31 de marzo de 2019

ESPECIAL PALESTINA PARTE 2

Palestina: Imágenes de una de las tantas Marchas del Retorno
29 marzo 2019
  










Palestina: Este 30 de marzo se conmemora el ‘Día de la Tierra’
Resumen Latinoamericano / PalestinaLibre / 29 de marzo de 2019 – El Día de la Tierra (en árabe, يوم الأرض, Yom al-Ard), conmemorado el 30 de marzo, es el día en el que los palestinos conmemoran anualmente los acontecimientos que tuvieron lugar el 30 de marzo de 1976.
FOTO: Niña palestina con un cartel el Día de la Tierra (Bait Hanun, Franja de Gaza, 2009).
En respuesta al anuncio del gobierno israelí de un plan para expropiar gran cantidad de tierra de propiedad palestina para dedicarla a nuevos asentamientos judíos, se organizó una huelga general y numerosas manifestaciones en las ciudades de mayoría palestina desde la Cisjordania hasta el Néguev.​ En los consiguientes enfrentamientos entre manifestantes por un lado y por otro el ejército y policía israelíes, seis palestinos desarmados fueron asesinados, unos cien más resultaron heridos y varios cientos más fueron arrestados.
Los estudios sobre el conflicto palestino-israelí conceden al Día de la Tierra un papel central en la lucha por la tierra y en la relación de los ciudadanos palestinos con el propio Estado de Israel y sus políticos. Cabe destacar que fue la primera vez desde 1948 que los palestinos organizaban una respuesta a las políticas israelíes como un colectivo nacional palestino unido.[1]​ Desde entonces, el Día de la Tierra se ha convertido en un importante día de conmemoración anual en el calendario político palestino, conmemorado no solo por ciudadanos palestinos que  viven dentro de los territorios ocupados sino también por palestinos de todo el mundo.
Contexto
Campesinas palestinas (fellahat) de Battir, una aldea entre Jerusalén y Belén llevando sus productos al mercado (1910)
Los palestinos han sido un pueblo tradicionalmente agrario; el 75% de ellos vivía de la tierra antes del establecimiento del estado de Israel. Tras le expulsión o Nakba de unos dos tercios (más de 700.000 personas) de la población palestina de sus tierras como resultado de la expulsiarón por parte de las tropas sionistas en  1948, y tras la negativa de Israel a concederles el derecho al retorno, la tierra continuó jugando un papel clave en las vidas de los aproximadamente 156.000 palestinos que permanecieron dentro del naciente Estado de Israel, sirviendo como fuente de identidad comunal, de honor, y como un propósito claro a mantener.
El gobierno israelí adoptó en 1950 la Ley del Retorno para facilitar la inmigración judía a Israel y la absorción de los refugiados judíos provenientes tanto de la Europa posterior a la Segunda Guerra Mundialcomo de los estados árabes circundantes. La Ley de Propiedad Ausente, promulgada por Israel en marzo de 1950, transfirió los derechos de propiedad de aquellos palestinos declarados “ausentes”, expulsados durante la Nakba y a los que se les negaba la posibilidad de regresar, a un organismo gubernamental denominado Custodio de la Propiedad Ausente. También se utilizó para confiscar las tierras de los palestinos que, siendo ya ciudadanos israelíes, “están presentes dentro del estado, pero todavía están clasificados por la ley como ‘ausentes’. ” El número de los denominados “presentes ausentes” (palestinos que resultaron desplazados internos) se cifró todavía en 2001 en unos 200.000, en torno al 18% del total de 1.200.000 ciudadanos palestinos en dicho año.​ Salman Abu-Sitta calcula que, entre 1948 y 2003, más de 1.000 kilómetros cuadrados de tierras de propiedad privada palestina han sido expropiados por el Estado de Israel (de presentes-ausentes y otros tipos).​
Según Oren Yiftachel, las protestas públicas contra las prácticas y políticas del Estado de Israel entre los ciudadanos de origen palestino fueron escasas antes de mediados de los años setenta, principalmente como consecuencia de una combinación de factores que incluyen la ley marcial (todos los ciudadanos palestinos de Israel estuvieron regidos por una administración militar hasta 1966), la pobreza, el aislamiento, la fragmentación de las comunidades y su situación periférica en el nuevo estado israelí. Las protestas desarrolladas contra las expropiaciones de tierras y las restricciones a las que se veían sujetos los ciudadanos palestinos a causa de la ley marcial (entre 1948 y 1966) han sido descritas por Shany Payes como “esporádicas” y “limitadas”, debido a las restricciones en los derechos a la libertad de movimiento, de expresión y de reunión que caracterizaron aquel periodo.​ El movimiento político Al-Ard (“La Tierra”) se mantuvo activo durante una década pero fue declarado ilegal en 1964; aparte de dicho movimiento, las principales protestas contra el gobierno tuvieron lugar el Primero de Mayo y fueron organizadas por el Partido Comunista Israelí.[13]
Causas directas del Día de la Tierra
Vista de Arraba desde la carretera que lleva hasta su frontera norte.
En 1976, el gobierno de Israel declaró su intención de expropriar tierras en la Cisjordania para uso oficial, lo que afectaba a un total aproximado de 20.000 dunams (unos 20 kilómetros cuadrados) entre los pueblos de mayoría palestina de Sajnin y Arraba, de las cuales unos 6.300 dunams eran de propiedad privada palestina. El 11 de marzo de 1976, el gobierno publicó el plan de expropiación.
