CNE firma memorando con Centro
Carter sobre misión de expertos
para comicios del 21N
Resumen Latinoamericano, 28 de octubre de 2021.
El memorando establece que la misión tendrá garantías de ejercer su trabajo en la jornada respetando la soberanía y autodeterminación del país.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela firmó este miércoles con el Centro Carter un memorando de entendimiento sobre el rol de la misión Internacional de expertos para los comicios regionales y municipales del próximo 21 de noviembre.
«La misión de expertos electorales del Centro Carter y sus miembros mantendran una estricta cinducta de imparcialidad, objetividad, independencia y no injerencia en el proceso electoral y respeto a la soberanía y autodeterminación nacional durante su desempeño de su mandato», indica el memorando.
El documento también detalla que los expertos del Centro estadounidense se regirán por las leyes venezolanas, así como de la declaración de Principios de Naciones Unidas para la Observación Internacional de Elecciones y al Código de Conducta para Observadores Internacionales de Elecciones del organismo multilateral del 27 de octubre de 2005.
Asimismo, el CNE de Venezuela brindará todas las garantías al Centro Carter durante la jornada comicial, «la misión de expertos suministrará al CNE, con antelación apropiada, su plan general de actividades, el cual incluirá el despliegue de los expertosen el cumplimiento de sus funciones apegadas al memorando firmado», acotan.
Respecto a la movilización de los expertos electorales del Centro Carter, el memorando detalla que deben informar con anticipación para que se les garantice la seguridad, «el jefe de la misión del Centro Carter podrá compartir públicamente su valoración del proceso electoral en el momento que considere oportuno», agrega el documento.
«La misión de expertos podrá celebrar ruedas de prensa, cuando proceda, a fin de hacer declaraciones públicas y de presentar sus informes fundamentales sobre el proceso electoral, de lo cual informará con antelación al CNE, garantizando en todo momento no interferir en el desenvolvimiento del proceso electoal», explica el memorando firmado.
Finalmente, se asevera que el grupo designado por el Centro Carter debe ser notificado al CNE para proceder con los trámites para su entrada al país y desarrollo de sus actividades, las cuales estarán respaldas por la Cancillería y el Ministerio de Finanzas de Venezuela.
En el marco de las elecciones regionales del próximo 21 de noviembre, son varias las misiones internacionales que observarán la jornada comicial, donde se incluye a la Unión Europea (UE) y diversas organizaciones de la región.
Los venezolanos deberán renovar para el día 21 de noviembre un total de 3.082 cargos, de los cuales 23 son gobernadores, 335 alcaldes, 253 legisladores y 2.471 concejales.
Pueblos originarios y el sueño de
Chávez
Resumen Latinoamericano, 28 de octubre de 2021.
Hasta 1999 los pueblos originarios de Venezuela sufrieron discriminación y olvido, pero la promesa que les hiciera en aquel momento el presidente Hugo Chávez los convirtió en protagonistas del proceso revolucionario que cambió definitivamente su historia.
Desde su campaña electoral, el tema de los derechos indígenas estuvo presente y apenas se convirtió en jefe de Estado, Chávez impulsó una reforma de la Carta Magna donde por primera vez elevó la atención a esos pueblos al rango constitucional.
A diferencia de otros países de América Latina, en Venezuela no existía un reconocimiento legal explícito que protegiera la cultura de las comunidades indígenas, formas de vida, espacios vitales o propiciara la atención social y económica de sus habitantes.
El papel distintivo conferido por la Constitución de 1999, fue sobresaliente y convierte a esta nación en parte del grupo de países suramericanos que establece derechos diferenciados para ese sector.
La nueva Carta Magna reconoció el carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe de la sociedad venezolana; paralelo a ello, en 2001 el Gobierno venezolano ratificó el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y en 2005 aprobó la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas.
En 2007 y como parte de ese proceso de reivindicaciones, Chávez creó el Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas y en apenas unos años, la nación logró ubicarse a la cabeza de los países latinoamericanos en materia de protección a esas comunidades.
Estimaciones oficiales indican que esas comunidades ancestrales conforman aproximadamente el 2,8 por ciento del total de la población (32 millones de habitantes).
Más de 40 grupos que incluyen a los Akawayo, Amorúa, Añú, Arawak, Arutani, Ayamán, Baniva, Baré, Barí, Caquetío, Cumanagoto, Chaima, E´ñepá, Gayón, Guanono, Hoti, iInga, Japreria, Jirajara, Jivi, Kari´ña, Kubeo, Kuiva, Kurripako, Mako, Makushi, Nengatú, Pemón, Piapoko, Píritu, Puinave, Pumé y Sáliva.
Además de los Sánema, Sapé, Timoto-cuica, Waikerí, Wanai, Wapishana, Warao, Warekena, Wayuu, Uwottüja, Yanomami, Yavarana, Ye´kuana y Yukpa, todos ellos conforman el multiétnico tablero indígena del país.
Están ubicados en los estados de Zulia, Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro, Anzoátegui, Sucre y Apure, algunos de los cuales comparten territorios con Brasil, Colombia y Guyana.
Bajo la dirección del líder de la Revolución bolivariana, esas poblaciones olvidadas dejaron de ser tribus y fueron llamados como lo que son, pueblos indígenas, además, se reconocieron las lenguas aborígenes como tal y no como dialectos.
Guaicaipuro, Tekun Umán, Túpac Amaru, Tamanaco, Chacao y Paramaconi pasaron a ser los verdaderos héroes del pueblo venezolano; plazas, parques e instituciones de todo tipo comenzaron a nombrarse así.
El sueño de Chávez 20 años después
Dos décadas después de aquella trascendental reforma constitucional, social y política, que visibilizó a los pueblos originarios en Venezuela, muchos son los logros.
Al respecto, el viceministro de esa cartera César Caria, en una entrevista para la sección Escáner de Prensa Latina, expresó: “antes de Chávez, no éramos nada, hoy somos indígenas en Revolución”.
Pero sus sueños, acotó, no quedaron plasmados sólo en la Carta Magna, desde entonces y hasta la fecha “se aprobaron al menos seis leyes y cerca de 42 artículos relacionados directamente con la protección de nuestros pueblos”.
La creación de la vicepresidencia indígena del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), la inclusión de representantes en los dos procesos constituyentes y los derechos alcanzados dentro del Poder Legislativo constituyen algunos de los avances políticos, resaltó Caria.
“Largo ha sido el camino recorrido durante estos 20 años, pero ello nos permite exhibir logros que muy pocos países de la región pueden presumir en materia de protección a sus comunidades ancestrales”, subrayó el viceministro a Escáner.
Varias son las instituciones y los programas sociales creados durante el proceso revolucionario, pero sin dudas, resaltó, una de las más trascedentes es la Misión Guaicaipuro, surgida para propiciar el desarrollo armónico y sustentable con una visión de etnodesarrollo, al fortalecer la gestión comunitaria.
De igual forma, ese proyecto busca impulsar el proceso de demarcación del hábitat y tierras, así como potenciar el avance integral de los pueblos originarios para garantizar el disfrute efectivo de sus derechos sociales.
