16 de agosto de 2021

AFGANISTAN.

 

El fantasma de Saigón recorre Kabul

Por Rubén Darío Guzzetti, Resumen de Medio Oriente, 14 de agosto de 2021.

Estamos en presencia de otra derrota política y militar de EE UU y la Otan en Afganistán, seguida de una bochornosa retirada. Último acto de una salvaje invasión que ha dejado como saldo cientos de miles de muertos y varios millones de desplazados.

Funcionarios de la embajada de EE UU en Kabul temen un final similar al de Saigón en 1975, cuando a las 3 de la madrugada del 30 de abril el embajador Graham Martin escapó en helicóptero para salvar su vida.

Pero más allá de la historia previa de Afganistán, nos interesa detenernos en los motivos de la llegada de EE UU y el saldo geopolítico después de 20 años de intervención unilateral.

Finalizada la guerra fría, EE UU quedó dueño del mundo. En sus planes estaba desembarcar en Asia central, por su importancia geopolítica, y encontró en el terrorismo la excusa perfecta. Terrorismo que EE UU siempre estimuló y asistió para recurrir a sus servicios en distintos países. Así, el supuesto combate lo autoriza a intervenir en cualquier territorio, como en Medio Oriente y norte de África con la colaboración del financiamiento de las monarquías petroleras.

¿Qué buscaba EE UU en la región?

1) Aplicar la teoría de la guerra sin fin o caos permanente de Donald Rumsfeld, exsecretario de Estado, y el almirante Arthur Cebrowski, que conllevaba la destrucción y atomización de los Estados nacionales. Lo consiguieron, sobre todo, en Afganistán, Irak y Libia.

2) Elevar la producción de opio y heroína; controlar su flujo a EE UU, Europa y Rusia; multiplicar la ganancia de los bancos lavadores de dinero del narcotráfico instalados en Wall Street y Londres; financiar movimientos terroristas como lo habían hecho con los contras nicaragüenses entre 1979/89. 3) Entre los ganadores no podían faltar las grandes empresas proveedoras de armas Lockheed Martin, Boeing y Raython, entre otras.

4) Beneficiar a las empresas estadounidenses vinculadas al gas y el petróleo que explotan esos combustibles del Mar Caspio y lo trasladan a Europa por el corredor afgano.

5) Amenazar a una Rusia poco confiable, que a partir del nuevo siglo se convirtió nuevamente en enemigo.

6) Desde esa posición, controlar a Irán, presionar a las exrepúblicas soviéticas y entrenar terroristas para introducirlos en la provincia China de Xinjiang, donde cuenta con población musulmana de la etnia uigur.

7) Dificultar todas las iniciativas de desarrollo e integración de China como la Nueva Ruta de la seda.

Esa conducta prepotente duró poco. En 2015 el pueblo sirio, su gobierno y la fuerza aérea rusa le pusieron una bisagra a la historia. Las fuerzas regulares y mercenarias de la Otan y EE UU se empantanaron en la región. Los talibanes, a los que nunca pudieron controlar del todo, comenzaron a cobrar más fuerza y a tomar el control de ciudades luego de que Biden anunciara la retirada en abril de este año.

En los últimos días y como fuerte síntoma del cambio de época, una delegación talibán fue recibida en China por el canciller Wang Yi. Trascendió cierto acuerdo en base al compromiso talibán de evitar provocaciones en la frontera con China y el gigante asiático a su vez participaría en los planes de reconstrucción y en el reemplazo de producción de opio por alimentos. La reunión se desarrolló en el mismo salón en el que dos días antes el canciller había recibido a la segunda del Departamento de Estado Wendy Sherman.

China se convierte en el mediador en la situación y es probable que le evite otro Saigón (actual Ho Chi Minh) a EE UU. Pero tendrá algún precio.

La realidad sugiere que las aventuras militares del “deep state” o Estado profundo van llegando a su fin y que casi sin darnos cuenta comenzamos a transitar una nueva era, la de un mundo multipolar y multilateral.

fuente: Tiempo Argentino



El Talibán toma control de televisión

estatal y palacio presidencial

Resumen de Medio Oriente, 15 de agosto de 2021.

El Talibán se ha hecho con el control de la televisión estatal de Afganistán (RTA) en Kabul, capital, según informan medios locales.

En su primer mensaje al pueblo afgano, difundido este domingo a través de la Radio y Televisión Nacional Afgana (RTA), los Talibanes que ya controlan el palacio presidencial, también en Kabul, han llamado a la nación a “mantener la calma”.

Horas antes, los insurgentes habían ocupado el palacio presidencial, nada más entrar en la capital sin ninguna resistencia de las fuerzas militares y tras la huida del presidente Ashraf Qani hacia Tayikistán y luego a Uzbekistán, de acuerdo a algunos informes.

