6 de junio de 2021

ESPECIAL PERU.

 

Pedro Castillo, contra viento y marea





















Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 4 de junio de 2021.

Ricardo Jiménez es sociólogo, militante político de izquierda e integrante de ALBA Movimientos en Perú. En la primera vuelta pujó para que ganara Verónica Mendoza y ahora como toda la izquierda peruana está bregando para que el profesor Pedro Castillo sea el vencedor de la puja por la presidencia. Estas son sus opiniones a horas de los comicios.

-Exagero si digo que la campaña de guerra sucia que se ha hecho contra Pedro Castillo se parece a la que de otra manera se ha vivido en Venezuela bolivariana contra el chavismo?

-Es asi como tú señalas, es muy sintomático de una derecha peruana retrógrada, sin elementos, sin capacidades, sin talento. Una derecha que el único poder que tiene son los monopolios mediáticos, financieros y económicos. Ha hecho toda su campaña, no con propuestas o con las defensas de argumentos sobre el modelo que pretenden preservar, aunque hoy día esté en un periodo de agotamiento acá en Perú. Sino en el miedo. Lisa y llanamente en asustar al votante para ver si cambia el voto. Es una confesión de falta de argumentos y es una muestra del carácter retrógrado y cavernario de la derecha del siglo XXI que recurre a los argumentos macartistas trasnochados de Estados Unidos de los años 50. Una campaña anticomunista bastante burda, caricaturesca, simplona, llena de silencios, omisiones, de medias verdades, errores, ignorancias, en contra el maestro Castillo. Pero esas características muestran su impotencia frente a su candidatura, que por el contrario tiene, digo metafóricamente, tiene un jefe de campaña imbatible que es la nueva realidad, la realidad de la crisis, de la necesidad de la gente, de la esperanza de la gente de buscar seguridad en esta pandemia, en esta crisis sanitaria y en esta crisis política terminal del país. Este es el escenario en torno a la campaña anticomunista burda de la derecha desesperada y en pánico.

-En este mismo escenario hemos leído un pronunciamiento, no es el único ya que hay otros anteriores, de ex militares, entre ellos muchos consustanciados con el Plan Cóndor de los años ´70/´80, como Morales Bermúdez, donde amenazan a los votantes de Castillo, de que si triunfa el maestro ellos iban a actuar. ¿Cómo cae esto en la población peruana?

-Cabe señalar que el neoliberalismo de Perú fundado hace más de tres décadas por el padre de la actual candidata a presidenta, este neoliberalismo montado con estado de emergencia, con una dictadura a la fuerza, todo el modelo neoliberal, todo el andamiaje constitucional una de las características que ha tenido fue el miedo, dominar a la población por el miedo. Estas declaraciones de Morales Bermúdez hoy día, y algún otro pronunciamiento de militares inactivos que no son institucionales por completo, buscan en esa etapa actuar como propaganda electoral. La tendencia es clara y absoluta en favor de Castillo en la votación, pero la desesperación lleva a pensar que tal vez, chantajeando matonescamente a la población con un golpe de estado si gana Castillo, puedan cambiar el voto. Pero no hay condiciones para un golpe de estado realmente, por lo menos hoy día, podría cambiar mañana. Realmente no hay condiciones, sería una aventura desastrosa para la misma derecha. No hay militares activos que pudieran dar ese paso en la actualidad. Por otro lado, el caso de Morales Bermúdez y otros militares que se han pronunciado, es clara su convergencia y complicidad con la candidata Fujimori porque buscan impunidad. Buscan sumarse a la campaña de Keiko Fujimori para que el eventual gobierno de esta candidata pudiera anular los juicios que el propio Morales Bermúdez y otros militares tienen sobre las violaciones de derechos humanos, crímenes y robos. La misma candidata Fujimori estuvo presa preventivamente antes de iniciar la campaña Y tiene varias investigaciones en curso con muchos elementos, que, probablemente siguiendo los tiempos del poder judicial, van a terminar encarcelándola. Morales Bermúdez y otros militares comparten intereses, quieren hacer ganar a la candidata para anular los juicios en el poder judicial

-Vamos a la campaña de Pedro Castillo, ¿cómo viste el contacto con al gente? Ha recorrido prácticamente el país, el país profundo no tanto el de la Lima tradicional, clasemediera y aristocrática sino ese país que muy pocos candidatos se animan a recorrer.

-Así es, de hecho la candidata Fujimori fue rechazada y corrida en ciudades importantes del país como Arequipa y Cusco, están los videos en internet que lo demuestran. Ha sido corrida a pedradas por la gente, fue rechazada. Sus mítines son muy pobres, gastó un dinero impresionante que venía seguramente del lavado del narcotráfico, como las investigaciones quieren mostrar. Campaña para acarrear gente en buses, para darle dinero y para darle comida, que apenas logran disimular la falta de fuerza y la importancia de esta candidatura. A tal punto que la candidata Fujimori canceló las últimas visitas a las ciudades del sur del país, eso lo demuestra todo. En cambio, al maestro Castillo, sin recursos ni dinero, lo reciben multitudes por donde quiera que se presenta. Esto es como se dice en Perú, un “huaico”, una avalancha incontenible de una multitud de gente que recibe esperanzadamente al maestro Castillo y a Perú Libre, inclusive en Lima, en lo que se llaman los conos de Lima, los sectores populares, la mayor parte de la ciudad, donde en cada uno de estos conos populares vive un millón de personas o más, como San juan de Lurigancho, En Coma, o el caso de Villa el Salvador,con sectores populares enormes, donde el maestro Castillo se ha presentado frente a multitudes. Ante el silencio absoluto de la prensa, los medios concentrados han guardado silencio sobre esta realidad, pero como se dice, la realidad no tiene piedad y el contraste entre ambas candidaturas es enorme.