Otras obras -señaló- están encaminadas a defender la identidad en materia de idioma, hábitos, costumbres y tradiciones.
Actualmente, explicó el alto funcionario, Venezuela cuenta con un Instituto de Idiomas Indígenas, 65 nichos lingüísticos (espacios estimulantes para el aprendizaje de la lengua originaria en la primera infancia) y mil 962 escuelas interculturales, así como una Dirección Nacional Intercultural Bilingüe.
Todo ello, recalcó, en función de la preservación de nuestro idioma; “hoy incluso nuestros ancianos, asesorados por los docentes, trabajan en la creación de manuales en lenguas originarias para los pequeños”.
Desde la visión indígena, el conocimiento se trasmite de generación en generación y la oralidad es su principal recurso para la enseñanza y el aprendizaje.
Dentro de su identidad no se habla de generación de relevo, las organizaciones y movimientos se fundamentan en el acompañamiento y continuidad de lucha.
Movimiento Indígena Unido de Venezuela (Miuven)
El 4 de octubre del 2019, en medio del recrudecimiento del bloqueo y las agresiones de Estados Unidos, y los intentos desestabilizadores de la extrema derecha, se creó el Movimiento Indígena Unido de Venezuela (Miuven) como parte de la estrategia gubernamental para consolidar la unidad nacional.
La organización que nació desde la militancia del PSUV, impulsa la participación de esos pueblos en la toma de decisiones políticas y defiende sus derechos dentro de la Revolución bolivariana.
Durante el acto de constitución, el presidente Nicolás Maduro anunció: «estamos dando un paso más en la línea de construir una amplia alianza del pueblo y sus bases… estamos dando un paso gigantesco para darle poder político a las comunidades del pueblo venezolano para la construcción del socialismo”.
Sobre el papel del movimiento, el viceministro Carias comentó a Escáner que «es un órgano articulador, interlocutor entre el Estado y las comunidades indígenas. Desde nuestra cosmovisión funciona como una política con un enfoque social».
En el Miuven, dijo, “confluyen todos los pueblos originarios, líderes y lideresas que creemos en la izquierda, en el proyecto de Chávez, sumamos voluntades para avanzar en una agenda común en beneficio propio”.
«Debemos resaltar que todas esas iniciativas, programas, proyectos, nos permitieron además enfrentar de manera coordinada la pandemia de la Covid-19, que golpeó a muchos de nuestros hermanos fuera de Venezuela”, recordó.
Para Carias, las políticas de Salud del Estado, junto a las estructuras organizativas creadas por el Gobierno fueron efectivas en esa batalla, en la cual destacó asimismo la cooperación de los médicos cubanos en las campañas de vacunación y atención sanitaria a esas comunidades.
No obstante, reconoció el viceministro que “aún nos queda mucho por andar, muchas batallas por enfrentar y obstáculos por superar, no sólo dentro del país, sino también a nivel regional.
«Pero sabemos que hay una voluntad política, un reconocimiento de nuestros derechos, un legado que nos dejó el Comandante Chávez y con el cual estamos comprometidos los venezolanos que creemos en una sociedad inclusiva para todos», concluyó el funcionario.
Fuente: Prensa latina
El próximo objetivo militar de Estados
Unidos en América Latina
Por Tony López R.*, Resumen Latinoamericano, 28 de octubre de 2021.
Varios son los elementos que indican que Estados Unidos, teniendo como aliados a Colombia y Brasil, se apresta a desencadenar una operación militar contra Venezuela, utilizando como argumento que su presidente Nicolas Maduro Moro, es uno de los grandes responsables del narcotráfico y del terrorismo en la región.
O sea, repetir el mismo criminal argumento, que utilizaron para invadir a Panamá, y detener al general Manuel Antonio Noriega, que ocasionó más de 10,000 muertes inocentes y el horroroso bombardeo y destrucción del barrio el Chorrillo y otros sectores de la capital panameña. Para justificar y presentar un importante testigo contra el presidente Maduro, los servicios especiales estadounidense montaron una operación contra el diplomático venezolano Alex Saab, de la que más abajo entrego detalles.
Cuando Alex Saab, realizaba un viaje a Irán en un vuelo privado, con el objetivo de hacer compra de medicinas y alimentos para Venezuela, fue ilegalmente detenido en la isla africana de Cabo Verde, cuando el avión en el que viajaba hizo un aterrizaje en tránsito, con el fin de cargar combustible, y continuar su viaje a Teherán.
Los hechos se produjeron el 12 de junio del 2020, y las autoridades caboverdianas, cometieron una ilegal aprehensión, no solo por el carácter de la inmunidad diplomática que amparaba a Saab, sino porque no existía orden internacional de captura y solo la orden fue emitida por Interpol al día siguiente de su retención y retirada poco después.
Un año y cuatro meses después de su ilegal retención y secuestro, Alex Saab, que, durante su encierro, en un sitio no carcelario, fue sometido a horrorosas torturas por sujetos norteamericanos, denunciados por él y conocidas por la carta que hizo llegar a su esposa y ella la hizo pública.
El 16 de octubre pasado, el secuestrado fue entregado a las autoridades estadounidenses bajo la falsa figura de “extradición”, cuando en realidad lo ejecutado es un secuestro internacional. Para justificar este hecho, las autoridades caboverdianas, montaron un show judicial con la Corte de su país, para tratar de dar un respaldo legal a esta operación de secuestro, pero si se investiga lo sucedido la verdad saldrá y los comprometidos con este hecho tendrán que rendir cuenta.
Toda esta operación, estaba montada para mediante tortura y chantaje, lograr que Saab acuse al presidente Nicolas Maduro de narcotráfico y de lavados de activos y de esta forma justificar una intervención militar en Venezuela, pero han fracasado. Obviamente, el gobierno de Biden, sabía que un traslado de Saab, a Estados Unidos, provocaría una reacción del gobierno venezolano, que lo primero que hizo fue, suspender la conversación con la oposición y procurar el descontento en ese sector opositor y que conspire contra las elecciones del 20 de noviembre.
Por cierto, por estos hechos el gobierno de Cabo Verde puede ser llevado a un proceso en la Corte Penal Internacional, porque lo que ejecutó fue un secuestro de carácter político y el gobierno caboverdiano se ha plegado descaradamente a los intereses de Estados Unidos.
Paralelamente a esta operación de secuestro, nuestros lectores deben conocer lo que está sucediendo en Colombia y las acciones político-militar de Estados Unidos en ese sureño país, aliado estratégico de Estados Unidos, porque toda esta acción está vinculadas y forman parte del plan.
Las visitas en dos ocasiones del Jefe del Comando Sur el almirante Craif entre junio y septiembre de este año, su visita a la Brigada 20 de las FF MM en Cúcuta y el Catatumbo, frontera con Venezuela, donde se encuentran estacionado más de 500 oficiales e infantes de las FFMM estadounidenses, bajo el argumento de que son asesores contra el narcotráfico.
La reciente visita del Secretario de Estado Anthony Blinken a Bogotá, también con la misma agenda, conocer la situación del narcotráfico y los DD.HH. Saben cuántos funcionarios tiene Estados Unidos en su embajada en Bogotá, 800, puede que Blinken conozca más que el propio gobierno colombiano, lo que sucede internamente sobre esos temas.
