31 de marzo de 2019

ESPECIAL PALESTINA PARTE 3

Vijay Prashad: Se puede cantar en una jaula y también ser feliz
Resumen Latinoamericano / 29 de marzo de 2019

Una vez más, puntualmente, Israel – con la venganza de Zeus – ha comenzado a bombardear Gaza. Los sonidos y los olores de la guerra nunca faltan en Gaza, que en la última docena de años ha sido víctima del dominio y los bombardeos israelíes. Israel se beneficia del pleno respaldo de los Estados Unidos a esta política de aniquilación. La declaración colonial de Trump, en contra de la Resolución 226B de la ONU (17 de diciembre de 1981), de «entregar» los Altos del Golán a Israel ha insensibilizado a este país sobre cualquier consideración ética. Con el pleno apoyo de los Estados Unidos, Israel tomará Jerusalén y el Golán y tratará de hacer lo que quiera con Palestina.
Es fácil conseguir el número de muertos y heridos, pero se no capta lo que significa para los palestinos de Gaza vivir en una jaula. Mahmoud Darwish, el gran poeta palestino, escribió un poema antes de morir, en agosto de 2008, que esclarece la experiencia no sólo de vivir en Gaza, sino de vivir como palestino en un mundo que menosprecia tu existencia.
Cerca de lo que será
escuchamos las palabras del canario
a mí y a ti
«Cantar en una jaula es posible
y también lo es la felicidad»
El canario cuando canta
             acerca lo que será
           Mañana mirarás al hoy-ayer
Dirás «fue hermoso
y no duró mucho tiempo»
y no estarás ni feliz ni triste
Mañana recordaremos que dejamos al canario
en una jaula, solo
no cantando para nosotros
sino para los francotiradores que pasan
Hay una profecía aquí. El periodista palestino Ahmed Abu Artema fue a dar un paseo nocturno en Rafah (Gaza, Palestina), su hogar. Vio aves al vuelo cruzando el perímetro que rodea a Gaza. «Nadie detuvo a los pájaros», pensó. La ocupación israelí, sentía, «corta mis alas» y «perturba mis paseos nocturnos». Pero reflexionó, ¿qué pasaría si un palestino de Gaza decidiera «verse a sí mismo como un pájaro e ir más allá de la valla»? «Si el pájaro fuera palestino, le dispararían». Se fue a casa y escribió una pregunta en Facebook «¿Qué pasaría si miles de personas, la mayoría de ellas refugiadas, intentaran cruzar pacíficamente la valla que las separa de sus tierras ancestrales?». La respuesta, claramente fue que serían fusilados.
Hace un año, el 30 de marzo de 2018, el Día de la Tierra, inspirados por Abu Artema, los palestinos de Gaza comenzaron la Gran Marcha del Retorno. Decenas de miles caminaron hasta la valla que cerca el perímetro de Gaza y fueron derribados por gas lacrimógeno y francotiradores israelís. Con miles de heridos y cientos de muertos, Naciones Unidas publicó un informe que acusaba al ejército israelí de crímenes de guerra y pidió a su gobierno que investigara estas acusaciones. En vez de ello, el gobierno de Israel no cooperó con la investigación y desestimó el informe de la comisión. El canario sigue en la jaula, cantando a los francotiradores que pasan y ahora a los bombarderos.
Linda Tabar, directora del Center for Development Studies (Universidad de Birzeit, Ramallah, Palestina), nos escribe que el «primer aniversario de las Marchas para Retornar y Romper el Cerco en Gaza nos obliga a hacer una pausa e interrogar los fallos en la concientización que marcan la indiferencia con la cual el mundo ha visto a palestinxs desarmados ser atacadxs por francotiradores y acribillados por desafiar los cercamientos coloniales, por tratar de liberarse de una prisión al aire libre y regresar a sus tierras».
La foto de arriba la tomó nuestro amigo Hafez Omar. Es un artista de Tulkaram (Palestina). El 14 de marzo, El Tribunal Militar de Ofer de Israel ordenó su detención por 12 días. Los tribunales rechazaron su apelación el 20 de marzo. Ya han pasado más de una docena de días. Sigue en la cárcel, sin acceso a su abogado. Por favor contacten a las autoridades israelíes y díganles que liberen a Hafez Omar y que dejen de bombardear Gaza. Díganles, mientras los tengan al teléfono, que pongan fin a la ocupación de Palestina.
Nabil Anani, Familia Dadoub, Belén, 1900.
La discusión sobre la ocupación israelí de Palestina plantea la sensación inevitable de futilidad, las preguntas sin fin sobre qué hacer. Y aquí realmente se trata de un panorama político inabordable. ¿Hay una salida a la ocupación de Palestina, a la negación del derecho a volver a casa de los palestinos?