-Hay un tema importante, Pedro Castillo maneja en la campaña el tema de la educación, tratar de demostrar de que le preocupa muchísimo sacar a la gente del analfabetismo estructural en el que generalmente se somete a los habitantes de países donde el neoliberalismo campa a sus anchas, y otro es el tema de la asamblea constituyente. ¿Crees que es posible en la realidad llevar adelante estas promesas que hace Castillo en la campaña?

-No se puede subestimar la cantidad de dificultades que esta derecha cavernaria le va a presentar a Pedro Castillo, me imagino que la conspiración empieza el mismo día que Castillo llegue al palacio presidencial. Pero hay que decir, que nunca antes en Perú, en su historia moderna, ha tenido contexto tan favorable para estos cambios. En primer lugar, la crisis de desgaste, la crisis política, la crisis de corrupción, la crisis sanitaria, la crisis de la pandemia, simplemente, tienen al país en la ingobernabilidad. Hemos tenido gobiernos que duran una semana, incluso una supuesta candidata impuesta por el congreso que duró pocos minutos. Es una crisis infernal y terminal del modelo que ya no da para más, se cae a pedazos. Detrás de la candidatura de Castillo está la realidad. La gente y la mayoría de la población entiende que debe haber cambios si quieren una gobernabilidad mínima y una salida para el país. En segundo lugar, el giro que está viviendo el mundo. Esta derecha cavernaria de Perú está sola. En Chile acaban de ganar los comunistas en la alcaldía de Santiago que es la principal, el candidato comunista Daniel Jadue está primero para las elecciones que se realizarán en 2022. En Argentina, en México, en fin; el Papa Francisco, el FMI y hasta Biden hablan de impuestos a los ricos y redistribución de las riquezas, entonces hay un contexto favorable. Las propuestas del maestro Castillo son propuestas que han hecho otros candidatos políticos en el acuerdo nacional, por ejemplo, el de elevar el presupuesto de la educación al 7%, ya que es uno de los más bajos del mundo y el más bajo de América Latina, del 3% del ingreso bruto, y Castillo platea elevarlo al 10%. Creo que sin dejar de subestimar las dificultades que van a venir, existen condiciones factoriales, que es la necesidad del país. Lo mismo con la constituyente, que es además una bandera democrática intachable. Una de las dificultades que tuvo la candidata Fujimori fue enfrentarse y argumentar por qué sería malo consultar a los propios peruanos que quieren una constituyente. Les ha sido casi imposible poder argumentar y por eso recurren al miedo, el miedo al terrorismo, el miedo al comunismo. Estas son las dificultades y las oportunidades que se juegan alrededor del maestro Pedro Castillo.

-Qué diferencia entre Castillo y Fujimori están dando los últimos sondeos?

-Acá las encuestas son parte de la propaganda electoral, la primera vuelta lo dejó claro. Días antes de la votación recién aparece Castillo en sexto lugar y luego gana con una diferencia notable sobre los demás candidatos. Eso demuestra el nivel de seriedad que pueden tener las encuestas en Perú. Las encuestas de la derecha, pagadas por los monopolios mediáticos, hablan de 1,5 o 2 puntos a favor de Castillo. La encuestadora más fiable y más seria, la de la Universidad Nacional de Ingeniería, hablan de una diferencia de 5 a 10 puntos a favor de Castillo. En mi apreciación personal esta última se condice con la realidad del país que estamos viendo.

Transcripción: Julia Mottura



Imposible votar por Fujimori





















Adolfo Ciudad Reynaud* / Resumen Latinoamericano, 4 de junio de 2021

En 1992, después del autogolpe, con el entusiasta concurso de abogados empresariales antidemocráticos, Fujimori ideó un sistema para eliminar los sindicatos y con ello el diálogo dentro de la empresa y las entidades del Estado. Una legislación laboral al gusto de sus clientes para acabar con la poca democracia existente en el ámbito laboral. Se trató de un sistema de relaciones de trabajo de imposición vertical y autoritario a través del cual se despidió sin causa a decenas de miles de trabajadores y de dirigentes sindicales. 

Piezas clave de esta reforma, que en su mayoría no se ha revertido hasta la fecha, fueron: el despido libre y sin causa, ceses colectivos inmotivados, excesiva contratación temporal (hoy el 75% de los trabajadores formales), la introducción de subcontratación sin límites (hoy el 75% de la minería y otras industrias), reducción de derechos laborales a través de regímenes especiales (Ley Climper para el agro, régimen textil), la eliminación de la negociación colectiva por rama de actividad, la imposibilidad del reclamo colectivo de sindicatos en la vía judicial, entre otros

Antes de Fujimori, a pesar de una serie de problemas, existía una sistema a través del cual trabajadores y empleadores se ponían de acuerdo en el sector privado, tal como lo acreditan los más de 2,400 convenios colectivos que se suscribían anualmente. Pero el Fujimorismo con esa “reforma laboral salvaje”, al decir de Óscar Ermida, la más derechista de América Latina, redujo la tasa de sindicalización del 24% a sólo 2% sólo 6 años después. En la actualidad, 30 años después, apenas se llega al 5%.

