26 de septiembre de 2019

TROPEL 1 del 26.09.2019.

San Juan. El dueño de una radio agredió a una locutora mientras el programa salía al aire
Ocurrió en Radio Bohemia, una emisora de San Juan. Un oyente que escuchó la agresión llamó al 911 para denunciar la situación de violencia.
“Te voy a hacer mierda, basura”, se escuchó al aire el grito de un hombre mientras de fondo sonaba la tanda de publicidad. “Dejame, soltame, dejame terminar de hacer el programa”, imploró acto seguido una mujer entre llantos. La escena de violencia siguió con ruidos de golpes, portazos, gritos y llantos, que salieron al aire por el dial de Radio Bohemia, una emisora de San Juan. Un oyente que escuchó la agresión llamó al 911 para denunciar la situación de violencia contra la locutora que se produjo en el programa.
El hombre denunciado más tarde en la Comisaría de la Mujer es el director de la radio, Rodolfo Ridao. La locutora y conductora del programa Las Mañanitas, Claudia Vázquez, denunció que no es la primera vez que sufre una agresión por parte de este sujeto pero que nunca lo denunció por miedo a perder su trabajo.
Pero esta vez la agresión salió al aire y quedó registrada. El micrófono quedó abierto durante la tanda publicitaria y por eso los oyentes fueron testigos del maltrato verbal y físico que sufrió la trabajadora.
«Golpeó con el puño la puerta, tiró al piso mi equipo del mate, me agarró de los brazos y me rasguñó», contó Vázquez en declaraciones a la prensa local. «Llegó a amagarme con tirarme la silla por la cabeza», agregó Vázquez. La locutora radicó la denuncia por violencia de género y violencia laboral en la Comisaría de la Mujer y solicitó una perimetral contra el acusado. «Amenazó con matarme si hacía la denuncia», contó más tarde la locutora.

«Ya tiene antecedentes, no fue la primera vez»

Claudia Vázquez contó esta mañana que la Justicia imputó a Ridao con los cargos de amenazas y lesiones leves pero que el director de la radio Bohemia hasta el momento se mantenía prófugo.
“Entró al estudio en un momento en que sabía que estaba sola. Entró como loco, muy sacado, muy violento. Todos recibimos hostigamientos y yo he sido la valiente de denunciarlo. Ya tiene antecedentes, no fue la primera vez, pasó con mucha gente”, agregó Vázquez en diálogo con A24.
Según relató la locutora el hostigamiento fue aumentando desde que la nombraron productora comercial de la radio, porque ella misma se encargaba de conseguir los auspiciantes del programa. “Me hizo la vida imposible con mucho hostigamiento, muchos obstáculos. Tenía discusiones permanentes por los problemas que había en la radio”, agregó Vázquez.
La trabajadora contó también que en el momento de furia, cuando Ridao comenzó a gritarle, el hombre fue hasta la sala de operadores para cortar la transmisión, pero se confundió y en vez de eso subió el potenciómetro. “Me empujó, me tiró la cafetera, me quisó tirar el celular. Estaba sola y pensé que me mataba. El tipo se contenía dándole piñas a las paredes y a las puertas”, dio más detalles de la agresión. 

