimeraPiedra                                         

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