Despidió a miles de trabajadores del sector público y los reemplazó por locadores de servicios a través del «contrato de servicios no personales», el precedente del los actuales CAS. Esto es, los sacó de la protección del derecho del trabajo y los incorporó al derecho civil. Un retroceso de casi un siglo. En síntesis, impuso a sangre y fuego, un sistema en donde el empleador hacía lo que quería, con lo que logró bajar los salarios y aumentar las ganancias empresariales.

Cómo se podría votar por la familia Fujimori si sus comandos Colina asesinaron, pocos meses después del golpe de 1992, a Pedro Huilca, máximo dirigente de la Confederación General de Trabajadores del Perú, y a Saúl Cantoral, también el máximo dirigente de la Federación Nacional de Mineros y Metalúrgicos del Perú.

Pero eso no es todo, la misma Keiko Fujimori, 15 años después, presentó en el Congreso el proyecto de Ley del Esclavo Juvenil, que establecía el trabajo sin salario para los estudiantes de educación técnica. También presentó un proyecto que eliminaba la reposición judicial en casos de despido incausado o fraudulento, en contra de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. El Fujimorismo también votó siempre por la prohibición del incremento de remuneraciones para los trabajadores del sector público, a través de las leyes anuales de presupuesto, obstaculizando la negociación colectiva en el Estado.

Y aún así, Keiko Fujimori, se atrevió en el debate presidencial, afirmar que ella se preocupa de “tu trabajo”. Nosotros tenemos memoria, ya sabemos que cuando un Fujimori habla de trabajo, se trata a fin de cuentas de trabajo precario, la antítesis del trabajo decente.

*Abogado laboralista y profesor universitario

FUENTE: Otra Mirada



Diez aspectos positivos por los cuales 

ganaría Pedro Castillo

























 Jorge Agurto / Resumen Latinoamericano, 4 de junio de 2021

Comparto diez aspectos positivos por los cuales considero que Pedro Castillo ya ganó. Creo que es una muestra suficiente para ir a votar con la sensación de que esta vez el triunfo es del pueblo y tiene una enorme connotación histórica sin parangón.

Sea cual fuere el resultado electoral del balotaje del 6 de junio el agricultor, rondero y profesor rural Pedro Castillo Terrones ya ganó de manera contundente.

Y su triunfo no es solo personal sino un triunfo popular que marca un hito en la historia del Perú. Veamos diez aspectos positivos que sustentan esta afirmación.

1. Clase y gobierno. En 200 años de vida formalmente independiente bajo el modelo político republicano por primera vez una persona de la clase trabajadora disputa el gobierno a los tradicionales representantes de la oligarquía criolla dominante.

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2. Unidad popular. Por primera vez diversos sectores populares y agrupaciones de la izquierda democrática se unen para apoyar a un candidato propio, del pueblo, que tiene la virtud de dialogar y convocar a distintas agrupaciones sociales y políticas.

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Pedro Castillo recibió el apoyo de diversas agrupaciones de la izquierda, entre estas de Ver{onika Mendoza, lideres de Juntos por el Perú. Foto: Renato Pajuelo / Agencia Andina

3. Poder mediático. La campaña electoral más sucia e inmunda conocida –con el uso asqueroso y malévolo del hiperconcentrado poder mediático al servicio de los grupos de poder– no ha podido salirse con la suya e imponer un resultado electoral a su conveniencia.

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4. Agenda política. La crítica al modelo neoliberal y a la Constitución Política fujimorista hoy son parte de la agenda política ciudadana y marcan un derrotero prioritario que la derecha cavernaria intentará bloquear con leguleyadas.

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5. Fujimorismo develado. El fujimorismo de la señora K se descubre como una opción política antidemocrática, operada por una mafia que busca el gobierno para su impunidad y favorecer a los grupos de poder que lo patrocina con millonarias donaciones.

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6. Ciencia y tecnología. Si la ciencia, la tecnología y la innovación se articula con los conocimientos de los pueblos originarios -como la siembra y cosecha de agua- el país incrementará su potencial de proyección para beneficio de todos.

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Limpieza de acequia. Foto: Radio Nacional

7. Educación y salud. Reconocer como derechos a la salud y a la educación es el primer paso para empezar a satisfacer de manera integral dos necesidades esenciales postergadas y que la pandemia ha descubierto como brecha social desatendida.

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Foto: Facebook de Pedro Castillo Presidente 2021.

8. Los enemigos del pueblo. La vocación por el autoritarismo y el totalitarismo se expresan tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda. El camino popular y democrático que representa Pedro Castillo está reñido con ambas tendencias.

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9. Factor de identidad. Despertar y movilizar la identidad cultural es un gran acierto y aporte en un país pluricultural y multilingüe, con enormes desafíos de respeto, inclusión y superación del racismo y discriminación estructurales, congénitos a la república peruana.

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Foto: Facebook de Pedro Castillo Presidente 2021.

10. Pasión de multitudes. Pedro Castillo insufla en las multitudes populares un anhelo profundo de renovación y una aspiración de cambio social que se traduce en su movilización y participación con fe, esperanza y compromiso.

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Foto: Facebook de Pedro Castillo Presidente 2021.

Sin duda, existen más razones que podrían exponerse y debatirse temáticamente, con sus matices y posibles controversias, pero creo que es una muestra suficiente para ir a votar con la sensación de que el triunfo es del pueblo y este ya ganó.

FUENTE: SERVINDI



Keiko se reunía con Montesinos en 

Estados Unidos para recoger dinero

robado al Estado






















Resumen Latinoamericano, 4 de junio de 2021

Matilde Pinchi Pinchi confesó que ella también viajó a Nueva York para entregar dinero de la corrupción a la candidata presidencial. Así pudo pagar sus estudios y los de sus hermanos.