Y nos vamos a creer el verso de que el Secretario de Estado fue a interesarse por el tema narcotráfico y DD.HH, ese discurso es para la galería, el verdadero objetivo, en mi opinión, es evaluar si todo está debidamente preparado, los pro y los contra, para la acción intervencionista en Venezuela, la que debe realizarse antes de las elecciones del 20 de noviembre.
La campaña y propaganda contra Venezuela ha intoxicado, al pueblo colombiano, es otro factor para allanar el camino y favorecer al gobierno de Duque a prestarse a una intervención en el vecino país, los datos de venezolanos asesinados en Colombia son alarmantes, 1933 homicidios entre enero del 2015 a diciembre del 2020 y 54 asesinatos en el 2021 y lo último, el asesinato de dos niños de 11 y 12 años hace dos semanas en Tibú, frontera con Venezuela, los encontraron con un cartel que decía bandoleros.
Ningúno gobierno de Estados Unidos, se ha preocupado por ambos males, que tienen enferma esa noble sociedad colombiana. Todo no es más que una fachada, para colegiar los pasos a seguir contra Venezuela.
La reciente visita del presidente Duque a Brasil, para entrevistarse con el presidente Bolsonaro, es otro elemento que confirma que Estados Unidos, tiene la decisión de intervenir en Venezuela, como se sabe Brasil tiene una amplia frontera con Venezuela, y ha hecho declaraciones ofensivas contra el mandatario venezolano, pero en este caso hay que precisar que al menos durante muchos años, las FFMM brasileñas, siempre se han negado a inmiscuirse en los problemas de sus vecinos.
Sumado a todos estos elementos, resulta muy extraño que el presidente del Senado colombiano, se aparezca planteando, que debe reconocerse al gobierno de Nicolas Maduro, cuando en ese Congreso, casi las dos terceras partes, son oficialistas, pero además todos están muy comprometidos con la política contra Venezuela, la campaña de esos congresistas y sus partidos, estuvo muy vinculadas a la consigna de Uribe, de combatir al “castrochavismo”.
Otro elemento que no debe despreciarse es que, en este escenario, el mes de noviembre aparecen con serias amenazas contra los dos países claramente aliados de Venezuela como son Cuba y Nicaragua, cuyas tres naciones el fascista presidente Trump, y parte del establishment estadounidense, se plantearon desaparecer a sus gobiernos de la región por su carácter socialistas. Es también una formula para distraer las fuerzas aliadas de Venezuela. Pero lo que no creo que imagine el gobierno gringo, es la repuesta de los pueblos latinoamericanos si decide atacar a cualquiera de estos tres países.
No es casual que el mes de noviembre se haya escogido para crear enfrentamientos internos en ambos territorios, las autoridades nicaragüenses, acaban de desmantelar un plan terrorista organizado por la embajada de los Estados Unidos, el grupo de mercenarios fue arrestado y se le ocuparon las armas que iban a utilizar en un levantamiento que se ejecutaría el 8 de noviembre, un día después de celebradas las elecciones, presidenciales en esa nación, bajo el pretexto de que hubo fraude.
Mientras que en Cuba un grupúsculo de contrarrevolucionarios y mercenarios, pagados y orientados desde los Estados Unidos, solicitaron permiso para una marcha el 15 de noviembre, pero sus propósitos que ni son pacíficos ni tienen fundamentos sociales, sino políticos y con fines desestabilizadores se les fue negado, porque atentan y violan la Constitución de la República, como bien les fue informado previamente a los peticionarios por la Fiscalía de la República. .
Como se conoce, los peticionarios a pesar de que la Fiscalía de la República les dio a conocer el artículo 4 de la Constitución, que establece que el: “Sistema Socialista de la República de Cuba es irrevocable y que cualquier acción que se pretenda hacer contra él, es un delito” los peticionarios amenazan que de todos modos realizarían su marcha”.
La Fiscalía General de la República dio a conocer lo siguiente: “Teniendo en cuenta la intención expresada públicamente por los promoventes de mantener la convocatoria, la Fiscalía General de la República, este jueves 21 de octubre, inició el apercibimiento a varios ciudadanos que, de incumplir la decisión de las referidas autoridades, incurrirían en los delitos de desobediencia, manifestaciones ilícitas, instigación a delinquir u otros previstos y sancionados en la legislación penal vigente”.
La actuación de la Fiscalía, al advertir a dichos ciudadanos sobre las consecuencias legales de ejecutar la marcha, se sustenta en el artículo 156 de la Constitución que le atribuye a este órgano la misión, entre otras, de velar por el estricto cumplimiento de la Carta Magna, las leyes y demás disposiciones legales por los ciudadanos.
Asimismo, la Ley 83 de 1997, Ley de la Fiscalía General de la República, en su artículo 7, establece entre sus objetivos: preservar los derechos e intereses legítimos de los órganos, instituciones y dependencias estatales, contribuir a la prevención del delito y otras conductas antisociales, al fortalecimiento de la disciplina social y a la educación de los ciudadanos en la observancia consciente de las normas jurídicas.
Saben ustedes, lo que le sucedería a cualquier ciudadano estadounidense, que mantenga correspondencia o relación con un gobierno extranjero con la intención de influir en una conducta respecto a un conflicto o una controversia con Estados Unidos. Según el código penal, párrafo 953, condena de 3 años de prisión. Y para quien preconice el derrocamiento del gobierno o del orden establecido el Código penal párrafo 2385, condena de 20 años. Todos los Estados tienen sus leyes y códigos penales el que la incumpla debe ser sometido a la justicia.
Dicho todo lo que hace el gobierno de los Estados Unidos para derrocar ahora al gobierno de Venezuela y lo que paralelamente están ejecutando, con sus acciones contra los gobiernos de Cuba y Nicaragua, no le debe quedar duda a nadie que serán derrotados, y que el precio para Estados Unidos será muy alto, si se atreven a intervenir militarmente en cualquiera de nuestros tres países. Ante las amenazas les decimos Patri o Muerte.
(*) Periodista, politólogo y analista internacional. – La Habana, Cuba 26 de octubre de 2021.
Sobre las «mega-elecciones»
Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
Se sabe, o se debe saber, que para brindar información correcta es necesario partir de los hechos. Sabemos, o deberíamos saber, que el ángulo desde el que miramos los hechos puede orientar su presentación y juicio, ya que el enfrentamiento de intereses que determina la lucha de clases es también un choque de concepciones. Se sabe, o debería saberse, que la gran concentración monopolística a nivel económico produce una concentración monopolística similar a nivel mediático, haciendo de la información también una mercancía valorada según su comerciabilidad en el mercado global.
Las guerras económicas y las agresiones militares – guerras de cuarta o quinta generación con su conjunto de golpes institucionales, lawfare y «revoluciones de color» – de hecho tienen su equivalente mediático, que funciona como un bulldozer o una tapadera. Una premisa necesaria para hablar de Venezuela, que ha decidido emprender el camino de la transición al socialismo debilitando al Estado burgués desde adentro y para desmentir el mantra según el cual no hay alternativas al modelo capitalista. Un modelo que prevalece a nivel mundial, aunque en una crisis sistémica.