Yiftachel escribe que la confiscación de tierras y la expansión de los asentamientos judíos en el norte de la Cisjordania formaban parte de una estrategia gubernamental de Judaización de la  Cisjordania, que a su vez constituía una respuesta a y una causa de la resistencia palestina, y que culminaría en los acontecimientos conmemorados por el Día de la Tierra.[17]​ Según Nayef Hawatmeh, dirigente del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), los terrenos expropiados se usarían para construir “[…] ocho ciudades industriales judías, en cumplimiento del llamado Plan de Desarrollo de la Cisjordania de 1975. Alabando este plan, el Ministerio de Agricultura declaró abiertamente que su principal objetivo era alterar la naturaleza demográfica de la Galilea para crear una mayoría judía en la zona.” Orly Halpern, escribiendo para The Jerusalem Post, afirma que las tierras fueron confiscadas por el gobierno por motivos de seguridad, y que posteriormente se usaron para construir tanto un campo de entrenamiento militar como nuevos asentamientos judíos.
Yifat Holzman-Gazit ubica el anuncio de confiscaciones de 1976 en el marco de un plan más grande concebido en 1975. Unos 1.900 dunams de terrenos de propiedad privada palestina se expropiarían para expandir la ciudad judía de Carmiel. Además, el plan preveía el establecimiento entre 1977 y 1981 de 50 nuevos asentamientos judíos conocidos como mitzpim (singular: mitzpe) con unas 20 familias cada uno. El plan pretendía ubicar estos asentamientos entre poblaciones de mayoría palestina en la Galilea central, afectando a unos 20.000 dunams (unos 20 kilómetros cuadrados), un 30% de los cuales serían expropiados a árabes y un 15% a judíos, teniendo el resto consideración de tierra estatal.​ David McDowall identifica la reanudación de las confiscaciones de tierra y la aceleración de las expropiaciones de tierra en Cisjordania a mediados de los años setenta como el catalizador inmediato tanto de las manifestaciones del Día de la Tierra como de manifestaciones similares que tuvieron lugar durante esa misma época en la Cisjordania ocupada. McDowall escribe: “Nada sirvió para unir políticamente más a las dos comunidades palestinas que la cuestión de la tierra”.
Protestas de 1976
Tawfiq Ziad hablando ante una multitud.
La decisión del gobierno de confiscar las tierras de las dos ciudades árabe-israelíes vino acompañada de la declaración de un toque de queda en las localidades de Sajnin, Arraba, Deir Hanna, Tur’an, Tamra, y Kabul, efectivo desde las 17:00 el 29 de marzo de 1976. Dirigentes palestinos locales del Rakah (el Partido Comunista de Israel) como Tawfiq Ziyad, que también era alcalde de Nazaret, respondieron al anuncio convocando un día de protestas y huelga general para el 30 de marzo. El 18 de marzo, los líderes de los consejos palestinos locales y miembros del Partido Laborista Israelí se encontraron en Shefa-‘Amr y decidieron no apoyar el día de protestas. Cuando las noticias de esta decisión se hicieron públicas, se originó rápidamente una manifestación a las puertas de los edificios municipales que tuvo que ser dispersada con gases lacrimógenos. El gobierno declaró ilegales todas las manifestaciones y amenazó con despedir de sus trabajos a los ‘agitadores’, como por ejemplo a los profesores que animaran a su alumnado a participar. Sin embargo, las amenazas no sirvieron de mucho, y multitud de profesores sacaron a su alumnado de las aulas para unirse a la huelga general y a las manifestaciones que tuvieron lugar por las ciudades de mayoría palestina de Israel, desde la Galilea en el norte hasta el Néguev en el sur. También tuvieron lugar huelgas solidarias casi simultáneamente en Cisjordania, en la Franja de Gaza y en la mayoría de los campamentos de refugiados palestinos del Líbano.
Ese día tuvieron lugar actos sin precedentes en la historia de Israel.​ Según la International Jewish Peach Union, “para prevenir incidentes dentro de Israel por motivo del Día de la Tierra, se desplegaron aproximadamente 4.000 policías, incluida una unidad táctica aerotransportada por helicóptero y unidades del ejército”. Durante las protestas, cuatro manifestantes desarmados fueron asesinados por el ejército israelí y dos más por la policía.​ Nahla Abdo y Ronit Lentin comentan que tres de los muertos fueron mujeres y que “se permitió que el ejército condujese tanques y vehículos blindados por carreteras sin asfaltar de varios pueblos”. Unos 100 ciudadanos palestinos resultaron heridos y cientos más fueron arrestados.
Impacto
Jóvenes palestinos bailando una danza tradicional (dabka) en la Franja de Gaza el Día de la Tierra de 2009.
Durante los acontecimientos del Día de la Tierra de 1976 surgió un nuevo sentimiento entre la comunidad palestina de orgullo nacional, así como una sensación de ira contra el Estado y la policía y de pena por los manifestantes muertos. Se produjo una ruptura entre los partidos políticos árabes Rakah y Abnaa al-Balad. Comprometido con una solución de dos estados al conflicto palestino-israelí, Rakah veía con importantes reservas la implicación de los palestinos de Cisjordania. En cambio, Abnaa al-Balad, que defiende el establecimiento un solo y democrático Estado de Palestina para judíos, musulmanes y cristianos (la conocida como solución de un estado), consideraba los asuntos de la tierra, la igualdad, los refugiados y la ocupación como “un todo completo, integral e indivisible”. Rakah siguió comprometido con la solución de dos estados, pero se vio abocado a mantener un delicado equilibrio, expresando más claramente su identidad palestina para entonar mejor con el nuevo sentimiento comunitario. Por ejemplo, poco después del Día de la Tierra, Tawfiq Ziyad declaró que, “de ahora en adelante no habrá comunidades ni grupos religiosos sino una sola minoría árabe, parte de la nación palestina.”
El Día de la Tierra también resultó en una mayor presencia de los ciudadanos palestinos de Israel en la política israelí, a partir de la cual ya no podrían ser ignorados. La sociedad civil palestina en Israel empezó a coordinarse más entre sí y las protestas contra las políticas del gobierno se hicieron más frecuentes, centrándose en tres asuntos principales: la tierra y las políticas de planeamiento urbano, las condiciones socioeconómicas de la comunidad y los derechos nacionales de los palestinos.