Matilde Pinchi Pinchi, principal colaboradora eficaz en la investigación contra la red de corrupción fujimontesinista, contó que Keiko Fujimori sabía que recibía dinero ilícito para pagar sus estudios entre los años 1994 y 1997.

En entrevista para el semanario Hildebrandt en sus Trece, la mano derecha de Vladimiro Montesinos confesó que este viajaba a Nueva York para reunirse con Keiko Fujimori en el hotel Waldorf Astoria. Allí entregaba dinero en efectivo proveniente de la corrupción de su padre para que cubra los gastos que realizaba mientras estudiaba.

«En otras ocasiones, Montesinos viajaba a Estados Unidos y personalmente llevaba el dinero en efectivo para entregarle a Keiko y a sus hermanos. Montesinos se hospedaba en el Waldorf Astoria de Nueva York y ella (Keiko) iba a recoger el dinero allí», contó.

Casi siempre trasladaba 30 mil dólares o lo que Keiko y sus hermanos pidieran. La primera entrega la realizaba Vladimiro Montesinos; mientras que la segunda se efectuaba con apoyo de su seguridad personal compuesta por cuatro personas.

En este acto de corrupción, también participó Luis Salazar Monroe, hermano del exjefe nominal del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), quien residía en Nueva York porque laboraba como agregado militar ante la Junta Interamericana de Defensa.

Pinchi Pinchi narró que en ocasiones ella también iba a Estados Unidos con miles de dólares en efectivo y se los entregaba a Salazar Monroe.

«Llegaba al hotel y llamaba al general Salazar Monroe. Le decía: ‘General, he traído un encargo del Doctor’. Luego, él repartía el dinero entre los hijos del presidente (Alberto Fujimori). (…) Keiko y sus hermanos gastaban alegremente toda la plata del mundo», afirmó.

La lideresa de Fuerza Popular también acudía al SIN para recoger el dinero que usaba para pagar sus estudios en Estados Unidos.

Para sus gastos corrientes, usaba una tarjeta de crédito de una empresa offshore creada en Panamá. Pinchi Pinchi aseguró que esta plata salía del SIN.

«Pero lógico que conocían (de dónde provenía el dinero negro). ¿Cómo no van a saber? Entonces, ¿cómo es que les llegaban sobres con 10,000, 20,000, 30,000, 50,000 dólares a sus manos? (…) Lo que pasa es que Keiko Fujimori y sus hermanos son unos frescos. Siempre han sido así. A mí lo que me da rabia es que son unos conchudos», comentó.

FUENTE: Wayka.pe



El voto de «los que sobran» será 

para Pedro Castillo



























Por Carla Samon Ros, Resumen latinoamericano, 4 de junio de 2021.

Sin traje ni corbata, con sombrero «chotano» y un discurso descentralizado, Pedro Castillo encarna los valores humildes y campesinos de la zona andina del Perú, donde el candidato presidencial es aupado por maestros y agricultores, que ven en él una figura cercana y ajena a las élites limeñas.

«(Castillo) es pobre como nosotros, es una persona campesina. Él ha sufrido y ha vivido en carne propia como nosotros ahora estamos viviendo, trabajando con el sudor de nuestra frente», resumió la agricultora y vendedora de frutas Marcelina Condor.

«Y cuando gane nos va a apoyar», agregó la joven desde el mercado municipal de Chota, capital de la humilde provincia homónima del norte de los Andes peruanos, perteneciente a la región de Cajamarca.
Hijo de campesinos analfabetos, Castillo ha encauzado la ira popular contra un aparato estatal pervertido por el abandono del interior, la corrupción sistemática y el modelo económico de libre mercado, que durante décadas ha dominado Perú y no ha sido capaz de sepultar sus enormes desigualdades.
Con una ligera ventaja en las encuestas frente a la derechista Keiko Fujimori, su rival en las elecciones del domingo, el candidato de Perú Libre -el «partido del lápiz»- tiene su bastión en el mal llamado «Perú profundo», ensalzado por el voto izquierdista pero conservador social de una población rural y pobre, relegada durante décadas por las élites capitalinas.

LA VOZ RURAL ANDINA

Como rondero, agricultor, maestro de escuela rural y sindicalista, Castillo ha logrado captar votantes fervientes entre los sectores más representativos de la sierra peruana, principalmente el magisterio rural y las rondas campesinas.
Desde el distrito cajamarquino de Tacabamba, de donde es oriundo el candidato, el maestro Tomás Rolando aseguró a Efe que el postulante izquierdista es «el verdadero cambio que necesita la zona rural», sobre todo en materia de educación, salud y agricultura.

«(Los maestros rurales) vivimos lamentablemente desabastecidos en todos los sentidos y la esperanza en el profesor Pedro está centrada en que él ha vivido nuestras experiencias de sacrificio y esfuerzo para trabajar en las zonas más alejadas», manifestó Rolando, quien antes de la pandemia se levantaba a las 3.00 de la madrugada todos los días para evitar llegar tarde a la escuela.

El respaldo al paisano también es abrumador entre los campesinos de la región de Cajamarca, muchos de ellos ronderos, para quienes Castillo resulta una figura familiar, que luce como ellos el típico sombrero de paja y ala grande y acude a votar montado en una yegua.