El mandato de la ONU es que exista una «solución de dos Estados», para que Palestina e Israel coexistan uno al lado del otro. Es lo que ambas partes han aceptado teóricamente. La base para ello es la Resolución 242 (1967) de la ONU y la Resolución 338 (1973). Ambas resoluciones exigen la retirada de las fuerzas israelíes del Este de Jerusalén, Gaza y Cisjordania. Piden una «solución justa al problema de los refugiados» y la garantía de un territorio palestino. La política de asentamientos, que comenzó realmente con Ariel Sharon como Ministro de Agricultura en 1977 y continúa con estímulo oficial, invalida la solución de dos Estados. Los colonos israelíes dominan el gobierno. No se les puede tratar con ligereza dentro de Israel. Han vetado la solución de dos Estados. Han comenzado a anexar lo que llaman Judea y Samaria. Primero, su lenguaje se apodera de la zona. Luego comienzan a construir asentamientos. Esto provoca una reacción palestina. Entonces vienen los muros, los puestos de control, las topadoras, la destrucción de la vida palestina, la humillación – todo ello diseñado para aumentar el costo de la vida y presionar a los palestinos a que decidan huir. Teju Cole llama a este proceso «violencia fría». «Poner a un pueblo en profunda incertidumbre sobre los fundamentos de la vida, por años y décadas», escribe, «es una forma de violencia fría». Lo que vemos aquí, además de los bombardeos, es violencia fría, violencia lenta.
La posición israelí, si somos francos, no es a favor de una solución de dos Estados, sino a favor de una de tres Estados. Empujar a los palestinos a Egipto, Jordania y Líbano. Es una política de aniquilación (deshacerse de los palestinos) y una política de anexión (apoderarse de la tierra y los recursos palestinos).
Gaza, 25 de marzo de 2019.
La posición justa es por la solución de un solo Estado, pero esto ha sido rechazado por los sionistas. Una antigua Resolución 194 de la ONU, del 11 de diciembre de 1948, afirmaba que los palestinos expropiados tenían derecho a regresar a sus hogares «lo más pronto posible». Se esperaba que las distintas comunidades encontraran una forma de convivir, y que se llegaría a una solución política laica para el pueblo. No sucedió. Hoy en día, es difícil imaginar esa solución, ya que la derecha sionista se convierte en el centro extremo de Israel. La idea de que Israel es un Estado judío niega la posibilidad de la solución de un solo Estado. El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu declaró oficialmente que la solución que prefiere es «un Estado palestino desmilitarizado que reconozca un Estado judío, el Estado nacional del pueblo judío». Mientras la clase política israelí, que domina el debate, presione con fuerza por esta identidad étnico-nacional, la opción de un solo Estado queda descartada. Lo que hay es apartheid. Israel es un Estado y una sociedad de apartheid. La clase dominante israelí no permitirá que los palestinos tengan ciudadanía plena en un Israel-Palestina unificado. Lo han dicho claramente.
Larissa Sarsour, Estado Nación, 2013.
¿Qué queda para Palestina? Si miran el cortometraje de nueve minutos de Larissa Sansour, Nation Estate [Nación Propiedad] (2012), se encontrarán en un edificio que es Palestina, con sus ciudades (Ramallah, Jerusalén) en diferentes pisos. Es una notable imagen de ciencia ficción de la Palestina de hoy y hacia el futuro. Estamos en un estado de ocupación interminable. Esto no es futurismo, sino la esencia del presente.
Larissa Sansour fue precedida por Sulafa Jadallah (1941-2002). El arte de Jadallah está inextricablemente ligado a la política de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), en cuya División de Fotografía ella comenzó su carrera. Las fotografías de refugiados palestinos y de combatientes palestinos (fedayeen) proporcionaron una base de inspiración para su lucha. Jadallah se unió a la recién creada Unidad de Cine Palestino, donde realizó varias películas importantes para la lucha por la libertad. Le rendimos homenaje para honrar a lxs soñadorxs y visionarios, a los pájaros enjaulados que se niegan a dejar de cantar.
Haifa Subay, Víctimas Silenciosas, 2018.
Ha comenzado ya el quinto año de la guerra saudí contra Yemen. Se trata de una guerra olvidada, una guerra sin fin. Una guerra como la de Estados Unidos contra Afganistán. Es una guerra como la guerra interminable contra lxs pobres, cuyas vidas no pueden comenzar porque sus opciones están limitadas por la política comercial y por la huelga de inversiones del 1% más rico. Es una guerra conocida para lxs palestinos, lxs cubanos, el pueblo de la República Democrática del Congo, una guerra que también la conoce muy bien el pueblo venezolano.
En esta guerra, el canario en la jaula no encuentra la salida, pero, sin embargo, continúa cantando. El canario sueña con un mundo en el que las barras de su jaula se derritan y donde podrá volar de un extremo al otro del planeta. Volará junto con los pájaros de Abu Artema, cruzando la cerca, buscando el último cielo.
Tricontinental
Los palestinos protagonizan una movilización masiva en el primer aniversario la Marcha del Gran Retorno