En este caso, los hechos dicen que, el próximo 21 de noviembre, Venezuela -que desde 1998, cuando Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales, lleva adelante su proceso bolivariano- llegará a la elección número 29. Será un voto para elegir gobernadores y gobernadoras de los 23 estados, alcaldes y alcaldesas de los 335 municipios, concejales y concejalas regionales y municipales, y los de 69 comunidades indigenas. Cabe señalar que la República Bolivariana de Venezuela está compuesta geográficamente por 23 estados más el Distrito capital (que incluye parte de la capital Caracas). Los estados se dividen en municipios, Dependencias Federales (islas, en su mayoría deshabitadas) y Territorios Federales. Venezuela además posee una Zona en Reclamación, el Esequibo.
Las del 21 de noviembre se definen como «megaelecciones», ya que la autoridad electoral, el Cne, aceptó la solicitud de la oposición de unir las elecciones municipales y regionales en una sola fecha. Por tanto, se elige el mayor número de representantes populares (3.082), cargos para los que se han postulado 70.244 personas: 65.453 para asambleas legislativas y concejos municipales, 4.462 para la alcaldía y 329 para las gobernaciones.
El 49% de las postulaciones está formado por mujeres, mientras que el 50,56 son hombres. Un dato que demuestra la intensa labor del CNE para eliminar la exclusión de género de la sociedad venezolana, que considera la lucha contra el patriarcado como un eje de su sistema de gobierno. Por otro lado, el organismo electoral estuvo presidido durante mucho tiempo por una mayoría de mujeres, que debieron enfrentar reiterados ataques de carácter machista por parte de la derecha. El actual presidente del CNE, el historiador Pedro Calzadilla, también ha relanzado las solicitudes de las feministas venezolanas, a la vanguardia tanto del trabajo legislativo como político y social.
Este no es un asunto de poca importancia. Si, de hecho, como enseña el marxismo, el nivel de libertad y civilización de un país se mide por la condición de la mujer, incluso el del programa y de la propuesta política se mide por el poder efectivo y la presencia del género en los órganos de decisión. Y mientras en el chavismo las mujeres ocupan importantes cargos gubernamentales y dirigen el 80% de las organizaciones de masas, en la derecha rara vez son nominadas y elegidas, y menos aún hay exponentes de la «diversidad sexual». Un hecho que choca con la retórica de aquellos países capitalistas dispuestos a apoyar un oscuro mascullador «autoproclamado», que nadie ha elegido, como «presidente interino» de la República, en nombre de la «democracia» y la «libertad» frente al «dictador Maduro».
Al mismo tiempo, se destaca la falta de propuestas de los distintos componentes de la oposición, tanto en versiones de derecha moderada como de extrema derecha, presentes entre las 42 organizaciones políticas inscritas en el padrón electoral, 37 de las cuales han presentado candidatos para todos los cargos y estarán presentes en más de 13.400 centros de votación. Dividida y pendenciera, la derecha venezolana trata de apropiarse de las temáticas del país ocultando o distorsionando el sentido de su proyecto, que consiste en un retorno al sistema de la IV República, basado en la división del poder entre los grandes grupos dominantes, a sus veces dominados por el imperialismo y desde las grandes instituciones internacionales.
Y así, aquí y allá vemos un candidato volcar conceptos, con discursos vacíos que parecen copiados de un panfleto electoral europeo. Se presentan entonse como «populismo» el poder popular y la democracia participativa y protagónica. Una confusión que sirve para ocultar la lejanía del socialismo bolivariano, que implica y fortalece las decisiones colectivas, del populismo de la derecha europea, que debilita el marco institucional, verticalizando las decisiones políticas detrás de una falsa opción sistémica.
Y así, aquí y allá un candidato incluso llega a proponer «más viviendas para la comunidad», de cara a la Gran Misión Vivienda creada por Chávez, aún en marcha a pesar del feroz bloqueo. Lástima que una de las primeras decisiones que tomó el parlamento a mayoría opositora, luego de las elecciones de 2015, fuera precisamente distorsionar la Misión Vivienda para devolverla a manos de los grandes grupos inmobiliarios. Incluso la bandera de la «lucha contra la corrupción» está siendo ondeada por una derecha impresentable, que en los últimos años ha tenido el objetivo principal de apoderarse de los recursos del país, según una tendencia inherente al modelo que propone.
Un modelo que se fundamenta en la mayor de las mistificaciones, derivada del encubrimiento del carácter violento inherente a la explotación del trabajo por parte del capital, y del fraude del “ciudadano” que sería igual ante la ley, mientras que su realidad está determinada por la posición que ocupa en la sociedad dividida en clases.
Los 28 procesos electorales celebrados en Venezuela, en cambio, desenmascaran la estafa de la democracia burguesa, tan perfecta y “pacífica” como para ser exportada al sonido de bombas en el sur global. Una “democracia” donde, sin embargo, el pueblo vota pero no decide. Y, de hecho, la participación electoral disminuye de año en año, pero ningún gran maniobrador soñaría con “desconocer” esas elecciones. Para el chavismo, en cambio, el voto no es un fetiche ni un rito, sino una herramienta para concienciar y organizar a las masas.
La arrogancia colonial, si bien no prevé «observadores» electorales de los países del sur cuando se vota en Norteamerica o en Europa, pretende “legitimar” y “reconocer” qué gobiernos cumplen con los estándares occidentales y cuáles no. Y por tanto es sin duda una muestra de independencia de Venezuela llamar «acompañantes» y no observadores a quienes desean seguir de cerca los procesos electorales.
Varias delegaciones ya están presentes en el país, para constatar la inexpugnabilidad del sistema electoral venezolano, altamente automatizado y sometido a diversas rondas de auditorías públicas, antes, durante y después de la votación. El gobierno bolivariano también ha dirigido la invitación a aquellas instituciones que, como la Unión Europea, no han ocultado sus «simpatías» políticas. Uno de los méritos de la política bolivariana, dirigida por Nicolás Maduro, fue precisamente el de haber logrado desbaratar y minimizar la fuerza de los adversarios imponiendo su propia «diplomacia de paz».
No es de extrañar que el diálogo en México también con la extrema derecha venezolana, la cara de cartón del imperialismo norteamericano, estuviera en el centro del intento de devolver el conflicto al lecho institucional. Y no es de extrañar que los halcones del Pentágono y sus títeres regionales hayan lanzado contra el diálogo el secuestro del diplomático Alex Saab. El escenario que tienen en mente es siempre el mismo: “reconocer” las elecciones solo en caso de victoria de la derecha, y entre tanto confundir las aguas y las ideas de los más de 21 millones con derecho a voto.
El robo o la distorsión de conceptos sirve para disimular el robo del futuro que reserva el modelo capitalista y para distanciar la simpatía de las clases populares europeas del socialismo. En esto, la burguesía de la vieja Europa y sus perros guardianes son maestros, y la batalla del 21 de noviembre es también una batalla de ideas.