Y, claro, lo ven lejos de los enjuagues de la lógica centralista que encarna la hija y heredera política del expresidente encarcelado Alberto Fujimori (1990-2000), quien creció rodeada de guardaespaldas en el palacio presidencial.
«Somos hinchas del lápiz porque queremos para la agricultura, pues esa la Keiko para la agricultura no ofrece nada», espetó a Efe el rondero Segundo, mientras labraba la tierra, sin soltar la pala de madera que sujetaban sus callosas manos.

Le faltó tiempo para añadir, insatisfecho: «Somos del lápiz porque del otro (Fuerza Popular) no tenemos que ver ná».

EL RECHAZO A UN MODELO

Para el sociólogo Pedro Sánchez, ese voto a Castillo revela a todas luces «el fracaso rotundo» de la reforma estructural que había iniciado el Perú en 2002 con el proceso de regionalización, impulsado durante el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006) para superar el excesivo centralismo de Lima.

El maestro representa «ese reclamo de las provincias, del interior», que rechaza «un modelo que todavía no ha llegado homogéneamente a todos los sectores del país», resumió a Efe el docente principal de la Universidad Nacional de Cajamarca.

En el mismo sentido se expresó el profesor de educación primaria Wilson Carranza, un vecino de Tacabamba




Pedro Castillo ya ha ganado las 

elecciones, ¿pero le dejarán asumir

la presidencia?



























Por Isaac Biggio. Resumen Latinoamericano, 4 de junio de 2021.

Cuando faltan 2 días antes de la segunda vuelta peruana es claro que el profesor rural Pedro Castillo ya ha ganado los comicios. Él le ganó a su rival Keiko Fujimori en la primera vuelta con una ventaja de un 50% más de votos y todas las encuestas le han venido dando siempre un primer puesto.

Inicialmente los sondeos hablaron de hasta 2 decenas de puntos de ventaja para terminar en unos 2 puntos no más, lo cual es presentado como un “empate técnico”. Sin embargo, no se puede confiar en las encuestas y menos en un país como el Perú donde ya se han visto videos en los cuales el fujimorismo pagaba a las encuestadoras. Además, debido a la pandemia, los sondeos se hacen por teléfono y, por ende, no incluyen a la gran masa que carece de éstos o a los peruanos del exterior.

MITINES

La verdadera encuesta es la que se ve en las manifestaciones. Una ventaja que tiene Keiko Fujimori es que tiene mucho dinero para contratar buses y personas para sus eventos, mientras que Pedro castillo carece de recursos y su apoyo se asienta en los más humildes que deben trabajar mucho y tienen dificultades para asistir a eventos tanto por que deben laborar como por el miedo al coronavirus, que ha quitado la vida al 1% de la población adulta del Perú.
Pese a esa abismal diferencia se nota que las concentraciones de Castillo son mucho mayores que las de su contrincante, lo mismo que pasa con las marchas anti-fujimoristas que superan a las “anti-terroristas”.

Keiko Fujimori esperaba que en el último debate presidencial del domingo 30 de mayo ella fuera a valerse de su oratoria, experiencia y equipo técnico para tramontar estar debajo de él en los sondeos y poder aplastar a su adversario, pero eso no pasó. A pesar que Castillo desperdició varias oportunidades para aplastar a su rival, no lo hizo. Sin embargo, una encuesta de los lectores de La República, el único diario que no se ha parcializado con ningún candidato, mostraba que él había ganado.

Al día siguiente del debate Fujimori hizo una reunión con unas pocas decenas de notables, incluyendo los Vargas Llosa y el golpista venezolano Leopoldo López, para firmar un acta por “la democracia”, mientras que Castillo realizó con lo que La República ha denominado el mayor mitin de la contienda electoral. Él hizo ello en Juliaca, una ciudad de la cuenca del Titicaca, donde nunca antes, ni siquiera en tiempos de no pandemia, se había reunido tanta gente para una manifestación política. En Cuzco, donde Keiko Fujimori no pudo hablar por la oposición de la población, Castillo fue aclamado.

Keiko Fujimori hizo a inicios de junio algunas presentaciones en las regiones de Lambayeque y Piura al norte, pero la cantidad de gente que ha movilizado es inferior a la que el propio Castillo ha congregado en el distrito de San Juan en Lurigancho en Lima, la ciudad pilar del fujimorismo.

MITINES FINALES

El jueves 3 de junio que ha sido el cierre de campaña de ambas candidaturas ha sido muy revelador. Los dos adversarios quisieron tener la plaza San Martín, pero se les prohibió. El fujimorismo decidió no tener su concentración final en el centro de la capital para evitar recibir silbatinas o choques y se concentró en Villa El Salvador donde lograron montar un escenario millonario con artistas y trayendo movilidades llenas de gentes de todas partes de Lima Y Callao.

Cuando a Perú Libre se le comunicó que no podían hacer su presentación final con artistas en la Plaza San Martín se quedaron sin indicaciones claras en sus redes sociales. De manera improvisada sacaron una concentración en la plaza 2 de mayo, aunque la alcaldía capitalina no les había autorizado. El mitin fue hecho sin artistas y escenario, y solamente improvisando desde un balcón. Pese a ello y a que no tenían buses o movilidades para traer a sus propios partidarios, dicha plaza estaba repleta.

Para desgracia del fujimorismo el match Perú-Colombia que se dio en el Estadio Nacional a poco de terminar ambas concentraciones terminó con una goleada del equipo visitante, con la cual el seleccionado nacional que se identificó con el fujimorismo ha quedado desacreditado y último en la tabla de posiciones hacia el Mundial 2022. Hoy, muchas le echan la culpa al fujimorismo por haber desvirtuado y corrompido el fútbol.