La protesta no pudo detener los planes de expropiación de tierras de 1975. El número de mitzpimcreados llegó a 26 en 1981 y a 52 en 1988. Estos mitzpim, junto con las “ciudades de desarrollo” de Nazaret Superior,Ma’alot-Tarshiha, Migdal HaEmek y Carmiel, alteraron significativamente la composición demográfica de la Palestina histórica. Mientras que los palestinos habían supuesto el 92% de la población en los años que siguieron al establecimiento de Israel, dicho porcentaje se había reducido hasta un 72% en 1994, con los judíos aumentando su presencia hasta el restante 28%.
Cobertura de los medios de comunicación israelíes
Numerosos académicos israelíes han analizado y criticado el sesgo mediático de la cobertura que dieron los diversos medios de comunicación israelíes al Día de la Tierra. Un estudio de 1994 de Alina Koren analizó siete importantes diarios israelíes y descubrió que la cobertura tanto de los preparativos y como del resultado del Día de la Tierra fueron extensos entre marzo y abril de 1976, y que los reportajes se basaron casi por completo en las declaraciones realizadas por fuentes de información oficiales como ministros, asesores o “expertos en árabes”. Apenas se dedicó espacio alguno a las voces de los participantes y organizadores palestinos. Todos los diarios examinados, con independencia de su diferencias ideológicas, minimizaron las causas de las protestas y enfatizaron en cambio dos temas principales: retrataron las manifestaciones como el producto de una minoría insignificante y no representativa de la comunidad palestina, y las describieron como una amenaza potencial al orden público y a la seguridad del Estado. Daniel Bar-Tal y Yona Teichman escriben que “resulta de especial importancia el descubrimiento de que todos los diarios deslegitimaron a los participantes como comunistas, nacionalistas, extremistas, agitadores, incitadores a la violencia, enemigos o personas violentas”.
Bar-Tal y Teichman también citan un estudio del año 2000 de los profesores Gadi Wolfsfeld, Eli Avraham y Issam Aburaiya que analizó la cobertura de Haaretz y Yedioth Ahronoth de las conmemoraciones anuales entre 1977 y 1997, y que descubrió que los reportajes previos a cada Día de la Tierra también se basaban en gran medida en declaraciones de la policía y en fuentes militares. El foco se ponía en los preparativos de seguridad, mientras que los reportajes sobre los palestinos se limitaban a la agitación e incitación a la violencia realizadas por su liderazgo. La información sobre los motivos de la protesta aparecía en tan solo un 6% o un 7% de las noticias publicadas. Casi todos los periodistas eran judíos, y solo Haaretz tenía un reportero especial asignado a la población palestina de Israel. El acontecimiento se enmarcó en el contexto del conflicto árabe-israelí y a los manifestantes palestinos se les definió como enemigos en lugar de como ciudadanos que realizaban sus legítimas demandas a su gobierno. Por ejemplo, un editorial del 22 de marzo de 1997 en Yedioth Ahronoth decía: “El derecho de protesta no incluye el derecho a generar disturbios, a cerrar carreteras, a tirar piedras a los vehículos. (…) Una vez más, hay que dejar claro a los árabe-israelíes que la mayor parte de su condición de israelíes está basada en la lealtad que deben a su país y a sus leyes. Si no quieren estas leyes, nadie les está impidiendo irse”.
Legado
Para los palestinos, el Día de la Tierra se ha convertido en un día de conmemoración y tributo a aquellos que han caído en la lucha por mantener sus tierras y su identidad cultural. A menudo, los ciudadanos palestinos utilizan el Día de la Tierra para manifestar su descontento con las políticas del Estado, y en especial por temas como la igualdad de derechos en torno a la propiedad de las tierras y a la ciudadanía. En 1988, los líderes palestinos en Israel declararon que el Día de la Tierra funcionaría como “un día nacional de conmemoración de la comunidad palestina de Israel, así como un día de identificación con los palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, que será conmemorado con manifestaciones y huelgas generales anuales”.
El Día de la Tierra ha servido no solo para forjar una especie de solidaridad política entre los ciudadanos palestinos, sino también “para cementar la aceptación de los “palestinos de 1948″ en el mundo palestino y en el corazón de la principal doctrina del nacionalismo palestino”. El día se conmemora cada año en Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén Este y en los campos de refugiados de Siria, Líbano y Jordania, así como entre los miembros de la diáspora palestina de todo el mundo. En 2007, el centro de prensa de la Autoridad Nacional Palestina describió este día como “…un día memorable en la historia de la lucha del pueblo palestino, ya que los palestinos abrazan las tierras de sus ancestros, su identidad y su existencia en este día en particular”. Sin embargo, algunos comentaristas han observado últimamente que la población palestina de Israel se muestra menos entusiasta con las protestas, incluso pese a los esfuerzos de los organizadores para publicitar el evento. Hay quien ve en ello una creciente reconciliación en los niveles más básicos.
Conmemoraciones y protestas anuales
Un informe judicial israelí documenta que la huelga general y las manifestaciones llevadas a cabo en  durante la conmemoración anual del Día de la Tierra del año 2000 procedieron por lo general de manera pacífica, con la excepción de las protestas en Sajnin. Allí, cientos de jóvenes se congregaron y se dirigieron a una base militar israelí adyacente al pueblo. Levantaron las vallas y penetraron en la base ondeando banderas palestinas en su interior. Los líderes palestinos que se encontraban en Sajnin para realizar discursos ante la multitud intentaron detenerlos, pero fueron recibidos con hostilidad. La policía de fronteras israelí llegó a la base para reforzar el número de efectivos en esta, a lo que la multitud reaccionó arrojándoles piedras. La policía respondió con balas de goma y gases lacrimógenos, que forzaron a los manifestantes a retroceder hasta la carretera principal, donde continuaron los enfrentamientos. Una anciana de 72 años natural de Sajnin murió como consecuencia de la inhalación de gases.
