Verdadero o falso, esa es la cuestión
La coautora del libro Fake News, Tolls y otros encantos, Natalia Aruguete, aseguró que
las noticias falsas “buscan casi un acto de bullying contra quien están atacando”, y
advirtió que una estrategia para combatirlas es “lograr apagar el fuego de su propagación,
no subirla a la agenda para desmentirla”.
La segunda ola de la pandemia parece traer consigo una segunda ola de infodemia, es
decir, noticias falsas o tendenciosas que tienen como objetivo embarrar la cancha en
tiempos sanitarios complejos. La investigadora y doctora en Ciencias Sociales enumeró
en diálogo con el programa radial Poné la pava (de lunes a viernes, de 7 a 12 por Radio
Rebelde Rosario FM 99.3) varios puntos a tener en cuenta a la hora de leer o desmentir
noticias falsas.
“Las operaciones de fake news, que buscan capitalizar políticamente algún tipo de evento,
puede tener dos propósitos”, aclara de entrada la experta, y desarrolla: “Por un lado,
lastima a alguien que se encuentra en la vereda contraria a la de aquellos que se
coordinan para ese ataque. Buscan casi un acto de bullying contra ese sujeto o colectivo
al que están atacando, se busca anular su capacidad discursiva.
Por otro lado, pretenden “darle visibilidad a un tema –sigue–, son formas de poner en
agenda determinados temas de los cuales uno es propietario. Cuando decimos que uno o
un grupo es propietario de determinado tema decimos que tiene reputación para hablar
sobre ese tema”.
“Acá no hablamos estrictamente ni excluyentemente de las operaciones de fake news,
que son una forma de tergiversar la información, descontextualizarla o directamente
incluir contenido falso para generar algún daño. Eso es sólo una de las formas, pero hay
otra mucho más general en la que no siempre se incluye una falsedad, sino que vos
introducís determinado tema o contenido comunicacional que dañan al otro. Y esto, además
de una capacitación y de estar bien entrenado, necesitás una suerte de centro mediático
detrás”, advierte la también Magíster en Sociología Económica e investigadora del
Conicet.
Como ejemplo del estudio que viene realizando al respecto, Aruguete revela que
“dentro de las cuentas fake que habíamos identificado como trolls en la mayoría de los
eventos conflictivos que vimos en los últimos 5 años, eran siempre los mismos 10
influencer de la burbuja de filtro de la derecha argentina”.
Sobre esa cuestión, agrega que “muchos de ellos no sólo tenían contacto con el
Gobierno anterior (el de Mauricio Macri), con los servicios de inteligencia o con la
derecha internacional, sino que además tenían silenciamiento de esos sectores y
centros mediáticos detrás que les permitían no sólo ser capaces de generar un
producto de ese tipo, sino también tener en tiempo y forma la información que
necesitaban para salir a la cancha”.
La experta en agendas política, mediática y pública, y colaboradora en Página|12 y en
Le Monde Diplomatique, admite que “combatir las fake news es una tarea difícil”, y
sostiene que “chequear la información es lo recomendable”. Pero alerta: “El éxito de la
función de chequeo cuando vos tenés una estrategia contra las fake news es lograr
apagar el fuego, no subirla a la agenda para desmentirlo”.
“Apagar el fuego de la propagación de una fake news no es una tarea fácil, y lo que
muchas veces sucede es que al querer verificar una información lo que haces es darle
visibilidad en la burbuja contraria, en lugar de que eso se silencie. Porque otra de las
cuestiones centrales que encontramos es que los usuarios están mucho más motivados
a compartir información en la medida en que esa información coincide con sus ideas,
no por la mera verificación”, añade al respecto.
Fuente:RedaccionRosario
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