Al respecto, viene a la mente una frase de Séneca, contenida en los escritos sobre la Clemencia, que aún ilumina las consideraciones materialistas necesarias para hacer inteligible a los oprimidos el discurso manipulador y engañoso de los opresores. “Una vez se decretó por votación del Senado que los esclavos debían distinguirse de los liberos por la ropa; pero luego nos dimos cuenta del peligro que nos amenazaría si nuestros esclavos empezaran a contarnos”.
Por otro lado, prosiguió el filósofo neostoico hace más de 2.000 años, los ciudadanos obedecen más si se gobiernan con mansedumbre, «así como los caballos generosos y nobles se dejan gobernar mejor con un ligero freno, así la inocencia sigue a la Clemencia por su propio impulso, y los ciudadanos creen que merece ser preservada por su propio interés. Por tanto, de esta forma se obtienen mejores resultados”.
Una lección que la burguesía, ante la necesidad de someter al proletariado mediante la explotación del trabajo por el capital, ha aprendido y que, tras la caída de la Unión Soviética, ha comenzado a perfeccionarse para evitar una nueva reanudación del bloque social capaz de enterrarla. La burguesía victoriosa ha impuesto su visión del mundo, induciendo incluso a los dominados a pensar y a pensar a sus mismos según las categorías del «dios mercado».
Un mercado en el que, en una especie de intercambio “natural” se pone sobre el mismo plan «emprendedores por sí mismos», osea proveedores de capital humano, y emprendedores que contratan. Un juego amañado y feroz, en cambio, en el que los primeros pertenecen a la creciente masa de trabajadores precarios, aislados y sin derechos, los segundos al campo de los que tiene el poder de «elegirlos de la manada», sin garantías y sin contrato, pidiéndoles que estén siempre disponibles, y también agradeciendo el “privilegio” obtenido.
Como ha desaparecido el sentido de pertenencia que derivaba de la gran fábrica, donde la asimetría inherente a la explotación era evidente y donde el argumento para ablandar el conflicto podía, si acaso, provenir de la observación reformista de que, con un buen avance salarial, el trabajador «no estaba tan mal», en la sociedad fragmentada se ha perdido la “complejidad del trabajo común”. La estafa del “dios mercado” también puede moldear la vida fuera del trabajo de acuerdo con las necesidades de la empresa, manipulando y dividiendo tanto los instintos como las tareas.
Y así, en nombre de la «libertad», avanzan los nuevos fascismos, el rencor y los conatos corporativos, arremetiendo contra las vacunas y no contra el Estado burgués, que no protege la salud sino los intereses de las empresas. El discurso ladrador de las clases dominantes y sus «perros guardianes» acompaña la presentación de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los países pertenecientes al G20, el foro que aglutina a las principales economías del mundo. Se celebrará en Roma del 30 al 31 de octubre de 2021, ya que Italia ocupa la presidencia del G20 desde el 1 de diciembre de 2020. Los países del G20 representan el 85% del PIB, el 75% del comercio y el 60% de la población mundial.
Los líderes de los países capitalistas, grandes instituciones internacionales y grandes grupos económicos, responsables de la devastación del planeta, hablarán de «desafíos» e «inclusión» en los temas de la pandemia, el cambio climático, el apoyo a la innovación y la «lucha contra pobreza y desigualdades” en torno al seductor trinomio en inglés, People, Planet, Prosperity. Debemos – dicen – «cuidar el planeta y las personas, asegurando una fuerte recuperación económica que sea a la vez inclusiva y sostenible».
Un sistema tan «inclusivo» en el que 60 familias poseen la riqueza de todo el planeta. Y aquí vienen las palabras de Séneca sobre el peligro que amenazaría a los gobernantes si los esclavos comenzaran a contarlos y rompieran esa correa «ligera» que los lleva a aceptar su condición de oprimidos.
Alex Saab se declara inocente de los
cargos imputados por juzgado de Miami
Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
El diplomático venezolano, Alex Saab, se declaró no culpable de los cargos imputados por la justicia estadounidense, esto lo dio a conocer su abogado defensor, Henry Bell.
Con esta respuesta, la defensa de Saab ha logrado desmontar la matriz que giraba en torno a él de que estaría colaborando con el gobierno norteamericano, donde los medios internacionales hacían eco de dicha acción.
Los cargos que el juzgado impuso a Alex son los de lavado de dinero.
El integrante de la diplomacia venezolana se encuentra secuestrado en contra de su voluntad desde el 16 de junio del año 2020.
Cuatro días antes de ese suceso, aterrizó en Cabo Verde para abastecer de combustible al avión en el que se transportaba; sin embargo, fue detenido de manera arbitraria y sin pruebas de delitos, luego de más de un año bajo arresto en la nación africana, el Gobierno de Estado Unidos logró su extradición hasta La Florida, donde actualmente se encuentra preso.
El pasado 18 de octubre, un tribunal de Miami le imputó a Alex Saab un total de ocho cargos, siete de ellos por presunto lavado de dinero, mientras que el octavo se centra en presuntamente conspiración con base a los últimos.
El próximo primero de noviembre se celebrará una nueva audiencia, donde Saab deberá comparecer ante el juez John O´ Sulliva, luego que el mismo rechazara su libertad bajo fianza.
Fuente: AVN
Diosdado Cabello: «Las elecciones
serán con respeto a la democracia»
Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, afirmó que los comicios electorales del venidero 21 de noviembre sucederán en paz y en el marco del respeto a la democracia. La Unión Europea comenzó el despliegue de su Misión de Observación Electoral.
“25 días para ir a una nueva contienda electoral, ya las cartas están sobre la mesa (…) todo lo que ocurrirá en este mundo será sin ningún tipo de problema y aquí en Venezuela así será, en paz, en tranquilidad y respetando las normas de juego”, dijo el líder del PSUV.
Comentó que el PSUV y el Gran Polo Patriótico (GPP) invitaron nuevamente a la oposición a firmar un documento para acordar que se aceptarán los resultados electorales.
Manifestó que “estamos dispuestos a firmarlo cuando quieran. Ya eso lo hemos hecho en otros eventos electorales. El chavismo siempre cumple; los que no han cumplido son los de la derecha y aun así estamos dispuestos a firmarlo”.
Por su parte, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ya completó la selección complementaria de miembros de mesas de votación que deben prestar servicio el día de la contienda electoral.
De acuerdo con medios locales, un total de 14.169.416 electores están aptos para cumplir el servicio electoral de un registro electoral de 21.159.887 ciudadanos con facultades para el voto.
Una nota de prensa del CNE precisa que “en el primer rubro, se contabilizó un total de 24.299 mesas y una cantidad de miembros por seleccionar de 73.158. En cuanto a las mesas electorales nuevas, el total fue de 753, que requirieron 22.590 nuevos ciudadanos y ciudadanas sorteados y sorteadas para asegurar su funcionamiento”.
UE despliega Misión de Observación Electoral
El presidente del CNE, Pedro Calzadilla, recibió este jueves a la jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión europea (UE), Isabel Santos.
La UE comenzó el despliegue de su Misión de Observación Electoral como parte del cronograma del acuerdo que firmó el organismo con el CNE.
Santos destacó que “esta misión es independiente, imparcial y neutral”. Aseguró que, en el ejercicio previsto, “los observadores no van a intervenir”. El primer grupo de 40 observadores se desplegó este viernes y el 18 de noviembre llegará otro grupo de 34.