Día de la Tierra en Sajnin (2010).
En 2001, una serie de circunstancias hicieron que el Día de la Tierra se tornase especialmente violento. La Segunda Intifada había dado comienzo unos meses antes, ese año se conmemoraba el 25º aniversario del primer Día de la Tierra, y la fecha de conmemoración cayó en viernes, día en el que, además, había sido convocado un “día de la ira”.​ Decenas de miles de manifestantes palestinos, junto con otros de origen judío, se manifestaron pacíficamente en el interior de Israel portando banderas palestinas. Sin embargo, durante las manifestaciones en Cisjordania, cuatro palestinos murieron y otros 36 resultaron heridos en Nablus cuando el ejército israelí empleó fuego real contra los manifestantes que les arrojaban piedras. En Ramala, unos 2.000 manifestantes quemaron imágenes de Ariel Sharon y ondearon banderas palestinas, a lo que los soldados israelíes respondieron una vez más con fuego real, dejando un palestino muerto y 11 más heridos.Una hora después, militantes palestinos se unieron a los enfrentamientos y fueron recibidos con fuego de ametralladora de los tanques israelíes. También hubo manifestaciones en la Franja de Gaza y en el campamento de refugiados palestinos de Ain al-Hilweh, en el Líbano.
Un año después, en el Día de la Tierra de 2002, los ciudadanos palestinos que vivien en Israel expresaron su solidaridad con sus hermanos palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, criticando el “cerco israelí del cuartel general del líder palestino Yasir Arafat”. El Día de la Tierra de 2005 se dedicó a la lucha de las aldeas no reconocidas del Néguev, donde los organizadores afirman que unos 80.000 ciudadanos árabes viven sin acceso a los servicios mínimos y unos 30.000 hogares han recibido avisos de demolición. Las manifestaciones de 2008 incluyeron una marcha en Jaffa en la que unos 1.000 palestinos aprovecharon el Día de la Tierra para llamar la atención sobre las continuas confiscaciones de tierras en la ciudad, donde muchos de sus habitantes de origen palestino se quejan de que están siendo desahuciados para alojar a judíos del extranjero en su lugar.
Los llamamientos a acciones de resistencia no violenta para protestar contra las confiscaciones de tierras son frecuentes en el Día de la Tierra. Por ejemplo, el Centro de Recursos BADIL para los Residentes Palestinos y los Derechos de los Refugiados hizo pública una nota de prensa con motivo del Día de la Tierra de 2006 en el que apoyaba una campaña de “Boicot, Desinversiones y Sanciones contra Israel” y pedían el fin de la “discriminación racial, la ocupación y la colonización”. Durante las conmemoraciones del Día de la Tierra de 2009, un grupo de unas 50 mujeres palestinas se reunieron en torno a la Puerta de Damasco de la Ciudad Vieja de Jerusalén cantando canciones nacionalistas palestinas de Marcel Khleifi y repartiendo pósteres y camisetas que llamaban a un boicot de productos israelíes.
Día de la Tierra en Buenos Aires (2017).
También en 2009, miles de ciudadanos palestinos de Israel, algunos de ellos portando banderas palestinas, se manifestaron entre las ciudades de Arraba y Sajnin portando una pancarta que decía: “Estamos todos unidos contra el fascismo y el racismo israelí”. El parlamentario de origen palestino Talab el-Sana exigió al gobierno que “detenga los planes racistas de judaización de Cisjordania y el Néguev y adopte políticas de desarrollo para todos los residentes de esas zonas”. Ynetnews informó de que se habían planeado protestas palestinas en todo el mundo, incluido en los Estados Unidos, Canadá, Alemania, Finlandia, Francia y Bélgica, y de que el Foro Social Mundial anunció el lanzamiento de una campaña para pedir a todos sus afiliados que repudiasen a Israel. El Día de la Tierra también se conmemoró en los campamentos de Sabra y Chatila con una exhibición de arte y un concierto, así como en el propio Estado de Palestina, donde manifestantes palestinos se concentraron cerca del Muro de Apartheid israelí a la altura de los pueblos de Ni’ilin y Jayyous.
En previsión de las protestas del Día de la Tierra de 2012, Israel selló toda Cisjordania para los palestinos, si bien las restricciones de movimiento no se aplicaron a los colonos judíos allí presentes. Hubo protestas en la Franja de Gaza y en Cisjordania, donde el ejército israelí mató a un palestino e hirió a otros 37. En el control militar de Kalandia, un grupo de jóvenes palestinos se enfrentó con soldados israelíes, los primeros arrojando piedras y los segundos balas de plomo recubiertas de goma y granadas de aturdimiento; los enfrentamientos concluyeron con 39 palestinos heridos. En Jordania, unas 15.000 personas realizaron una sentada pacífica en solidaridad con el pueblo palestino. También hubo manifestaciones cerca del castillo de Beaufort, en Líbano.
Durante las protestas del Día de la Tierra de 2018, 17 palestinos murieron por disparos de francotiradores israelíes en la Franja de Gaza, y otros 1.400 resultaron heridos de diversa consideración, 800 de ellos por disparos (al menos 20 quedaron en estado crítico). Cinco de los fallecidos participaban en una marcha pacífica hacia la valla fronteriza en favor del derecho de retorno de los refugiados palestinos, que después se conoció como la “Gran Marcha del Retorno”. Una semana después, en una manifestación derivada de esta primera, otros 9 palestinos murieron por disparos de francotiradores israelíes; uno de ellos, Yaser Murtaja, era un periodista identificado como tal por un chaleco con la palabra “Prensa”.
Fuente: Con información de  Wikimedia Commons