BÚMERAN

Todos los intentos de desacreditar a Castillo acusándolo de terrorista, senderista, comunista e ignorante, y de haber monopolizado los medios de comunicación en su contra les ha salido como un tiro en la culata. La población más humilde le echa la culpa de su miseria y de las muertes por el Covid a la corrupción, a la entrega de recursos naturales a extranjeros y al abandono del estado, lo cual es identificado por el fujimorismo.

Ni el uso de los polos de la selección de fútbol ni la promesa de bonos ha entusiasmado a las mayorías. El fujimorismo solo ha logrado apasionar a los sectores más pudientes temerosos de que pudiese venir un inexistente monstruo comunista.

Nunca en la historia mundial una candidata ha llegado a un balotaje con el 11% de los votos emitidos en primera vuelta y menos aún ha ganado una segunda ronda teniendo que multiplicar por 4 ½ veces su inicial caudal para superar el 50%.

Keiko Fujimori es, además, la primera mujer en la historia que siendo candidata no se le deja salir del país para participar en un evento internacional pues la justicia se lo impide ya que ella ha pasado 16 meses en prisión acusada por lavado de activos y teniendo un pedido de la fiscalía para 3 décadas de cárcel por ello.
Para una población hastiada de la corrupción y que recuerda la lucha contra la dictadura, la misma que hace pocos meses salió a las calles para tumbarse al presidente Luis Merino que el fujimorismo colocó tras un golpe parlamentario, es impensable votar por ella.

¿ACEPTARÁN EL TRIUNFO DE CASTILLO?

Castillo es ya el candidato antisistema y mientras más le atacan el peruano normal más se identifica con un profesor andino, indígena, rural, rondero y agricultor que nunca ha tenido las manos manchadas por la corrupción y que promete seguir viviendo en la presidencia con el sueldo de un profesor.

Keiko ya ha perdido. Si quiere repetir un fraude como el que su padre hizo en el 2000 o si quiere desconocer los resultados como en el 2016 no va a provocar más que una ira social en su contra. Y, si quiere reclamar palacio con una reñida y disputada mínima diferencia, ella se va a ver jaqueada por una ola de gran descontento que va a ser mayor que la que los pueblos de Colombia o Chile han venido desarrollando o la que en Bolivia sacó a la señora Añez del poder.


*Analista Internacional

Envio:RL



Este domingo se celebra el ballotage entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori

Perú elige entre el cambio o más neoliberalismo

Los más pobres votan mayoritariamente por Castillo, los sectores de mayores ingresos lo hacen casi en bloque por Keiko.  Y en los sectores medios las diferencias se diluyen.

Por Carlos Noriega
























El lápiz, simbolo de la campaña de Castillo, de recorrida en Tacabamba, departamento de Cajamarca.. Imagen: AFP

Desde Lima. Este domingo, poco más de 25 millones de peruanos acudirán a las urnas para votar entre la continuidad y el cambio del modelo económico neoliberal. El profesor rural y sindicalista de izquierda Pedro Castillo y Keiko Fujimori, cabeza de una derecha autoritaria, llegan igualados en los sondeos. El país se ha dividido en dos, como si se tratara de dos países muy distintos. De un lado, el interior, especialmente las empobrecidas y marginadas zonas andinas, apoya mayoritariamente al candidato de la izquierda, del otro lado, en Lima, que concentra un tercio de los electores, tiene una importante ventaja la hija del exdictador Alberto Fujimori preso con una condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción. A esa división territorial, se suma una clara fractura social: los más pobres votan mayoritariamente por Castillo, los sectores de mayores ingresos lo hacen casi en bloque por Keiko. En los sectores medios las diferencias se diluyen, con una ligera ventaja para la candidata fujimorista, según últimos sondeos.

Dos encuestas publicadas el pasado domingo, fecha límite para difundir sondeos antes de las elecciones, daban una diferencia mínima de entre dos puntos a favor de Castillo. Pero dos sondeos realizados en estos días, entre el viernes y sábado, que no se han difundido en el país por la prohibición legal de hacerlo, pero a los que Página/12 tuvo acceso, cambian el panorama y ponen a Keiko adelante, mientras un tercero mantiene a Castillo arriba, pero apenas por 0,1 por ciento. El resultado se podría dar vuelta en el último momento a favor de la derecha.

Una encuesta de este sábado del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) da un virtual empate: 40,9 por ciento para Castillo y 40,8 por ciento para Keiko. Un 11,5 por ciento dice que votará en blanco y un 6,8 por ciento se declara indeciso. En un simulacro de votación, también realizado el sábado, Ipsos registró 44,8 por ciento para la candidata de la derecha y 44,1 por ciento para el candidato de la izquierda, y un 11,1 por ciento no expresó preferencia. Extrapolado a votos válidos, eliminando a los que no marcaron por un candidato, Keiko tendría 50,4 por ciento y Castillo 49,6 por ciento. La encuestadora CPI, que el viernes hizo un simulacro de votación, también pone en primer lugar a la hija del exdictador Fujimori con 45 por ciento, mientras al profesor de izquierda le da 44,8 por ciento. Un 10,2 por ciento no expresó opinión. En votos válidos, Keiko gana por lo mínimo: 50,1 contra 49,9 por ciento.

Hay una gran incertidumbre sobre cuál puede ser el resultado y preocupación por lo que pueda ocurrir si la diferencia de la votación es muy poca para uno u otro lado, como todo indica ocurrirá. Se ha buscado crear un escenario para denunciar fraude si el resultado no es el que se quiere, campaña que ha venido fundamentalmente del lado fujimorista, que hasta este fin de semana ha estado abajo en todas las encuestas.