El video de «apoyo» a Ridao

Horas después del episodio violento se conoció un video que grabaron otros trabajadores de la radio en apoyo al director de la señal. “Nunca tuvimos una situación de violencia. Ridao no es lo que se está diciendo sino no estaríamos todos acá defendiendo esta situación y nuestro trabajo”, declaró una de las mujeres presentes. 
En el video, que dura seis minutos, los trabajadores defendieron “el espacio y el trabajo” brindado por el dueño de la emisora y repitieron que el episodio de violencia que se hizo público y por el cual el director de la radio fue acusado de amenazas y lesiones ponía en riesgo las fuentes laborales. 
Más tarde, sin embargo, trascendió la verdadera versión de los hechos: los trabajadores de la radio habían sido presionados para grabar un mensaje de apoyo hacia Ridao
“Pensé que nos convocaban a una reunión para ponernos en conocimiento de lo que había pasado pero el director nos dijo que deberíamos grabar un video para defenderlo y no perder el trabajo. Te encontrás con las defensas bajas y la posibilidad de perder tu fuente de trabajo…”, contó después Cristian Navas Figueroa, uno de los trabajadores que participó del video. Tras confesar cómo se gestó el video, Navas Figueroa renunció a su puesto laboral.
¿Cómo murieron los siete pibes en la Masacre de Pergamino?
Lautaro Romero / Resumen Latinoamericano / 25 de septiembre de 2019
En el juicio por la Masacre de Pergamino, esta semana declararon Flavia y Daniel, mamá y papá de Alan Córdoba. También prestaron testimonio varios peritos forenses para conocer un poco acerca de cómo y por qué los siete pibes perdieron la vida en la celda 1. Cobertura colaborativa con La Retaguardia, FM La Caterva, Agencia Paco Urondo y Radio Presente.
Amanece con sol en Pergamino y desde temprano hay familiares agolpados en el ingreso al Tribunal Oral en lo Criminal 1º, que exigen justicia por los 7 pibes que fueron víctimas de la fuerza policial: Sergio Filiberto, Federico Perrotta, John Claros, Alan Córdoba, Juan José Cabrera, Franco Pizarro y Fernando Latorre.
“Cuando llegué mi hijo estaba vivo”
La primera en declarar es Flavia Gradiche, la mamá de Alan Córdoba, de 18 años.
La querella le pregunta a Flavia lo que recuerda de aquel 2 de marzo del 2017. Flavia relata con detalles cómo se enteró que su hijo estaba en peligro.
“A las 18:26 me llega un mensaje de mi hijo, que decía: Mamá, vení rápido que la policía nos mata”. Ahí es cuando Flavia decidió llamar a la Comisaría 1º y averiguar qué era lo que estaba sucediendo: “Me atiende Carolina Guevara y me dice que estaba todo bien”. Pero ella sabía que eso no era cierto. Los golpes de rejas que escuchó de fondo hicieron que desesperara.
Flavia salió corriendo, estaba a pocas cuadras de la Comisaría. Mientras tanto, seguía recibiendo mensajes de auxilio desde el celular de Alan: “Vení que estoy lastimado”, alcanzó a leer. Eran las 18:36 cuando llegó y se encontró con el edificio vallado. Y con Guevara, esta vez personalmente: “Los pendejos ya tienen teléfono”, fue la respuesta de Guevara ante la angustia de Flavia. No la volvió a ver.
En la sala, Carolina Guevara escucha con atención. Sus ojos expresan desconcierto. Luce pálida y sostiene un pañuelo en su boca. Se levanta y abandona la audiencia.
Para ese entonces, el humo que más tarde se volvería negro, denso y tóxico era nada. Para Flavia, fue la señal de que los pibes estaban dando pelea adentro. “No se vayan de la puerta porque nos van a matar a todos”, decía otro de los mensajes que le envió Alán. En el relato de la escena aparece Eduardo Hamué, otro oficial ya mencionado por las familias en anteriores sesiones, quien venía de una visita al cardiólogo. A los diez minutos salió y pidió unas esposas: más tarde Flavia sabría que eran para los sobrevivientes. Hamué, al igual que Guevara, les aseguró a los familiares que “los pibes están bien, sólo un poco asfixiados”.