A medida que se acerca el viernes, el régimen israelí está presa del pánico. Según medios israelíes, el ejército israelí cree la Resistencia no dejará pasar el primer aniversario de la Marcha del Gran Retorno sin una acción espectacular: Gaza, Cisjordania y Al Quds se manifestarán en masa.
Los palestinos participarán por millones en la Marcha del Gran Retorno que tendrá lugar el sábado 30 de marzo de 2019 con motivo del aniversario de este gran movimiento de protesta. Esta marcha se organizará en los márgenes del 43º aniversario del Día de la Tierra.
Según los medios de comunicación palestinos, el comité nacional de la Marcha del Gran Retorno convocó una huelga general el próximo sábado y una participación masiva en las manifestaciones. Este comité enfatizó la importancia de la participación popular tanto dentro de Palestina como en el extranjero para defender los derechos del pueblo palestino.
“El pueblo palestino continuará su lucha a toda costa. Esta marcha continuará hasta el final del bloqueo de la Franja de Gaza y la rehabilitación del derecho de retorno de los palestinos desplazados”, dijo el comité.
Desde el comienzo de esta marcha, el 30 de marzo de 2018, 273 palestinos han sido asesinados por el ejército israelí, mientras que otros 30,000 han sido heridos.
Los diferentes grupos palestinos han enfatizado la vocación pacífica de la marcha del próximo sábado.
“Enfatizo la naturaleza pacífica y popular de las marchas para evitar que la sangre de los manifestantes sea derramada por el régimen de ocupación”, dijo Jalid al Bash, miembro de la oficina política del Movimiento Yihad Islámico.
Él pidió que el sábado se haga hincapié en revivir la causa nacional para transmitir el mensaje de que “los palestinos continúan insistiendo en su derecho a vivir con dignidad a pesar de la ocupación y la agresión”.
Source: Press TV
Otro viernes con dos palestinos baleados. Este sábado, huelga general y movilización por el Dia de la Tierra /Reprimen marcha en Cisjordania / Esposan a sus camas a prisioneros
Resumen Medio Oriente, 29 marzo 2019


Este viernes por la tarde, al menos dos palestinos fueron baleados y heridos por disparos israelíes en protestas semanales en la Franja de Gaza sitiada.
El Ministerio de Salud palestino en Gaza confirmó que dos palestinos resultaron heridos en las piernas con balas vivas cuando las fuerzas israelíes reprimieron a los manifestantes en las fronteras orientales de Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza.
El portavoz del ministerio, Ashraf al-Qidra, informó que las lesiones eran moderadas.
Las grandes multitudes palestinas se reunieron a lo largo de las fronteras orientales de la Franja de Gaza para participar en la marcha semanal para romper el asedio israelí en curso.
Las protestas de “La gran marcha del retorno” fueron lanzadas el 30 de marzo por miles de civiles palestinos en Gaza, que ha sufrido un asedio israelí de una década, que se trasladaron a las fronteras para exigir su derecho de retorno como refugiados a su lugar de origen. Patria, ahora en el Israel de hoy.