Una canal de televisión alineado con el fujimorismo ha armado una delirante campaña diciendo que en el padrón electoral hay personas fallecidas que serían suplantadas para que voten a favor de Castillo. Es una acusación divulgada sin ninguna evidencia. El padrón electoral cierra un año antes de las elecciones y los muertos que figuran son los fallecidos en el período desde que se cerró hasta el día de las elecciones. Algo que se ha dado en todos los procesos electorales.

Medios que apoyan a Keiko señalan al presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el juez supremo Jorge Luis Salas, como un supuesto comunista que pretende favorecer a Castillo. Se basan en que hace más de cuarenta años, cuando era estudiante, Salas tuvo cercanía con una agrupación estudiantil progresista, y en que hace tres décadas, como abogado, defendió a procesados por terrorismo, defensa legal que ejerció por pedido de una organización de la Iglesia Católica que apoyaba a inocentes acusados. Congresistas de derecha pidieron la renuncia de Salas. La acusación es absurda, pero está siendo utilizada para poner en duda la imparcialidad del JNE, que administra justicia electoral, pero no tiene injerencia en el recuento de votos.

Desde el lado de la candidatura de Castillo no hay una campaña sostenida en ese sentido, pero se han expresado dudas sobre la imparcialidad de los organismos electorales, insinuado que podría haber un fraude a favor de Keiko. Se dice que el jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el organismo encargado de organizar las elecciones y contar los votos, Piero Corvetto, tendría cercanía con el fujimorismo por una vieja amistad de juventud con un dirigente de ese partido. Pero no se ha mostrado ninguna evidencia de un favoritismo de la ONPE a la candidatura fujimorista.

“Nunca se ha tratado de deslegitimar el proceso electoral como se está haciendo ahora, con una campaña enorme contra los organismos electorales. Todo lo que se está diciendo sobre los organismos electorales es falso e irresponsable. Esta campaña apunta a decir ‘si no gano es fraude’. Si Castillo gana por un estrecho margen creo que probablemente no sea reconocido como ganador y habrá una campaña para decir que hubo fraude. Para que haya fraude todas las instituciones tendrían que estar capturadas y eso no ocurre. No es posible un fraude”, señala Fernando Tuesta, politólogo y exjefe de la ONPE.

El presidente Francisco Sagasti llamó a los dos candidatos a respetar el resultado. “Invoco, especialmente a quienes están candidateando en esta segunda vuelta y a sus organizaciones políticas, a aceptar escrupulosamente la voluntad del pueblo peruano expresada en las urnas”, señaló Sagasti en un mensaje televisado a todo el país. Hizo un llamado a la ciudadanía a “mantener la serenidad y esperar los resultados oficiales”.

Cuando los expresidentes José Mujica de Uruguay y Evo Morales de Bolivia se expresaron a favor de la candidatura de Castillo, la Cancillería peruana les exigió en un comunicado que no intervengan en las elecciones peruanas, pero ha mantenido silencio cuando el venezolano Leopoldo López ha hecho durante un reciente viaje a Lima abierta campaña a favor de Keiko. Una marcada diferencia que pone sombras sobre un gobierno que se ha esforzado en mostrarse neutral.

Este domingo, el Perú se juega el cambio o la continuidad de un modelo neoliberal que ya lleva más de treinta años y cuyas debilidades y profundas inequidades se han expresado dramáticamente en la pandemia. Una millonaria campaña de miedo ha golpeado a la opción del cambio, que ha reunido alrededor de Castillo a distintos sectores del progresismo. Además de un agresivo macartismo, la campaña contra Castillo, de origen andino y pobre, ha tenido mucho de racismo y clasismo.

Con el país dividido en dos, el resultado de este domingo es impredecible. Y lo que pueda venir después también. 


Los candidatos

Elecciones en Perú: Pedro Castillo, maestro de escuela rural

Por Carlos Noriega
























Imagen: EFE

Desde Lima. Hijo de campesinos, Pedro Castillo, de 51 años, profesor de una escuela primaria y sindicalista de izquierda, es la sorpresa en estas elecciones. Dos semanas antes de la primera vuelta no entraba en los cálculos de nadie. Repentinamente, en la última hora empezó a subir y ganó esa primera vuelta -aunque con la votación más baja con la que ha triunfado un candidato presidencial, 19 por ciento- y se metió al ballotage que lo ha puesto muy cerca de la presidencia.

De origen popular y andino, buena parte de la población se ha identificado con su figura y con su mensaje de cambio del modelo económico neoliberal. Ha ganado respaldo en el profundo descontento con las desigualdades y marginación agravadas por tres décadas de neoliberalismo y expuestas dramáticamente con la pandemia. Hay mucho de reivindicación social y de esperanza de cambio en el apoyo a su candidatura. También juega a su favor el antifujimorismo.

Castillo nació en la provincia de Chota, en la norteña región andina de Cajamarca, una zona con altos niveles de pobreza, entre los mayores del país. Ha formado parte de las rondas campesinas, creadas para combatir la delincuencia en el campo y que en los años 80 y 90 se enfrentaron al grupo armado maoísta Sendero Luminoso. Castillo recuerda esto cada vez que la campaña de la derecha lo vincula con los simpatizantes que todavía quedan del derrotado Sendero. Siempre ha vivido en Cajamarca, donde trabaja como profesor en una escuela rural y en su chacra. Durante toda la campaña no se ha separado de su sombrero de paja de ala ancha, típico de los hombres de campo de Cajamarca, y de un lápiz gigante, el símbolo de su partido.