Sin embargo, los pibes estaban al borde de la muerte. No había ambulancia ni tampoco bomberos: tardaron 40 minutos en llegar al lugar y no les alcanzaba el largo de la manguera.
“Acá no entra ni sale nadie. Si entra le das un tiro, y si sale también”, fue lo que escuchó Flavia decir al ex-comisario imputado Alberto Donza.
“Cuando llegué mi hijo estaba vivo», cuenta Flavia. Y revela lo que Alan le contaba sobre el hostigamiento permanente que sufrían los internos de parte de Alexis Eva: “Los peleaba, los amenaza con facas y les repetía que los iba a prender fuego”.
Una paloma se estrella contra una de las ventanas de la sala y capta la atención de los presentes. Mientras, Eva le susurra algo al oído a Guevara, quien asiente con la cabeza.
La querella le pide a Flavia que indique a cuáles de los imputados vio en el momento del incendio, cuando el humo todavía era blanco. “A Carrizo y a Giulietti”, asegura. También dice que entre los pibes se llevaban bárbaro. Que “Noni” Cabrera y su hijo Alan Córdoba se conocieron en el calabozo. Denuncia que Brian Carrizo les proveía pastillas y marihuana. Más tarde sabremos por qué Carrizo no está presente en la sala al momento de semejante acusación: antes de iniciar la audiencia, le bajó la presión.
“Que paguen por lo que le hicieron a mi hijo”
El próximo testigo en sentarse en el banquillo es Daniel Córdoba, papá de Alan.
La querella le consulta a Daniel lo que recuerda de aquel fatídico 2 de marzo. Dice que cuando llegó, en medio del tumulto, vio a Donza a través de una ventana, cruzado de brazos mirando hacia afuera.
“Donza estaba descolocado, sin saber cuál era el paso a seguir: sus ojos decían eso. Desde afuera se escuchaban tiros. Sentimos mucho dolor y angustia. Vimos el futuro irse delante de nuestros ojos”, relata Daniel, consternado.
Daniel no soporta que Alan ya no esté con él, y rompe en llanto: “Ya que no me lo van a devolver, que paguen por lo que le hicieron a mi hijo”. Daniel revive el preciso instante, crudo y vil, de cuando le entregaron el cuerpo de Alan en una bolsa: “Lo vi detenidamente. Estaba hecho pedazos, le faltaba toda la carne, se había achicado. Dije: no Dios mío”.
Para Cristina Gramajo, mamá de Sergio Filiberto, cada palabra es una puñalada. No lo soporta y abandona el recinto.
Silencio.
Los imputados pegan la mirada al suelo, excepto Donza.
¿Cómo no los escucharon?
El juez le da permiso a Daniel a levantarse y tras él ingresa Andrés Bruzzese, perito especialista en criminalística, de la Policía Federal.
Bruzzese estuvo a cargo de los peritajes que se hicieron en la escena del crimen: la Comisaría 1º. Asegura que de forma minuciosa y sectorizada revisaron todo el lugar, las celdas 1,2 y 3. Secuestraron encendedores, máquinas de afeitar y desodorantes muy afectados por el fuego.
“Había mucho hollín y residuos producto de la combustión. No encontramos impactos de armas de fuego, plomo o vainas encamisadas”.
A continuación, la querella hace hincapié en el tipo de explosión que puede generar un desodorante al exponerse al fuego. “Es confuso, a veces cuesta dilucidar si se trata de un disparo o una explosión”.
Para ser más precisos, los peritos volvieron a la Comisaría 1° una semana después y tomaron mediciones de sonido, para saber si los gritos de los pibes y los golpes de las rejas se escucharon desde la vía pública: “Hicimos varias recreaciones para medir la magnitud del sonido de ambiente por medio de un decibelímetro: el informe indica que eran audibles desde todos los puntos de la vía pública”.
Apagan las luces de la sala, y reproducen las filmaciones donde se ve el registro de los peritos.
“¡¡Abran!! ¡¡Ayuda!!”, se escucha en los audios. A los familiares se les enrojece la piel, es mucha la rabia acumulada.
Encienden las luces del recinto. Son casi las doce del mediodía.
El juez llama a un receso de 10 minutos.