La víspera, el presidente Nicolás Maduro precisó que las candidatas y candidatos también comenzaron su recorrido por todo el territorio nacional de cara a “la gran victoria del 21 de noviembre”.
21N: victoria estratégica por más
poder para la gente, más eficiencia
y más ética
Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
La jornada electoral del 21 de noviembre tiene para el país carácter estratégico. No se trata solo de la elección de cargos públicos regionales y municipales, tanto en el poder ejecutivo como en el legislativo, sino que se trata de una nueva batalla en defensa de la democracia, la soberanía y la paz del país, se trata de una jornada crucial para consolidar la estabilidad política de Venezuela, que permita la recuperación y restitución del bienestar y felicidad social alcanzado por la revolución bolivariana.
Venimos de resistir y superar la más poderosa agresión a nuestro pueblo para derrocar el gobierno bolivariano, desmembrar la República y destruir el país, con el objeto de instalar un gobierno servil a los intereses de EEUU en su proyecto por dominar no solo Venezuela sino el continente todo. De esta cruenta agresión, de esta brutal guerra híbrida, ha sido cómplice y partícipe la oposición venezolana que hoy se pone ropaje democrático y electoral y sale a la calle a pedirle el voto a nuestra gente: después de golpearla sin piedad vienen a buscar su respaldo cínica e hipócritamente.
He allí una de las claves: habiendo sido derrotada su estrategia violenta y extrapolítica, recurren ahora, por instrucciones de sus amos de EEUU, a la táctica politiquera para procurar sus mismos objetivos por la vía electoral, capitalizando el descontento causado por el bloqueo y la asfixia del país. ¡Pero no lo permitiremos! ¡La conciencia de nuestra gente es firme y se expresará contundentemente con una victoria de las fuerzas chavistas aglutinadas en el PSUV y en las organizaciones políticas aliadas!
¡No olvidemos nunca que esta oposición que ahora se disfraza de demócrata es la misma que causó que los ingresos del Estado venezolano cayeran de 56 mil millones de dólares a 500 millones en el curso de siete años! ¡No olvidemos que son los mismos que junto con EEUU secuestraron más de 7 mil millones de dólares con los cuales Venezuela hubiera podido hacer frente en mejores condiciones a la actual situación de dificultades! ¡No olvidemos que son los mismos que le robaron a nuestro país y a nuestro pueblo CITGO y Monómeros!
De esa batalla viene Venezuela. De resistir la violencia económica, mediática, militar y diplomática desplegada con fuerza inusitada. Y venimos de avanzar en la derrota de esa estrategia. La victoria en las parlamentarias de 2020 fue un paso clave. Y será fundamental el paso que daremos: la victoria en las elecciones del 21N para no cederle espacios políticos a esta oposición antidemocrática, antinacional y antipopular.
La batalla es compleja porque el efecto de la agresión es profundo e incide en el ánimo y la voluntad política de nuestro pueblo. Sabemos, además, que la revolución ha cometido errores, que ha habido desviaciones y retrocesos. Pero sabemos también una profunda verdad: solo en el marco de la revolución bolivariana podremos construir la Venezuela de igualdad, justicia, derechos sociales, libertades, democracia, prosperidad y participación que todos y todos anhelamos. La posibilidad cierta de superación de las dificultades, de la recuperación de la calidad de los servicios, del poder adquisitivo y del bienestar general, está en nosotros y nosotras, está en la gente que ama este país y que lo ha defendido todos estos años, que ha resistido y construido alternativas con ingenio, creatividad y fortaleza. Es con nuestro esfuerzo y nuestra participación que vamos a lograrlo.
Por eso tenemos la certeza de que los y las chavistas venceremos el 21N, y lo haremos por más poder para la gente, más eficiencia y más ética.
Más poder para la gente porque luchamos para que los nuevos gobiernos regionales y municipales y los nuevos espacios legislativos municipales y regionales profundicen la participación y el protagonismo de la gente, implementando mecanismos e instrumentos amplios y concretos para ello: allí está una de las claves para superar las dificultades, construir respuestas y alternativas, y apalancar la recuperación del país.
Más eficiencia porque los gobiernos regionales y municipales deben fortalecer su papel como piezas claves en el compromiso con la solución a los problemas más sentidos de la gente, con iniciativas alternativas, forjadas aún en medio de las dificultades, para incidir en la mejoría de los servicios, en la atención social, en el desarrollo productivo. Eficiencia en la administración de los recursos y eficiencia en la gestión es central.
Más ética porque estamos convencidos(as) de que la corrupción es uno de los principales enemigos a vencer, y sabemos que mucho es lo que se puede lograr si los recursos se administran con honestidad y transparencia, garantizando que lleguen de verdad a donde deben llegar, que no se desvíen y que sean utilizados en las áreas neurálgicas a las cuales fueron destinados.
Vamos pues a esta nueva batalla democrática por Venezuela, con entusiasmo, disciplina, alegría y conciencia. La Corriente Psuv está desplegada plenamente en esta tarea clave por nuestro bienestar y nuestro futuro. Vamos a la batalla allí en los territorios, con nuestra gente, en la calle, en las comunidades, donde está la verdad de nuestra gente, la verdad de la Venezuela que lucha, ama y tiene esperanza: esa verdad que encarna el chavismo, la revolución bolivariana y el partido de Chávez.
El amplio acuerdo que hace posible
las megaelecciones del 21N
Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
Si algo viene a demostrar la madurez de la democracia venezolana es la capacidad que ha tenido para absorber situaciones forzadas de conflicto e inestabilidad dentro del marco jurídico y electoral establecido en la Constitución. Las opciones de violencia política y desconocimiento de las instituciones que insistentemente se buscan reeditar cada cierto tiempo ha chocado con este principio bien asentado en la cultura política del país.
Los procesos electorales, regla fundamental de todo sistema democrático, en Venezuela tienen la particularidad de ser una apuesta renovada por la convivencia y la reconciliación, debido al contexto de fuertes presiones que ha vivido el país.
Las elecciones, que clásicamente son entendidas como un trámite para organizar la balanza de poder, en Venezuela han adquirido un valor crucial en la construcción de condiciones sostenidas de paz y estabilidad. Por tal motivo, el ejercicio democrático del voto de los venezolanos y venezolanas es visto como un objetivo a batir para los factores antipolíticos volcados a la destrucción del Estado de Derecho por medios insurreccionales.
Apuntalados por potencias extranjeras con intereses geopolíticos concretos en Venezuela, estos factores parten del principio de que el cambio abrupto de poder que plantean solo podrá imponerse por vías fácticas, no democráticas.
Para un botón todas las tácticas empleadas entre intentos de golpe de color, insurrecciones armadas, invasiones mercenarias, sediciones militares; todo un abanico de acciones que fueron desarticuladas por el Gobierno Bolivariano y el chavismo en las calles, caseríos y orillas de playa (literalmente).
La propia madurez democrática antes comentada, consolidada por una cultura del voto perfectamente integrada a la perspectiva de una participación protagónica, ha ido quitando espacios de legitimidad a las opciones de violencia.
