6 de julio de 2021

a 24 años que fueron encontrados oficialmente los restos de Che.

 


6 JULIO, 2021

El 6 de junio de 1997, hacen hoy veinticuatro años, fueron oficialmente encontrados en una fosa común, en Vallegrande, en el sureste de Bolivia, los restos del guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara. Habían pasado tres décadas desde su asesinato y desaparición del cuerpo durante la presidencia del militar René Emilio Barrientos. Hoy su figura cuenta con una enorme admiración a la par que con un gran cariño por parte de la población del lugar.

Un “Che” que no solamente fue clave en la lucha que, encabezada por Fidel Alejandro Castro, puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba y estableció un gobierno popular cuya administración integró como presidente del Banco Nacional, director del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria y ministro de Industria.

Tumba del Che.

Como médico que era fue el gran impulsor de la ciencia médica cubana, la más desarrollada en estos tiempos en América Latina, como que en la actualidad se encuentra elaborando las primeras vacunas contra el coronavirus en toda la región, algunas de las cuales pronto serán compradas por la Argentina. Y también su visión política le hizo ver que el camino seguido por la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, por entonces bajo el liderazgo de Nikita Serguéyevich Jrushchov iba camino a su autodestrucción. “Se está regresando al capitalismo”, señaló en sus “Cuadernos de Praga”, un escrito que luego sirviera al novelista cordobés Abel Posse para titular su libro sobre el “Che”. La presencia del “Che” en el gobierno cubano molestaba entonces a las autoridades soviéticas.

Hoy se sabe que tras su asesinato por el gobierno boliviano, un par de días más tarde, el 11 de octubre de 1967 se puso en marcha la misión de hacer desaparecer sus restos. Había transcurrido la medianoche cuando un tractorista fue despertado para cumplir una misión con otros tres miembros del ejército. La misión fue la de hacer desaparecer el cuerpo del “Che”. En ese momento el cuerpo estaba en el hospital de Vallegrande. Se trataba de que tras la derrota del ejército guerrillero por él liderado no quedara un lugar que pudiese ser un centro de conmemoraciones y de estímulos para nuevas acciones por parte de sus seguidores. Poco antes del amanecer la labor fue cumplida y los cuatro autores juraron mantener eternamente el secreto del lugar de la tumba en esa ciudad que había sido fundada algo más de cuatro siglos atrás como Jesús y Montes Claros de los Caballeros del Vallegrande en la que anualmente hay se desarrolla un estruendoso carnaval y en la que se producen licores frutales.

Hallazgo de la tumba secreta del Che.

La importancia de la presencia de los restos del “Che”en el lugar hace que durante el mes de octubre, aniversario de su asesinato, la población que ronda los 15.000 habitantes regulares, se duplique en razón de la llegada de una gran cantidad de peregrinos. Una presencia multitudinaria que solo es compatible con la llegada de los carnavales que se festejan durante una semana durante los cuales, además de las comparsas se observan los gustos alcohólicos de quienes insumen leche mezclada con whisky y sus vinos artesanales.

Con el correr de las décadas hubo un militar del grupo de los enterradores que rompió el pacto de silencio hablando con el periodista estadounidense Jon Lee Anderson para la BBC Mundo. Éste se comprometió a no dar a conocer su nombre y logró que aquél le hiciese saber que el cuerpo del “Che” y los de otros guerrilleros se encontraban enterrados en la vieja pista de aviación de Vallegrande. Sin embargo no fue lo suficientemente preciso y así fue como un equipo cubano entre fines de 1995 y mediados de 1997 cavó más de doscientas fosas en el lugar señalado.

Las cosas mejoraron a partir de que los cubanos comenzaron a recurrir a los vecinos del lugar. Uno de ellos fue Freddy Lacio, un docente ya jubilado que siempre recordaba los tiempos de la guerrilla. Con él la BBC Mundo visitó a otros viejos moradores del lugar. Un de ellos dijo haber visto pasar la camioneta que trasladó los restos del “Che” y otro contó sobre el ruido de un tractor operando cerca del cementerio. “Lo que pasa es que en aquella época Vallegrande estaba prácticamente bajo estado de sitio y la gente entraba a su casa temprano. Por eso desaparecieron todos los cuerpos de los guerrilleros de noche, en diferentes lugares”, refirió Lacio.