Foto: Natalia Bernades y Andrés Muglia
Foto: Natalia Bernades y Andrés Muglia

“No había luz, estaba húmedo y costaba respirar”.
Ricardo Pisoli brinda testimonio. Pisoli se define como un perito criminalista “de alta complejidad”. Confirma que en la primera visita a la Comisaría 1º los peritos se llevaron rastros y evidencias que ayudaron en la reconstrucción de los hechos. Y que la segunda vez, tomaron pruebas acústicas.
La querella le pide a Pisoli que señale en la maqueta los sectores de la dependencia en donde se hicieron los relevamientos.
Pisoli se levanta y apunta con el dedo. Y agrega: “En la celda 1 encontramos encendedores, restos de colchones y sábanas. No había luz eléctrica, así que tuvimos que usar luz artificial. El lugar estaba húmedo y costaba respirar”.

“Con los extintores se podría haber apagado el fuego”
Leonardo Crugley es oficial principal de la Superintendencia de Bomberos de la PFA. Al igual que sus colegas encontró pedazos de colchones adentro y afuera de la celda 1.
La querella lo insta a que cuente su experiencia.
“Los colchones no se apagaban solos, sino por medio de una intervención. Con los extintores sí se podría haber apagado, siempre depende de la magnitud del incendio. Hablamos de un principio de incendio cuando se puede controlar, y generalizado cuando se propaga y debería usarse cierta cantidad de agua para bajar la temperatura del material combustible”.
También los peritos hicieron recreaciones de los focos ígneos, tomando mediciones de temperatura usando una termocupla. “Los tres colchones enteros alcanzaron 800 grados de temperatura ambiente. Los colchones estaban compuestos de poliuretano, un derivado del petróleo. Se ataca con agua o polvo químico seco. Se quemaron sin control, no tenían tratamiento retardante sobre la cobertura exterior”.
A Crugley la querella le muestra fotografías de los matafuegos que había disponibles en la Comisaría 1º: asegura que podrían haber apagado el incendio.
Gonzalo Alba, en representación de la defensa, le pregunta a Crugley si en algún momento de la investigación tomaron en cuenta el factor tiempo, si midieron el tiempo de auto extinción de los focos ígneos.
“No estimamos el tiempo de propagación del incendio”, sentencia Crugley.
Abandona la sala.
Es el turno del Comisario General retirado de la Policía Bonaerense, Rubén Rojo.
Para aquel entonces, Rojo era el Jefe Departamental de Pergamino, y fue a quien Donza llamó diciéndole que “tenía incidentes en el calabozo”, y que necesitaba “apoyo del GAD”. El día de la Masacre Rojo estaba en su despacho en la Departamental, que queda justo arriba de la Comisaría 1°, con sus ventanas a la calle. Sin embargo, esa tarde del 2 de marzo Rojo afirma no haber escuchado nada. Ni siquiera bajó de su lugar de trabajo. Dijo no querer entorpecer.
Rojo convocó al personal del GAD (Grupo de Apoyo Departamental), que acudió al lugar y que, como ya indicaron otros testigos, fue el encargado de sacar y golpear a los sobrevivientes.
Pero para sorpresa de Rojo, en la Comisaría 1º había mucho más que un simple incidente, o una “revuelta entre internos”.
Pasaron 10 minutos y Donza lo volvió a llamar: “Hay siete muertos”, le dijo el ex comisario que estuvo más de un año prófugo y que en ningún momento le detalló a Rojo lo que realmente había ocurrido en la celda 1.
“Hicimos lo posible para apagar el incendio en las celdas pero no pudimos, se hizo dificultoso por el humo”, fue lo único que le deslizó Donza una vez consumada la Masacre.
 El juez Burrone interviene y le consulta si reciben algún tipo de instrucción cuando se inicia un incendio. El testigo brinda detalles de cómo actúan en las fuerzas de seguridad ante una emergencia: “No tenemos un protocolo oficial para apagar incendios. Lo que nos dicen es que ante una situación así, cortemos los servicios de energía, llamemos a los bomberos y nos fijemos si hay una persona herida”.
– “¿Alguien les dice cómo usar los matafuegos?”, insiste Burrone.
– “No nos dan indicaciones de cómo usarlos. Sólo seguimos las instrucciones”, afirma Rojo.
Silencio.
El último testigo de la jornada se presenta como Leonardo Seta. Hace dos años era bombero de Policía de la dependencia de Pergamino. Hoy trabaja en Junín. Como bombero, Seta no cumple funciones operativas. Es especialista en cuestiones de seguridad y prevención, en asesoramientos técnicos e inspecciones.
El día de la Masacre, Seta recibió un llamado, fue informado de la situación en la Comisaría 1º y acudió con su libreta y su cámara de fotos para hacer registros y tareas de comunicación.
En alguna oportunidad Leonardo Seta dijo que los matafuegos estaban en condiciones y que él mismo le había recargado los matafuegos a Donza.

Foto: Natalia Bernades y Andrés Muglia
Foto: Natalia Bernades y Andrés Muglia

Cuando llegó a la Comisaría 1º, todavía no había señales de los bomberos. “Los vi casi simultáneamente con el GAD”, recuerda Seta. Agrega que también vio a Donza dando órdenes –no especifica el contenido-, que lo saludó pero no quiso “entorpecer” el procedimiento.
A la querella le llama la atención que a la comisaría el 2 de marzo haya llegado primero el grupo de investigativa, antes que los bomberos. Quiere saber sobre cuáles son las responsabilidades que le competen a Seta.
-¿Es normal eso?
-Llegamos cuando el hecho ya está consumado. No hacemos cursos para el uso de matafuegos, tampoco prácticas o academias- concluye Seta.
Se levanta la sesión.
*Esta crónica forma parte de la cobertura del Diario del Juicio a los policías responsables de la Masacre de Pergamino, una herramienta de difusión llevada adelante por integrantes de La Retaguardia, FM La Caterva, Radio Presente, Cítrica y Agencia Paco Urondo. Tiene la finalidad de difundir esta instancia de justicia que tanto ha costado conseguir. Agradecemos todo tipo de difusión y reenvío, de modo totalmente libre, citando la fuente. Se actualiza diariamente en https://juicio7pergamino.blogspot.com.