Particularmente las megaelecciones del próximo 21 de noviembre, y el amplio acuerdo que hizo posible su convocatoria formal, confirma el deseo compartido de la población y de todo el arco político para consolidar las vías democráticas de la Constitución venezolana.
Estas próximas megaelecciones tienen un alto valor histórico, pues son producto de un amplio e inédito consenso entre sectores políticos y sociales por la recuperación estratégica de la República mediante una consolidación de sus fundamentos de concordia y estabilidad.
El acuerdo tuvo diversas fuentes y orígenes, en el marco de un proceso de diálogo amplio con diversos sectores políticos, de diverso alcance y orientación ideológica, cuyo consenso común fue establecer una ruta de normalización del clima político e institucional:
- Los primeros acuerdos alcanzados en Mesa de Diálogo Nacional en 2019, integrada por factores independientes del G4, centrados en favorecer una atmósfera de confianza y disminución de tensiones.
- La larga preparación de las negociaciones auspiciadas por el Reino de Noruega que concluyó en la firma del Memorando de Entendimiento de Ciudad de México, que establece la ruta electoral como la única posible.
- Y las negociaciones que, tras las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020, dieron lugar a un nuevo Consejo Nacional Electoral que incluyó a figuras de la oposición.
Estas condiciones, tejidas con paciencia desde hace al menos dos años a través de un acuerdo amplio y trasversal, desembocaron en la postulación de candidatos del denominado G4, lo que implicó su renuncia del abstencionismo ante el fracaso de la agenda violenta.
Aunque podría admitirse que en gran parte el fracaso de la estrategia beligerante se debe a la impronta del antichavismo, dominado históricamente por intereses que se repelen entre sí muchas veces, también es constatable que la presión política por parte del chavismo y de algunos sectores moderados de la oposición lograron neutralizarla a favor del escenario actual.
Las megaelecciones del 21N ponen nuevamente en vigor cómo la conexión entre diálogo político-social, ejercicio democrático del voto y participación protagónica configuran las bases de una democracia propia siempre amenazada, pero madura para imponerse.
Fuente: Misión Verdad
Diosdado Cabello sobre la cumbre
G20: «Apoyamos la unidad de los
pueblos contra la farsa de los poderosos»
Por Geraldina Colotti. Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
La rueda de prensa internacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) sobre la apertura de la campaña electoral comenzó con un homenaje a David Nieves. Nieves, fallecido a los 81 años, fue exguerrillero, preso político durante las democracias consociativas de la IV República, diputado de la Liga Socialista (organización marxista-leninista de la que también proviene el presidente Maduro), y luego miembro del Consejo Político de Psuv. El exguerrillero recibió un funeral de Estado. También lo recordó el Parlamento, cuyo presidente es Jorge Rodríguez, uno de los hijos del revolucionario cuyo nombre lleva, fundador de la Liga Socialista, quien murió bajo tortura en 1976.
Algo impensable en Italia y en Europa, donde la memoria del conflicto de clases de los años setenta permanece rehén de los tribunales. En Venezuela, en cambio, cuenta la historia: tanto la de la lucha anticolonial, la de los intentos revolucionarios inconclusos, como la actual, que llevó a una síntesis, por aproximaciones dialécticas no exentas de aristas, las diversas hipótesis de cambio político.
«Para entender cómo proceder, necesitamos saber de dónde venimos y dónde estamos», dijo el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, al inaugurar la rueda de prensa internacional. Para ello, resumió el camino organizativo con el que el partido gobernante (el más grande de América Latina, con casi 8 millones de inscritos y inscritas) se prepara para las elecciones del 21 de noviembre. Una «megaelección» que aglutina, a pedido de la oposición que ha aceptado el diálogo con el gobierno, tanto el voto por las governaciones como el de los municipios. Será la vigésimo novena elección desde la victoria presidencial de Chávez el 6 de diciembre de 1998.
Una oportunidad para poner a prueba, una vez más, el nivel de consenso de la «democracia participativa y protagónica» en el que se fundamenta la revolución bolivariana, puesta a prueba por el bloqueo económico-financiero impuesto por el imperialismo que ha afectado a toda la sociedad. El PSUV ha organizado sus primarias, que han renovado las candidatura chavistas al 90%. “Más del 90% de los candidatos y candidatas a la alcaldía se proponen por primera vez -dijo el Capitán-, solo el 10% de los anteriores alcaldes vuelven a postularse y con el firme mandato de dar respuesta a los problemas de las comunidades”.
Candidaturas que, tras un animado debate interno, sin embargo, se presentan en unidad, con el visto bueno de los aliados del Gran Polo Patriótico, el paraguas de la unidad en la diversidad deseado por Chávez y aún consistente, a pesar de las deserciones de algunas de sus piezas que, como el Partido Comunista, decidieron correr solos. Sin embargo, estas deserciones no se pueden comparar con el nivel de fragmentación y litigio de la derecha. De los 70.000 candidatos -dijo Cabello- sólo 3.082 pertenecen al chavismo, que presenta solo un candidato o candidata para cada cargo, como máximo con el suplente cuando se solicita, el resto son partidos, formaciones y micro formaciones de oposición.
¿Y de quién es la culpa? Cabello preguntó irónicamente. “Del imperialismo que se le metió en la cabeza que podían autoproclamar un presidente que nadie eligió. Y así uno se dice a sí mismo: yo también puedo autoproclamarme sin que nadie me proponga. ¿Y para qué? Para seguir robando dinero público, autoexiliarse para vivir de lujo en el extranjero y luego volver aquí a pedir el voto. No es de extrañar -agregó- que sean expulsados de sus electores y sus reuniones estén vacías”.
Y luego, denunció Cabello, “hay un rector del Cne, muy opositor, Roberto Picón, que no tiene escrúpulos en actuar como exponente político de la derecha, como la voz de los amos que allí lo han colocado. Y hace declaraciones anunciando un referéndum revocatorio, diciendo que prohibirá la propaganda chavista. Si este es el ejemplo, por no hablar de los demás candidatos. Debe ser denunciado en todas las instancias porque tiene una clara aptitud partidista que no se ajusta al papel que desempeña. Los observadores internacionales deben vigilar su comportamiento. Y hay que estar atentos porque, si el voto de los 21 es fundamental, también lo es lo que puede pasar el día siguiente ”.
El PSUV se puso en marcha de inmediato, organizándose en el Comando de Campaña dedicado al dirigente «cimarrón» fallecido este año, Aristóbulo Isturiz, a quien Cabello ha recordado con cariño. Por la campaña, el país ha sido dividido en frentes, encomendados a algunos dirigentes del partido, como Tania Díaz, Francisco Ameliach, Erika Faria, Diva Guzmán, Nicolás Maduro Guerra, y a dirigentes de la Joventud, como Rodbetxa Poleo. Una campaña realizada casa por casa, calle por calle, mediante la activación de la fuerte estructura territorial del Partido, como siempre basada en el «uno por diez».
Un método que, tras catalogar el voto en voto duro o flotante, pide a cada militante que indique al menos diez potenciales votantes a los que llegar y convencer, quienes a su vez deberán hacer lo mismo en una multiplicación permanente.