Las fuerzas israelíes reprimen la marcha del Día de la Tierra en Kafr Qaddum

29 de marzo de 2019

Las fuerzas israelíes reprimieron el viernes la marcha semanal de Kafr Qaddum en el distrito norte ocupado de Cisjordania de Qalqiliya, en conmemoración del 43 aniversario del Día de la Tierra y en solidaridad con los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.


El coordinador del comité popular local en la aldea, Murad Ishteiwi, dijo que las fuerzas israelíes atacaron a los manifestantes con balas de goma y bombas de gas lacrimógeno.
Los jóvenes palestinos respondieron arrojando piedras y botellas vacías.
No se reportaron heridos ni detenciones.
Ishteiwi agregó que cientos de locales participaron en la marcha convocada por el movimiento Fatah en conmemoración del Día de la Tierra y en solidaridad con los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes.
Los residentes de Kafr Qaddum organizan regularmente protestas contra las confiscaciones de tierras y el cierre de la carretera sur de la aldea por las fuerzas israelíes. La carretera es la ruta principal a la cercana ciudad de Nablus, el centro económico más cercano.
Los Servicios Penitenciarios de Israel (IPS) han impuesto recientemente restricciones estrictas a docenas de presos afiliados a Hamas palestinos, acusándolos de participar en los acontecimientos recientes dentro de las cárceles israelíes.
Noventa prisioneros palestinos detenidos en la sección 3 de la prisión de Negev, en el sur de Israel, fueron esposados ​​a sus camas durante la noche del lunes, luego de redadas en diferentes secciones de la prisión que dejaron heridos a cientos de palestinos luego de que prisioneros afiliados a Hamas apuñalaran a dos guardias de la prisión israelí, tras numerosas provocaciones y golpizas de parte de estos .


11 palestinos baleados en las protestas nocturnas de Gaza
29 de marzo de 2019

Once palestinos resultaron heridos con fuego real israelí, durante las protestas nocturnas, en el centro y el norte de la Franja de Gaza, el jueves por la noche.

El Ministerio de Salud palestino en Gaza confirmó que cinco manifestantes palestinos resultaron heridos al este de Jabaliya, en el norte de Gaza, mientras que otros seis resultaron heridos al este de la ciudad de Gaza, en el centro de Gaza.
El ministerio agregó que los 11 palestinos sufrieron varias heridas. Sin embargo, su condición médica sigue siendo desconocida.
Las fuerzas israelíes lanzaron repetidamente bombas de municiones y gases lacrimógenos a los grandes grupos de manifestantes, mientras los palestinos incendian decenas de neumáticos de goma.
Durante varios meses, cientos de manifestantes palestinos han estado organizando, así como participando en protestas nocturnas, durante las cuales prendieron fuego a los neumáticos y corearon consignas a través de altavoces, mientras marchaban hacia la frontera con Israel. Estos manifestantes también son conocidos como la unidad “Night Confusion”.


Palestina/ Fotoreportaje: 24 horas en Gaza

Resumen Medio Oriente, 29 marzo 2019

El día a día de una ciudad en ruinas, más allá del tamborileo cotidiano de la violencia en el territorio palestino

Foto portada: En octubre de 2018, el Banco Mundial dijo que el 54 por ciento de los trabajadores activos de Gaza están desempleados, incluido el 70 por ciento de los jóvenes. En la imagen, un trabajador en un centro de basura y reciclaje, el 20 de febrero de 2019. DYLAN MARTINEZREUTERS
Las luces de la calle iluminan el horizonte de Gaza mientras el sol se levanta para dar la bienvenida a un nuevo día cuando los pescadores traen su captura al puerto de la ciudad de Gaza, el 14 de febrero de 2019. Los pescadores tan solo pueden alejarse unos pocos kilómetros de la costa para no ser detenidos por las fuerzas israelíes. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Los peces más pequeños que son descartados por su tamaño se recogen para ser vendidos entre las familias más pobres. En la foto, algunos pescadores discuten sobre los precios mientras descargan sus capturas en el puerto de la ciudad, el 14 de febrero de 2019. DYLAN MARTINEZREUTERS
En Gaza todo se aprovecha. Los montones de vehículos que se apilan en los desguaces son despiezados para extraer los accesorios. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Según el informe de las Naciones Unidas, el 53 por ciento de los habitantes de Gaza vive en la pobreza. En la imagen, un joven lleva cartones para quemar por las calles de la ciudad de Gaza, el 18 de febrero de 2019. DYLAN MARTINEZ REUTERS