Los vecinos descartaban las versiones que hacían circular los militares como que el cuerpo ya no estaba más allí porque había sido quemado o porque había sido robado y trasladado a otro país. Entre esas versiones no creidas por los vallegrandinos estaba la que sostenía que había sido llevado por la Central de Inteligencia Americana, la CIA, a su cuartel general en Langley, en los Estados Unidos de América.

“Che” y Fidel.

Lacio tenía una vastedad de recuerdos y hasta guardaba alguna foto del “Che”. Contó que su hermano era un gran seguidor del “guerrillero heroico”, al que “le sacó muchas fotos e incluso guardó un mechón de sus cabellos”. Ese hermano, ya fallecido por entonces, se había negado a facilitar información alguna sobre el paradero de los restos a pesar de haber recibido ofertas dinerarias para hacerlo tanto ante los pedidos de medios de prensa como de los buscadores cubanos. No quería que los restos del “Che” fuesen trasladados a otro lugar.

Tampoco el intendente de Vallegrande, Alfredo García, quería que esos restos fueran sacados de allí y así, mientras se producían los rastreos cubanos, dijo a la misma BBC Mundo: “Para nosotros es como si hubiese pasado (Simón José Antonio de la Santísima Trinidad) Bolívar”. Por eso, en 1997, emitió una norma destinada a impedir el posible traslado del cuerpo del “Che” haciendo que el pueblo quedase “fuera de la historia”. “No se puede sacar a Vallegrande de un acontecimiento histórico tan importante en el siglo pasado. Siempre intentaron eliminar a Vallegrande de estos hechos”, dijo más tarde García, ya dedicado a preservar la ruta del “Che” durante su campaña. El ex alcalde señaló que había muchos vallegrandinos que guardaron silencio durante esas décadas por igual motivo. “Había gente que sabía”, afirmó.

Algo en lo que coincidió Adys Cupuli, una investigadora cubana que durante los años 1980 visitó Bolivia para historiar el paso del “Che” por ese país. Recordaba que mientras los militares le decían que el cuerpo había sido robado y quemado los pobladores insistían en que permanecía allí. “Esa es la importancia de gente humilde que por 30 años guardó ese secreto y cuidó el lugar donde estaban enterrados” dijo al periódico cubano Gramma al cumplirse veinte años del hallazgo, añadiendo que los pobladores “lloraron cuando se iban a llevar los restos”.

El lugar donde estuvieron enterrados los restos se encuentra cubierto con una construcción similar a una capilla donde las paredes están cubiertas por fotos que recuerdan toda su vida, incluyendo su infancia en Rosario y Córdoba, sus viajes con su motocicleta “La Poderosa”, su encuentro en México con Fidel Castro y su accionar en Sierra Maestra. También hay un microfilm de “El diario del ´Che¨” que llegara clandestinamente a manos de Fidel Castro a poco de su asesinato.

La explicación sobre la desaparición de los restos fue dada por el general Gary Prado, por entonces ya retirado, quién dirigió la campaña que dio lugar a la captura del “Che” el 8 de octubre de 1867. “La orden fue que se hagan desaparecer los restos para que no haya un lugar de peregrinaje. Un lugar donde vengan los adoradores del ´Che´ a hacerles sus homenajes. Esa fue la idea y por eso se ordenó que se lo desaparezca”, explicó a la BBC Mundo. Un propósito que no pudo ser cumplido como se observa actualmente en Vallegrande con el añadido de que al cumplirse medio siglo de su muerte, el entonces presidente Juan Evo Morales rindió un gran homenaje a su memoria.

Hoy sus restos se encuentran en el “Conjunto Escultórico Memorial Comandante Ernesto Che Guevara” en Santa Clara, Cuba, donde fueron depositados el 17 de octubre de 1997, unos meses después de su hallazgo en Bolivia. En la Argentina existe el Museo Che Guevara en el barrio porteño de Caballito donde se ve una estatua de tamaño real con una boina en la cabeza y un habano en los labios que pisa una bandera estadounidense, además de múltiples bienes que recuerdan su paso por este mundo. Está en medio de un bazar de Eladio “Toto” González, un gran admirador suyo.

Fuente:eM.B.

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