Un año de marchas en Gaza ha dejado atrás un reguero de mutilados y heridos / AI: Las heridas de civiles de Gaza subrayan la necesidad urgente de un embargo de armas a Israel / USD 2 millones en daños por ataques aéreos de Israel a Gaza
Resumen Latinoamericano / Agencias / 29 de marzo de 2019 –

Un año de marchas en Gaza ha dejado atrás un reguero de mutilados y heridos

Un año de marchas de protesta en Gaza ha dejado atrás un reguero de mutilados y heridos de bala: más de 6.500 según la OMS. 124 de ellos, la mayoría varones jóvenes, han sufrido amputaciones. Una lista que engrosará en breve Musa Mahmud Abu Ataye, adolescente de 17 años que no se arrepiente de nada.
FOTO: Paramédicos palestinos asisten a una herida durante un enfrentamiento con el Ejército israelí en Gaza. AFP / MOHAMMED ABED
“No, no estoy enfadado”, narra a Efe mientras levanta el edredón que le tapa y descubre sus piernas, cada una vendada a una altura diferente sobre las heridas que ha dejado en su piel “una bala explosiva” disparada por los soldados israelíes apostados en la valla de separación.
La izquierda ha perdido el riego sanguíneo y será amputada pronto.
El pasado 15 de febrero, Musa acudió a las protestas junto a su amigo Mohamed Abu Gabel, de 18 años, como hacían de manera habitual. Asegura que solo se acercó “dos o tres pasos” hacia la valla, a la que Israel no permite aproximarse, y defiende que era un manifestante “pacífico, desarmado”.
El Ejército acusa al movimiento islamista Hamás de utilizar las protestas para dañar la valla de división y penetrar en su territorio para atentar contra la población civil, por lo que utiliza todos los medios necesarios para evitar que la población se acerque a la verja.
Cada viernes, esta tensión ha derivado en el lanzamiento de piedras, neumáticos ardiendo, cócteles molotov e incluso explosivos por parte de grupos de manifestantes palestinos, que son repelidos y dispersados por los soldados al otro lado con material antidisturbios y fuego real.
Además, los palestinos iniciaron un nuevo método de agresión, lanzando cometas o globos con material incendiario al otro lado de la frontera, que ocasionaron cientos de fuegos.
“Solo quiero estar bien, poder seguir con mi vida y encontrar un trabajo”, pide Musa que, a causa de sus heridas, la invalidez y las visitas semanales al hospital ha abandonado los estudios.
Ahora pasa el día frente al televisor, justo ante su cama, en el salón de una familia de siete personas del barrio de Sheij ed Duan, a medio camino entre un vecindario y un campo de refugiados con viviendas de hormigón visto construidas desordenadamente, optimizando un espacio cada vez más reducido.
Un lugar sucio y feo, en el que la alegría la ponen los pocos árboles y flores que se abren camino entre el mortero en esta tierra agradecida y la risa de los incontables niños que juegan en sus calles.
Una de las sonrisas que se ven, un tanto burlona, es la de Mohamed, el chico que fue herido junto a Musa.
“Estaba allí para reclamar nuestros derechos, como que abran las fronteras y levanten el bloqueo israelí. Queremos derechos sencillos, no es tan difícil”, solicita, una consigna que repiten ellos y sus familias, sus padres, sus madres, que en estos casos y en los de muchos otros les alentaban a acudir a las manifestaciones a pesar del riesgo a pagar un alto precio.
Otros, como Odai, que también vive en el barrio, acudieron la primera vez y no volvieron, disuadido por la peligrosidad, y algunos como Tareq, otro gazatí recién licenciado, rechazan participar y opinan que, un año después y perdido el tirón inicial, los que acuden a las marchas son solo los simpatizantes de Hamás.
Mientras Mohamed juega con el móvil tras subir con destreza con las muletas las tres plantas desde el patio al piso, su tía, Isrin, se dice “madre, hermana” de “mártires”, como consideran los palestinos a los muertos en el conflicto con Israel: luchadores por la causa palestina contra la potencia ocupante.
“En todas las casas, en cada familia palestina” hay mártires, alega Isrin, con los ojos encendidos de rabia y pena. Cree que un factor de la asistencia masiva a las marchas fue también que aquí “no hay mucho más que hacer, a dónde más ir”, en un enclave donde el paro juvenil supera el 72%, según datos oficiales de Gaza, bajo un férreo bloqueo desde 2007.
Mohamed no piensa en el futuro. Se siente uno más entre los muchos jóvenes que masivamente acuden a las protestas cada viernes a veces en autobuses financiados por Hamás, al que algunos culpan de haber monopolizado una movilización que surgió como popular, fruto del esfuerzo de casi treinta facciones palestinas.
“Tenemos derecho a volver a nuestras tierras ocupadas. Cada hogar está afectado por la ocupación israelí”, insiste en la penumbra, que no puede disiparse porque la electricidad escasea en el barrio, como en el resto de la Franja, donde hay ocho horas de suministro eléctrico por cada veinticuatro sin él.
Este sábado, que se espera una concentración multitudinaria para conmemorar el año de movilizaciones, Mohamed asegura que irá de nuevo junto a la verja, y espera que Musa, cojeando, le acompañe.
Serán unos de los tantos que marchen y lo harán convencidos de que, pese a todo, algún día sus protestas “lograrán sus objetivos”.
Ver: Once palestinos heridos durante protestas contra Israel en Gaza
Fuente: María Sevillano, Agencia EFE