El FMI le soltó la mano a Macri y cancelará la relación por un tiempo/ Macri usó al fondo de los jubilados para financiarse por encima del límite legal
“La situación de Argentina en este momento es extremadamente compleja”, sentenciaron desde el organismo.
El Gobierno recibió la peor noticia luego de que el FMI haya anunciado que una ruptura en la relación que une al organismo y Argentina. De este modo, no hay ningún tipo de proyección sobre cuándo se otorgará el desembolso por U$S 5.400 millones.
El programa financiero de Argentina con el Fondo estará en suspenso durante algún tiempo, a medida que la Argentina resuelva la incertidumbre política y económica que atraviesa, reveló el director gerente interino del organismo multilateral de crédito, David Lipton, en una entrevista concedida a la agencia de noticias Bloomberg.
El organismo “trabajará para una eventual reanudación de una relación, algún tipo de relación financiera con ellos, que puede tener que esperar un tiempo”, señaló Lipton. Además, analizó: “la situación de Argentina en este momento es extremadamente compleja”.
En el reportaje, Lipton planteó además que están abiertos a trabajar con cualquier candidato que gane las elecciones del 27 de octubre. “No es nuestro negocio tratar de adivinar el camino político en el futuro, no podemos hacer eso”, analizó.
Tras estos dichos, el mensaje del Fondo al presidente, Mauricio Macri, es contundente: los U$S 5.400 millones que deberían haber sido depositados a comienzos de septiembre como parte del acuerdo stand by firmado el año pasado, no llegarán hasta nuevo aviso, cuando tal vez ya se haya confirmado un cambio de gobierno.

Macri usó al fondo de los jubilados para financiarse por encima del límite legal

ANSES entregó miles de millones para ayudar a Macri incluso después de que entró en default selectivo. Ahora el FGS tiene bonos por más del 50% de su cartera.
Por Ezequiel Orlando
Ante la imposibilidad de continuar con la fiesta de deuda para financiar la fuga de capitales, Mauricio Macri acudió al FMI. Cuando esto ya no alcanzó, aceleró el uso de las cajas estatales, como el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS). Por esta excesiva manipulación, el organismo dependiente de ANSES superó el límite legal de tenencia de bonos estatales. Pero, además, por los negociados y lo que en principio se analiza como malas decisiones,los funcionarios perdieron el 50% del patrimonio en cuatro años y ahora administran sólo U$S 32.000 millones en lugar de los U$S 64.000 millones que había en 2015.
El 9 de agosto de este año, antes de las elecciones primarias y la posterior megadevaluación, el “fondo de los jubilados” contaba con $ 1,1 billón en títulos públicos, pudo saber El Destape por documentación interna al ente de seguridad social. El viernes 13 de septiembre, las cotizaciones incluidas en el “inciso A” se derrumbaron a $ 1,0 billón.
En concreto, estos últimos $ 1.021.404.000.000 en bonos equivalían al 51,02% de la cartera, lo que resulta violatorio a la normativa que regula al FGS. Estos activos no pueden superar el techo del 50%, de acuerdo al artículo 74 de la ley 24.241.
El jueves 12 de septiembre los bonos representaban el 48,6% de los activos y los técnicos de ANSES les habían advertido a sus autoridades que sólo había lugar para adquirir $ 28.200 millones adicionales, reconstruyó este portal por fuentes internas. No obstante, el titular de hecho del Fondo, Alejo Maxit, ordenó la colocación directa de $ 35.000 millones y U$S 275 millones en papeles del Tesoro a tasas que aparentan una situación normal, pese a que se trata de un emisor en default. Esos pesos del FGS seguramente eran necesitados por el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, para hacer frente a los intereses que vencieron el 21 de septiembre para el Botapo 2020, en su gran mayoría en poder de bancos.
La polémica decisión la tomó el Comité Ejecutivo del órgano, integrado por Maxit, el director ejecutivo de ANSES, Emilio Basavilbaso, y tres secretarios del Palacio de Hacienda. No obstante, por negarse a violar la legislación que rige al FGS desde su creación, ningún empleado de planta aceptó la orden.
Ante esto, el 13 de septiembre, el propio Maxit asumió las responsabilidades de la mesa de operaciones. “En uso de las facultades del artículo 3 de la ley 19.549, me avoco a las competencias de la Dirección de Transacciones del FGS y se instruye suscribir directamente” Letras del Tesoro, fueron las palabras claves del expediente que rubricó el secretario general del ente jubilatorio que llegó a manos de El Destape.
Aunque no lo respondieron oficialmente para la consulta de este medio, en el ente previsional aluden a que esta medida estaba avalada por la ley del blanqueo de 2016, ya que en su artículo 29 se plantea que “el FGS tendrá un plazo máximo de cuatro años para readecuar sus inversiones a los nuevos topes (…) como consecuencia del cumplimiento de los pagos previstos en el programa (de Reparación Histórica)”. Este argumento resulta flaco ante el contraste de que desde 2008 los bonos jamás habían siquiera alcanzado el 50% de las tenencias. Es decir: el FGS ya estaba readecuado desde hace 11 años.
De forma oficial, desde ANSES se limitaron a adelantar que en los próximos días el Poder Ejecutivo emitirá un DNU que regule los títulos públicos en poder del organismo. En los pasillos de Hacienda aclaran que se pretende mantener para el FGS las condiciones financieras previas a las del default cuando venzan los siguientes papeles de deuda.