Decenas de integrantes del grupo armado Talibán, que ya se han apoderado de casi todo el país, entraron en el palacio presidencial en medio de gritos de “victoria”, tal y como se observa en imágenes televisadas. 

Los talibanes han compartido tomas del interior del recinto presidencial en las que se ve el lugar vacío, lo cual confirma que, previamente, las autoridades afganas lo habían abandonado.

Los talibanes toman el control del palacio presidencial afgano en Kabul, capital de Afganistán, 15 de agosto de 2021.

Este avance de los talibanes se produce mientras el presidente Qani huyó del país y sobre su actual paradero todavía no hay un informe oficial.

Ante el vacío del poder, se ha formado un Consejo de Coordinación, integrado por el expresidente afgano Hamid Karzai; el líder del Consejo de Paz de Afganistán, Abdulá Abdulá; y el líder del partido político Hezb-e-Islami, Gulbudin Hekmatyar, “para prevenir el caos y reducir el sufrimiento de la población y administrar mejor los asuntos relacionados con la paz y la transferencia pacífica” del poder.

Este mismo domingo la insurgencia Talibán ha asegurado que las embajadas y los diplomáticos extranjeros no serían objeto de ataques de los talibanes y que deberían permanecer en el país. “No habrá ningún riesgo para los diplomáticos, las ONG, para nadie. Todos deben continuar su trabajo”, ha señalado un negociador del grupo Suhail Shaheen.

Los expertos y observadores ven en la nula resistencia del Ejército afgano ante el avance de Talibán en casi todo el país, incluida Kabul (la capital), que el fugitivo mandatario afgano había empezado a entregar a los talibanes algunos distritos, para advertir de las consecuencias de la salida de Estados Unidos de Afganistán y quizás seguir recibiendo el apoyo de Washington; sin embargo, la Casa Blanca ya consideraba a Qani un peón fracasado ni quería gastar más en este juego perdido.



Irán asegura que hará todo para que ese 

país logre la paz

  • El canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, habla durante una conferencia de prensa en la capital, Teherán,

Irán asegura que Irán hará todo lo posible para ayudar a que Afganistán logre la paz, mientras es inminente la caída de Kabul en manos del grupo armado Talibán.

“La violencia y la guerra, como la ocupación, nunca han sido y nunca serán la solución a los problemas de Afganistán”ha indicado este domingo el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, en su cuenta en Twitter.

Zarif ha dado bienvenida a la decisión de los líderes afganos para formar el Consejo de Coordinación, señalando que esta iniciativa “puede allanar el camino para el diálogo y una transferencia pacífica [del poder] hacia una paz duradera”.

“Irán está dispuesto a continuar con sus esfuerzos del establecimiento de paz” en Afganistán, ha reiterado.

El presidente afgano, Ashraf Qani, ha huido este domingo del país y se ha ido a Tayikistán ante la inminente caída de Kabul, capital de Afganistán, en manos del grupo armado Talibán, según han confirmado las autoridades del país centroasiático.



Talibán toma la base Bagram y libera 

a miles de presos

Resumen de Medio Oriente, 15 de agosto de 2021.

  • Las fuerzas de Talibán sostienen banderas de este grupo armado en la ciudad fronteriza Chaman entre Pakistán y Afganistán de, 14 de julio de 2021. (Foto: Reuters)

Talibán se apodera de la base aérea Bagram, sita en la provincia afgana de Parwan (este), que fue la base más grande de Estados Unidos en Afganistán.

De acuerdo con la información facilitada este domingo por el portavoz del grupo armado Talibán, Zabiolá Muyahid, mediante un mensaje de Twitter, los insurgentes, al seguir su avance en el territorio afgano, han tomado el control de la base Bagram, y han puesto en libertad a los presos encarcelados en dicha instalación.

Bagram seguía siendo controlada, desde hace 20 años, por las tropas estadounidenses, hasta que estos la abandonaron a principios de julio, en el marco del proceso de la retirada de las tropas norteamericanas ordenada por el presidente de EE.UU., Joe Biden.

Según denunciaron varios oficiales afganos en aquel entonces, las tropas estadounidenses abandonaron la base sin previo aviso y sin entrenamiento a las fuerzas afganas para el uso de los equipos que dejaron en el aeródromo.



Rusia: Las partes en el conflicto deben 

abandonar el egoísmo y comenzar 

negociaciones serias

Resumen Medio Oriente, 15 de agosto de 2021-.

Representante del Kremlin dispuesta a cooperar con gobierno de transición. No consideran necesario la evacuación de la misión diplomática. El portavoz talibán dijo que esa misión no corre peligro.