AI: Un año después de las protestas, las devastadoras heridas de civiles de Gaza subrayan la necesidad urgente de un embargo de armas a Israel

Amnistía Internacional pide a Israel que no recurra al uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones del sábado 30 de marzo de 2019
Un año después de que comenzaran las protestas de la Gran Marcha del Retorno en Gaza, miles de civiles siguen sufriendo las devastadoras consecuencias de las despiadadas tácticas israelíes sin que se hayan rendido cuentas. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional hoy. Al menos 195 personas palestinas murieron, entre ellas 41 niños y niñas, y 28.939 resultaron heridas por las fuerzas israelíes en el contexto de las protestas celebradas entre el 30 de marzo de 2018 y el 22 de marzo de 2019, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Amnistía Internacional pide a Israel que no recurra al uso excesivo de la fuerza durante las manifestaciones del sábado 30 de marzo de 2019, que conmemorarán el aniversario de las protestas en las que se pidió a Israel que levantara su bloqueo ilegal de Gaza y permitiera a las personas refugiadas palestinas regresar a la tierra de la que fueron desplazadas hace más de 70 años.
“La escalofriante magnitud y la terrible naturaleza de las debilitantes heridas infligidas por las fuerzas israelíes a manifestantes de Palestina en Gaza el año pasado sugieren que Israel siguió una estrategia deliberada de mutilar a civiles”. Saleh Higazi, director adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África
Para final de 2018, más de 6.000 personas palestinas en Gaza habían resultado heridas por munición real en lugares donde se celebraban protestas, y al menos 122 —entre ellas 21 niños y niñas— habían sufrido amputación de miembros a consecuencia de sus heridas, según un informe publicado en marzo por la comisión de investigación de la ONU, establecida para examinar los abusos cometidos en el contexto de las protestas.
“La escalofriante magnitud y la terrible naturaleza de las debilitantes heridas infligidas por las fuerzas israelíes a manifestantes de Palestina en Gaza el año pasado sugieren que Israel siguió una estrategia deliberada de mutilar a civiles”, ha declarado Saleh Higazi, director adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“Muchas de las personas que recibieron disparos de las fuerzas israelíes sufren heridas que les han cambiado la vida y que les dejarán profundas cicatrices físicas y psicológicas durante años. Estas devastadoras heridas, y los constantes disparos contra manifestantes, subrayan la necesidad urgente de imponer un embargo de armas a Israel.”
El informe de la comisión de investigación reflejó las conclusiones de la propia Amnistía Internacional de que muchos homicidios de personas palestinas cometidos por las fuerzas israelíes durante las protestas violaban el derecho internacional humanitario. El informe “encontraba motivos razonables para creer que las fuerzas de seguridad israelíes habían matado y mutilado a manifestantes palestinos que no constituían una amenaza inminente de muerte o lesión grave para otras personas cuando recibieron el disparo”; entre las víctimas había niños y niñas, personal de urgencias médicas, periodistas y personas con discapacidad.
El informe destacaba que el 80% de las 6.106 heridas causadas por munición real se encontraban en los miembros inferiores, y que había más personas que habían perdido miembros a causa de las heridas sufridas durante las protestas de la Gran Marcha del Retorno que durante todo el conflicto entre Israel y Gaza de 2014. Según dijeron a Amnistía Internacional médicos de Gaza, muchas de las lesiones graves que habían presenciado eran típicas de las heridas de guerra.
Según expertos militares y patólogos forenses que examinaron fotografías de heridas obtenidas por Amnistía Internacional, muchas de las heridas observadas por el personal médico en Gaza coincidían con las causadas por armas militares de alta velocidad, como los rifles Tavor de fabricación israelí y los rifles de francotirador Remington M24, de fabricación estadounidense, que disparaban munición de caza de 7,62 mm, que se expande y se propaga en el interior del cuerpo.
“No podría estar más clara la necesidad urgente de que los gobiernos de todo el mundo, incluidos Estados Unidos y los Estados de la UE, impongan un embargo total de armas a Israel”. Saleh Higazi, director adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“La política de las fuerzas israelíes de emplear fuerza letal durante las protestas, utilizando armas diseñadas para causar el máximo daño contra manifestantes, personal médico y periodistas que no constituían una amenaza inminente para la vida, es sencillamente criminal”, ha declarado Saleh Higazi.
“Una y otra vez, las autoridades israelíes han dado muestras de un cruel desprecio por la vida de las personas en Gaza. No podría estar más clara la necesidad urgente de que los gobiernos de todo el mundo, incluidos Estados Unidos y los Estados de la UE, impongan un embargo total de armas a Israel. Los Estados tienen el deber de respetar los Convenios de Ginebra suspendiendo las transferencias de armas que puedan contribuir a las violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por Israel.”
Estados Unidos es el principal suministrador de armas a Israel, y se ha comprometido a proporcionar al país ayuda militar por valor de 38.000 millones de dólares durante los próximos 10 años. Otros países —entre ellos Estados miembros de la UE como Francia, Alemania, Italia y Reino Unido– han concedido también licencias para grandes cantidades de material militar destinado a Israel. A pesar del espantoso historial del uso que Israel hace de las armas militares de manera que viola el derecho internacional, en 2017 los Estados miembros de la UE autorizaron 746 licencias para productos militares por valor de 758 millones de euros. Sólo se denegaron dos licencias y, de ellas, sólo una se rechazó por preocupaciones relativas al respeto de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
Amnistía Internacional pide asimismo que se implementen las recomendaciones contenidas en el informe de la comisión de investigación. En especial, el gobierno israelí debe “levantar con efecto inmediato el bloqueo de Gaza” e investigar de forma imparcial “todos los homicidios y heridas relacionados con las protestas, de acuerdo con las normas internacionales, para determinar si se han cometido crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad, con vistas a hacer rendir cuentas a quienes se considere que son responsables”. Por su parte, la ONU debe recopilar información sobre presuntos autores de crímenes de derecho internacional y pasársela a “mecanismos de justicia nacionales e internacionales, incluida la Corte Penal Internacional”.
Ver: Amnistía pide embargo de armas a Israel en primer año de Marcha del Retorno de Gaza
Fuente: Amnistía Internacional