Intentaron usar a ANSES para evitar el “reperfilamiento”

El Gobierno Nacional había convocado a una licitación de Letras del Tesoro para el 28 de agosto para recaudar dinero suficiente para abonar vencimientos de bonos cercanos. Como no consiguió ofertas para recaudar lo que precisaba, el ministro de Hacienda declaró el “reperfilamiento”, que implicó un default selectivo. Sin embargo, la institución que sí se presentó para prestarle dinero al Estado central fue el FGS.
Ante un riesgo país por encima de los 2.000 puntos básicos, un informe técnico de ANSES detallaba que para la suscripción de Letes a 35 días se debía exigir una tasa de al menos el 48%, mientras que para las Lecaps el interés debía estar por arriba del 95%. En un documento posterior, Maxit opinó que Argentina se encontraba en un contexto provisoriamente fluctuante por las elecciones, por lo que decidió desautorizarlo. Planteó que ese análisis financiero “no menciona la volatilidad de los mercados, históricamente verificada en los procesos electorales”.
Pero los trabajadores de la mesa de operaciones también rechazaron estas excusas para pedir sólo 8% de tasa en vez del piso del 48% que correspondía para U$S 693 millones de Letes, que se agregaban a la correcta oferta de 95% pero para $ 20.000 millones de Lecap. “En razón de lo valorado, me avoco a las competencias de la Dirección de Transacciones del FGS”, repitió el secretario general de ANSES en la orden del 28 de agosto.
De acuerdo a fuentes internas consultadas en las distintas dependencias, Maxit responde políticamente al secretario de Finanzas, Santiago Bausili, el encargado de emitir la deuda del Estado por Macri. Esto concuerda con la intención de abusar del Fondo en contra de su propia conveniencia sólo para saciar las necesidades de liquidez del Gobierno Nacional y la insistencia a pesar de la oposición de los técnicos y de todos los empleados de ANSES. Las consecuencias para el patrimonio de todos los trabajadores y jubilados fueron catastróficas.

El vaciamiento del fondo de los jubilados

El Fondo de Garantía de Sustentabilidad se derrumbó desde los U$S 64.000 millones que quedaron en octubre de 2015 a nada más que U$S 32.000 millones al 30 de agosto de este año, reveló El Destape. La caída implica el 50% de los activos luego de cuatro años de desmanejos y denuncias de negociados ilegales.
La Justicia logró frenar el memorando con Qatar y tiene en investigación la compra de Lebac a través de la financiera de Luis Caputo, la venta de acciones de Petrobras, la compra de bonos de dos empresas donde Luis María Blaquier era director, entre otras.
A Macri le conviene el achique de lo que supo ser la mayor caja de Argentina para sus planes de reforma jubilatoria. El PRO tiene en agenda desde 2016 imponer un sistema mixto, pero para eso precisa demostrar que el régimen actual no es viable.
Envio:RL

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