Un burro encerrado en el pequeño habitáculo de una vivienda en Gaza, el 18 de febrero de 2019. Es común verlos en la ciudad remolcando carros cargados. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Una joven se dirigie a la escuela, el 18 de febreo de 2019. Antes de las siete de la mañana, las calles se llenan de niños y niñas cargados con sus mochilas. En 2017, un informe de la Oficina Central de Estadísticas de Palestina dijo que más del 40 por ciento de los habitantes de Gaza tenían menos de 15 años. Solo el 3,3 por ciento de los palestinos mayores de 15 años eran analfabetos. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Un grupo de niños palestinos se entretienen jugando a ‘árabes y judíos’ a las afueras de una escuela, el 20 de febrero de 2019. Los niños quemaban cartones, preparaban trincheras y se lanzaban bolas de arena. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Gaza es una franja costera de 139 millas cuadradas (360 kilómetros cuadrados) situada entre Tel Aviv y Sinaí, y alberga a aproximadamente dos millones de palestinos, dos tercios de los cuales son refugiados. Aunque Gaza está principalmente aislada del mundo exterior por muros y cercas, Israel es claramente visible desde muchos puntos, al igual que Egipto desde el sur. En la foto puede apreciarse al fondo una fábrica israelí mientras los niños juegan en la ciudad de Gaza, el 16 de febrero de 2019. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Algunas partes de Gaza se asemejan a una versión subdesarrollada de la famosa Venice Beach de California, con gloriosas puestas de sol, bañistas y patinadores, pero los edificios desmoronados y las pilas de basura son parte del telón de fondo. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Los jinetes beduinos desfilan con sus camellos durante una boda por las calles de la ciudad, el 15 de febrero de 2019. Las familias contratan a los camellos para entretener a los invitados durante las celebraciones, que a menudo se convierten en un espectáculo para todo el vecindario. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Varios habitantes de Gaza pasan frente a un cine abandonado, el 21 de febrero de 2019. Los residentes más antiguos recuerdan con nostalgia la vida cultural de la ciudad durante la decada de 1960, cuando se proyectaban películas egipcias en los cines, pero a partir de la década de los 80 los grupos islamistas fundamentalistas comenzaron a incendiar los lugares de entretenimiento público. DYLAN MARTINEZ REUTERS
Cuando el sol cae, las calles se vacían, pero las salas de billar y las panaderías continúan operando a través de la oscuridad impuesta por la noche y por los constantes cortes de energía en Gaza. Durante su viaje, el fotógrafo fue advertido por funcionarios y transeúntes de no fotografiar los puestos de control de Hamás y las instalaciones militares. DYLAN MARTINEZ REUTERS
El estado de ánimo se ha vuelto más tenso en las últimas semanas a medida que se acerca el 30 de marzo, fecha en la que se cumple el primer aniversario de las protestas en la frontera de Gaza que han abierto un nuevo frente mortal en el conflicto israelí-palestino. En la imagen, un grupo de hombres desempleados hacen una hoguera con cartón para calentarse durante el amanecer en la ciudad de Gaza, 18 de febrero de 2019. Un nuevo día comienza. DYLAN MARTINEZ REUTERS

Palestina /Un año de resistencia y dolor: la Gran Marcha del Retorno continúa

Resumen Medio Oriente, 29 marzo 2019

Hasta el 22 de marzo de 2019, 273 personas de Palestina, incluidos 41 niños y niñas, han sido asesinados por las fuerzas israelíes en el contexto de la Gran Marcha. “Han matado a mi hija dos veces. Han matado sus sueños de ser médica y han acabado con su vida”, dice la madre de Razan al Najjar. Antes y durante las protestas, UNRWA ha mantenido su apoyo y ayuda a aquellas personas que necesitan tratamientos a largo plazo para lesiones, rehabilitación con fisioterapia o apoyo psicosocial.