USD 2 millones en daños por ataques aéreos de Israel a Gaza

El secretario del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda de Palestina, Naji Sarhan, anunció este jueves que el coste total de los daños ocasionados por los últimos ataques aéreos de Israel a la Franja de Gaza ascendía a USD dos millones.
Durante una rueda de prensa convocada en la sede del Ministerio de Información, en la ciudad de Gaza, Sarhan dijo que los últimos ataques habían causado la destrucción total de 30 viviendas por el valor de USD 1,5 millones y daños parciales a aproximadamente 500 viviendas por el valor de USD 500 mil.
Sarhan aseguró que Israel hizo uso de fuerza excesiva utilizando munición pesada, la cual provocó daños materiales considerables en las cercanías de los lugares atacados.
Según Sarhan, los ataques también provocaron el desalojo forzoso de centenares de palestinos.
El secretario recordó que en noviembre de 2018, durante los ataques, 77 viviendas resultaron destruidas por completo y otras 1.170 parcialmente, elevándose el coste de los daños materiales a USD 5 millones.
Sarhan indicó que se necesitan USD 140 millones para volver a reconstruir la Franja de Gaza tras las anteriores guerras y ataques continuos sufridos.
Fuente: News-front.info/ (blog)

La ONU certifica que Israel disparó intencionadamente a niños y personas con discapacidad en Gaza

Naciones Unidas ha certificado que, nuevamente, el Ejército de Israel pudo haber cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad al disparar fuego real contra niños y personas con discapacidad desarmadas
El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha publicado un informe en el que se certifica que el Ejército israelí pudo haber cometido crímenes de lesa humanidad durante los disturbios de Gaza del año pasado al disparar fuego real contra niños y personas con discapacidad desarmadas. Hay que recordar que fueron asesinados 183 palestinos y más de 20.000 heridos. Entre las víctimas había 35 menores.
En el documento se han encontrado evidencias de que los militares israelíes cometieron graves violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, evidencias que justifican una investigación penal que debería iniciar el propio Estado de Israel.
Según el informe, se realizaron disparos intencionados contra los niños y las personas con discapacidad, además de a los periodistas que cubrían las manifestaciones de la Marcha del Retorno y que portaban sus chalecos de Prensa.
Esta investigación de la ONU se realizó en base a una resolución del Consejo de Derechos Humanos e incluye abundante material como fotografías, vídeos que muestran ataques de drones.
Entre los hallazgos más significativos se encuentra el hecho de que cuatro soldados israelíes fueron heridos y dos muertos mientras que en lado palestino fueron 183 muertos y más de 20.000 heridos.
Por otro lado, el informe pide arrestos «a las personas que presuntamente cometieron u ordenaron cometer esos crímenes» y que se inicien los procesos penales correspondientes. Ante la pasibilidad de la comunidad internacional en todo lo referente a Israel, el documento solicita que se inicien investigaciones por parte de los Estados.
Hay que recordar que, por ejemplo, aviones militares no tripulados israelíes lanzaron bombas incendiarias contra las carpas instaladas a lo largo de la frontera oriental de Gaza. Del mismo modo, se asesinaron a médicos y enfermeras mientras atendían a los heridos, tal y como ocurrió con los disparos que recibió Raza al-Najjar, de 21 años, mientras atendía a los heridos de los disparos de los francotiradores israelíes.
Fuente: José Antonio Gómez, Diario16 – España