La Federación rusa está dispuesta a cooperar con el Gobierno de transición afgano, anunció hoy su embajada en Kabul, según la prensa local.

Según la agencia TASS la misión diplomática rusa en la nación centroasiática informó que «la situación en Kabul es un poco tensa, pero no hay guerra en la ciudad».

Hasta el momento señalan la evacuación del personal de esa misión en la capital afgana no es necesaria y que no se reportan amenazas para esa sede diplomática.

Antes, el representante oficial de la oficina política de los talibanes en Qatar, Muhammad Suhail Shaheen, declaró que la seguridad de la embajada rusa está garantizada.

Zamir Kabúlov, representante especial del presidente ruso para ese país, manifestó este domingo que las partes en el conflicto deben abandonar el egoísmo y comenzar negociaciones serias sobre el futuro Gobierno de coalición.

En declaraciones al canal de televisión Rusia 1, el también director del segundo departamento de Asia del Ministerio de Asuntos Exteriores instó a las fuerzas implicadas en el conflicto a «comenzar negociaciones serias sobre el futuro Estado de transición», señala el informe de Prensa Latina desde Kabul.

Por su parte la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, llamó la atención en su canal de Telegram sobre el papel de Estados Unidos en los acontecimientos que tienen lugar en estos momentos en Afganistán

«Es extraño, pero cierto: en Afganistán hay un enfrentamiento entre dos fuerzas, y ambas son el resultado del proceso de pensamiento de Estados Unidos. El mundo observa con horror el resultado de otro experimento histórico de Washington», escribió la diplomática.

Mientras Konstantin Kosachev, vicepresidente del Consejo de la Federación de Rusia alertó hoy que la amenaza para la seguridad de Rusia y sus aliados asiáticos aumenta con la toma de Afganistán por los talibanes.

Kosachev llamó la atención sobre los posibles acuerdos entre Estado Islámico (EI) y el movimiento Talibán. «Ya se observa un aumento en el interés del EI en Afganistán y Asia Central, a partir de su derrota en Siria e Iraq» escribió en su página de la red social Facebook.

También recordó que existen garantías de los talibanes de que no van a atacar a los países de Asia Central, según declararon sus representantes durante una rueda de prensa en Moscú el pasado 8 de julio.

«La pregunta ni siquiera es si se puede confiar en ellos. El Talibán es, en principio, un movimiento nacionalista pastún, cuyas tareas se limitan, en general, al territorio de Afganistán, a diferencia del EI», comentó.

Asimismo el político ruso calificó de previsible el desarrollo del conflicto en la nación centroasiática luego de la retirada de las fuerzas de Estados Unidos, «a la que el término fuga es más aplicable», apuntó. No obstante consideró que todo sucedió de una manera muy rápida.

Fuente: Al Mayadeen

Envio:RL



El presidente afgano abandonó Kabul

Afganistán: los talibanes ocuparon el palacio presidencial y varios países evacuan a sus diplomáticos

"Los talibanes ganaron", aseguró el ahora exmandatario de Afganistán, Ashraf Ghani, horas después de escapar de la capital. Tras su salida se puso en marcha un consejo de transición para luego entregar el poder a los islamistas radicales. 


Los diplomáticos estadounidenses fueron trasladados en helicóptero al aeropuerto.. Imagen: AFP

Los talibanes recuperaron este domingo el control de Kabul con la entrada de sus combatientes en la capital afgana, mientras el presidente Ashraf Ghani abandonaba el país para evitar "un baño de sangre". "Los talibanes ganaron" y "ahora son responsables del honor, de la posesión y de la autopreservación de su país", admitió Ghani mientras esquivaba las críticas por su escape rápido y silencioso. Tras 20 años de intervención militar y en franca retirada del territorio afgano, Estados Unidos tomó las riendas del control del tráfico aéreo en el aeropuerto de Kabul para facilitar sus evacuaciones y las de sus aliados.

Después de una semana en la que los insurgentes fueron tomando una tras otra casi la totalidad de las 34 capitales de provincia afganas ante una casi nula resistencia del gobierno afgano, el domingo amaneció con la noticia de que los talibanes ya se habían apostado al norte, oeste y sur de los límites de Kabul. El pánico estalló entonces en la capital, con las autoridades afganas pidiendo a todos los funcionarios que abandonen sus puestos de trabajo y vuelvan a sus hogares, mientras cerraban comercios y bancos y se producían grandes embotellamientos.

Tras la noticia de la huida de Ghani, los talibanes anunciaron al caer la noche del domingo que iban a ingresar a Kabul para impedir saqueos luego de que la policía afgana abandonara las comisarías y otros puestos. A través de la televisión estatal se difundieron imágenes de combatientes que clamaban "victoria" dentro del palacio presidencial. Según precisaron tres responsables talibanes de alto rango, previamente allí mismo se había celebrado una reunión sobre la situación de la seguridad en la capital de Afganistán.