Un procedimiento abierto y público, que también sirve para recoger información para el programa que cada candidato y candidata debe presentar como primer acto público de campaña. Durante la rueda de prensa internacional pudimos hacer algunas preguntas de forma remota al vicepresidente del PSUV.
¿Cuál es el estado de ánimo del pueblo chavista, cuáles son las propuestas, las dudas, las ansiedades? ¿No teme que, dada la difícil situación creada por el bloqueo económico-financiero, se pueda crear un escenario similar a lo que, en las parlamentarias de 2015, le dio la victoria a la derecha, que hizo política con la guerra económica desencadenada por ella misma?
He estado viajando por el país para hacer campaña desde 1998, desde las elecciones presidenciales del Comandante Chávez. He tenido la oportunidad de ir a todos lados no sé cuántas veces. Incluso ahora, y aunque de diferentes formas debido a Covid-19, en aproximadamente 10 días hemos visitado 23 estados más la capital. Nos gusta mirar a la gente a la cara para leer en los ojos expectativas y esperanzas, escuchar propuestas. El contacto físico es importante. Escuchamos. No queremos escondernos detrás del bloqueo, pero lamentablemente es una realidad que pesa. Mantener los servicios públicos es muy complicado, estamos tratando de hacer más con mucho menos. Y estamos avanzando, con la fuerza que los trabajadores y trabajadoras están poniendo a disposición, con la sintonía y la conciencia de nuestro pueblo que ha luchado en los últimos 4-5 años manteniendo vivas las calles. Y tendremos una gran victoria. A las dudas, siempre respondemos con la verdad. Estamos en alerta, no podemos esperar nada porque el imperialismo no se detiene. Los que participan en las elecciones son los mismos que organizaron los intentos de golpe, el ataque con drones al presidente Maduro, los que corrieron a hacerce fotografias en la gasolinera de Plaza Altamira el 30 de abril durante el intento de golpe. No solo estaba Guanito Alimaña, sino también todos los demás. Sabemos que la derecha no cumple su palabra ni los compromisos que firma, al día siguiente se olvida y afirma lo contrario. Mejor prepararnos para lo peor. Lo que percibí, sin embargo, es que nuestro pueblo tiene la moral a mil y no se deja manipular por la vieja política. El otro día, el Presidente fue a visitar a los estudiantes de la Universidad Central, y un puñado de jóvenes opositores, deben haber sido 14, menos aún porque también estaban los nuestros allí metidos, dijo que no acepta que el gobierno repara la universidad, que debe seguir así. Quizás le gustaria volver a las veces en que la policía irrumpía en las universidades, disparaba contra los estudiantes que protestaban. Mentira e irracionalidad, esta es la oposición. Su única agenda es estar en contra de Maduro. Mientras hacían política explotando las colas que estaban provocando, en las parlamentarias de 2015 ninguno de ellos puso la cara, porque eran y son impresentables. Tampoco estuvieron presentes en el Parlamento. Entonces, ¿a quién quieres que crea en una persona de ese conocido partido terrorista de extrema derecha que durante tres años se exilió a vivir la buena vida en el exterior pidiendo sanciones e invasiones y causando sufrimiento, y hoy vuelve diciendo: ‘ estoy aquí, vengo a salvarte ‘. Y antes, en los últimos tres años, un año, seis meses, ¿dónde estabas? se le responde con razón. Viendo cosas similares, entendemos por qué la derecha ha dilapidado poco a poco sus posición política. En 2015, tenía un arma de fuego de un solo cartucho y la desperdició.
¿Qué harás el chavismo si la derecha desconoce los resultados con el respaldo de aquellas instituciones internacionales que la apoyan abiertamente?
A Venezuela están llegando “observadores” desaparecidos del país desde hace años, y no porque no los habíamos invitado, la puerta siempre estuvo abierta, sino porque no quisieron. Ahora piensan que encontrarán un país de rodillas, destruido, en cambio verán un pueblo que trabaja y produce, que tiene conciencia, verá un país colorido. Sobre todo verán la conciencia de un pueblo que es más poderosa que cualquier fuerza armada en cualquier país del mundo. Un pueblo que votará en paz, no por las amenazas ni por lo que digan, como hacen desde veinte años, sino porque sigue su propio camino, y no parará.
¿Qué medidas piensa tomar el gobierno bolivariano para la liberación del diplomático Alex Saab tras la interrupción del diálogo en México por su extradición a Estados Unidos?
El de Alex Saab es un secuestro por parte del imperialismo que usa su poder para someter a países pequeños que tienen instituciones serviles, y que quería sabotear el diálogo y las elecciones. Saab es acusado sin pruebas con un espediente amañado por ellos mismos. Nunca negó haber ayudado al Estado venezolano cuando nadie lo hacía, asumiendo grandes riesgos ante un poderoso enemigo, que no tiene reparos en destruir la dignidad de cualquier ciudadano del mundo para someterlo. Un enemigo que llega incluso a perseguir a la familia del diplomático, a su esposa, a una señora con dos niños. El imperialismo es bárbaro y miserable. En cuanto al diálogo en México, Estados Unidos declaró abiertamente, a través de un representante suyo, que así actuó sabiendo que nos iríamos, por dignidad. Otro hecho evidente es que a los de la oposición que estaban en México ya no los tienen en cuenta. No representan a los Estados Unidos, después de que se han robado todo, han derrochado su poder, siguen peleando, se extinguen. Ahora parece que el procónsul de Colombia está representando los intereses norteamericanos, bah. ¿Qué podemos hacer? Hacerlo saber al mundo. En Estados Unidos es imposible defenderse, porque gobiernan las corporaciones: las de armas, financieras, mediáticas o tecnológicas que toman las decisiones reales. Por nuestra parte, debemos ejercer el derecho a protestar en todas las instancias. Me asombra que nadie en la ONU diga nada. Por otro lado, la Asamblea de la ONU no dice nada sobre el asesinato del presidente de Haití, organizado por sicarios contratados y entrenados en Estados Unidos, sicarios colombianos. Son los pueblos los que deben ejercer presión. Solo la unidad de los pueblos puede cambiar las cosas.
A finales de octubre tiene lugar en Roma el G20, durante el cual los principales responsables de la destrucción del planeta hablarán sobre el medio ambiente, el compartir, la substentabilidad… ¿Qué mensaje enviarías como líder del PSUV a los movimientos populares de protesta en contra de esta farsa?
¿Qué legitimidad tienen para hablar del destino del mundo los que trabajan para destruirlo? Ninguna, se pasan los años hablando, reuniéndose como los más inmorales de los inmorales y ¿cuál es el resultado? Los pobres son cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos. Cuando hablan de medio ambiente, no cumplen ningún compromiso, esperan que los países del Sur tomen iniciativas y den soluciones. Y cuando lo hacen, se burlan de ellos. Chávez tomó las iniciativas, con el Quinto objetivo del Plan de la Patria, que define un programa eco-socialista, y se burlaron de él, tanto interna como externamente. Pero nuestro programa está ahí, existe, así como existe la voluntad de pueblos conscientes de organizarse en todas partes del mundo contra los intereses de las grandes corporaciones.
Envio:RL
No hay comentarios:
Publicar un comentario