Legislador estadounidense desencadena indignación al tuitear ‘Palestina no existe’

Un legislador pro israelí de Nueva York ha provocado indignación al twittear que “Palestina no existe”, generando críticas contra el racismo y la islamofobia.
El concejal de Brooklyn Kalman Yeger (L) y la congresista Ilhan Omar
Un legislador pro israelí de Nueva York ha provocado indignación al twittear que “Palestina no existe”, generando críticas contra el racismo y la islamofobia.
Los incendiarios comentarios han sido fuertemente atacados en twitter y las acusaciones de “hipocresía islamofóbica” se han dirigido a los funcionarios estadounidenses, que no han denunciado los comentarios de la misma manera en que denunciaron al representante demócrata Ilhan Omar.
El concejal de Brooklyn Kalman Yeger tuiteó: “Palestina no existe. Aquí, lo digo de nuevo. Además, la congresista Omar es una antisemita. Eso también lo dijo”.
El comentario de Yeger tuvo un acalorado intercambio a través de twitter con un escritor del blog Bklyner. El autor del blog,  Zainab Iqbal, criticó al legislador pro-israelí por haber llamado antisemita a la congresista Omar, y señaló: “El miembro del consejo de Brooklyn llama a Ilhan Omar antisemita. Este es el mismo miembro del consejo que ha dicho repetidamente que Palestina no existe y se refiere a ellos como “llamados palestinos”.
Yeger replicó repitiendo el tropo racista: “Palestina no existe”. Esta observación, junto con la idea de que “no existe tal cosa como un pueblo palestino”, es parte de la narrativa racista que se ha utilizado para negar a 11 millones de palestinos su derecho a la autodeterminación.
Prominentes activistas también se involucraron en la conversación. El periodista Shaun King respondió al tweet de Yeger diciendo: “Wow. Este es un tweet real de un concejal de la ciudad de Nueva York”.
“Es vergonzoso, irresponsable y peligroso que un miembro del consejo de la Ciudad de Nueva York se involucre en una intolerancia y un borrado flagrantes”, indicó Linda Sarsour, una organizadora de la comunidad palestino-estadounidense de Brooklyn al Brooklyn Eagle.
Un indignado palestino pidió la renuncia de Yeger: “Soy palestino. Yo existo y mi comunidad también. Yeger necesita ser removido del Comité de Inmigración del Consejo de la Ciudad de Nueva York y pedir disculpas públicamente a los neoyorquinos palestinos”.
Esta no es la primera vez que Yeger ha hecho tales comentarios. En marzo de 2018, según un artículo de Iqbal, Yeger comentó que “no existe tal cosa como Palestina”, y tiene un historial de twitter con Palestina entre comillas.
El acalorado intercambio de twitter también provocó críticas contra el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quien aparece en la foto abrazando a Yeger en un evento el mes pasado, mientras que el furor sobre Ilhan Omer estaba en su apogeo. La señal en el podio decía: “No hay lugar para el odio”.
El alcalde de New York comentó en twitter: “Una solución de dos estados es la mejor esperanza para la paz. Desafío a cualquiera que piense que el Estado de Israel no debería existir. Pero lo mismo vale para cualquiera que niegue un hogar a los palestinos”.
En respuesta, Sarsour describió el comentario del alcalde como “la declaración más débil que podría llegar a encontrar”. Señaló que el alcalde fue más contundente en su denuncia de los controversiales tweets de Ilhan Omar, quien dio a entender que el apoyo de Estados Unidos a Israel se basaba en el dinero.
Otro usuario enojado de Twitter señaló: “El racismo contra los palestinos está completamente normalizado, es aceptable y no tiene consecuencias. “El más extraño, virulento, alucinante sh * t es simplemente frío para demasiados miembros de la clase política de los Estados Unidos”.
Fuente Original: US lawmaker triggers outrage by tweeting ‘Palestine does not exist’
Fuente: Middle East Monitor / Traducción: Palestinalibre.org
Copyleft: Toda reproducción de este artículo debe contar con el enlace al original y a la traducción de Palestinalibre.org

Soldados israelíes hieren a varios palestinos en las protestas en la Franja de Gaza

Diez palestinos resultaron heridos por disparos de los soldados israelíes a lo largo de la frontera de la Franja de Gaza en una nueva jornada de protestas contra el bloqueo israelí.
Uno de los heridos fue alcanzado por un disparo en el abdomen y se encuentra en estado grave.
Ocho de los heridos protestaban al este de la ciudad de Yabaliya, mientras que otros dos protestaban al este de la ciudad de Gaza; uno de ellos era un paramédico que fue alcanzado por una granada de gas en el pie derecho mientras atendía a otro palestino.
Al este de la ciudad de Gaza los soldados dispararon una granada de gas que impactó directamente en una ambulancia del ministerio de Sanidad de la Franja causando daños materiales.
Las protestas que desde hace un año tienen lugar cada viernes a lo largo de la frontera, denominadas Gran Marcha del Retorno, fueron desconvocadas previamente por responsables de Hamás.
Sin embargo, decenas de palestinos acudieron a distintos puntos de la frontera para protestar un viernes más.
La dirección de Hamás y otras fuerzas palestinas han convocado una gran marcha para mañana, día 30, exactamente un año después de la primera protesta.
Israel ha desplegado grandes contingentes de tropas cerca de la frontera, advirtiendo que obrará con dureza si los manifestantes de mañana se acercan a la verja.
Fuente: Sputnik – Mundo
Envío:RL

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