Postula por el partido Perú Libre, una agrupación que se define como marxista-leninista y a la que Castillo, que no se dice marxista, se ha integrado recientemente para presentarse en estas elecciones. Es un partido nuevo, que desde el interior del país -se originó en una región andina- ha saltado rápidamente a la política nacional. Su fundador y secretario general, Vladimir Cerrón, exgobernador de la región Junín, cuna de Perú Libre, ha sido condenado a prisión suspendida por corrupción. Este hecho, y el discurso radical de Cerrón, han sido un flanco que los rivales de Castillo han utilizado para golpearlo.

Antes de integrarse a Perú Libre, Castillo fue, por más de una década, militante de Perú Posible, el partido del expresidente Alejandro Toledo, que encabezó un gobierno de continuidad neoliberal y ahora enfrenta un proceso judicial por recibir sobornos. Cuando Toledo era presidente, Castillo postuló por el entonces oficialista Perú Posible a una alcaldía en su región, pero perdió. Estuvo en el partido de Toledo hasta 2017. Ese año encabezó una huelga nacional del magisterio que se prolongó por más de dos meses. Se puso al frente de una facción disidente del sindicato de profesores, el más grande del país, que llamó a la huelga en contra de la opinión de la dirigencia oficial, exigiendo aumento de sueldos y la anulación de las evaluaciones a los maestros. Para desacreditar la huelga, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski acusó a la dirigencia sindical encabezada por Castillo de estar relacionada con el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), heredero político de Sendero Luminoso. Esa huelga lo puso en el escenario político nacional.

“No más pobres en un país rico”, ha sido el lema de su campaña. Quienes lo conocen dicen que es un sindicalista pragmático. 



Los candidatos

Elecciones en Perú: Keiko Fujimori, la hija del dictador

Por Carlos Noriega
























Imagen: EFE

Desde Lima. El apellido Fujimori ha marcado las tres últimas décadas de la política peruana. Es una dinastía que evoca autoritarismo, corrupción y extremismo de derecha. En 1990 un desconocido Alberto Fujimori ganó las elecciones y llegó a la presidencia. Dos años después cerró el Congreso y gobernó autoritariamente junto a los militares, hasta que, acosado por denuncias de corrupción y violaciones a los derechos humanos, huyó del país el año 2000. Ahora la hija del exdictador, encarcelado desde 2007 y condenado a 25 años, pretende restaurar el régimen fujimorista e indultar a su padre.

A sus 46 años, Keiko Fujimori busca por tercera vez llegar a la presidencia. En las dos anteriores elecciones, en 2011 y 2016, también pasó a la segunda vuelta, y en ambas ocasiones perdió, primero con Ollanta Humala, y después, por solo un puñado de votos, con Pedro Pablo Kuczynski. Entre 2006 y 2011 había sido congresista. Lo más notorio de su paso por el Legislativo fueron sus largas ausencias. Su hermano Kenji también ha sido parlamentario y enfrenta un proceso judicial por la compra de votos en el Congreso.

Heredera política de su encarcelado padre, Keiko fundó el partido Fuerza Popular, el que maneja con la verticalidad y autoritarismo que aprendió de su progenitor, en cuya dictadura ejerció como primera dama luego que sus padres se separaran en medio de un escándalo de acusaciones de maltrato y torturas por parte de la exesposa de Fujimori. En 2016, Fuerza Popular obtuvo mayoría absoluta en el Congreso unicameral, la que Keiko utilizó para boicotear al gobierno de Kuczynski, que la había vencido en el ballottage, a pesar de las coincidencias que ambos tenían en los temas económicos y la continuidad del modelo neoliberal. Fue una venganza por una derrota que nunca asimiló. Kuczynski terminó renunciando en 2018 y su sucesor, Martín Vizcarra, también enfrentó el boicot fujimorista desde el Congreso y en septiembre de 2019 disolvió constitucionalmente el Parlamento y llamó a nuevas elecciones legislativas, en las que el fujimorismo perdió su mayoría.

Siguiendo la tradición familiar, Keiko está procesada por corrupción y estuvo varios meses encarcelada con prisión preventiva en el marco de una investigación judicial por el financiamiento ilegal de sus campañas electorales. Esa investigación ha revelado que recibió en efectivo y en forma oculta más de 15 millones de dólares de poderosos empresarios peruanos y de la constructora brasileña Odebrecht. La fiscalía la acusa de lavado de dinero, organización criminal y obstrucción a la justicia, y ha pedido 30 años de prisión para ella. Personajes investigados por narcotráfico también han estado ligados al financiamiento de sus campañas.

Con su mayoría parlamentaria, Keiko protegió a jueces y fiscales acusados de formar una mafia judicial, a quienes se acercó para buscar protección frente a los procesos legales en su contra. Ha usado su poder político para presionar y amenazar a los fiscales y jueces que la procesan. Los últimos presidentes peruanos enfrentan procesos por corrupción, pero si Keiko gana las elecciones de este domingo se convertiría en la primera persona que llega a la presidencia estando procesada en los tribunales. Si triunfo electoral le daría inmunidad y zafaría de un juicio en el que existen sólidas evidencias en su contra.

“No al comunismo”, ha sido el eje de su campaña contra el candidato de la izquierda. Una campaña de miedo que busca ganar votos para Keiko como el supuesto mal menor.  

Fuente:Pagina12














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