Un vocero de Ghani informó a la cadena Al Jazeera que los talibanes ofrecerán una amnistía a quienes trabajaron con el gobierno y el ejército. En ese contexto, luego de la salida del presidente afgano el poder se traspasó a un consejo de transición integrado en particular por el jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional en Afganistán, Abdullah Abdullah, y el expresidente Hamid Karzai, que más tarde entregará el destino del país a los talibanes. Los insurgentes ya advirtieron que esperan lo antes posible "un traspaso completo" del poder.

En las redes sociales se publicaron videos en los que aparecen grupos de combatientes talibanes fuertemente armados patrullando las grandes ciudades del país, con banderas blancas y saludando a la población. "Tomamos nota del retorno de los talibanes en Afganistán, y esperamos que su llegada traiga paz y no un baño de sangre. Recuerdo, cuando era niño, las atrocidades cometidas por los talibanes", dijo Tariq Nezami, un comerciante de 30 años del centro de la capital sin demasiada esperanza.

Foto: Twitter Al-Jazeera

Evitar un "baño de sangre"

El expresidente Ghani justificó su decisión de salir del país para evitar "un baño de sangre". "Los talibanes ya habían declarado que, para expulsarme, estaban dispuestos a llevar a cabo ataques contra la ciudad de Kabul y sus ciudadanos. Por eso pensé que era mejor marcharme", aseguró el presidente en un comunicado. Ghani afirmó que se trató de una "decisión difícil" al tener que elegir entre enfrentarse a los talibanes que querían entrar en el palacio presidencial o salir del país al que dedicó su vida. 

Ghani insistió en que los talibanes deben garantizar la seguridad de todos los residentes del país y ganar la legitimidad con "todas las personas, naciones, diferentes sectores, hermanas y mujeres del Afganistán". El ahora expresidente no precisó cuál será su país de destino, aunque se supo que haría una escala en Tayikistán.

El ministro de Defensa afgano, Bismillah Mohammadi, quien sufrió la semana pasada un ataque talibán a su residencia en Kabul, culpó sin excusas al exmandatario. "Nos ataron las manos a la espalda y vendieron la patria, maldito Ghani y su pandilla", disparó.

Operativo en la embajada estadounidense

Estados Unidos arrió el domingo su bandera en la embajada en Kabul y casi todo su personal fue enviado al aeropuerto, donde fuerzas estadounidenses asumieron el control aéreo. "Actualmente estamos completando una serie de pasos para permitir una salida segura de Afganistán del personal estadounidense y aliado en vuelos civiles y militares", dijeron los departamentos de Estado y Defensa en una nota conjunta.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, había asegurado previamente a la cadena ABC: "Estamos transfiriendo a los hombres y mujeres de nuestra embajada al aeropuerto. Por esa razón es que el presidente envió fuerzas armadas". En efecto, Joe Biden ordenó el envío de seis mil soldados para colaborar con las tareas de evacuación. El Pentágono calcula en 30 mil el número de personas que deberán ser evacuadas.

Muchos trazaron paralelismos entre las imágenes de helicópteros estadounidenses evacuando su embajada en Kabul con la aún más caótica huida de Estados Unidos de Saigón tras su derrota en Vietnam. "Esto no es Saigón", respondió Blinken, quien aseguró que la misión en Afganistán fue "exitosa".

Otros países como Canadá, Alemania, Reino Unido o España también anunciaron el inicio o la próxima evacuación de parte del personal de sus embajadas y de otros ciudadanos afganos con sus familias que trabajaron codo con codo con ellos. El primer ministro británico, Boris Johnson, instó a sus aliados occidentales a adoptar "una posición común" frente a los talibanes "para evitar que Afganistán vuelva a convertirse en un terreno fértil para el terrorismo".

20 años de guerra

El colapso del ejército afgano que permitió a los combatientes talibanes tomar el control de Kabul mostró los errores cometidos durante 20 años por Estados Unidos al gastar miles de millones de dólares en Afganistán. Los funcionarios estadounidenses prometieron reiteradamente que seguirían apoyando al ejército afgano después del 31 de agosto, la fecha anunciada para completar la retirada de las tropas norteamericanas, pero nunca explicaron cómo lo harían a nivel logístico.

Los talibanes gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001. Ese año fueron derrocados por una coalición liderada por Estados Unidos y la OTAN en el marco de la "guerra al terrorismo" islámico lanzada por Washington tras los ataques del 11 de septiembre que fueron reivindicados por el entonces jefe de Al Qaeda, Osama Bin Laden, asesinado por un comando del ejército estadounidense diez años después.

Fuente:Pagina12

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