foto: Protestas en el perímetro de separación entre Gaza e Israel. Octubre, 2018. Ricardo García Vilanova / Gaza, Palestina
El 30 de marzo se cumple un año desde la primera protesta de la “Gran Marcha del Retorno”.Una sucesión de protestas que, hasta el día de hoy, ha reunido a miles de personas de Palestina cada viernes en el perímetro que separa Gaza de Israel. El reclamo de los palestinos es claro: volver a sus hogares y terminar con el bloqueo israelí sobre Gaza.
Cada viernes, la protesta en Gaza ha sido escenario de conflicto y ha tenido consecuencias trágicas para la sociedad palestina. Según datos de OCHA, hasta el 22 de marzo de 2019, 195 personas de Palestina, incluidos 41 niños y niñas, han sido asesinados por las fuerzas israelíes en este contexto, incluyendo los asesinados en las protestas en la playa contra el bloqueo marítimo. Además, 28.939 personas de Palestina han resultado heridas –un 25% por munición real–.
Las vidas truncadas a lo largo de este tiempo han dejado historias que permanecen en la memoria colectiva y reflejan la injusticia que marca el día a día de la población refugiada de Palestina. Un ejemplo es la historia de Razan al Najjar, voluntaria médica de 21 años y refugiada de Palestina que recibió un disparo israelí mientras atendía a un herido. “Al inicio de las protestas, Razan me pidió permiso para ir como voluntaria en lo que, ella creía, era su deber y su responsabilidad: ayudar a los heridos. Y yo lo acepté. Se pasaba allí turnos de 13 horas seguidas, sin importarle que hubiese quien criticase a las mujeres trabajando en terreno. Ella mostraba a todo el mundo su fortaleza y su determinación”, explica su madre. “Han matado a mi hija dos veces. Han matado sus sueños de ser médica y han acabado con su vida”.
Otras historias no menos dolorosas son las de los heridos cuyas vidas quedan marcadas para siempre y se exponen a un futuro todavía más desesperanzador al que tenían. Con solo 12 años, Bashar decidió unirse a unos amigos en una de las manifestaciones cerca de la frontera con Israel. Una bala explosiva israelí impacto contra su pierna izquierda y destrozó sus huesos. Por suerte, no tuvo que someterse a una amputación como Aala, de 21 años. Su sueño de convertirse en ciclista profesional se truncó tras despertarse en el hospital sin su pierna derecha. Lo último que recordaba era que había cogido su bicicleta para irse de la manifestación porque estaba aburrido. Los daños físicos pueden ser o no irreparables, pero lo más difícil de superar son los traumas psicológicos que la violencia deja en víctimas y familiares.
1,4 millones de los 2 millones de habitantes de Gaza son refugiados de la Palestina histórica que en 1948 formaron parte del éxodo masivo –la Nakba– , o son descendientes de estos. Para UNRWA, la Agencia de la ONU para refugiados y refugiadas de Palestina, la Gran Marcha del Retorno ha añadido presión sobre un sistema sanitario que ya estaba muy debilitado. El día a día en los 22 centros de salud de la Agencia en Gaza desde que comenzase su actividad ha sido lidiar con la escasez crónica de suministros y equipos médicos eléctricos; la continua crisis salarial que también afecta al personal médico; y las restricciones de acceso y movimiento que ponen en peligro la vida de los pacientes que requieren atención médica no disponible en Gaza. En el contexto de las protestas, UNRWA ha mantenido su apoyo y ayuda a aquellas personas que necesitan tratamientos a largo plazo para lesiones, rehabilitación con fisioterapia o apoyo psicosocial.
La falta de una respuesta política justa y definitiva ante la crítica situación de los refugiados y refugiadas de Palestina parece indicar que la Gran Marcha del Retorno continuará sin fecha de conclusión. Mientras esa respuesta no llega, las condiciones de vida en Gaza continúan empeorando y las consecuencias son fatídicas. Millones de sueños y esperanzas se van quedando por el camino.
Envío:RL

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