En 2015 fue declarado como uno de los “Sitios de Memoria”, lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención o donde ocurrieron hechos emblemáticos del terrorismo de Estado de la última dictadura. Un especialista recorrió lo que queda de la cárcel para intentar preservar ese sector. POR SHIRLEY HERREROS
MARZO 4, 2019
La última vez que Raúl Radonich estuvo en la U9 fue cuando tenía 21 años, en 1977. Lo detuvieron ilegalmente y lo depositaron en el Pabellón 10, donde el aparato de la dictadura mantuvo a los presos políticos “a disposición del Poder Ejecutivo Nacional”.
De allí los sacaban -de noche- para llevarlos a la tortura en “La Escuelita”, de donde llegaban heridos y con el alma rota, bajo la convicción de que la próxima vez verían la muerte.
En otros casos, los sacaban de allí para someterlos a interrogatorios a los golpes, atados a una silla en una oficina y con los ojos tapados.
El jueves 27 de febrero Radonich y David Lugones fueron convocados por la fiscalía para acompañar una inspección ocular organizada por el juez federal Gustavo Villanueva.
“No había entrado nunca”, dijo Radonich. Esta vez llegó por voluntad propia, recorrió el sector de buzones y describió que “agrandaron las celdas; no tenían ventanas”.
Según explicó Villanueva, el sector fue clausurado durante la gestión del ex juez federal Guillermo Labate, se agrandaron esas celdas -que son de aislamiento- y se les agregó una ventana de barrotes, para que la luz solar del pasillo se pudiera colar hacia el interior, un espacio de no más de dos metros por cuatro.
“La cámara ya determinó lo que hay que hacer. Lo nuestro es circunscribir qué es necesario mantener de todo el predio”.Gustavo Villanueva es el titular del juzgado federal de Neuquén.
“Acá había una puerta de madera como blindada, con una ventanita que abría el celador para vernos hacia adentro. Cuando llegué tenía la inscripción:“acá estuvo Ramón Antonio Jure, hoy nos llevan a Rawson. Viva Perón!”, recordó.
Contó que luego le “tocó la celda que tenía José Giménez, cuando lo llevaron a a Rawson”, en referencia a otro sobreviviente de la dictadura.
En el “buzón” hacía flexiones y lo dejaban salir al patio una media hora a 45 minutos, le explicó al juez que luego recorrió el patio.
Su testimonio forma parte de los juicios de lesa humanidad que se llevaron a cabo en la región. Su caso fue juzgado y los responsables por la tortura y secuestro ilegal, fueron condenados.
La inspección se realizó como consecuencia de la medida de “no innovar” que dictó la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca.
El fallo -de los primeros días de enero de este año- le ordenó a la Provincia y a los que tienen la posesión del viejo edificio carcelario, que antes de que lleven a cabo el nuevo proyecto arquitectónico, preserven lo que se denominó por ley “Sitio de Memoria”.
Sitios de Memoria ofreció el informe técnico en el marco de la causa de no innovar. Esperaremos si surge algún elemento nuevo de las recomendaciones que ofrece el conservador”.Alicia Comelli es la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia.
Los primeros días de la semana, el conservador Alberto Orsetti hizo el mismo recorrido por los pasillos destruidos en compañía del personal de la subsecretaría de Derechos Humanos y del Observatorio.
El museólogo se excusó de hacer declaraciones, aunque realizó algunas acotaciones sobre cómo se llevó a cabo la restauración del sector en el que se mantuvo a los detenidos – desaparecidos en el hospital Posadas.
El sector de detención se reconstituyó en forma simbólica con una diferenciación de colores respecto del resto del edificio y una reseña en el lugar de detención ilegal de detenidos – desaparecidos.
La visita con los sobrevivientes incluyó sectores administrativos y otros pabellones, como el que alojó a partir del 2007 a los militares acusados de los delitos de lesa humanidad.
La ex U9 fue señalizada como “Sitio de Memoria” en 2015. La Cámara de Roca recordó que la ley no sólo involucra la colocación de un cartel.
“Seguro que ninguno de ellos pensó tener esta vista, ver el muro que lo separa del exterior a través de una reja con barrotes”, dijo David Lugones, durante la inspección ocular.
Lugones fue llevado a la U9 cuando tenía 19 años. Pasó un día en el pabellón de los detenidos políticos porque lo habían secuestrado en La Plata (donde había ido a estudiar) y lo tuvieron en los “buzones” hasta la noche, cuando el personal de inteligencia lo llevó al centro clandestino.
A mediados de abril comienza el juicio “La Escuelita” VI
El 15 de abril comenzará un nuevo tramo de la investigación de torturas y secuestros ilegales durante la dictadura. Será el juicio “La Escuelita” VI, donde están acusados la cúpula de inteligencia en Bariloche, como Néstor Castelli y Fernando Zárraga, al igual que integrantes de Gendarmería de Junín de los Andes que tuvieron intervención en la represión ilegal.
Los jefes del Comando y de la represión ilegal en el Alto Valle también integran la acusación. Muchos de los responsables (que ya fueron condenados en otros juicios) no estarán imputados debido a que están seniles y no se los puede penalizar.
El debate se llevará a cabo los lunes y martes -semana de por medio- hasta junio.Se desarrollarán los casos de periodistas que fueron secuestrados y permanecieron desaparecidos durante su cautiverio; además de un grupo de casos de detenidos – desaparecidos en la zona cordillerana.
Entre otros, se abordará el secuestro en Bariloche de Juan Herman. Los tormentos de Herman se ventilaron y condenaron entre los casos en el centro clandestino “El Atlético”, pero el segmento del secuestro ilegal en Bariloche, será el tramo que se abordará en este juicio.
Tras la entrega de la ex U9, el edificio parece un lugar saqueado. Se llevaron todas las aberturas internas y externas, rejas y materiales empotrados.
En Bariloche, este centro clandestino también fue señalizado como “Sitio de Memoria”, al igual que la Comisaría Primera, la Escuela de Cadetes de policía en Viedma y la Comisaría Cuarta de Cipolletti, todos en Río Negro.
Junto con el caso Herman, se desarrollará el ataque a militantes de la cordillera, representantes gremiales de Bariloche y la utilización del batallón andino -la ex escuela militar de instrucción andina- como lugar de detención ilegal.
Para el sexto juicio el tribunal lo integrarán Orlando Coscia, Armando Márquez y Alejandro Silva. El juicio que aún no tiene fecha es el que tiene por protagonistas a las estudiantes universitarias, las docentes de la UNC, los artistas neuquinos y las primeras denuncias de torturas y detención ilegal que se hicieron públicas en plena dictadura.
Fueron las primeras en denunciar y las que aún no han tenido espacio en el cronograma judicial. Muchos de los responsables murieron o no pueden ser acusados porque están seniles.
Fuente:RioNegro
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